Cine
Bigotes ecologistas y villanos trillados
El cine animado es hoy la apuesta más segura en taquilla, pero poco a poco comienza a ser también vehículo propagandístico de los estudios. The Lorax, basada en un cuento, se encuentra lejos de los trabajos de Pixar. Mitad entretenida y mitad sermoneo, de todos modos gustará a los chiquitines
Dr. Seuss' The Lorax
Voces en inglés de Danny DeVito, Ed Helms, Zac Efron, Taylor Swift .
Dirigida por Chris Renaud y Kyle Balda
Universal/2012
ABRIL, 2012. Aunque tiene nombre de limpiador de pisos --por momentos creí que era la competencia al multiusos Windex--
The Lorax es la cinta animada más reciente de los estudios Universal la cual sigue
buscándose un campito entre DreamWorks y Pixar, los soberanos del género. Esta es una película basada en una historia breve de Dr Seuss, el mismo que nos trajo
The Grinch y otros productos. Y es, además, una cinta ecologista cuyo mensaje es aún más fuerte que
Sammy y con una idea anticorporativista que puede advertirse casi desde que aparecen los créditos iniciales.
The Lorax es un proyecto que llevaba años preparándose para llevarlo al cine y es hasta ahora (y cuando se sabe que
muchos activistas contra el cambio climático tienen tras de sí evidentes fines políticos)
en que una historia escrita hace 41 años es estrenada en Estados Unidos, donde
le ha ido bien, aunque en México las salas esperan que el empujón de Semana Santa la haya dejar atrás un principio bastante flojo; veremos qué ocurre.
La historia es sumamente sencilla por lo que fue necesario agregarle más datos e información para llenar la casi
hora y media que dura la cinta. Pero empecemos con el villano, un tal Once-Ler, parte de una empresa dedicada a la tala de árboles. Cualquier espectador se estremecerá al ver cómo todos los árboles de lo que alguna vez fue un
abundante bosque van cayendo, pero como representan dinero, a nadie le importa. Once-Ler es una megaempresa cuyo dueño, llamado igual (Ed Helms). Pero poco a poco el bosque
termina convertido en árido desierto y el comerciante en maderas se va a la ruina. Es entonces cuando se la aparece The Lomax (Devito) un tipo anaranjado, pequeño y con bigotes de escobilla. Éste la advierte que la codicia ha terminado con la naturaleza pero deja en su mano una esperanza, una pequeña semilla, llamada trúfula. Esta será la esperanza para volver a repoblar lo que es hoy un oscuro y tenebroso páramo.
Pasan los años y cerca de ahí se encuentra Thneed Ville, una industriosa
ciudad que nada tendría de extraño a no ser que sus árboles y su vegetación es de plástico. Este hecho llama la atención de Audrey (la también cantante Taylor Swift), una adolescente
que, intrigada, le comenta eso a Ted (Efron) quien, con tal de conquistarla, decide investigar la verdad que muchos más sospechan les ha sido escondida. Así pues busca las orillas de la ciudad y logra escaparse hacia un sitio lejano donde vive como ermitaño Once-Ler, arrepentido de lo que hizo y ansioso que The Lorax regrese y restaure el equilibrio natural del lugar. Las escapadas con más
frecuentes y ello llama la atención de la autoridad de Thneed Ville, la cual está más que contenta y
satisfecha con el modo en que ocurren las cosas. ¿Regresará Lorax pese al daño infligido a la naturaleza? Para ello primero habrá que recuperar la trúfula perdida, y al mismo tiempo para que Ted consiga el amor de Audrey.
Pero como vemos y al igual que la reciente The Muppets, y muchas cintas animadas más, los villanos son el afán de lucro, el cual Seuss y los directores de esta película consideran los causantes de la
depredación ecológica que sufre el planeta. Pero habría sido igualmente positivo que el
simpatico Lorax se hubiera dado una vuelta por Chernobyl donde no fue la avaricia de los empresarios sino la estupidez de un gobierno el causante de una debacle al ecosistema en la región rusa de Kiev.
La tónica políticamente correcta de esta película resulta escandalosa en clichés: hacer dinero es malo y lleva a la perdición de nuestro hábitat, la tala inmoderada de árboles es producto de esa avaricia aunque con frecuencia los productores de estas películas olvidan que mucha de esta corrupción no podría darse sin anuencia de los gobiernos. Y finalmente ¿que acaso Universal no es en sí misma una multinacional que consume recursos naturales para realizar sus producciones? Pero ya hemos discutido tanto de esa hipocresía que no deseamos aburrir a nuestros lectores.
Los añadidos, por otro lado, hacen que The Lorax en momentos sea tediosa, enredada y redundante. Mucho rollo para lo que alguien escribió en los foros del sitio IMBD.com: "El capitalismo es
una porquería y la ecología es buena. Listo, ya dije toda la historian y le hice ahorre la ida al cine y 15 dólares". Pero, al menos, a ratos es más divertida y tiene buenas puntada sy no deprimirá como los "documentales" de Al Gore.
The Lorax es, años luz, mucho más simpático y carismático que el hoy rechoncho ex senador.
foto: timeinc.com
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