Cine
Casi tediosos
La comedia romántica puede consagrar a sus protagonistas o hundir todavía más a sus carreras. En este caso. Gael García se estrena en el género y Kate Hudson sigue sin dar el estirón esperado pues esta cinta difícilmente la reivindicará. A Little Bit of Heaven es, al final, de esas películas que nadie entiende cómo fue que obtuvieron luz verde para su realización
A Little Bit of Heaven
Kate Hudson, Johann Urb, Kathy Bates, Gael García Bernal
Dirigida por Nicole Kassell
Paramount/2011
FEBRERO, 2012. Kate Hudson, hija de Goldie Hawn e hijastra de Ken Rusell, brincó a la fama, y a su primera nominación al Óscar, con la excelente
Almost Famous (2001) donde encarnó a la dulce Penny Lane, una groupie que debe escoger entre seguir disfrutando el
sex, drugs and rock and roll y el amor verdadero aunque ello le represente, dentro de su mente, volver a ese mundo convencional de sus progenitores y del cual decidió huir algún día. Más tarde Hudson se casó en la vida real con Chris Robinson, el vocalista de The Black Crowes, con el que tuvo una hija y tras la separación esta actriz, que de su madre heredó muchos rasgos y el cuerpazo que la Goldie tenía de joven, decidió meterse en el género de la comedia romántica, una cancha donde lo mismo te puede ir de maravilla --Pretty Woman, La Boda de Mi Mejor
Amigo-- o puedes asegurar que así terminarás hundiendo tu carrera.
De Gabriel García Bernal no hay mucho que añadir. El tapatío sigue siendo cotizado en Hollywood, tanto así que por fin le dieron un rol que no es de un latino. Desde
Amores Perros y El crimen del Padre Amaro, Bernal ha dado papeles que difícilmente llamaríamos de comedia por lo que su incursión aquí también resulta de interés. Cierto que ya lo habíamos visto en la agridulce
Rudo y Cursi, aunque es una película con un humor absolutamente incomprensible para el norteamericano común que va al fin de semana porque piensa que la comedia romántica es el mejor sitio para llevar a la novia que no quiere quedarse en casa. Para este tipo de espectadores, será la primera vez que vean a Bernal en pantalla. Para nosotros, el resultado es mixto.
Dirigida por Nicole Kasell, A Little Bit of Heaven es de este tipo de historias tipo montaña rusa que primero te llevan al terreno de las risas, tímidas al principio, para luego conducirte al chantaje sentimental donde, carajo, vas a llorar, lo quieras o no. Andrés Arconada, el crítico español, las llama "películas bipolares" donde se abusa de los
gags y los clichés para lograr el efecto deseado. "Cuando el espectador jamás percibe que está siendo manipulado, la comedia bipolar habrá tenido éxito, y en caso contrario podremos ubicarla como fracaso monumental", añadió Arconada. Aquí nos encontramos ante la segunda definición.
Veamos cómo se despliega la historia: Hudson encarna a Marley Corbett. Y como el famoso cantante de reggae que se llamaba igual, ella es un espíritu libre, una chica independiente a la que le sobran los amigos y de los cuales no hace distinción de si son gay, minorías raciales o almas que creen que ocupando Wall Street se lucha por un mundo mejor. Pero la máxima felicidad de Marley es dormir y roncar junto a su mascota, pasearse e ir a su trabajo en bicicleta --como gandhiana "espíritu libre", también es ecologista-- y disfrutar la vida inocentemente,
igual a la Amélie que hace años protagonizó Andreu Tatou. Todo aquello está bien, indudablemente: es mejor ver así la vida que pensar que el mundo es una
porquería y terminar pegándose un tiro.
Todo cambia cuando Marley se somete a un examen rutinario y se le detecta cáncer de colon. De ahí se le envía con el doctor Julian Goldstein (Bernal), un médico cuyos logros profesionales contrastan con el fracaso en su vida sentimental. La atracción entre ambos es instantánea y ellos lo saben, pero Marley también sabe que, conforme se conocen más, empiezan a enamorarse, algo que no llegará a ningún lado cuando se le comunica que su cáncer es terminal. ¿Conviene seguir una relación que no tiene futuro o mantener el espíritu independiente hasta que la muerte toque a la puerta?
Cuando Marley es sometida a otro examen y se le aplica anestesia, ella queda profundamente dormida y en lo que no parecer ser un sueño sino algo más tangible, se le manifiesta Dios, solo que esta vez a es una mujer, para más señas Whoopi Goldberg. Dios (¿Diosa?) le comunica que pronto va a morir pero que está dispuesto(a) a concederle tres deseos, y aunque en este punto la película ya está completamente descarrilada, nos abstendremos de mencionar
qué escoge la bella Marley.
Por principio de cuentas, si uno se encontrara en sueños a Goldberg, más que suponer que está cerca del cielo supondría encontrarse en el otro extremo, uno donde impera el olor a azufre; segundo, un amigo doctor señala que no es necesario aplicar anestesia en un examen oncológico de colon y, tercero, estamos ante una comedia donde, como apuntábamos al principio, Hudson es llevada al precipicio de lo que prometía ser una carrera por lo menos memorable. Hudson combina a su personaje de Penny Lane con el de Marley y el resultado queda lejos, lejísimos, de ser satisfactorio. Otra más es la absoluta carencia de química con Bernal, un buen actor pero que aquí simplemente no sabe cómo desarrollar a un personaje que nada tiene que ver con un sacerdote calenturas o un Che Guevara que escribía
enfebrecidos diarios de viaje.
En cuentas finales, lo que tenemos con A Little Bit of Heaven es una película mediocre que se hunde porque la historia, primero, está lejos de ser entretenida y, segundo, porque no había necesidad de filmar otra comedia romántica llena de clichés como la incomunicación hija-padres, el mejor-amigo-consejero y la caminata por una calle cerrada tras comprar comida rápida. De todo eso esta cinta tiene un poquito. Asómese mejor a otras opciones en cartelera y actúe en consecuencia.
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