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Con una pequeña ayuda de Ringo Starr

Su solo nombre es en sí una tarjeta de presentación, y aunque ha mostrado algunos signos de hartazgo por su fama, sigue siendo el mismo narigón amigable que fue parte de un grupo más que legendario. Su All Starr Band sigue de gira, quizá no mágica y misteriosa, pero sí llena de talento

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JULIO, 2014. Pocos reconocerían de inmediato el nombre de Richard como integrante de uno de los grupos más importantes en la historia del rock. La mayoría pensarían en Keith Richard, el guitarrista de los Rolling Stones, quien así se hacía llamar en los sesenta. Pocos repararían en que ése es también el nombre de quien está considerado entre los mejores cinco baterías del género y parte de un grupo nacido en Liverpool conocido hasta en el último rincón del planeta. Lo curioso es que nadie le llamaba Richard aun antes que su grupo adquiriera una fama monumental. "Para todos yo era Ringo, y cuando me decían Richard casi nunca volteaba. Ya era Ringo Starr desde antes de que nos contrataran para tocar en Hamburgo", refiere Richard Starkey, el batería que muchos fans no solo aprecian sino que consideran un muy buen amigo.

A diferencia de Paul McCartney, quien en sus conciertos se enfoca buena parte a los hits con los Beatles, Ringo tiene su propio grupo, llamado The All Starr Band, donde sus miembros suelen tocar los temas que los hicieron famosos. "En ese momento yo soy un elemento más del grupo", señaló en una entrevista. ¿Y quiénes han pasado por the All Starr Band? Entre otros, el ex Eagle Joe Walsh., Neil Lofgren, el ya fallecido Billy Preston, Greg Rollie, ex miembro de Santana y Journey, el ex Toto Steve Lukather, Todd Rundgren, Mark Farner (The Grand Funk), Gary Wright, Billy Squier, Roger Hodgson (Supertramp), Howard Jones, Slash, Steven Tyler y varios más. Incluso McCartney participó en una sesión, lo mismo que el ELO Jeff Lynne. Quien nunca falta a la cita es su hijo Zack.

Lo que parece ser requisito, que sin duda Ringo está lejos de imponer, es que todos ellos de una u otra manera fueron influidos por los Beatles. Pero el legendario batería ha dicho: "Todos son estrellas por derecho propio... nada de Ringo Starr y sus amigos interpretan una velada de los Beatles..."

Es también una manera, quizá inconsciente, de Ringo para dejar en clara su importancia dentro del grupo de Liverpool. "A George si le molestaba que los otros dos lo hicieran a un lado pero a mí en lo absoluto me incomodaba estar al fondo del escenario... además habría perdido la concentración", dijo con su humor liverpooliano, siempre rematado con un comentario sarcástico.

Realmente sobre Ringo Starr se puede agregar muy poco. Quizá que fue un niño enfermizo que sufrió peritonitis y que estuvo a punto de morir, y que esa cicatriz por la operación, bromeaba, podría ser "una manera eficaz de identificación". Es el más viejo de los cuatro (nació unos meses antes que John, en 1940) y que a sus 74 años sigue lleno de vitalidad y ya despejado de ese deseo que tuvo hace unos años de que sus fans lo dejaran en paz y que evitaran enviarle correspondencia la cual, aseguró, "sería lanzada a la basura sin más". Sigue rehuyéndole a la prensa y se esconde cuando ve a un grupo de fans esperándolo afuera de los hoteles. Razones para ser escurridizo y desconfiado le sobran: John, su compañero en el grupo, fue asesinado horas después de autografiarle un disco a un fan y George estuvo a punto de morir a manos de un sujeto enloquecido. Aunque es adorado igualmente por quienes admiran a McCartney y odian a Lennon (o viceversa), Starr sabe que hay desquiciados que no hacen semejantes distinciones.

Una biografía del grupo escrita por Philip Norman señala que cuando Ringo abandonó los Beatles a mitad de la grabación del White Album, fue Lennon quien le llamó: "Viejo, el grupo sin ti no es nada, y tu lo sabes... he criticado a Paul y a George pero jamás lo he hecho ni lo haría contigo. Si te vas yo haré lo mismo..." Horas después Ringo estaba de vuelta tras la batería. Starr no ha desmentido la información aunque sí reconoció en una entrevista con Rolling Stone que "en momentos John fue el único amigo que llegué a tener en los Beatles. Por supuesto, con el tiempo las heridas con los demás se restañaron".

Cuando el grupo se desbandó Ringo ya era multimillonario pero se negó a dar el paso que sus ex compañeros, que era el disco solista. Eso sí, acompañó a Harrison en la grabación de su disco triple All Things Must Pass de 1971 y luego con John aunque se sabía que su relación con Yoko no era la mejor. También Ringo ansiaba sacudirse la imagen de "tonto" que le habían creado con unas caricaturas de los Beatles. En 1972 finalmente lanzó un álbum con canciones que, dijo, "le gustaban a mi mamá", la mayoría cóvers que Starr cubrió a la perfección. Adicionalmente tuvo un privilegio no alcanzado por sus ex compañeros en las listas norteamericanas: más número uno que John, George y Paul, entre ellos "The No No Song", "Photograph" y "You're Sixteen". "Fue gratificante recibir llamadas de felicitación de los Fabs cuando ello ocurría, señal que no me habían olvidado", dijo Starr en esa misma entrevista.

Sin embargo el batería sentía que, pese a esos éxitos, su vida no llevaba rumbo. Se divorció de Maureen, su primera esposa, se cortó al rape, invirtió millones de libras en negocios que al final quebraron, desde fábricas de muebles hasta bicicletas, y consumía más y más alcohol a modo de olvidar su frustración. En ocasiones se juntaba con sus ex compañeros para tocar en privado, "sin la presencia de nadie más" pese a que entre ellos abundaban demandas judiciales y fuertes rencores. "Después de tocar un rato y con varias copas encima hablábamos sobre reunir a los Beatles, pero al amanecer regresábamos a nuestras vidas cotidianas. Y qué bueno que nunca volvimos a los escenarios. Nos ofrecían millones de dólares por hacerlo pero estábamos conscientes que la magia del primer momento era irrepetible".

Ringo también incursionó como productor y en 1979 filmó en Durango la película Caveman. Ahí conoció a la ex chica Bond Barbara Bach y la atracción fue instantánea. "Me sorprendió que no hablara ruso", bromeó el ex beatle, "pero tampoco habría hecho falta: era una película donde el 99 por ciento del tiempo no había diálogos". La pareja regresó a Londres meses antes del asesinato de John. "Fue devastador y caí en una depresión de varios días. No podía concebir que alguien tan lleno de vitalidad, de ingenio y de ideas como John de repente ya no estuviera con nosotros..."

En 1981 Ringo y Barbara se casaron y a la ceremonia acudieron los beatles sobrevivientes. En ese momento estaba en las listas el sencillo "All Those Years Ago", escrita por McCartney, quien también estuvo en el teclado y donde Ringo tocaba la batería. No fue exactamente una "reunión" --las grabaciones se hicieron por separado-- pero sí una señal de que la mala leche de los años posteriores al rompimiento se estaba diluyendo.

Lo que se acentuó fue el consumo de alcohol de la pareja Starr-Bach hasta que finalmente reconocieron su enfermedad y se unieron a un grupo de AA. "Era fantástico volver a ser anónimo, obviamente los demás en ese grupo sabían quién era pero nunca me acosaban con preguntas. En ese momento era otro ser humano con problemas de alcoholismo", dijo. Parte del problema es que el batería se aburría por no estar trabajando así que en 1989 formó la primera edición de The All Starr Band. al principio como un pasatiempo y luego en algo que dio forma un supergrupo. "El principal requisito era que todos la pasáramos bien, era como organizar una fiesta y que asistieran todos tus invitados",refirió al Times de Londres. Desde entonces el grupo ha ido de gira a varios países del mundo.

Con el éxito de los CD del Anthology los tres ex beatles acordaron ser entrevistados para un libro que contara "la historia definitiva" así como la grabación de dos "nuevos" sencillos producidos por Jeff Lynne. Para el efecto Ringo utilizó una de sus baterías que conservaba desde los sesenta. Pero cuando todo parecía apuntar hacia otros proyectos, George Harrison perdió contacto con Paul y Ringo y se recluyó en su casa sin contestar sus llamadas. No era una grosería: para entonces ya le habían extirpado un linfoma maligno de la garganta; quizá estaba consciente que su final estaba cerca y optó por dar preferencia a sus asuntos personales, entre ellos un disco que no acabó a completar, hasta que murió en noviembre del 2001.

Cuando le preguntaron a Ringo si se consideraba una leyenda contestó enfático, moviendo la cabeza de un lado a otro: "Jamás lo he sido... ni mis hijos ni mi esposa me saludan con un 'cómo estás hoy, leyenda'. Solo soy un baterista que tuvo la fortuna de pertenecer a un grupo musical que llegó muy lejos. Y nada más"

 

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