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Inmune a los ataques de los críticos y aun de varios colegas, este legendario actor-director logra lo que parecía imposible, una cinta sobre la guerra en Irak que atrajera público a las taquillas, y lo hizo con una historia basada en un francotirador hundido entre dilemas morales y su deber como ciudadano que ve amenazada la libertad de su país, Vea American Sniper y se convencerá que nunca hay que juzgar ligeramente a Clint Eastwood

American Sniper
Bradley Cooper, Kyle Gallner, Ben Reed Ben Reed, Elise Robertson
Dirigida por Clint Eastwood
Warner Bros/2015

MARZO, 2015. La verdad, Donald Trump estaba pidiendo mucho. Bien sabemos que el corazoncito de Hollywood es abiertamente progre, por lo que haber esperado que American Sniper se llevara los Óscares de Mejor Película y Mejor Actor es tan iluso como esperar que premiaran una cinta que ridiculizara a Bill Clinton. Pero no todos los miembros de la Academia son cerrados ni se niegan a reconocer talento aunque no esté de acuerdo precisamente con sus propias posturas políticas. Dicho de otro modo, Trump y quienes opinan como él deberían agradacer que American Sniper se hubiera llevado un solo Óscar y que Bradley Cooper hubiera estado nominado. Eso en sí ya es un gran logro.

Por su parte, American Sniper hizo añicos la idea de que las películas sobre la invasión a Irak no son rentables. Y no lo eran porque el público norteamericano rehúsa ver películas derrotistas en torno a sus conflictos bélicos (pongámonos los mexicanos en esta situación: ¿iríamos alegremente a ver una cinta que reproduzca la derrota de los Niños Héroes y aplaudiríamos el final?). Al respecto un pobre despistado escribe en los foros de discusión del imbd.com: "No sé qué estaba pensando Eastwood cuando hizo este filme. Quizá vio aquí una manera fácil de hacer dinero valiéndose del patriotismo errático de algunos norteamericanos". (Pausa para dedicarnos unas carcajadas de varios minutos en fasenlinea). 

Se trata de "algunos" millones de norteamericanos que ya convirtieron a American Sniper en la que más dinero ha recaudado en taquilla en toda la historia. Además de eso ¿quién demonios en Hollywood no estaría más que satisfecho de hacer "dinero fácil" con una película exitosa?

Pero dejemos atrás a ese pobre progre para referir que, previsiblemente, American Sniper ha tenido éxito mucho menor en otros países, México incluido, donde no la bajan de "gringada", cosa que no puede importarle menos a Eastwood, quien pese a las estúpidas acusaciones de ser "derechista", en realidad es un libertario que sus 85 años sigue demostrándonos que es una joya viviente muy lejos, lejísimos, de su decadencia. Esta es una de sus mejores películas en años a la altura, incluso de Unforgiven, aunque aquí solo se encuentra detrás de cámaras.

Desde el principio de la película Eastwood nos deja en claro que el protagonista Chris Kyle (Bradley Cooper, al que vimos en la también comentada Silver Lining Playbook) está lejos de ser un papanatas patriotero. En una escena escalofriante, un apostado Kyle debe decidir en segundos si una mujer acompañada de un niño le entrega a éste lo que parece ser una granada. Por radio se le da luz verde para disparar pero se la advierte que podría ir a prisión si no se trata de una granada. El mensaje de Eastwood es claro: los francotiradores en el frente no son unos locos sedientos de sangre que disparan inconscientemente a todo lo que se mueve; se encuentran sometidos a un estricto código de disciplina que aplica de inmediato si les falla el instinto.

En uno de los tantos flashbacks que vemos en la historia, a un Chris Kyle mucho más joven acompañado de su padre lo felicita tras matar a un venado y le dice que posee una puntería excepcional; en otras escenas lo vemos junto a su hermano menor Jeff en la iglesia, otra donde éste es víctima de bullying por otro muchacho más grande y Chris en respuesta le mete una paliza. Una escena determinante en la película ocurre cuando el padre de los chicos les advierte: "hay tres tipos de personas en el mundo, las ovejas, los lobos y los perros ovejeros: las ovejas no creen que hay maldad en el mundo y por eso suelen ser las primeras víctimas; los lobos son predadores, malvados por naturaleza y los perros pastores fueron bendecidos con la valentía para proteger al mundo de la maldad". Es una lección que Chris, y muchos de los espectadores, no olvidarán a lo largo de la película.

Desde niño Chris ha soñado con ser vaquero, por eso decide competir en los rodeaos cada fin de semana con su hermano Jeff. En cierta ocasión regresa intempestivamente y encuentra a su novia en el lecho con otro hombre, "solo eres un granjero fracasado, no un vaquero", es la reprimenda de ella. Este y otros son aspectos de la película que irritaron sobremanera a los progres; Matt Taibi, de Rolling Stone, y en un arranque que resultó más gracioso que indignado, dijo que el querer ser vaquero "ejemplifica cómo el protagonista quería empeñarse en imponer el orden mundial como un nuevo Ronald Reagan (Ponemos pausa aquí para levantarnos y emitir otra carcajada). Ahora si, continuemos.

Cuando ve el noticiero sobre el ataque a las embajadas norteamericanas en Tanzania y Kenya en 1998, Kyle siente la obligación de proteger a su país, de convertirse en perro ovejero, como le comentó su padre. Por tanto acude a una oficina de la Marina a pedir informes donde se le indica que quizá podría registrarse en el programa SEAL, y aunque no sabe nadar, se da da alta y es sometido a un duro proceso de entrenamiento que incluye enormes chorros de agua con una manguera, estar acostado a pleno sol en la playa, además de los insultos de sus instructores por su edad. Kyle encontrará su posición al tomar un rifle y apuntar a blancos específicos; su instructor le enseña lo que se requiere para ser un francotirador, un trabajo que, si no se nace con ese "algo", es mejor abandonarlo de antemano. Kyle demuestra poseer ese algo: en una escena le dispara directamente al pasto y su instructor decide castiagrlo con 50 lagartijas, pero Kyle muestra que le dio a una serpiente escondida entre los matorrales.

Más tarde Jyle conoce a Taya (Sienna Miller), quien no solo lo reta a tomar alcohol a ver quién se cae primero. Tras varias insistencias a salir con él, Taya acepta una cita y luego de un breve noviazgo se casan; no habrá luna de miel: en cambio, y en una noticia que les alegra, se le comunica a Kyle que será enviado a Irak. Entonces la escena regresa al momento en que Kyle detecta a la mujer que le entrega la sospechosa granada al niño que camina con ella. Esta es una escena intensa y decisiva por lo que, si no ha visto aún la película, lo dejaremos con la interrogante para que acuda a verla. Solo añadiremos que este hecho le representará una serie de sentimientos encontrados a Kyle: ¿qué significa, precisamente, "proteger a su país" dentro del ejército?

American Sniper mantiene varas similitudes con la muy recomendable Enemy at the Gates (2001) donde Jude Law encarna a un francotirador soviético durante la segunda guerra mundial quien se enfrenta a su némesis Ed Harris, un aristócrata alemán reclutado por el régimen nazi (la cinta fracasó en taquilla pero si tiene oportunidad de verla tampoco la deje pasar). Kyle encontrará a otro hábil francotirador llamado Mustafá, ganador de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Al Kaheda ha puesto precio a la cabeza de Kyle y Mustafá está más que dispuesto a cobrar la afrenta y, por supuesto, la recompensa.

Lejos de los delirios expresados por Taibbi y otros progres, Eastwood despoja en esta película de todo romanticismo a la guerra, su nombre correcto aunque se trate de guerra civil, ocupación, guerrilla, etc. Un desencantado Kyle siente deseos de decirle lo que realmente piensa del conflicto a su esposa, embarazada de su primer hijo cuando hablan por teléfono, pero mantiene el tono festivo en cada conversación. Más aún, ella le comunica que Jeff también será enviado a Irak en breve. Quizá episodios como éste del libro hicieron que Steven Spielberg se desistiera de dirigir esta película pues, quiérase o no, Saving Private Ryan romantiza una situación bélica cuando se derrota a los nazis. En contraste, para Eastwood, en todos los bandos hay seres humanos decididos a todo para lograr la victoria, incluida la crueldad extrema. No hay nada de romántico en ello.

Y para dar muestra clara, Eastwood hace que la historia se vaya haciendo más violenta conforme va avanzando. Y está lejos de ser un horror que se quede en Irak. Cuando Kyle regresa a casa ve varias escenas del horror allá en televisión. Su presión arterial es altísima; la guerra en Irak, arguye, "cada día es más trágica pero aquí todos siguen como si nada". Finalmente Kyle opta por regresar a Irak para encontrar a un miembro de Al Khaeda apodado El Carnicero, todo en una lluvia de sentimientos encontrados: cuando un soldado desilusionado advierte que esa guerra carece de sentido, Kyle le responde "estamos protegiendo a nuestras familias y a nuestro país". 

De vuelta a su Estados Unidos, Kyle experimentará fuertes problemas de readaptación; él ha cambiado profundamente, pero también lo mismo ha ocurrido con su propio país. La película se pone del lado de estos veteranos y reitera constantemente algo que sabían todos los estrategas militares de la historia pero Barack Obama desconoce sobremanera: si quieres paz y libertad, prepárate para la guerra.

Kyle llegó a matar hasta 160 enemigos, Mustafá incluido, pero no parece serle suficiente pues considera que pudo haber salvado a más tropas norteamericanas... es la espiral clásica del francotirador en tiempos de guerra.

American Sniper resume el idealismo, el drama, la desadaptación, la frustración y el alto costo que tiene para su estabilidad emocional el atentar contra gente que no les ha hecho nada personalmente pero que vienen a ser enemigos mortales en potencia. La película cierra con una ironía: Kyle murió a manos de un desquiciado, no en Irak sino en un campo de entrenamiento en su propio país, un lugar supuestamente mucho más seguro que las calles de Bagdad.

Como otros personajes en las películas de Clint Eastwood, Kyle deviene en un personaje solitario con un conflicto interno sobre si lo que hace, aunque sea moralmente reprobable, es lo que debe hacer. Sin llegar a ser un Harry el Sucio o un Josey Wales, Kyle entra en esa categoría, y Bradley Cooper cumple a cabalidad esa actuación.

Así pues, American Sniper está lejos de ser el patrioterismo barato que muchos le achacan. Créanos, de haber sido eso cierto, la Academia de Hollywood ni siquiera la habría nominado a Óscar alguno. Esta es una de las mejores cintas de Clint Eastwood, y ello hasta los progres que más odian a este legendario director han sido obligados a reconocer.

 

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