UNIVERSIDAD Y CULTURA

Alberto Híjar

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* Metapocatástasis de Civilización
- La Revolución Francesa y sus Falsificaciones
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- Crítica a los Críticos
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Artículos sobre:
¿Qué hacer?

- Propuesta frente al neoliberalismo
- ¿Qué hacer?
- Universidad y Cultura
- Algunos tópicos sobre lo formal y lo informal en la universidad contemporánea
- Sobre los Procesos de Incomunicación en la huelga de la UNAM 1999-2000
- Sobre el ¿Qué hacer?
- La educación media superior unamita: contexto y propuestas
- La Revolución Cultural y la enseñanza e investigación en las ciencias naturales


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i- 15.jul.05


Función sustantiva de la UNAM, según la Ley Orgánica y los estatutos, la difusión cultural es la práctica que concreta el nombre de la Universidad más poblada de América. Los problemas para instrumentar la cultura, bien para ratificar y reproducir la autonomía frente al estado y la dimensión nacional o para negarlos, son los siguientes:

  1. La reducción de la cultura a la producción artística. Se hace creer a la comunidad universitaria y a sus consumidores de afuera, que cultura es igual a artes para de aquí derivar prácticas sociales a partir de paradigmas propios de la modernidad capitalista: la exaltación del creador, la recepción artística como propia de seres con sensibilidad especial y distinta a la de la masa, la división entre las artes según cánones académicos, la necesidad de instituciones como el museo y la sala de conciertos bajo la administración de expertos en articular las artes con el mainstream, esto es, el mercado del arte reproducido ideológicamente por los medios.

  2. La inexistencia de la Universidad a cambio de una especie de federación politécnica donde cada escuela, facultad e instituto, trabaja de manera absolutamente independiente. Las coordinaciones de ciencias, humanidades y difusión cultural, ésta de reciente creación, son aparatos administrativos de índole presupuestaria y a lo más conmemorativa, que no atinan a realizar, ni siquiera, celebraciones realmente universitarias como ocurrió, por ejemplo, con el homenaje a Einstein. La formación de seminarios interdisciplinarios y multidisciplinarios afirman la certeza de privilegiar problemas sociales evidentes, para su tratamiento aislado por especialistas sancionados y favorecidos por la subclase intelectual de crítica reproductiva del estado. En ocasiones, esto da lugar a patrocinios escandalosos como el del coloquio que dio lugar a un voluminoso libro coordinado por Porfirio Muñoz Ledo, quien no posee ni grado ni ocupación universitaria, con la participación de 167 investigadores de la reforma del estado, editado lujosamente y prologado por Juan Ramón de la Fuente con disco compacto adjunto y liberado de todo dictamen previo.

  3. La autonomía se reduce al uso del patrimonio propio pero no a la independencia presupuestaria. Esto concreta una dirección autoritaria y vertical en donde los intereses de la Rectoría están garantizados por la mayoría resultante de los nombramientos en las direcciones, el Consejo Universitario y la Junta de Gobierno. Esta institución reproduce la tradición de las Juntas de Notables características de las formaciones clasistas del siglo XIX en situaciones de crisis de los regímenes liberales y conservadores. Como entonces, la Junta de Gobierno está integrada por representantes de consorcios poderosos adornados por tránsfugas de las ciencias sociales y la filosofía, merecedores de su parte en el poder de la Rectoría en turno. Por su parte, el Consejo Universitario está sometido a la dictadura de una mayoría de designados por la Rectoría, tal como ocurre con los directores de facultades, escuelas e institutos, que pasan por la sanción siempre aprobatoria de los consejos institucionales. Esto genera una cultura antidemocrática, sólo puesta en crisis en los movimientos contestatarios incapaces de generar otros modos de organización y mando universitarios, pese a los antecedentes históricos de la Preparatoria Popular, el Autogobierno de Arquitectura y el Cogobierno de la Escuela Nacional de Antropología e Historia o como la elección del Rector por votación directa y universal de los integrantes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. La modalidad de cátedras independientes, de los trabajos de la Liga de Cineclubes Bertolt Brecht y de talleres como el Ricardo Zavala, nombrado como el estudiante asesinado por el ejército en la masacre de El Charco, son resultados del movimiento estudiantil de fin y principio de siglo, reducidos a enclaves con influencia limitada a grupos de activistas estudiantiles. Pese a que en los Estatutos está prevista la organización estudiantil, después de 1968 no se ha construido una con programa claro para generar una cultura realmente universitaria por universal, crítica y popular. El sindicato de trabajadores y el de profesores, reconocidos oficialmente luego de movilizaciones y una huelga, carecen de un proyecto cultural distinto del gremialismo más elemental y corporativo.

  4. La dimensión nacional de la UNAM se limita a su difundida influencia en las diversas instancias del poder del estado. Hay una selección de hecho de funcionarios culturales, con escritores en su mayoría influyentes en editoriales, congresos, preseas y concursos, que van de una institución a otra: de CONACULTA al INBA, a la Secretaría de Relaciones Exteriores, a las embajadas, a las editoriales importantes. Sobre esta base, garantizan una movilidad estatista nacional e internacional de los intereses de la Rectoría, por su presencia en proyectos, planes y programas de interés institucional. Esto significa un gran obstáculo para otras prácticas que existen con desarrollos restringidos en pueblos y comunidades rurales y en organizaciones diversas, generalmente reprobadas por las autoridades como sujetos y objetos de practicas universitarias a las que se reduce a su tratamiento meramente académico eventual.

  5. Los proyectos contestatarios contra el autoritarismo hostil a los intereses populares, carecen de planes, programas y proyectos capaces de transformar o al menos dar lugar a la resistencia contra la cultura dominante. El STUNAM y no se diga APAUNAM, han resultado tan incapaces como las organizaciones estudiantiles reducidas a eventos de alcances limitados y tolerados por las autoridades que incluso, se dan el lujo de otorgarles pequeños apoyos publicitarios y de concesión de espacios, para así simular una apertura justificatoria. Sin embargo, cuando ha sido necesario reprimir una escalada contestataria, la rectoría no ha dudado en asociarse con la Secretaría de Gobernación y los cuerpos represivos del estado, para la ocupación militar y la destrucción de toda señal simbólica de los movimientos estudiantiles, hasta el punto de afectar el patrimonio universitario como lo prueban la brutal destrucción del Foro Abierto de la Casa del Lago, el desmantelamiento del auditorio con nombre disputado por el Che y Justo Sierra y la inhabilitación del edificio que albergara a la Escuela y al Instituto de Química y al colonial edificio de Mascarones que fueron destechados con la destrucción de su cableado eléctrico para impedir su ocupación por la Preparatoria Popular. Es tan grave todo esto, que el rector designado por la presidencia de la República con el trámite indigno y subordinado de la Junta de Gobierno, logró su reelección y se mantiene hasta hoy, 2005, como rector en constante campaña de acercamiento con los empresarios más poderosos.

  6. La fragmentación y separación entre las ciencias, las llamadas humanidades, las ciencias y el deporte, las actividades administrativas y de servicio, está garantizada por el partido arquitectónico y urbano de Ciudad Universitaria: ala de ciencias, ala de humanidades, las artes a la periferia de la ciudad y en edificios lejanos y el deporte con instalaciones cercanas pero concesionadas a empresas como la ICA, uno de los consorcios con mayor poder en la UNAM. La división espacial fue acrecentada luego de 1968 con el corte de circulaciones y lugares de convivencia, por ejemplo, en el largo pasillo de tránsito de las facultades de Filosofía, Derecho, Economía y Ciencias Políticas. La tradición combativa de estas dos escuelas y la de Ciencias, determinó su aislamiento y confinamiento a las áreas de nueva construcción, en sentido amplio, donde priva una arquitectura y un urbanismo de enclave, con su adecuado Centro Cultural donde solo una pequeña escuela de teatro tiene ubicación que no afecta los usos diversionistas de las artes en oposición a su sentido comunitario. La oposición pragmática a estas segregaciones, activó espacios al aire libre poco a poco restringidos por la incapacidad de contar con recursos técnicos y una estrategia de largo plazo, capaz de desarrollar tradiciones contestatarias constantes para formar el sujeto universitario crítico. Nada queda del proyecto original del Colegio de Ciencias y Humanidades como un nuevo sistema universitario en la periferia de la ciudad para vincularse a las poblaciones más explotadas con clínicas, centros de salud y proyectos culturales. El inicio contestatario de los CCH´s significó el fin de este proyecto para negarles la dotación de auditorios, luego concedidos como espacios bajo control autoritario en las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales, la conversión de estas instituciones en Facultad de Estudios Superiores es garantía de reproducción de la globalización capitalista con el consiguiente repudio a todo lo que tenga que ver con la cultura popular de resistencia a ella.

  7. El sujeto universitario restringido en sus alcances a su enclave escolar y a la adhesión a la cultura de la globalización capitalista, se reproduce con campañas constantes por el orgullo y la dignidad universitarias de reprobación y rechazo de toda organización de lucha. Señal de esta orientación es el repetido mensaje en las televisoras mercantiles donde Jacobo Zabludowsky convoca a integrarse a la Fundación UNAM, ataviado con chamarra puma como si alguna vez hubiera tenido arraigo distinto a su práctica periodística corrupta. El acompañamiento de esta estrategia con alrededor de trescientas expulsiones de activistas del movimiento estudiantil del 99-2000 con las sentencias del ilegal Tribunal Universitario y la consignación penal de decenas de estudiantes, reproduce una cultura del miedo no dicho que encuentra en la cultura de la sumisión y la ausencia de crítica, un lugar de reproducción apenas sacudido por eventuales protestas de grupos minoritarios. Contrasta la impunidad de reconocidos represores con la ausencia de investigaciones de crímenes como los de Pável González acompañado por amenazas a profesores e investigadores que demandaron justicia. Cuenta para todo esto un grupo minoritario pero armado por Rectoría y las autoridades del nivel medio superior, para ejercer funciones paramilitares. Son los porros que articulan sus crímenes con su compromiso de mantener una cultura del terror, con la protección de las autoridades universitarias y estatales y mediante el cuerpo de vigilancia coordinado con la seguridad del estado. Esta imitación bien hecha de la estrategia contrainsurgente del estado suele tener momentos críticos donde los activistas contestatarios son acusados y reprimidos por las autoridades, maltratados por los porros y perseguidos por el cuerpo de vigilancia. Es esta la señal extrema de una cultura del descomprometimiento y el relajamiento que encuentra en los profesores posmodernistas, la justificación ideológica.

  8. El control globalizador de institutos, facultades y coordinaciones, impone una ideología hostil al socialismo y a sus concreciones armadas, civiles y populares. El fin de las ideologías y de la historia como lucha de clases proclamados y ampliamente difundidos por el empleado del Departamento de Estado de Estados Unidos, Francis Fukuyama, da lugar a una disciplina con elementos ideológicos para reproducir al sujeto de la cultura de lo que Antonio Negri y Michael Hardt llaman multitud, ese agregado eventual de cuerpos uniformados que se mueven de una situación a otra a la manera del sapping televisual. Esta disciplina rechaza de formas diversas toda discusión engendradora de organización contra la globalización capitalista. Cuando mucho, algunos veteranos distinguidos en la UNAM como Pablo González Casanova, tienen presencia individual en los movimientos populares para probar que así tendría que ser la participación universitaria: a título individual. Esto da lugar a una doble instrumentación: la invitación de personalidades por los movimientos populares para adornar sus proyectos y la adhesión a título personal de los santones que a la par son resistentes a cualquier transformación profunda en la Universidad que los premia con cargos y honores. Esta cultura del contentamiento disuelve toda vinculación y articulación con proyectos de largo plazo de transformación de la UNAM que tendría que realizarse dentro de un proyecto más amplio de construcción del tránsito a la alternativa radical contra la globalización capitalista que exige un sujeto social crítico. No hay producción de ideas, sentimientos y sensaciones que propicien la formación constante de este sujeto y las experiencias universitarias a este respecto, han sido borradas de la institución para impedir su emulación.

  9. Callada y constantemente, la Rectoría de la UNAM ha consolidado compromisos con grandes consorcios, sus fundaciones y sus planes y programas. Ha subordinado los estudios, los proyectos de investigación y la difusión y extensión cultural, a estos intereses. No hay una respuesta opositora a esto, sino pequeñas brigadas de apoyo y ayuda comunitaria sin proyectos de largo plazo y garantía de reproducción luego que salgan sus activistas de la UNAM. La cultura civilista de la falsa filantropía, hostil a la reflexión política sustituida por la eficiencia, guía los pasos de los mejores universitarios a las comunidades campesinas y excepcionalmente, a las organizaciones populares en lucha, sin más objetivo que el apoyo simbólico. No ha podido desarrollarse una coordinación de proyectos diversos de vinculación y articulación popular detenidos en las declaraciones individualistas de los expertos sobre conservación ambiental, especulación comercial y financiera, estructuras de poder, política de medios, por ejemplo. Ni siquiera con la construcción de nuevos caminos dentro de la Ciudad Universitaria, en 2004-2005, hubo consultas a estos expertos, pese a las protestas de la comisión adecuada. Contribuye a esta obstaculización de lo que José Revueltas llama democracia cognoscitiva, una producción colectiva de conocimientos orientados hacia la organización de transformaciones prácticas, las concepciones de multidisciplinareidad centradas en la institucionalización de expertos que tratan un tema desde diversos ángulos para contribuir a la confusión general. De aquí jamás crecerá la transdisciplinareidad, sólo posible si la producción de conocimientos se realiza con la participación de sectores de trabajadores de la cultura con distintos medios de producción y ubicaciones. Reducir, por ejemplo, la discusión sobre el ambiente a consideraciones científicas y a la eventual protesta por la represión de campesinos ecologistas, garantiza la reproducción de la élite universitaria esencialmente separada de los trabajadores en lucha. La transdisciplinareidad sólo puede surgir de la forma taller construida y ejercida por trabajadores de la cultura en sus diversas concreciones, con los trabajadores directamente participantes en los problemas de los procesos de trabajo instrumentados para la globalización capitalista y de la conservación de procesos productivos comunitarios y manufactureros asociados a la explotación extrema de las regiones ricas en agua, energía y biodiversidad. Por ejemplo, la investigación de denuncia de Andrés Barreda y Esther Ceceña con los mapas de la destrucción programada del ambiente, sólo tiene sentido histórico y social si sirve de apoyo práctico a las organizaciones en lucha contra el Plan Puebla Panamá, contra la construcción de la presa La Parota, por la protección de los bosques de Guerrero, Michoacán y de la Selva de Los Chimalapas. Sobre esta base, la Universidad adquiriría dimensión universal y nacional que en última instancia estuviera orientada por la socialización y beneficio del planeta y la humanidad contra la acción depredadora de la globalización capitalista.

  10. Por todo lo anterior, la difusión cultural es una necesidad sustancial universitaria que tendría que acompañarse por una extensión cultural orientada hacia la apropiación de las necesidades populares más apremiantes por los universitarios respondidos por los pueblos y comunidades de trabajadores del campo y la ciudad receptores del conocimiento universitario. Conspiran contra esta cultura de reproducción de los sujetos populares necesarios para la resistencia contra la globalización capitalista, no sólo las orientaciones educativas y productivas de las instituciones del imperio como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio, sino por sus adhesiones regionales como las características de la Ley de Cultura y Medios propuesta por CONACULTA a las Cámaras de Diputados y Senadores. Se trata en ella de privilegiar la articulación de la producción de conocimientos, sensaciones y sentimientos bajo el patrocinio de las industrias culturales, en especial, de la industria del espectáculo, para no mencionar a las fundaciones características de los consorcios trasnacionales. La reproducción social alternativa a este proyecto en marcha requiere de una perspectiva totalizadora de los procesos de significación y del desarrollo tecnológico y científico, así como de la construcción de cuerpos sociales y cuerpos individuales distintos a la uniformación organizada por las modas. Conspira contra todo esto el pragmatismo hostil a toda reflexión pero también a toda vinculación y articulación con los movimientos populares, característicos del movimiento estudiantil de fin y principio de siglo. Su anti-intelectualismo, su sectarismo opuesto a superar el uso instrumental de las organizaciones populares solidarias, su repudio a toda organización partidaria sin considerar que no todo se reduce a los partidos registrados y financiados por el estado, su oposición a proyectos de largo plazo en beneficio de la movilización del día siguiente, significan un obstáculo desde dentro de las organizaciones universitarias libertarias que, sin embargo, es superado con proyectos de largo plazo que requieren de articulación en un proyecto mayor.

  11. La Otra Campaña, convocada por la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, es una oportunidad única para recuperarle a la Universidad su dimensión autónoma y nacional. Para ello, es necesario superar la participación festiva y eventual para construir un proyecto de largo plazo que exige la coordinación de comisiones capaces de integrar una práctica cultural de construcción del sujeto social contra la globalización capitalista y por la transición al socialismo a partir de las condiciones adversas actuales. Esto exige la transdisciplinareidad a partir de la formación de talleres para descubrir las relaciones entre las artes, las ciencias, las tecnologías y los procesos productivos. Antecedentes como el Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos de Elí de Gortari en los setenta, pueden servir como lección para no limitarse a la alta especialización universitaria, sino a propiciarla en beneficio de una Universidad singularmente antidemocrática y urgida de una reforma estructural profunda, la misma que debió darse en un congreso jamás realizado ante el desinterés de autoridades y organizaciones contestatarias. La formación de un directorio de estas organizaciones para convocarlas a una agenda y un temario para este congreso es un acto cultural que tendría que centrar la atención en el problema de reproducción social para responder a las preguntas de la Universidad necesaria y con quien construirla. Todo esto exige dimensión americana para tomar ejemplo de la brigada Henry Reeve de médicos y sanitaristas cubanos especializados en tratamientos de desastres y con disposición práctica de respuesta rápida a los problemas nada naturales causados por la devastación del planeta. La formación de colectivos semejantes a este, exige la participación de profesionales de muy diversa índole con el propósito común de transformar las cosas en beneficio de la humanidad y del planeta. Igual ocurre con la urgencia de contar con medios de información y difusión autónomos respecto al mercado de la desinformación y del espectáculo idiotizador, para proponer la solución de los problemas nacionales profundos que exigen el tratamiento multidisciplinario. Aprender de lecciones como Telesur, la televisora organizada por el gobierno de Venezuela a la par de proyectos tan importantes de salud integral como Barrio Adentro, requiere la participación creativa de quienes adoptan el arte conceptual o la crítica de la economía política de las ciencias y las tecnologías, para actuar en acuerdos de definición cultural universitaria.

  12. Premios, reconocimientos y honores reparten las autoridades universitarias entre los sumisos o los contestatarios bajo control. Habría que fomentar la emulación como reconocimiento de los mejores, a partir de homenajes a quienes han dignificado la Universidad al darle una dimensión nacional profunda. Cada especialidad, cada comunidad universitaria, cada núcleo de trabajadores y deportistas, guarda la memoria de algún personaje o admira a alguien aún activo, a quien habría que destacar y reconocer con una amplia justificación curricular, de manera de oponer a los nombramientos administrativos y a los posgrados, las acciones prácticas de quienes han sufrido persecución y cárceles, de quienes han muerto luchando por la justicia y la libertad, de quienes llevan decenas de años incorporados a la defensa de la justicia y la dignidad. A la cultura de la autocomplacencia burocrática, hay que oponer la cultura del reconocimiento libertario y esto exige poner nombres y apellidos, nombrar espacios, fijar placas conmemorativas, fijar fechas de conmemoraciones distintas a las oficiales. He aquí una tarea inmediata para averiguar el grado de conciencia histórica comunitaria y la capacidad de propuestas simbólicas que habrá que integrar a planes y proyectos totalizadores para la nueva cultura.


Nada de lo anterior puede hacerse sin ganar la autonomía respecto al estado, no para hacer como si este no existiera sino para organizar estructuras de poder con financiamiento incluido, para desarrollar proyectos necesarios lo mismo para comunidades y pueblos lejanos como Metlatonoc el municipio de Guerrero más pobre del país, que las comunidades cercanas. Cuando se discutió en la UAM Xochimilco la vinculación con las comunidades pobres, hubo quienes formularon la consigna “la realidad está a la vuelta de la esquina” porque, en efecto, en la esquina del campus universitario estaba un grupo de casas de cartón sin servicio alguno. Algo semejante ocurrió cuando el Autogobierno de Arquitectura dejó los ociosos ejercicios inútiles para servir a las comunidades más pobres de Copilco. He aquí fuentes reales de empleo y de desarrollo sustentable aunque se tenga la certeza de que este será imposible mientras existan estados sustentados en la ley del valor que todo lo convierte en dinero y mercancía.

Todo esto tiene que empezar con talleres universitarios sin asistencia masiva para descubrir aquellas organizaciones discretas que han estado trabajando en seguimiento de la tradición de maestros como Ricardo e Isabel Pozas que en los primeros años de la segunda mitad del siglo XX, organizaron importantes proyectos de investigación y transformación del trabajo rural. He aquí un porvenir creativo abierto para científicos, técnicos y artistas capaces de superar las atracciones de los sistemas de becas y apoyos estatales, profundamente corruptores de una cultura para la liberación nacional y universal.

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oximoron, diciembre 2005
seminario autónomo
[teoría de redes y sistemas complejos]

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