ALGUNOS TÓPICOS SOBRE LO FORMAL Y LO INFORMAL EN LA UNIVERSIDAD CONTEMPORÁNEA

Germinal Cocho Gil

Libros

* Metapocatástasis de Civilización
- La Revolución Francesa y sus Falsificaciones
- Tópicos Eclécticos
- Crítica a los Críticos
- Biografía de un Psicópata

Artículos sobre:
¿Qué hacer?

- Propuesta frente al neoliberalismo
- ¿Qué hacer?
- Universidad y Cultura
- Algunos tópicos sobre lo formal y lo informal en la universidad contemporánea
- Sobre los Procesos de Incomunicación en la huelga de la UNAM 1999-2000
- Sobre el ¿Qué hacer?
- La educación media superior unamita: contexto y propuestas
- La Revolución Cultural y la enseñanza e investigación en las ciencias naturales


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Advertencia preliminar.- La pregunta “¿Qué hacer?” obliga a pensar en “cómo, cuándo, dónde y por qué” llegar a una futura y nueva civilización, a la medida del bienestar social y felicidad individual de todos los seres humanos. Contribución a este fin pretende ser, en el marco universitario, el documento que sigue.

Pero, para no construir “castillos en el aire” hay que partir siempre, muy firmemente, de la realidad que vivimos, en el caso de este documento, de la realidad universitaria. Este importante aspecto lo cubre en parte el documento que precede al presente, de Alberto Hijar, “Universidad y Cultura”. Es antecedente necesario para embarcarnos en la lectura de “Algunos tópicos sobre lo formal y lo informal en la universidad contemporánea”. Dicho lo anterior zarpemos con el documento…

En el momento actual, con el dominio de ese capitalismo salvaje que denominan neoliberalismo, vale la pena recordar tres contradicciones estructurales del capitalismo: a) La contradicción entre la propiedad privada de los medios de producción y el carácter social de las relaciones de producción; b) la contradicción entre la necesidad de restringir al máximo la libertad en el proceso de trabajo (para poder controlarlo más fácilmente) y la necesidad de libertad para que la labor de los subordinados sea creativa y c) el que con el avance de la ciencia y la técnica existen las condiciones para que los seres humanos sean muy creativos individual y socialmente y que, sin embargo, en promedio la gente es cada vez más ignorante y menos creativa. Podemos decir que en el capitalismo actual se considera al hombre como “el medio que tiene la mercancía para producir más mercancías”, estorbando lo que no esté asociado a este propósito.

En este trabajo discutiremos algunos tópicos que podrían ayudar al tránsito a una sociedad diferente, más justa y creativa, y en particular, propondremos algunas labores que creemos pueden implementarse en las universidades públicas.

Política organizativa, cambio rápido y obsolescencia

A lo largo de la historia ha existido una interrelación entre la visión del mundo y sus conceptos básicos por un lado y el modo y estructura de la producción por otra. Durante mucho tiempo, en que lo importante era la agricultura y la ganadería, se puso el énfasis en la estructura y movimiento de la materia. Posteriormente con la revolución industrial inglesa y las revoluciones políticas en Inglaterra y Francia adquiere importancia lo referente a la energía y su conservación. Nace la termodinámica. Asociado al flujo y transformaciones de la energía se tiene la electricidad y el motor de explosión, el petróleo y el automóvil. Antes, en el siglo XIX, con Maxwell se unifica la electricidad, magnetismo y la luz y a finales del siglo XIX y comienzos del XX se tienen las revoluciones científicas asociadas a la física cuántica y a la relatividad. Estas dos revoluciones no sólo cambiaron nuestra visión del mundo, sino que eventualmente implicaron revoluciones tecnológicas. Sin embargo, hasta mediados del siglo XX lo básico era la materia y la energía, su flujo y sus transformaciones.

A partir de los '50, con las primeras computadoras de bulbos, voluminosas y lentas, pero capaces de llevar a cabo cálculos científicos y tecnológicos (básicamente militares) en un tiempo razonable, se inicia la era de la información, la revolución informática.

Ante la enorme cantidad de información, en la práctica la mayor parte es “ruido”. Se necesita tener la capacidad de filtrar la información y utilizar ésta para alcanzar metas específicas, en otras palabras, necesitamos poder separar aquella parte de la información que sirve como conocimiento. Estamos en la sociedad del conocimiento.

Finalmente, en el momento actual resulta fundamental la política organizativa, la estructura y dinámica de las redes biológicas y humanas. El conocimiento de los diversos modos de organización, de sus ventajas y desventajas son fundamentales en la época actual en que podríamos decir que “las relaciones de producción se vuelven las principales fuerzas productivas”.

Como comenta Wallerstein [1], antes de la Revolución Francesa el cambio político era excepcional, justificable sólo excepcionalmente, y cuando ocurría no se pensaba que sentase precedente para cambios posteriores. Después de 1848, todos los tipos de cambio, incluyendo cambios políticos, se consideraron “normales”. Para los conservadores, el cambio “normal” debía ser tan lento como fuera posible y promovido sólo cuando se considerara necesario para evitar una rotura mayor del orden social, mientras que ambos, liberalismo y socialismo, el cambio era deseable y aún inevitable (o progreso), Los liberales creían que el curso del mejoramiento social debía ser uniforme, basado en una evaluación racional de los problemas existentes, realizada por especialistas y una labor continua consciente de los líderes políticos a la luz de tal valoración, con el fin de introducir reformas sociales inteligentes.

Los socialistas eran escépticos respecto a la posibilidad de que los reformistas pudieran llevar a cabo cambios significativos a través de inteligencia y buena voluntad, y casi solo con el apoyo de ellos mismos. Los socialistas querían ir más rápido y creían que sin una presión popular considerable el proceso no daría lugar a progreso. El progreso era inevitable porque la presión popular era inevitable, y sin esta presión popular los especialistas se verían impotentes.

Ha pasado el tiempo, y en el momento actual estamos en un mundo de cambios rápidos, quizá en lo que podríamos llamar una “revolución” permanente. Siguiendo con Wallerstein:

“Hemos entrado en una nueva era en términos de mentalidades. Por un lado, tenemos una llamada apasionada por la democracia; sin embargo, esta llamada no es la del cumplimiento del liberalismo sino de su rechazo. Es la afirmación de que el sistema mundial actual no es democrático, ya que no se comparte por igual el bienestar económico debido a que el poder político no está igualmente distribuido. La desintegración social, y no un progreso sistemático, es lo normal en el momento actual, y cuando hay desintegración social la gente busca protección. En el pasado la gente vio al Estado como fuente de cambio seguro, pero ahora se dirigen a solidaridades de grupo (de todo tipo de grupos) en busca de protección. Esto es un juego diferente, y no es seguro cómo se jugará este juego en los próximos cincuenta años, pues, por un lado no sabemos cómo trabaja tal sistema, y por otro, las fluctuaciones de un sistema mundial en desintegración son muy grandes. Navegaremos mal durante el periodo que se avecina si no somos conscientes de que ninguna de las ideologías (agendas para la acción política) que han gobernado nuestras acciones durante los últimos doscientos años han sido completamente útiles. Sin embargo, no podemos desecharlas radicalmente, pues nos serán muy provechosas en el futuro. Hay que tener en cuenta que el desorden que parece avecinarse no es necesariamente peor (o mejor) que el orden. Sin embargo, requiere un modo diferente de acción y reacción.”

En un mundo en cambio rápido, en revolución permanente se tiene el problema de la obsolescencia del conocimiento. En su libro Instrumental para o pensamiento [2] Waddington propone lo siguiente:

“Sería ser demasiado optimista el pensar que alguien sepa realmente lidiar con esta situación, la solución será probablemente alguna mezcla de:

  1. Enseñanza de principios generales que se volverán anticuados de un modo más lento.

  2. Métodos de enseñanza para buscar rápidamente y en una zona amplia la información fáctica actualizada que colocará carne sobre estos huesos cuando sea necesario aplicar,

  3. Métodos de enseñanza para clasificar la información en una jerarquía de categorías, de modo que los ítems relevantes a un contexto particular puedan ser filtrados rápidamente,

  4. Inducir motivaciones para continuar la autoeducación después de haber terminado el periodo de educación formal. Sin embargo, queda por estudiar lo que sería exactamente esta mezcla y cómo se alcanzarían estos propósitos.”

Alvin y Heidi Toffler en su libro Las guerras del futuro [3] discuten las características de lo que llaman La tercera ola, la cual según, dominaría cada vez más la dinámica de la sociedad actual. En particular, al referirse al trabajo, comentan:

“La mano de obra se ha transformado. El trabajo muscular, poco calificado y esencialmente intercambiable, impulso la segunda ola. La educación de masas de estilo fabril preparaba a los obreros para tareas rutinarias y repetitivas. En contraste, la tercera ola se presenta acompañada de una creciente imposibilidad de intercambio laboral a medida que aumentan vertiginosamente las destrezas requeridas.
“La fuerza muscular es esencialmente fungible. Un obrero poco calificado que abandone su puesto o al que se despida puede ser reemplazado rápidamente y con pequeño coste. En cambio, los niveles crecientes de destrezas especializadas requeridas por la economía de la tercera ola hacen que sea más difícil y costoso hallar la persona precisa con la preparación adecuada.
“Aunque pueda enfrentarse a la competencia de muchos otros trabajadores no calificados, un conserje despedido por una gran empresa relacionada con la defensa puede hallar un empleo en una escuela o en una compañía de seguros. En contraste, el ingeniero electrónico que ha pasado años construyendo satélites no tiene necesariamente los conocimientos prácticos que precisa una firma de ingeniería ambiental. Un ginecólogo no será capaz de practicar la cirugía del cerebro. La creciente especialización y los cambios rápidos en las destrezas requeridas reducen la intercambiabilidad del trabajo”.

Se trata de un neotaylorismo, en que se tienen piezas independientes especializadas, cuya acción ordenan como creen conveniente quienes tienen el poder de decisión. Una alternativa es la que sugieren las proposiciones de Waddington frente a la obsolescencia, se trata de tener lo que podríamos llamar mil usos de alto nivel, capaces de responder y saber improvisar frente a las emergencias, lo que creemos adecuado en un mundo en cambio, en que lo importante es potenciar el potencial creativo del ser humano.

Existen estructuras organizativas informales coherentes con estas metas.

Comunidades de aprendizaje, práctica y ayuda mutua

Comunidades de práctica

Las comunidades de práctica son redes informales que coexisten con la estructura formal de las organizaciones y sirven para propósitos tales como resolver conflictos entre las metas de la institución a que pertenecen, resolver problemas de modo más eficiente y ayudar alcanzar los objetivos de sus miembros.

A pesar de la falta de reconocimiento oficial, estas redes informales pueden dar lugar a modos efectivos de aprendizaje, proporcionar un sentido de pertenencia y, con los incentivos adecuados, aumentar la productividad de la organización formal.

Desde un punto de vista social, cuando estas redes informales aparecen generan sus propias normas, patrones de interacción, constituyendo lo que se ha denominado comunidades de práctica.

Uno quisiera encontrar los mecanismos generales comunes a estas comunidades de práctica y cómo dependen de variables como el tamaño y la diversidad de la organización, la capacidad de sus miembros para comunicarse entre sí, la naturaleza de los problemas que atacan, los incentivos que hacen que la gente se una a estas comunidades y la estructura y costo de sus medios de comunicación.

El número de individuos con los cuales cualquier miembro de la comunidad puede comunicarse dará lugar a diversos patrones de interacción, desde una estructura uniforme en la que cada miembro se comunica con los demás, hasta una estructura en cúmulos en la que un individuo dado colabora con un número pequeño de miembros.

Uno quisiera saber también cómo evolucionan estas comunidades y de qué modo las estructuras resultantes dependen del tamaño del grupo y de la diversidad de habilidades presentes. Se debe tener en cuenta explícitamente que el éxito de un individuo que trata de resolver un problema puede a menudo facilitarse mediante el intercambio de información con otros miembros de la comunidad y que esta información, en general, no es perfecta e incluso puede ser inadecuada para la tarea.

Los individuos tienen que aprender a identificar aquellos miembros de la comunidad con los que la interacción será más fructífera, y con frecuencia esto resulta en un patrón de interacción en que la escala de interacción crece con la percepción de la utilidad mutua. Este patrón casi nunca es estático, porque aunque el problema no cambie, los individuos que hacen contribuciones importantes pueden variar con el tiempo.

Se pueden formular modelos matemáticos que tengan en cuenta la diversidad y el tamaño del grupo, la estructura de la red cuando el número de individuos cambia con el tiempo y la estabilidad frente a fluctuaciones. Se puede introducir un mecanismo de aprendizaje explícito que dé lugar a cambios locales en la estructura, mostrándose que estos cambios locales dan lugar a un mayor rendimiento de la comunidad como un todo.

Estas comunidades pueden implicar relaciones entre niveles jerárquicos o instituciones del mismo nivel. Un caso con implicaciones potenciales positivas es el de las relaciones de familia, de amistad o los hábitos y creencias comunes, que muchas veces implican puentes más efectivos que las relaciones formales. Como en otros casos de comunidades de práctica, éstas pueden implicar aspectos negativos, tales como las mafias, pero el tener en cuenta las relaciones humanas, más allá de las reglas formales, puede ser un punto de partida para las soluciones de muchos problemas.

Debe agregarse que, además de buscar soluciones y planteamientos generales en gran escala, es necesario poner en práctica organizaciones experimentales en pequeña escala que permitan recopilar información necesaria en la búsqueda de soluciones generales.

Existen diversas publicaciones sobre cómo organizar comunidades de práctica. En particular, en la página web: www.icohere.com, se pueden bajar los trabajos:

  • Creating Communities for Collaboration and Learning”, S. Kaplan y P. Bartlett
  • Community of Practice Design Guide” (A step-by-step guide for creating collaborative communities of practice).

Estos trabajos pueden servir de guía para organizar comunidades de práctica en nuestra universidad.

Comunidades de ayuda mutua

Se ha dicho que existen tres categorías generales de transacciones para el intercambio de bienes y servicios [4]: a) el intercambio del mercado, en que circulan los bienes y servicios sobre la base de la oferta y la demanda, sin generar relaciones sociales duraderas; b) la redistribución de bienes y servicios, que primero se concentran en un determinado individuo o institución, de donde fluyen hacia la comunidad o la sociedad, y c) la reciprocidad, es decir, el intercambio de favores y regalos que es parte integral de una relación social. El tipo de intercambio que domina en las sociedades primitivas y tribales es la reciprocidad y la redistribución. El intercambio de mercado se encuentra limitado casi enteramente al comercio intertribal. La economía monetaria que caracteriza al intercambio de mercado sólo se generalizó en Europa hacia fines de la Edad Media y su preponderancia definitiva ha sido un resultado de la revolución industrial capitalista del siglo XIX.

Aunque, en general, se ha considerado el intercambio recíproco, como algo propio de las sociedades primitivas, este intercambio recíproco, con base en la solidaridad, la confianza y la ayuda mutua, ha sido y es lo dominante en grupos sociales que viven en condiciones de marginalidad y que apenas sobreviven. Como menciona Kroptkin [5], tal fue el caso en la Inglaterra de finales del siglo XIX y lo es para comunidades marginales de nuestras ciudades [6]. Los estudios y experiencias sobre las comunidades de aprendizaje y práctica podrían ayudar a una mejor organización de las comunidades de ayuda mutua. Por otro lado, aunque se tengan resueltos los problemas de sobrevivencia, en la sociedad neoliberal los seres humanos son cada vez más ignorantes y menos creativos y quizás, teniendo en mente dichas comunidades, se pudieran tener formas organizativas que potencien la creatividad individual y social. Para esto habría que tomar en cuenta lo referente a comunidades de práctica.

Sobre el caos y su control

El caos está asociado a sistemas dinámicos completamente deterministas, los cuales adquieren comportamientos aparentemente azarosos debido a una sensibilidad extrema a las condiciones iniciales y a las contingencias históricas, es lo que se identifica en la literatura científica como caos determinista. Este caos aparece en dinámicas no lineales, aunque la no linealidad no conduce necesariamente a un comportamiento caótico. Para diferenciar el caos del azar y ambos de los sistemas deterministas que no dan lugar a comportamiento caótico es útil el concepto de horizonte de predictibilidad. En un sistema determinista no caótico si se tiene una diferencia muy pequeña en las condiciones iniciales se tendrá una diferencia pequeña entre las trayectorias dinámicas para cualquier momento en el futuro, por alejado que esté en el presente. Podemos decir que el horizonte de predictibilidad es infinito. En un sistema azaroso el horizonte de predictibilidad es nulo, en condiciones idénticas o casi idénticas no se puede predecir nada de lo que pasará en el momento siguiente. En el caso de los sistemas caóticos se tiene un horizonte limitado de predictibilidad, uno puede predecir lo que va a pasar hasta un cierto tiempo y después rápidamente se pierde la predictibilidad. Un ejemplo de esto es la predicción del tiempo, se puede predecir de modo bastante preciso el tiempo que hará mañana y pasado mañana, pero serán azarosas las predicciones del tiempo para dentro de dos semanas. Los sistemas caóticos, con horizonte de predictibilidad limitada, pueden controlarse si al acercarse al horizonte de predictibilidad uno actúa sobre el sistema, de modo que esta actuación periódica, asegura su trayectoria dinámica.

Lo anterior es importante en los modelos de la dinámica social, ya que en general, un sistema complejo social tiene con frecuencia dinámicas caóticas, sensibles a las contingencias históricas y con horizonte de predictibilidad relativamente pequeño, lo que implica la necesidad de control periódico. Sin embargo, para poder controlar dicho sistema social complejo se suele necesitar mucha información, que suele estar en las manos de quien controlan el poder político y económico. Coherente con lo anterior, en tiempos recientes se habla menos de planeación y más de evaluación. Para tener un verdadero poder popular se necesita que el pueblo tenga la información necesaria para llevar a cabo las medidas de control adecuadas.

Como comenta M. Harris en el párrafo final de su libro Caníbales y Reyes [7]:

“Puesto que los cambios evolutivos no son plenamente predecibles, es obvio que en el mundo cabe lo que llamamos libre voluntad. Cada decisión individual de aceptar, resistir o cambiar el orden actual altera la probabilidad de que se produzca un cambio evolutivo específico,
“En tanto que el curso de la evolución cultural nunca está libre de la influencia sistemática, probablemente algunos momentos son más “abiertos” que otros. Considero que los momentos más abiertos son en los que un modo de producción alcanza sus límites de crecimiento y pronto debe adoptarse un nuevo modo de producción.
“Estamos avanzando rápidamente hacia uno de esos momentos de apertura. Cuando lo hayamos atravesado, y sólo entonces, al mirar hacia atrás, sabremos por qué los seres humanos eligieron una opción y no otra.
“Entretanto, la gente que tiene un profundo compromiso personal con una determinada visión del futuro está plenamente justificada en la lucha por sus objetivos, aunque hoy los resultados parezcan remotos e improbables. En la vida, como en cualquier partida cuyo resultado depende tanto de la suerte como de la habilidad, la respuesta racional en caso de desventaja consiste en luchar con más vehemencia”.

La lucha del pueblo vietnamita

El pueblo vietnamita a lo largo de la historia ha sabido derrotar a ejércitos invasores. En los siglos XII, XIII, XV y XVIII, derrotaron ejércitos enviados por diversas dinastías imperiales chinas. A finales del siglo XIX se sublevan contra las tropas de ocupación francesa, pero después de 10 años de dura lucha son derrotados por los franceses. En el siglo XX luchan contra la ocupación japonesa, derrotan en 1954 a los franceses en Dien Bien Fu y en 1975 liberan Vietnam del Sur tras años de lucha con el ejército de E.U. y con lo más moderno de su tecnología bélica.

Entre los factores importantes que llevaron al pueblo vietnamita al triunfo tenemos los siguientes:

  1. Las comunidades campesinas del modo de producción asiático presentan aspectos solidarios y comunitarios muy marcados (el individualismo burgués y el anarquismo pequeño-burgués les resultan extraños) y a lo largo de la historia han mostrado una gran capacidad de resistencia frente a la agresión.
    Sin embargo, eran estáticas, mirando hacia el pasado, jugando el confucionismo un papel importante tanto en los aspectos comunitarios como en el carácter estático. El partido comunista vietnamita supo mantener los aspectos comunitarios de las formaciones campesinas, eliminó factores de explotación y repartió la tierra de los propietarios, reemplazando la ideología estática del confucionismo por la dinámica del marxismo. Esto permitió en gran parte pasar directamente de las estructuras campesinas del modo de producción asiático a estructuras socialistas.

  2. Se operó de modo sincronizado en el campo y en la ciudad.

  3. Se procuró que todo el pueblo tuviera claro por lo que se luchaba y los métodos de lucha. Esto permitió capacidad de resistencia, flexibilidad en la táctica e independencia respecto a los mandos.

  4. Una gran tenacidad y capacidad para operaciones que dependían del esfuerzo sincronizado colectivo, de lo que Dien Bien Fu es un ejemplo.

  5. Aparte de técnicas y trampas empleadas tradicionalmente por el pueblo vietnamita a lo largo de su historia, supieron diseñar y utilizar armamento sofisticado, adecuado a los problemas que enfrentaban (por ejemplo, cohetes precisos y de gran alcance, de fácil manejo y resistentes a las condiciones del trópico). Sin este armamento de “alto contenido científico” no hubieran podido vencer a la maquinaria bélica norteamericana.

Razonando por analogía se pueden plantear algunos puntos para acciones populares alternativas en México:

  1. Mantener el carácter comunitario de las formaciones sociales campesinas modificando las técnicas “artesanales”, en general estáticas y conservadoras, por técnicas más dinámicas, flexibles, aunque de fácil manejo, dejando de lado hasta donde sea posible la ciencia y tecnología taylorizadas. La labor de los zapatistas en Chiapas es una labor de este tipo, con el empleo de la red de Internet como ejemplo de utilización de la tecnología avanzada.

  2. No olvidar que en un país como México deben darse respuestas tanto a nivel urbano (que es el dominante) como rural (por ejemplo en Oaxaca y Chiapas).

  3. Se necesita que tanto los científicos como el pueblo en general tengan conciencia clara tanto del tipo de sociedad que se quiere, como de los rasgos generales de las interacciones entre las diversas disciplinas científicas y entre éstas y la problemática social concreta. Esto ayudará tanto a absorber o rechazar selectivamente diversos aspectos de la ciencia y de la técnica como a encontrar soluciones originales.

  4. Tenacidad y énfasis en el trabajo colectivo.

  5. No olvidar que si queremos no solo una vida igualitaria, sino también rica “cuantitativa y cualitativamente”, aún conservando los rasgos positivos del “pasado”, necesitaremos una ciencia y una técnica quizás tanto o más sofisticada que la de la formación social capitalista, aunque coherente con las características de una sociedad comunista.

Algunas actividades informales en la universidad

Como proposiciones concretas a llevar cabo en las universidades públicas, y en particular, en la UNAM, podemos mencionar:
  • El estudiante que ingresa a la UNAM, en general, ignora tanto los logros académicos, como las luchas académico-políticas de nuestra universidad. Hay que recuperar la historia de las tradiciones académicas y de lucha de nuestra casa de estudios. Esto haría que los estudiantes tengan “amor a la camiseta” y llegado el momento puedan seguir el ejemplo de lo acaecido en el pasado. En el caso de la Facultad de Ciencias se tiene tanto lo referente a ciencia de frontera como la historia de los movimientos político-académicos a los que estuvo asociada.

  • En general, el estudiante ingresa a la universidad con una preparación muy deficiente. Es difícil para la universidad resolver este problema, que depende de los programas y su implementación de la enseñanza primaria y media. Sin embargo, podrían organizarse seminarios y otros mecanismos para que mejoren su preparación grupos de estudiantes motivados.

  • El estudiante que ingresa a nuestra universidad y en particular a nuestra Facultad de Ciencias suele tener un conocimiento estático, pasivo, fragmentario, semimágico y de “aunque usted no lo crea” de las ciencias naturales. Es necesario que se vean en el primer semestre temas de las fronteras científica y humanística. En el caso de la ciencia se incluirían tanto los descubrimientos de frontera de la ciencia básica, como los aspectos en que la ciencia puede ayudar a las comunidades populares urbanas y campesinas.

Se trataría de utilizar mecanismos de amplificación, preparando discutidores que luego con un grupo discutan la temática. Podrían ser estudiantes graduados, con “una mística”. Los estudiantes, a su vez, difundirían este conocimiento en las comunidades en que viven. Si uno quiere interaccionar con gente fregada, las familias de una gran parte del estudiantado cumplen con este requisito. Se podrían emplear las medidas organizativas asociadas a la creación de comunidades de aprendizaje, práctica y ayuda presentados anteriormente.

En la Universidad Autónoma de la Ciudad de México se está tratando de implementar una comunidad de estudio y practica respecto a la diabetes, teniendo en mente los mecanismos de amplificación anteriores. Se podría hacer algo similar en la UNAM.

Se podría intentar crear un proyecto académico del tipo de los Grupos Universitarios Interdisciplinarios, con el posible nombre de “Comunidad de estudio de lo informal en la universidad contemporánea”. Como parte de sus labores interaccionaría con lo anterior y sincronizaría algunas de las tareas de las comunidades de aprendizaje, práctica y ayuda mutua.

Bibliografía:

[1] I. Wallerstein (1995), After Liberalism, Nueva York, Estados Unidos The New Press, 94-96. Traducción del autor.

[2] C. H. Waddington (1979), Instrumental para o pensamento. Editorial de la Universidad de S. Paolo, Brasil, 35. Traducción del autor.

[3] A. y H. Toffler (1994), Las guerras del futuro:La supervivencia en el alba del siglo XXI, Plaza & Janes, Barcelona, España, 87-96.

[4] L. a. de Lomnitz (1975), Cómo sobreviven los marginados, México, Siglo XXI, 25.

[5] P. Kropotkin (1989), Mutual aid: A factor of evolution, Montreal, Canada, Black Rose Books, 262-294.

[6] L. A de Lomnitz (ibid).

[7] M. Harris (1986), Caníbales y reyes: el origen de las culturas, Barcelona, España, Salvat, 247.

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oximoron, diciembre 2005
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[teoría de redes y sistemas complejos]

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