LA REVOLUCIÓN CULTURAL Y LA ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN
EN LAS CIENCIAS NATURALES
Germinal Cocho Gil

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Instituto de Física, UNAM
Miembro del Programa de Ciencia y Sociedad de la Facultad de Ciencias, UNAM. (82-13)

I. LAS CIENCIAS NATURALES Y EL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA
Las investigaciones en las Ciencias Naturales y la interrelación de estas con el cambio industrial han sufrido drásticos cambios en los últimos tres cuartos de siglo dando lugar a la llamada revolución científico-técnica. Como señala Breverman:[1] "la ciencia es la última -y después del trabajo la más importante- propiedad social convertida en un agregado del capital. La historia de su conversión de un dominio de aficionados, "filósofos", pensadores y buscadores de conocimientos a su estado presente altamente organizado y ampliamente financiado, es en gran medida la historia de su incorporación a la empresa capitalista y a las organizaciones subsidiarias. Al principio la ciencia no le costó nada al capitalista dado que simplemente explotaba el conocimiento acumulado por las ciencias físicas, pero más tarde el capitalista organiza y dota sistemáticamente a la ciencia, pagando educación científica, investigación, laboratorios, etc.; con el producto social excedente, sea que le pertenezca directamente a él o lo controle la clase capitalista en su conjunto bajo la forma de ingresos por impuestos. Un esfuerzo que antes era dejado relativamente al libre albedrío se ve integrado a la producción y al mercado."

A diferencia de la Revolución Industrial Inglesa en la que sólo se utilizaron algunos de los descubrimientos de las ciencias naturales y en la que en general la ciencia le debe a la tecnología y no al revés (por ejemplo la tecnología del vapor dió origen a la termodinámica), con la Revolución Científico-Técnica toda la ciencia natural se integra a la producción industrial y el conocimiento científico es a la vez fuerza productiva y mercancía. La revolución científico-técnica no puede, pues, ser entendida en términos de innovaciones específicas, sino que debe ser entendida en su totalidad como un modelo de producción dentro del cual la ciencia ha sido integrada como parte de su funcionamiento ordinario.

Como comenta Braverman:[2] "La historia de la incorporación de la ciencia a la empresa capitalista empieza propiamente en Alemania; la temprana simbiosis entre ciencia e industria que fue desarrollada por la clase capitalista de dicho país probó ser uno de los hechos más importantes de la historia mundial en el siglo XX, proporcionó la capacidad para las dos guerras mundiales y ofreció a las otras naciones capitalistas un ejemplo que aprendieron a emular cuando fueron obligadas a ello muchas décadas después. El papel de la ciencia en la industria alemana fue el producto de la debilidad del capitalismo alemán en sus etapas iniciales junto con el avanzado estado de la ciencia teórica en Alemania.

Hacia l870, el sistema universitario alemán podía jactarse de tener un número considerable de profesores y conferencistas, especialmente en las ciencias que favorecidas por trabajos ligeros y laboratorios bien equipados podían realizar investigaciones básicas. Los laboratorios de investigación industrial, como el mantenido por Krupp en Essen, se convertirían en modelos para investigaciones de las compañías en todas partes.

Los institutos politécnicos que surgieron durante el período de 1830 a 1840, como una alternativa a la educación universitaria y que fueron evolucionando a las famosas Technische Hochschulen atraían estudiantes de todas partes del mundo. Además, el sistema de aprendizaje, más fuerte que en ninguna otra parte, estaba produciendo mecánicos más altamente calificados y en mayores cantidades en los oficios requeridos por las numerosas industrias.

La manera en que Alemania anticipó la era moderna es ilustrada mejor que en ninguna parte, en la historia de la industria química alemana. Fue Alemania la que mostró al resto del mundo cómo sintetizar materias primas estratégicas a partir de arena y de un montón de carbón y fue I. G. Farben quien cambió a la química, de una investigación pura y comercialización de pildoras, en una industria mamuth afectando cualquier fase de la civilización.

En un tiempo en que las industrias inglesas y norteamericanas usaban sólo en forma esporádica a científicos con entrenamiento universitario como ayuda en problemas específicos, la clase capitalista alemana había creado ya ese esfuerzo total e integrado que organizó en las universidades, laboratorios industriales, sociedades profesionales, asociaciones comerciales y en investigaciones patrocinadas por el gobierno, un esfuerzo científico tecnológico continuo que fue la nueva base de la industria moderna".

En el caso de los Estados Unidos, donde durante la Primera Guerra Mundial se organiza el "National Research Council" encabezado por Millikan con grandes grupos de investigaciones de tipo militar,[3] este se disuelve al finalizar la guerra y es de hecho hasta la Segunda Guerra Mundial cuando los Estados Unidos obtienen una base científica igual a su fuerza industrial y que la investigación científica fuertemente financiada por las instituciones y el gobierno, proporciona sistemáticamente el conocimiento utilizado en la industria.

Hasta hace 15 o 20 años el planteamiento dominante de los científicos de izquierda consideraba el "pleno desarrollo de la revolución científica-técnica" como incompatible con el capitalismo y que sólo podía darse en el socialismo. También dominaban los planteamientos economicistas lineales que suponían que el desarrollo de la ciencia y la técnica implicaba el desarrollo de las fuerzas productivas, lo que conduciría inevitablemente a una sociedad más justa, a una sociedad socialista o comunista. Por otro lado, se suponía que las reuniones internacionales de científicos eran modelos de convivencia en una sociedad futura. Todo lo anterior implicaba que el científico natural progresista debería limitarse dentro de su profesión a hacer "buena" ciencia, de preferencia en campos de frontera y a colaborar en las reuniones internacionales con otros científicos independientemente de su posición política.

Uno de los elementos que contribuyeron a romper estos planteamientos fue la guerra de Vietnam, ya que muchos de los científicos que en las reuniones internacionales eran "modelo de comportamiento" eran responsables del diseño de armas para asesinar vietnamitas. Tal esquizofrenia era difícil de aceptar. Por otro lado, con los movimientos sociales de 1968 los científicos cobran conciencia cada vez más clara del carácter super-especializado, jerarquizado y alienado de su trabajo, muy lejos de la concepción amplia del mundo que se suponía era ingrediente básico del trabajo científico. Si contemplamos un país de capitalismo avanzado como E.U., en general, el científico está super especializado, comprende sólo su problema local y son relativamente pocos, en general en niveles jerárquicos superiores, los que tienen una concepción global de lo que hay que hacer. Se ve obligado a seguir las modas y se mide su "productividad" por el número de publicaciones, considerándose lo publicado como bueno, ya que si no, no se publicaría. En la sociedad capitalista avanzada la organización del trabajo científico presenta los rasgos de jerarquización super-especialización y alienación que caracteriza al trabajo industrial y otros aspectos de la vida diaria en dicha sociedad.[4]

En el caso de un país como México tenemos además que la inversión en investigación y desarrollo es relativamente pequeña,[5] (0.6% del Producto Interno Bruto) respecto a la de los países capitalistas desarrollados (1%-4%), le falta coordinación sobre base sectorial y nacional, con pequeños grupos independientes no coordinados, laboratorios subfinanciados y subequipados y con poca relación con la realidad económica. La orientación de la investigación está dictada, en general, por las corrientes dominantes en los países de capitalismo avanzado y es, pues, un apéndice de la ciencia de estos países.

Por otro lado, aunque en el momento actual es innegable el desarrollo explosivo de las ciencias en las formaciones sociales capitalistas, la brecha entre los países capitalistas dominantes y los dominados se ensancha cada vez más (jugando con frecuencia la ciencia y la técnica un papel importante) y lo mismo puede decirse de las diferencias entre clases y estratos en unos y otros países.

Giovanni Rossi nos decía en 1973,[6] al analizar la desigualdad social que:

La diferencia entre el nivel de vida, en 1770, entre países desarrollados y países subdesarrollados, apenas era del 20%. En 1860 del orden de 1 a 5, en 1900 de 1 a 6: entre la 1a. Revolución Industrial alemana la desigualdad se ha multiplicado por seis. En 1929, la "gran crisis" (también época de la concentración monopolista acelerada), se pasa a una relación de 1 a 7. En 1953 de 1 a 9.5, en 1965 de 1 a 12... en nuestros días de 1 a 16.

El Banco Mundial dice en 1971: "la diferencia entre ingresos por habitante de los países ricos y los países pobres crece constantemente tanto desde el punto de vista relativo como absoluto...". La brecha entre ricos y pobres se abre constantemente.

En un país periférico del capitalismo como México, en 1976, 600 familias poseen fortunas entre 30 y 40 millones de pesos, 300 familias poseen fortunas de centenares de millones de pesos, 100 familias poseen fortunas del orden de miles de millones de pesos. Mientras un 33% de la población urbana vive en condiciones infrahumanas en ciudades perdidas.

Corresponde esta situación social, datos de 1970, a un control capitalista monopólico del tipo siguiente: 141 empresas monopólicas controlan el 60% de todas las ramas industriales del país, con un 80% de capital norteamericano. En la medida en que esta concentración monopólica y esta dependencia externa crece, los abismos sociales crecen.

En cuanto a los países "ricos" del capitalismo, el mismo ejemplo de EE.UU. es ilustrativo:

M. Braverman, en Trabajo y capital monopolista, nos dice: "De acuerdo con los datos de Marx, la lista oficial de indigentes en Inglaterra y Wales en 1865 fue de 971,433 y entonces se contaba con una población de alrededor de 20 millones según el censo de 1861, por tanto, el pauperismo oficial lo constituían el 4.6% de la población. En EE.UU. la cosa más cercana a una lista oficial de indigentes es el registro de los que requieren asistencia social. En 1973, este registro contenía 14.8 millones de personas sacadas de una población total de 210.8 millones o el 7% de población...". Aumento pues de miseria, en el tiempo, respecto a su homólogo inglés.

En 1970, la oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. señala, en Nueva York, un subempleo de 39.9% de la población neoyorquina total, correspondiendo al 66.6% de la fuerza de trabajo disponible.

En 1970 el New York Times Magazine señalaba: "en 1970, en toda la nación, el desempleo sumó hasta el 4.9% de la fuerza de trabajo, desde entonces ha estado rondando cerca del 6% mes tras mes. De acuerdo con la encuesta ECE (Censo de Empleo, EE.UU.) en las áreas centrales de las ciudades el promedio de desempleo en 1970, fue de 9.6%...".

En cuanto a las minorias sociales marginadas, los franceses Ertel, Fabre, y Marienstras, decían en 1971: “el ingreso medio familiar, en 1970, de una familia negra es de un 60% al del correspondiente de una familia blanca. En tanto que el 8% de las familias blancas tienen un ingreso insuficiente para vivir, en el caso negro es de 29%.” Esto es, abismos sociales crecientes que también pasan por la descriminación racial.

Así pues, el desarrollo del capitalismo conlleva el aumento de la desigualdad entre países y al interior de TODO país capitalista. A esto hay que añadir los trastornos ecológicos y la expoliación de recursos a nivel planetario, el riesgo de una catástrofe nuclear y la utilización de las ciencias naturales y sociales para un control cada vez mayor de todos los aspectos de la vida del hombre (consumismo, medios de comunicación y control de masas, etc.); tenemos pues que el desarrollo de las ciencias y las técnicas (así sin mayor calificación) no conduce automáticamente a una sociedad más justa.

II. LA REVOLUCIÓN CULTURAL Y LAS CIENCIAS NATURALES

Los comentarios anteriores sugieren que el tránsito a una sociedad igualitaria, en la que se minimicen las diferencias de nivel de vida y de poder de decisión y que al mismo tiempo se eleve sistemáticamente el nivel y "calidad" de la vida, lo que llamamos ciencias naturales deberán sufrir cambios radicales en su contenido, metodología y organización. Vale la pena señalar el largo entrenamiento del científico natural en la formación social capitalista que hace que con frecuencia abrumadora el científico comience a hacer investigación "seria" en su tesis doctoral cuando tiene ya treinta años. En una sociedad igualitaria, teniendo todos la misma alimentación y habitación, no deberían unos dedicarse durante largos años a probar teoremas o realizar experimentos y otros a cargar sacos de cemento; el largo entrenamiento actual del científico no contribuye a eliminar tales diferencias.

Como mencionábamos anteriormente, una de las características de la organización del trabajo (tanto industrial como científico) en la formación social capitalista es la atomización de éste en procesos elementales que deben ser altamente confiables (fiabilidad local) y que se montan en un diseño "óptimo" que se supone único o casi único. Esta fiabilidad local sería garantía de la fiabilidad global. Lo anterior es válido tanto para el obrero en la cadena de montaje de una fábrica de automóviles como para el científico superespecializado en un gran instituto o laboratorio. En una sociedad en la que se enfaticen las iniciativas y el control popular y se minimicen las diferencias entre concepción y ejecución, se debería tratar de mantener la fiabilidad global (aunque correspondiendo a objetivos sociales comunitarios diferentes al de la ganancia capitalista) sin tener que pagar el precio social que parece estar correlacionado con la confiabilidad local. Discutiremos posteriormente esto en algún detalle, por el momento sólo queremos señalar su relación con planteamientos como los de Drago:[7] “Cuando se une el criterio científico de eficiencia al de desarrollo, aparecería este último como único, repitiendo inevitablemente el desarrollo de los países avanzados. Parecería que cualquier economía eficiente es al menos potencialmente capitalista... Del mismo modo parece inevitable el tener que utilizar una gran cantidad de energía inanimada y también lo parece la división del trabajo, la especialización y la rotura de la experiencia de la vida del individuo; todas las instituciones que ya han aparecido en la civilización occidental parecen inevitables así como su separación funcional." Señalemos también los planteamientos de Bukharin en su Tratado de Materialismo Histórico[8] de 1921. Dice que "las fuerzas productivas, esto es, la base técnica de la sociedad, determinan la evolución social porque ellas expresan la correlación entre la sociedad, conjunto real de términos y su medio... Ahora, la correlación entre el medio y el sistema es una magnitud que determina en último análisis el movimiento de no importa qué sistema". Al ser las ciencias naturales el aspecto más importante de la relación con la naturaleza en la formación social capitalista, los comentarios anteriores sugieren que en una sociedad igualitaria se necesitarían cambios radicales en tal relación y por lo tanto en lo que llamamos ciencias naturales.

No es de extrañarse que el movimiento marxista se haya planteado una y otra vez la búsqueda de una ciencia alternativa coherente, primero con las necesidades del proletariado y luego con las de una sociedad sin clases. En ese sentido puede citarse la ciencia proletaria de Bogdanov a principios de este siglo (enfatizando la organización del trabajo como el fundamento de la nueva ciencia proletaria) y a Bukharin en 1921. A este respecto vale la pena citar un párrafo de su libro sobre materialismo histórico: "Este libro nació de las discusiones que tuvieron lugar en las conferencias sobre trabajos prácticos que el autor dirigía con J.P. Denike; los camaradas que participaron en ellas acaban de terminar sus estudios en la Universidad Sverdlov. Así se formó un nuevo tipo de hombre que estudia filosofía y es guardia con el fusil en la mano, que discute los problemas más abstractos y que corta madera, que trabaja al mismo tiempo en la biblioteca y en la fábrica. Estos camaradas pueden ser considerados los verdaderos autores de la presente obra".[9]

Se pueden citar también los trabajos presentados en el congreso de Londres de 1931 por la delegación bolchevique encabezada por Bukharin[10] y sobre todo la revolución cultural china de los sesenta. Tenemos pues, como comenta Draga, que "el movimiento marxista siguió el programa de una ciencia alternativa durante periodos largos de tiempo y con el soporte de líderes notables".[11]

En años recientes, dentro de la formación social capitalista podemos considerar como ciencia alternativa, como aspectos de una revolución cultural, los proyectos de reorganización de todos los aspectos de la producción por colectivos de obreros, técnicos y científicos en fábricas de Inglaterra e Italia.

La fábrica Lucas Aerospace,[12] de Inglaterra, es una empresa mixta (80% de las acciones pertenecen al estado y el 20% restante al sector privado) que se dedica especialmente a la automoción y a la aviación. Desde 1972 y bajo los efectos combinados del desplazamiento de actividades hacia terceros países y de la crisis económica británica e internacional se inicia un intenso proceso de reestructuración y "racionalización"; como consecuencia, la fábrica que contaba con 18,000 empleados en 1970 se vería reducida a cerca de 9,000 para 1980.

Estas acciones represivas contra el empleo por parte de la empresa motivaron la originalidad del movimiento: se formaron inmediatamente comités combinados, reuniendo capacidades, habilidades, destrezas y conocimientos científico y tecnológico, para diseñar un número muy grande de productos realmente útiles a la sociedad (para los que siempre habría demanda), explotables comercialmente y que implicaran la salvación de los puestos de trabajo, junto con la difusión y aplicación de otras medidas no menos fundamentales como la humanización del proceso de producción de tales mercancias.

Se generó así el llamado Plan Cooperativo Alternativo. Después de un intenso período de recopilación de habilidades y de un largo tiempo de estudio se diseñaron 150 productos en vez de artículos militares o de dudosa utilidad social, se fabricaron mercancías destinadas a satisfacer necesidades no cubiertas; equipo médico por ejemplo y/o a hacer posible una explotación más racional de los recursos naturales mediante la investigación y el desarrollo de fuentes energéticas descentralizadas y no lesivas al ambiente, para ser utilizadas bajo el control social. En la elaboración de este plan se borraron las diferencias entre jerarquías, siendo escuchada en igualdad de circunstancias la voz del obrero de piso y del doctorado en ciencias y según consta la experiencia, de la curiosa desacostumbrada cooperación entre trabajadores manuales e intelectuales, surgió una nueva forma de hacer ciencia y técnica más integrada horizontalmente que como suele estarlo en una empresa o institución verticalmente jerarquizada.

El Plan Cooperativo Alternativo de los trabajadores de Lucas fue presentado a la empresa en 1976 y fue rechazado por ésta, pero en la medida en que el 80% de las acciones de la empresa son estatales, se vió conveniente que el plan se discutiera en el parlamento. El proceso de discusión continúa aunque sin grandes esperanzas, sobre todo después de la subida de la señora Thatcher al poder. Otra experiencia similar es la de la Montedison de Castelanza, Italia. En esta fábrica de productos químicos, los consejos de fábrica reunieron el llamado "Grupo Obrero Homogéneo" el que juntando los conocimientos parciales de cada obrero o técnico reconstruyó todo el proceso productivo y se diseñaron procesos alternativos menos contaminantes al interior y exterior de la fábrica, en que se desperdiciaran menos recursos y en que el control obrero fuese mayor. Se pudieron imponer muchas de las peticiones en las revisiones de contrato colectivo de trabajo y los consejos de fábrica han detectado la presencia de substancias cancerígenas y publicado una serie impresionante de trabajos.[13]

Aunque por estar inmersas estas experiencias dentro de formaciones sociales capitalistas, han sufrido con el reflujo político de estos últimos años, constituyen proyectos piloto que sirven para acumular experiencia sobre lo que debe ser un saber alternativo por y para las grandes mayorías.

En el mismo sentido se pueden citar los movimientos colectivos ecológicos y antinucleares, y algunos planteamientos de las llamadas tecnologías alternativas.

El capitalismo, en virtud de su necesidad de un "desarrollo" siempre creciente y de la producción por la producción misma, buscando la eficiencia productiva y tomando en cuenta sólo un número reducido de factores, implica un desperdicio siempre creciente de recursos y la destrucción del medio ambiente "natural" y "social". Sin olvidar que la sociedad humana por el hecho de estar en interacción con el resto de la naturaleza la modifica y es modificada por ésta; en una sociedad futura se buscará minimizar el "impacto destructivo" sobre la naturaleza, considerando hasta donde se pueda la situación en toda su complejidad y teniendo en mente la repercusión sobre las condiciones de vida de las generaciones futuras.

Frente a la centralización de las decisiones que caracteriza el capitalismo, se potenciará la descentralización y el control popular.

En el caso de los reactores nucleares, los programas han sido criticados duramente por movimientos colectivos organizados, no sólo por las implicaciones desastrosas de un accidente grave sino también porque no está resuelto el problema de los desechos radioactivos. Por otro lado, se tiene la posible aplicación militar y que esta tecnología, fuertemente centralizada y en gran escala, difícilmente se presta al conocimiento y control popular. La toma colectiva de conciencia de estos hechos y las acciones subsecuentes han implicado que se ha parado la construcción de reactores nucleares en diversos sitios y países. Aunque en esto han contribuido razones económicas, creemos que es un ejemplo del rechazo popular organizado de alternativas científicas y tecnologías no deseables.

Asociado a lo anterior tenemos lo referente a las llamadas tecnologías alternativas. Bajo este nombre se agrupa un conjunto heterogéneo de proposciones que tendrían como denominador común el desviarse del estereotipo del desarrollo científico-técnico de los países capitalistas avanzados. Algunas de ellas han sido presentadas por el capitalismo como posibles alternativas en vista de la imposibilidad de que los países de capitalismo dependiente sigan el camino de los avanzados y de los aspectos destructivos de la revolución científico técnica en estos últimos, otros por personas de matices políticos diversos asociados a los "movimientos ecologistas" y otros por la izquierda marxista.

a) "Tecnologías intensivas en trabajo y de bajo costo". En los países capitalistas subdesarrollados "o de desarrollo intermedio" abundaría la mano de obra y faltaría el capital y se necesitarían tecnologías consistentes con estos rasgos. Nótese que por un lado esto permitiría (quizás) al capitalismo disminuir las tensiones anticapitalistas y por otro lado serían coherentes con una sociedad diferente de la sociedad industrial, centralizada, capitalista; es utópico el pensar en medidas técnicas aisladas que sólo sean coherentes con una sociedad capitalista o socialista.

b) "A pequeña escala". Tendrían mayor capacidad de mano de obra que las grandes, podrían aprovechar recursos reales y otros factores de la producción que no existen en abundancia a escala local, presentarían mayor adaptabilidad y flexibilidad ante condiciones que cambian de modo rápido y facilitaría el control popular de las iniciativas y puesta en práctica de éstas.

c) Tecnologías blandas, "limpias", "ambientalmente sanas". Tecnologías flexibles, durables y no contaminantes. En el caso energético se apoyan en flujos renovables de energía como el sol, el viento, la vegetación; son diferentes entre sí y cada uno de los componentes es capaz de aportar un máximo de eficacia en circunstancias definidas. Son flexibles y con contenido técnico relativamente modesto (lo que es diferente a no sofisticado) y pueden ser entendidas y usadas sin capacidades particulares. Corresponden en escala y distribución a las necesidades de los consumidores finales.

Estas tecnologías blandas son coherentes con el aspecto anteriormente mencionado y a diferencia de las tecnologías duras, de alto contenido tecnológico y en general centralizadas y a escala grande, permiten la descentralización y minimizan el impacto sobre la naturaleza y la ecología.

d) Tecnologías Aternativas. El término alternativas enfatizaría que no existe un camino científico-técnico único y que dada una formación social se tendrían tecnologías coherentes o no con ella. Las tecnologías dominantes en una formación social serán aquellas coherentes con los intereses de las clases o grupos dominantes y en el tránsito a una formación social diferente se necesitaría ciencia y tecnología alternativa. Muchas de estas medidas serían coherentes con el tránsito a una sociedad comunista, facilitarían las iniciativas, comprensión y control popular de los procesos y permitirían disminuir las diferencias entre concepción y ejecución. Sin embargo, algunos de los aspectos serían consistentes con una organización alternativa del capitalismo en que se eviten algunos de los problemas asociados al desarrollo "destructivo" de las fuerzas productivas (aunque no es nada claro que el capitalismo pueda poner en practica estos "aspectos alternativos" dados los intereses creados y las contradicciones internas presentes).

Hay que tener en cuenta que no se puede encontrar una tecnología o abanico restringido de tecnologías que sean sólo coherentes con un tipo de formación social dada y no con otras (aunque el grado de coherencia varíe según la formación social de que se trate). Será la claridad respecto a las características fundamentales de una sociedad comunista lo que permitiría absorber, o rechazar, total o parcialmente, las diferentes tecnologías, así como desarrollar otras coherentes con el tránsito a dicha sociedad.

No habrá que olvidar la situación actual históricamente concreta y que las estructuras centralizadas y a gran escala (por ejemplo la ciudad de México) tienen una inercia y no van a desaparecer de la noche a la mañana. Esta "inercia" debe ser tomada en cuenta en la táctica a seguir, sin dejar de oponerse a los pasos que conduzcan a la creación de nuevas unidades centralizadas de este tipo. Es posible que una sociedad comunista sea compatible con unidades de tamaño y "dureza" diversas siempre y cuando se ponga énfasis en el control popular y se intercambien los roles con suficiente velocidad. Las jerarquías seguirían existiendo, pero en vez de ser cuasi-estáticas como en la sociedad capitalista, serían jerarquías dinámicas en las que se estaría un tiempo relativamente corto en las diversas labores; sin embargo, no cualquier proceso productivo sería compatible con estas jerarquías dinámicas y muchos de ellos tendrían que ser eliminados o reestructurados a fondo.

Por otra parte, si se tiene en mente no un "camino óptimo único" sino un conjunto de caminos cuasiequivalentes se podrían encontrar soluciones compatibles con restricciones o condiciones adversas.

Un punto importante que hay que tener en cuenta es que en el tránsito a una sociedad sin clases juega un papel fundamental no sólo la ciencia y la técnica (y en general el desarrollo de las fuerzas productivas) sino la solidaridad humana entre grupos sociales coherentes, siendo una pregunta abierta cuál es el valor del umbral en el desarrollo de las fuerzas productivas que permita el cambio a una socedad comunista. (Aunque el concepto de umbral en el desarrollo de las fuerzas productivas no es claro, ya que dicho desarrollo no es una variable unidimensional acumulativa).

En las luchas revolucionarias de los pueblos chino y vietnamita ha jugado un papel fundamental la solidaridad entre grupos sociales coherentes (en parte asociado a las estructuras comunitarias del modo de producción asiática) y a pesar de las contradicciones y dificultades actuales en esos países, son ejemplos claros de la importancia de la solidaridad humana y la conciencia de clase en la lucha por una sociedad comunista.

La discusión de los párrafos anteriores sugiere algunas líneas de investigación y enseñanza en los institutos y facultades de ciencias naturales. Un tópico general sería el estudio del flujo de energía, materiales e información (tanto en la sociedad humana como en el ecosistema del cual forma parte) coherente con los objetivos de las diferentes formaciones sociales. Se llevaría a cabo un análisis crítico de las características destructivas de ese flujo en la formación social capitalista y se trataría de aclarar las características que serían importantes en una sociedad comunista y, lo que es más importante, con los pasos concretos que puedan darse en el momento actual que sean coherentes con el tránsito a dicha sociedad futura. Dentro del margen de maniobra que se tenga deberá lucharse por ir poniendo en práctica los resultados de dicho análisis y se tratará de difundir en la sociedad, del modo más amplio posible, los elementos de juicio que permiten llegar a tales conclusiones operativas.

Se trataría de poner en práctica "dominios abiertos, activos" en que se tratase de resolver algunos de los problemas que se presentan en el tránsito a una sociedad comunista y permitiese acumular experiencia que ayudaría a minimizar los errores en países en que, tras una rotura revolucionaria, se presenta un conjunto de problemas que es necesario resolver con rapidez. El adjetivo de "abierto" enfatiza el hecho de que no se trata de dominios aislados de la práctica asociada a la problemática política y económica de la sociedad en que están inmersos, sino que implican una lucha constante, y con "activos" queremos señalar que sólo esta lucha constante logrará la persistencia de estos dominios, teniendo en cuenta que en más de una ocasión la presión represiva los hará desaparecer localmente aunque un esfuerzo organizado permitirá su aparición en otras zonas.

El desarrollo desigual y contradictorio de las "áreas productivas" y la presencia de formas de producción precapitalista sugiere la potencialidad de llevar a cabo una labor de organización alternativa en esas áreas, aunque hay que tener en cuenta que el nivel de represión potencial y real es mayor que en las universidades y otras instituciones de enseñanza.

III. ALGUNOS PLANTEAMIENTOS TEÓRICOS

Como comentábamos anteriormente, en una sociedad igualitaria deberían minimizarse las diferencias en nivel de vida y en poder de decisión y elevarse sistemáticamente el nivel y "calidad" de la vida. Mientras que en las comunidades campesinas (como las de América Latina o de Asia) las diferencias entre los hombres son relativamente pequeñas, son sociedades muy pobres y la vida es muy dura. Por otro lado, en la formación social capitalista el nivel de producción es elevado pero existen grandes diferencias sociales y todos los aspectos de la vida del individuo son objeto de control y beneficio capitalista. Aunque con cierta frecuencia se ha dicho que primero hay que producir, "desarrollarse" y luego se cerrarán las brechas, basta analizar las características de la formación social mexicana actual para ver la falacia de tal planteamiento.[14] Si como en el caso de China y Vietnam partimos de las características igualitarias de las sociedades campesinas del modo de producción asiático y manteniendo este carácter igualitario se trata de aumentar la producción evitando jerarquías, los zig-zags de China, incluyendo el fracaso relativo de la revolución cultural, muestran las dificultades que se enfrentan.

En virtud de lo anterior pueden ser útiles consideraciones teóricas que ayuden a hacer más nítidas las dificultades que se enfrentan. En primer lugar queremos señalar que en una revolución biológica o social, muchos de los elementos previos a la revolución desaparecen o permanecen jugando un papel diferente, mientras que muchos otros continúan sin modificación. Sin embargo, en el caso de una sociedad sin clases, de una sociedad radicalmente diferente no solo de las sociedades capitalistas sino de las sociedades clasistas anteriores, esperamos que los cambios sean radicales y que sean relativamente pocos los elementos que permanezcan sin cambios o con cambios superficiales. Esto hace pensar que cualquier método de análisis que partiendo de la situación actual trate de llegar a una sociedad comunista mediante una acumulación de reformas (por decirlo en términos matemáticos, que tomando la situación actual como dinámica no perturbada trate de llegar a la sociedad futura por métodos perturbativos) está probablemente condenado a fallar ya que estaríamos separados de una sociedad sin clases por un "cambio de fase radical" que no podría ser alcanzado por métodos perturbativos. En estas circunstancias quisiéramos tomar como punto de partida de un análisis teórico una situación radicalmente distinta de la de las formaciones sociales capitalistas actuales y con tal objeto podemos tratar de definir los rasgos generales de una sociedad en la que se tengan los contrarios de los aspectos más característicos e importantes de la formación social capitalista. Aunque no es nada obvio cómo elegir tales rasgos más característicos del capitalismo y cómo definir su contrario, esperamos que pueda servir de punto de partida de un camino "más o menos perturbativo" que conduzca a una formación social igualitaria viable. A lo largo de este camino deberían tomarse como elementos importantes la experiencia de los llamados países socialistas, con particular énfasis en aquellos casos de revolución cultural ya sea en países socialistas o dentro de los países capitalistas. Aparte de tomar como punto de partida los contrarios de los aspectos más característicos e importantes de la formación social capitalista, creemos que deberían tomarse en cuenta algunos de los puntos mencionados en el capítulo anterior. Uno de ellos es lo referente a las jerarquías dinámicas en que se intercambiarían los roles con suficiente velocidad y en que se estaría un tiempo relativamente corto en las diversas labores. Otro es la complejidad interdisciplinaria de los problemas y la importancia del estudio de los flujos de energía, materiales e información tanto en las sociedades humanas como en los ecosistemas asociados a ellas. En muchos de estos problemas nos encontraríamos frente a sistemas complejos abiertos en que intervendrían diversas disciplinas y un número muy grande de factores siendo muchas veces de dificil repetibilidad. Frente a problemas de este tipo tanto el método científico galileano como el racionalismo lógico podrían mostrar limitaciones importantes.

Un programa de este tipo trasciende las metas mucho más limitadas del presente trabajo sobre las ciencias naturales y en esta sección nos restringiremos a señalar algunos puntos que podrían ser pertinentes a dicho programa.

En primer lugar, como mencionábamos anteriormente, una de las características de la organización del trabajo (tanto industrial como científico) en la formación social capitalista es la atomización de éste en procesos elementales que deben ser altamente confiables (fiabilidad local) y que se montan en un diseño "óptimo" que se supone único o casi único. Esta fiabilidad local sería garantía de la fiabilidad global. Lo anterior es válido tanto para el obrero en la cadena de montaje como para el científico super-especializado en un gran instituto o laboratorio. En este último caso, los largos años de entrenamiento serían garantía de una fiabilidad local alta, diciéndolo de un modo burdo, para que su respuesta teórica o experimental sea válidá hasta un número grande de decimales.

En una sociedad en la que se enfaticen las iniciativas y el control popular y en la que se minimicen las diferencias entre concepción y ejecución se debería tratar de mantener la fiabilidad global (aunque correspondiendo a objetivos sociales comunitarios diferentes al de la ganancia capitalista) sin tener que pagar el precio social que parece estar correlacionado con la fiabilidad local. A diferencia de las concepciones "atomistas" en las que domina la idea de un solo camino óptimo a nivel local, se sugiere que nos encontraríamos localmente frente a un gran conjunto de caminos cuasiequivalentes consistentes con una fiabilidad global. Por otro lado, la presencia de estas redes de caminos cuasiequivalentes implicaría una flexibilidad y capacidad de adaptación grandes y permitiría un aprendizaje rápido y eficaz.

Cabe señalar que si bien la organización "taylorista" del trabajo científico e industrial puede asociarse a una concepción reducionista mecanicista en que un error muy pequeño en la dinámica de un "nivel inferior" es garantía de un error muy pequeño en un "nivel colectivo superior", la dinámica de otros aspectos de la materia sugiere organizaciones diferentes. Podemos citar el caso de las máquinas térmicas en que aunque en el nivel molecular tenemos una "agitación térmica caótica" la energía se transmite preferentemente a uno de los modos microscópicos coherentes, por ejemplo el cigüeñal, en el caso de un automovil. Otro ejemplo son algunos tipos de laser en que se tiene como entrada radiación electromagnética desordenada y como salida pulsos coherentes. Tenemos pues que una dinámica caótica y desordenada en el nivel microscópico es consistente con una dinámica "ordenada" y "determinista" en el nivel macroscópico.

Otro ejemplo es el del sistema nervioso central en el que aunque las neuronas disparen de modo probabilístico y mueren muchas de ellas con el paso del tiempo, la respuesta del cerebro es altamente fiable. Frente a cambios importantes de pH y de temperatura, cambia la actividad eléctrica del cerebro y, sin embargo, no cambia en lo fundamental el comportamiento del individuo.

Como señala Granit,[15] el cerebro tiene la capacidad de realizar determinada labor de diferentes modos utilizando circuitos diferentes, y es esta redundancia lo que le da su gran flexibilidad y le permite responder a situaciones nuevas disturbando de modo mínimo la respuesta a otras situaciones. Es esta redundancia, esta presencia de caminos cuasiequivalentes uno de los factores fundamentales en la fiabilidad y capacidad de aprendizaje del cerebro.

En el mismo sentido van los planteamientos de Luria;[16] la respiración y la locomoción no deberían considerarse como funciones de un tejido aislado, sino como "sistemas funcionales" complejos en los que la tarea constante (invariante) lleva a un efecto constante (invariante) a través del uso de métodos intercambiables (variado).

Tenemos pues que el estudio de sistemas materiales diferentes del "mecanicismo taylorista" sugieren la compatibilidad entre fiabilidad local baja y fiabilidad global alta y la importancia de la presencia de caminos redundantes, cuasi-equivalentes, en vez de un solo camino como condición básica de flexibilidad y aprendizaje.[17]

Podría comentarse que una organización basada en una fiabilidad local relativamente baja sería poco eficiente; sin embargo, habría que recordar que, como señala Levy-Leblond, en la producción científica capitalista el 90% de los artículos publicados nunca son citados[18] y que el porcentaje de descubrimientos de laboratorio que encuentran su aplicación en la industria está disminuyendo.[19] En la producción científica capitalista tenemos un gran "desperdicio consumista" y frente a esto, una organización productiva con fiabilidad local relativamente baja, pero en la que la mayoría de lo producido fuese utilizado, pudiese resultar mucho más eficiente. (Aunque a diferencia de la "eficiencia" en el capitalismo en el que se trata de producir cada vez más mercancías o valores de cambio y acelerar la acumulación capitalista, se trataría de producir valores de uso que mejoren la calidad de la vida de todos).

Aunque esta problemática ameritaría un estudio detallado, se sugiere que el conocimiento por parte de cada uno de los investigadores, de los rasgos principales de los proyectos de investigación y de su propósito, es condición necesaria para poder absorber o rechazar selectivamente las "piezas" producto del trabajo de otros individuos de la sociedad.

En ese sentido puede mencionarse cómo trabajan algunas comunidades indígenas primitivas, sudamericanas. Junto al río Paraná viven comunidades indias conservando tecnologías y modos de vida de la "edad de piedra" y en particular saben tallar hachas. Sin embargo, en esta labor de tallado conservan no solo el hacha sino también otros fragmentos para utilizarlos como herramientas para diversas labores. Aunque no hay que olvidar las diferencias que separan estas comunidades primitivas de las sociedades complejas capitalistas, el ejemplo anterior sugiere que estudios antropológicos de diversas sociedades pueden servir de ayuda en una organización productiva alternativa.

Por otro lado, es importante señalar la complejidad interdisciplinaria de la problemática del mundo actual, complejidad que creemos será igual o mayor en una futura sociedad comunista. Se interrelacionan las ciencias naturales, la técnica y la dinámica socioeconómica, jugando un papel importante el estudio de los flujos de energía, materiales e información y de los sistemas de organización y control tanto en las sociedades humanas como en los ecosistemas asociados a ellas. En muchos de estos casos nos enfrentaremos a sistemas complejos abiertos, con un número muy grande de factores, fuertemente interrelacionados entre sí, siendo muy importante la dimensión histórica y de difícil reproducibilidad.

Frente a estas tareas, el método científico galileano muestra limitaciones, ya que tiene como uno de sus elementos básicos el "experimento", que no es una simple observación de la naturaleza, sino la reproducción en el laboratorio de la naturaleza misma; una reproducción depurada de "accidentes". Se buscan los factores que se consideran importantes (esperando que sean pocos), se dejan de lado los demás como colaterales (cuya influencia se espera sea pequeña y quizás no contribuyan de modo sistemático) y en virtud de esto se llevan a cabo experimentos en los que se varían los factores principales. En este contexto la predictibilidad, el poder predictivo de la teoría, está fuertemente asociada a la reproductibilidad que implica la posibilidad de distinguir entre causas y efectos, de medir las magnitudes en juego separándolas unas de otras, de confrontar los resultados de un experimento con los de otro, sin tomar en cuenta el tiempo o el espacio que los separan. Estas condiciones no se darían en los problemas mencionados anteriormente, y se necesitarán alternativas que complementen y en parte substituyan al método galileano.

En ese sentido vale la pena mencionar lo que Ginzburg llama paradigma indiciario:[20] "lo que caracteriza este saber es la capacidad de remontarse de datos experimentales sin importancia aparente a una realidad compleja no experimentable directamente." ... la "proposición de un método interpretativo basado en los desechos, en datos marginales considerados como reveladores... en que trazos casi infinitesimales permiten alcanzar una realidad más profunda de otro modo inalcanzable".

Es el método de los cazadores y de los marineros, el método detectivesco de Sherlock Holmes en el que a partir de indicios, de pistas casi invisibles se reconstruye lo que ha pasado y en el que se infieren las causas a partir de algunos de sus efectos. Es el método de la semiótica médica en que a partir de los síntomas se infiere la enfermedad, no alcanzable directamente.

Es importante en la paleontología, la arqueología y la historia y en los estudios de la evolución prebiótica y biótica. Es en gran parte el método de la cosmologia y del estudio de objetos astrónomicos, como los hoyos negros.[21] El paradigma del rigor elástico, de tener "olfato", golpe de ojo e intuición.

Asociado a esto tenemos la dualidad intuicionismo analógico-racionalismo lógico. En la enseñanza e investigación en la formación social capitalista, y en particular en la física, se suele dar mucha más importancia a la formulación lógica-matemática que al razonamiento intuitivo y por analogía; a pesar de que la innovación surge casi exclusivamente del uso apropiado de la analogía. Esto no es de extrañar, ya que el método intuitivo analógico necesita, por un lado, una preparación horizontal (que sirva de base a la "comparación analógica") y por otro, un rigor crítico a toda prueba; elementos casi ausentes en el trabajo parcializado y alienado característico de la investigación mayoritaria en la formación social capitalista y en la metodología y contenido de la enseñanza que conduce a tales investigaciones.

Creemos pues, que los aspectos intuitivos analógicos deben ser reforzados y tomados como un punto de partida en una ciencia alternativa.

Por último, comentaremos la dualidad cuantitativo-cualitativo. Como hace notar Brush,[22] en general está asegurado un lugar en los textos científicos sólo a aquellos pocos afortunados cuyo nombre se asocia con el descubrimiento de leyes cuantitativas o constantes universales. Aquéllos que descubren un hecho o concepto cualitativo aunque hayan empleado métodos experimentales e ingeniosos corren el riesgo de ser olvidados. Este hecho es coherente con el énfasis en la fiabilidad local, expresado en la exactitud cuantitativa, que comentábamos antes. Se pone énfasis en lo cuantitativo y se considera la riqueza cualitativa de la naturaleza como secundaria y menos importante.

Siguiendo los planteamientos de este capítulo, se ocurre tomar como punto de partida el de la riqueza cualitativa y pobreza cuantitativa, asociando esta última a un número limitado de repertorios realizables quizás por computadoras relativamente pequeñas y fáciles de manejar.

Como comentario final de los planteamientos teóricos de esta sección, queremos señalar que sería necesaria una síntesis de las dualidades: fiabilidad global-fiabilidad local, paradigma indicial-paradigma galileano, intuicionismo analógico-racionalismo lógico, y cualitativo-cuantitativo.

Dado que en la formación social capitalista se suele privilegiar el segundo miembro de estas dualidades, coherentemente con nuestro planteamiento de tomar como punto de partida que pueda servir de "aproximación cero" de un análisis, el opuesto de los puntos de vista dominantes en el capitalismo, proponemos empezar por el primer miembro de dichas dualidades.

IV. ALGUNOS COMENTARIOS OPERATIVOS

Basados en los planteamientos anteriores, presentaremos algunos comentarios operativos que esperamos puedan ser de utilidad como guías para la acción en las condiciones de un país capitalista dominado como es el caso de México.

En las condiciones concretas de nuestro país no se trata de discutir las características de una revolución cultural en gran escala, sino más bien de ver cómo los estudiantes, profesores e investigadores de las ciencias naturales pueden proporcionar a los habitantes de las comunidades populares rurales o urbanas elementos de juicio para que puedan incidir en decisiones tales como la problematica energética y ecológica, los reactores nucleares, los medios de comunicación y control de la información, los límites de la ciencia y de la técnica en estos problemas, etc. El comprender los diversos aspectos de estos problemas y el actuar para cambiarlos en la dirección que crean justa constituirán elementos importantes de una ciencia popular alternativa, y es claro que para que los estudiantes y profesores de una Facultad de Ciencias Naturales puedan contribuir a esta tarea es necesario que tengan conocimiento de dichas problemáticas, cosa que no sucede con los presentes planes y programas de estudio e investigación. Se necesitaría pues modificarlos para poder llevar a cabo una "extensión universitaria activa" (con la palabra "activa" queremos significar que las comunidades populares no deben ser meros receptores pasivos de cultura científica de la que la Universidad sería el emisor, sino que deben aprender activamente, realizando estimaciones e investigaciones in situ). Aunque el abanico de esta "extensión universitaria activa" puede ser grande creemos que debe jugar un papel fundamental el análisis crítico del flujo de materiales, energía e información en los procesos sociales de producción y en los ecosistemas asociados, entendiendo por flujo de información no su medida en "bits" sino principalmente su papel en la organización y control sociales.

Como comentábamos anteriormente, las características de los planes y programas actuales de estudio e investigación de la Facultad de Ciencias e Institutos de Ciencias Naturales de la UNAM poco ayudan a tal extensión universitaria activa. Por citar un elemento, con frecuencia el investigador empieza a investigar en su tesis doctoral cuando tiene cerca de 30 años y se suele considerar que las preocupaciones interdisciplinarias o sobre la relevancia social de su trabajo, son sólo obstáculos en la carrera de un investigador productivo. Esto es difícilmente consistente con que las comunidades populares comprendan su problemática y realicen estudios respecto a ellas, siendo en ello ayudadas por los estudiantes e investigadores de las ciencias naturales. Tenemos pues que los planes y programas de estudios de las Facultades de Ciencias deberían ser modificados para que el estudiante pueda comprender desde temprano los problemas complejos que se presentan y realizar estimaciones e investigaciones preliminares. Con tal objeto creemos que el poner al principio más énfasis en lo cualitativo que en lo cuantitativo, en el intuicionismo analógico más que en el racionalismo lógico, en el paradigma indicial más que en el galileano y en la comprensión global de los diversos factores más que en la capacidad de resolución local son puntos importantes (sin que el privilegiar los primeros miembros de las dualidades anteriores implique excluir los segundos).

Como punto final quisiéramos señalar que aunque los comentarios anteriores se refieren a ciencia popular en comunidades concretas de nuestro país, consideramos una falsa disyuntiva el contraponer la ciencia internacional frente a la ciencia que trate los problemas nacionales de las clases explotadas. Creemos que las líneas de separación corren entre clases más que entre países y que frente a la ciencia internacional al servicio del capital debemos contraponer la ciencia internacional por y al servicio de las clases explotadas; aprendiendo de y colaborando con las experiencias de los diferentes países. En esto, el ejemplo del pueblo vietnamita que pudo vencer a una de las maquinarias bélicas más poderosas en la historia de la humanidad, pudiera darnos más de una lección y permitirnos, razonando por analogía, llegar a conclusiones operativas.

VIETNAM

El pueblo vietnamita a lo largo de la historia ha sabido derrotar a ejércitos invasores. En los siglos XII, XIII, XV, y XVIII, derrotaron ejércitos envíados por diversas dinastías imperiales chinas. A finales del siglo XIX se sublevan contra las tropas de ocupación francesa, pero después de 10 años de dura lucha son derrotados por los franceses. En este siglo luchan contra la ocupación japonesa, derrotan en 1954 a los francescs en Dien Bien Fu y en 1975 liberan Vietnam del Sur tras años de lucha con el ejército de E.U. y con lo más moderno de su tecnología bélica.

Entre los factores importantes que llevaron al pueblo vietnamita al triunfo tenemos los siguientes:

1) Las comunidades campesinas del modo de producción asiático presentan aspectos solidarios y comunitarios muy marcados (el individualismo burgués y el anarquismo pequeño-burgués les resultan extraños) y a lo largo de la historia han mostrado una gran capacidad de resistencia frente a la agresión.

Sin embargo, eran estáticas, mirando hacia el pasado; jugando el confucionismo un papel importante tanto en los aspectos comunitarios como en el carácter estático. El partido comunista vietnamita supo mantener los aspectos comunitarios de las formaciones campesinas, eliminó factores de explotación y repartió la tierra de los propietarios y reemplazó la ideología estática del confucionismo por la dinámica del marxismo. Esto permitió en gran parte pasar directamente de las estructuras campesinas del modo de producción asiático a estructuras socialistas.

2) Se operó de modo sincronizado en el campo y en la ciudad.

3) Se procuró que todo el pueblo tuviera claro por lo que se luchaba y los métodos de lucha. Esto permitió capacidad de resistencia, flexibilidad en la táctica e independencia respecto a los mandos.

4) Una gran tenacidad y capacidad para operaciones que dependían del esfuerzo sincronizado colectivo, de lo que Dien Bien Fu es un ejemplo.

5) Aparte de técnicas y trampas empleadas tradicionalmente por el pueblo vietnamita a lo largo de su historia, supieron diseñar y utilizar armamento sofisticado, adecuado a los problemas que enfrentaban (por ejemplo, cohetes precisos y de gran alcance, de fácil manejo y resistentes a las condiciones del trópico). Sin este armamento de "alto contenido científico" no hubiesen podido vencer a la maquinaria bélica americana.

Razonando por analogía podemos plantear algunos puntos para una ciencia popular alternativa

1) Mantener el carácter comunitario de las formaciones sociales campesinas modificando las técnicas "artesanales", en general estáticas y conservadoras, por técnicas más dinámicas, flexibles, aunque de fácil manejo, dejando de lado hasta donde sea posible la ciencia y la tecnología taylorizada.

Sin embargo, en el caso de las "comunidades campesinas mexicanas" (por ejemplo en Oaxaca y Chiapas), a diferencia de Vietnam se presenta el problema del aislamiento social en el que viven, ya que con frecuencia cada comunidad se cree "nación independiente", incluso de sus pequeñas comunidades similares.

Habría que romper este aislamiento y unificar estas comunidades bajo una posición de clase a escala de todo el país.

2) No olvidar que en un país como México deben darse respuestas tanto a nivel urbano (por ejemplo la Cd. de México) como rural (por ejemplo en Oaxaca y Chiapas).

3) Se necesita que tanto los científicos como el pueblo en general tengan conciencia clara tanto del tipo de sociedad que se quiere, como de los rasgos generales de las interrelaciones entre las diversas disciplinas científicas y entre éstas y la problemática social concreta. Esto ayudará tanto a absorber o rechazar selectivamente los diversos aspectos de la ciencia y de la técnica como a encontrar soluciones originales.

4) Tenacidad y énfasis en el trabajo colectivo.

5) No olvidar que si queremos no sólo una vida igualitaria, sino también rica "cuantitativa y cualitativamente", aún conservando los rasgos positivos del "pasado" necesitaremos una ciencia y una técnica quizás, tanto o más sofisticada que la de la formación social capitalista, pero coherente con las características de una sociedad comunista.

V. LA FACULTAD DE CIENCIAS Y LA CIENCIA POPULAR

Los autores de este trabajo formamos parte del personal académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde en más de una ocasión se ha planteado la necesidad de orientar la investigación y la docencia hacia la resolución de los problemas de las clases y grupos explotados de nuestro país; teniendo esto en mente, a continuación presentaremos algunos comentarios al respecto:

1) La formación social mexicana es una formación heterogénea, no sólo por ser una formación social clasista sino porque tenemos desde grandes concentraciones industriales urbanas como la Ciudad de México, grandes áreas rurales y regiones campesinas indígenas como en los estados de Oaxaca y Chiapas. Los planteamientos de una ciencia y una técnica alternativas, de un saber y poder populares, deben tomar en cuenta esta heterogeneidad.

2) Dentro de la formación social capitalista juega un papel cada vez más importante lo referente al flujo de materiales, energía e información en los procesos sociales de producción y en los ecosistemas asociados a estos. Por información no entendemos sólo una estimación cuantitativa de ésta en "bits" sino su expresión en un contexto específico y sus implicaciones como medio de organización y control. En el momento actual el control del comportamiento del hombre no depende sólo de la posición en el proccso de trabajo, sino que los llamados medios de comunicación de masas juegan un papel fundamental en el control de la conducta y en cómo todos los aspectos de la vida del hombre son objeto potencial de lucro capitalista.

3) A lo largo de la historia de la humanidad, los diversos aspectos de la concepción del mundo han estado interrelacionados y han sido más o menos coherentes con las necesidades de las clases y grupos. Aunque en la situación actual de nuestro país, la resolución de los problemas inmediatos y apremiantes de las clases y grupos explotados debe jugar un papel primordial, creemos que sería un error craso el considerar que son problemas secundarios y que se pueden dejar para más tarde lo referente a la estructura y dinámica del universo y de los "niveles microscópicos" de la materia y los aspectos de la dinámica de los organismos vivos "que no parezcan aplicables de modo inmediato". Este enfoque inmediatista implica olvidar que en el tránsito a una sociedad sin clases todos los aspectos de la concepción del mundo sufrirán probablemente cambios radicales y que el no abordar estos aspectos implica en la práctica quedarse con y absorber acríticamente las concepciones dominantes sobre el universo, la materia inanimada, los organismos vivos, etc.

4) En la formación social capitalista actual las grandes mayorías tienen un conocimiento estático, pasivo, fragmentario, semimágico y de "aunque usted no lo crea" de las ciencias naturales. Un elemento importante hacia una ciencia popular es transformar esto en un conocimiento dinámico, integrado y activo, incluyendo éste los condicionamientos sociales y los límites de las concepciones actuales de las ciencias naturales como prerrequisito para una contribución colectiva a su cambio.

5) Como comentábamos en páginas anteriores, para que los estudiantes, profesores e investigadores de la Facultad de Ciencias de la UNAM contribuyan de modo efectivo dentro de su profesión al cambio social se necesitan cambios importantes en los planes y programas de estudio e investigación. Debe quedar bien claro que dado lo complejo de los objetivos que se persiguen, en una época de transición hacia una sociedad igualitaria, estos planes y programas alternativos implican más trabajo, tanto para profesores y estudiantes, así como mayor tenacidad y continuidad en los esfuerzos.

6) Las formaciones campesinas cerradas (especialmente aquellas indígenas de los estados del sur de México) presentan características comunitarias y resistencia a la penetración capitalista, pero son muy pobres y conservadoras. Cabe señalar la importancia numérica de estas comunidadcs indígenas (alrededor de 26 millones) y su importancia social y política ya que en gran parte se encuentran en el sur de México, donde las contradicciones sociales son más graves y en conexión con la región explosiva que es Centroamérica actualmente. Por otro lado, como señalabamas anteriormente, a diferencia de las comunidades del sudeste asiático, estas "comunidades indígenas mexicanas" se sienten comunidades aisladas del medio exterior (¡aunque tengan 40 personas!) y tendrían que integrarse entre sí en base a la lucha de clases a escala nacional, sin perder sus valores comunitarios. El aumentar el nivel de vida cuantitativo y cualitativo de estas comunidades y el "dinamizar" su concepción del mundo conservando las características igualitarias implica problemas teóricos en los que puede contribuir la Facultad de Ciencias. Y por otro lado, basta recordar el papel de los intelectuales en las comunidades campesinas del sudeste asiático para comprender que los universitarios podrían jugar un papel activo importante. Sin embargo, necesitarían estar identificados con las costumbres de estas comunidades y ser conscientes de las represiones que pueden sufrir, por lo que creemos que no puede ser la base mayoritaria de un servicio social y extensión universitaria activas de la Facultad de Ciencias.

7) En lo referente a comunidades urbanas, los problemas de contaminación, energética, alimentación, medios de información y control de masas, importancia y limitaciones de las ciencias naturales, etc., creemos pueden servir de base de una extensión universitaria y servicios sociales activos. También lo referente al cambio de la concepción del mundo fragmentaria y semimágica, por una dinámica e integrada (ver inciso 4). La combinación de esta extensión universitaria activa con manifestaciones artísticas (por ejemplo, funciones de títeres sobre temas científicos) es otro punto a analizar.

8) En comunidades rurales abiertas la problemática ecológica o energética (por ejemplo, discutir lo referente a energía nuclear) puede ser importante.

9) Dentro de los planes y programas de estudio de la Facultad de Ciencias creemos que un tronco común con énfasis en los sistemas dinámicos abiertos y el concepto de máquina generalizada, en la ecología y la evolución biológica, y en las ecuaciones de diferencias, mapeos, estadística, y cálculo numérico, así como en la interacción de ciencia-sociedad puede ser un buen punto de partida (esto será analizado en otro trabajo).

Notas:

[1] Harry Braverman. Trabajo y capital monopolista. Cap. VII. Ed. Nuestro Tiempo, 1975.

[2] Harry Braverman. Ibid.

[3] M. de Maria y R. W. Seidel. “Lo scienzato e l'inventore. Inizio dell'integrazione sistematica fra scienza e industria in U.S.A. durante la prima guerra mundiale”. Testi e Contesti, no. 4, p. 5, 1980.

[4] G. Ciccotti y G. Jona Lasinio. “La Produzione di scienza nella societá capitalista avanzata”. En L'Ape e l'architetto. Ed. Feltrinelli, 1976.

[5] Programa Nacional de Ciencia y Tecnología 1978-1982. CONACYT, 1978.

[6] G. Rossi. “La Science des Pauvres”. La Recherche. Enero 1973.

[7] A. Drago. "Evidence for an alternative in natural sciences". Univ. de Napoles, 1980.

[8] N. Bukharin. Tratado de materialismo histórico. p. 370, Centro do livro brasileiro.

[9] N. Bukharin. Ibid. pag. 8.

[10] N. Bukharin. Science at the crossroads. London, Cass, 1971.

[11] A. Drago. Ibid.

[12] M. A. Martínez Negrete. Ciencia Política e Ideología. Facultad de Ciencias, UNAM, 1982.

[13] “La lotte dei lavoratori per la construzione della scienza del lavoro”. Simposio Internacional de Ciencia y Sociedad. Facultad de Ciencias, UNAM, noviembre, 1970

[14] Mientras que en nuestro país un número reducido de familias controla la mayoría de la riqueza, en el Distrito Federal, en 1976, cuatro millones de personas habitaban en "ciudades perdidas" y tres millones no tenían trabajo. En 1973, en Monterrey, el 70% de la población carecía o de agua potable o de drenaje o de gas y de luz y el 40% ganaba para sostener una familia menos de 800 pesos al mes. En 1970, dos millones y medio de niños entre 6 y 14 años quedaron sin escuela y en las escuelas rurales indígenas la población escolar deserta en un 60% en el primer año de primaria.

[15] R.A. Granit, The Purposive Brain. MIT Press, 1978.

[16] A.R. Luria, “Neuropsychology: Its Sources, Principies and Prospects”. En The Neurosciences: Paths of Discovery. MIT Press, 1975.

[17] En realidad la cadena de montaje funciona porque el obrero tiene una pericia mayor que la que en principio implica dicha cadena, pudiendo responder de modo diferente ante situaciones de emergencia.

[18] J.M. Levy-Leblond. “La ideología en la/de la física contemporánea”. En La Radicalización de la Ciencia. Editores H. y S. Rose. Ed. Nueva Imagen, 1980.

[19] J.M. Levy-Leblond. Ibid.

[20] C. Ginzburg, Spie. “Radici di un paradigma indiziario”. En Crisi della Ragioni. Ed. Einaudi, 1979.

[21] B. Giorgini, “Paradigma, indiziario e black holes”. Testi e Contesti, no. 5, p. 29, 1981.

[22] S.G. Brush, The Kind of Motion we call Heat. North Holland, 1976, p. 402.




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