MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN, RECIBIDO A TRAVÉS
DE JOSÉ LUÍS MANZANO GARCÍA, EN TALAVERA (Toledo).
EL DIA 3 DE FEBRERO DE
1990.
La Madre: La Paz del Señor está con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre: Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
La Madre:
Hoy es un día señalado para vosotros, también para mí, amados hijos; por
eso Yo hoy estoy aquí, para cumplir mi promesa ante vosotros, para llenaros
de gracias y daros mis Bendiciones. ¡Ay..., hijo mío!
"Se avecina algo grande en el mundo, en el cual tú vives. Algo grande
que dará mucho que hablar entre las almas que habitan en tu mundo".
Se verá la grandeza de Dios; se verá su poder omnipotente, y la vez,
amado hijo, se verá todo aquéllo que muchos ya han olvidado: Las Leyes
que Dios dictó a Moisés, para que así se las diera al hombre.
No tengas miedo hijo mío, soy Yo. Me ves más triste aún. ¡Ay..., hijo
mío!, no sufras. También he de deciros hijos míos, que la Santa Iglesia
va a cambiar, dará un cambio grande, pero como bien he dicho en otras
ocasiones ante vosotros, ese cambio no será para bien:
"Cambiarán las Leyes, hijo mío, e intentarán
ellos hacerlo a su gusto,
a su manera. A su paso se olvidarán de que un día
Dios ya puso sus
Leyes para siempre. Entonces será, hijo mío, cuando
todo empiece".
No olvidéis la profecía de que Satán, la serpiente antigua, arrastrará
al abismo con él miles de almas consagradas, que en
vez de cumplir con
Dios cumplen con satán.
Se han
olvidado de la promesa que hicieron ante Dios. Se han olvidado
que ante Dios dijeron:
"Señor, solo vivo
para Tí, y camino para Tí,
he aquí a tu siervo, he
aquí a tu esclavo."
Se han olvidado, hijo mío. Es triste
para ellos, puesto que muchos se
perderán. Con las cosas de
Dios no se juega. Dios es justo.
Dios es
bueno
pero a la vez es Juez severo.
¡Cuántos rechazan mi Nombre!,
cuántosrechazan a mi Hijo amado y
a mi Padre y el vuestro: el Dios Yahvé, el Dios del
pasado y del presente;
y así el Dios del futuro. Dios es muy serio.
"Muchas almas dicen que Dios no puede castigar.
Dios es justo, a
aquél que merece su castigo Dios se lo da;
aquél que merece un premio,
Dios se lo da.
Pero por vuestras obras..., ¡obras
hijos míos!, seréis reconocidos ante el Padre como hijos suyos."
Amaos entre
vosotros como hermanos.
No os olvidéis de lo que mi Hijo Jesús dijo: "Amaos los unos a
los otros
como Yo os he amado, en esto conocerán que sois mis
hijos, que sois mis discípulos y que esto lo habéis aprendido de Mí".
No olvidéis tampoco lo que muchos santos antes de morir dijeron:
"Muchos vieron la Luz antes de morir, otros nunca encontraron esa Luz."
No despreciéis nunca a vuestro prójimo hijos míos. ¿Quién ha creado a
vuestro prójimo? ¡Dios! Si rechazáis a vuestro prójimo, rechazáis a Dios
y a vosotros mismos.
Hay muchas almas que caminan entre el bien, pero no saben combatir
contra el mal, y las que caminan entre el mal, no combaten contra el bien;
pero aquél que camina entre el bien y el mal, sabe que el mal ha de rechazar
y sabe que al seguir el bien, puesto que él ya lo sabe desde hace mucho
tiempo. ¡Levantad los objetos hijos míos!
Cumplo así mi promesa
(1)
dando mi
Bendición: Bendigo todo aquéllo
que que ante vosotros levantáis con el fín de que se
cumpla en ello las
promesas concebidas por el Dios-Yahvé: vuestro Padre, y lo bendigo así:
Padre Eterno: En mi Nombre.
El Maestro: En el Mío.
La Madre: Y con la Luz de mi amado esposo, el Espíritu Santo...
Ya está bendecido hijos míos.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre:
Bendigo vuestras almas, para que sepáis caminar hasta Dios, porque Dios
os espera con los brazos abiertos de alegría, puesto que habéis conseguido
la meta final, lo último que se consigue en esta vida: Llegar hasta el
Padre. Lo hago así:
En el Nombre de Aquél que os creó.
En el Nombre de Aquél que derramó su sangre por vuestra salvación.
Y en el Nombre de Aquél que domina vuestros pasos hasta
Dios.
Ya estáis bendecidos hijos míos.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre: Y no os olvidéis nunca:
"Si el mundo os rechaza..., si el mundo se olvida, no olvidéis nunca
de que por encima de vosotros tenéis unos PADRES CELESTIALES,
que se preocupan de vuestras almas y de vuestra salvación.
¡Arrepentíos ahora que estáis a tiempo!
Padre Eterno: ¡No lo dejéis...!
La Madre:
Puesto que luego será demasiado tarde y ya no habrá remedio.
Cumplid con todo...
Padre Eterno: Lo que he ordenado.
La Madre:
Cumplid con todo y no olvidéis sus Mandamientos, y tampoco olvidéis lo
que os entregó: A su Hijo amado, a su propio Hijo, para ser clavado en un
madero por vuestros pecados y errores.
Si todos estuviéseis de acuerdo, si todos os uniéseis como hermanos, no
ocurriría lo que ocurre en vuestro mundo. Por eso Yo hijos míos, estoy aquí,
en este lugar y en tantos otros, para avisar de todo, y deciros así lo que
hais de hacer para llegar hasta Dios. Ya está todo
dicho.
Quedan siete días, hijo mío, para el día especial. Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Madre.
El Hermano: Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Maestro: Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
El Hermano: Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano:
Que la Paz del Señor-Yahvé, la fuerza del Guerrero, el amor de María,
el sufrimientode Jesús, vuestra voluntad y vuestra
fé, queda con todos
vosotros.
PUBLICO: Que así sea Hermano.
El Hermano: Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Hermano: Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
Padre Eterno: Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El Hermano: Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano. _
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(1) La PROMESA de
bendecir todos los primeros sábados y domingos de mes.
Los objetos bendecidos (crucifijos, imágenes), lucirán con luz inmensa en
los días
en aquéllos días de oscuridad, de las tinieblas y el castigo.
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