Mensaje
de la Santísima Virgen María
recibido en Talavera de la Reina, (Toledo),
a través de José-Luis Manzano García.
El día 4 de Agosto, de
1990.
La Madre:
La Paz del Señor está con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre: Ave María
Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
La Madre:
Te está esperando el mundo hijo mío; ya Dios lo ha dado todo por el
mundo; EL mismo ha venido al mundo a decir: «Me estáis ofendiendo,
dejadlo ya, así no conseguiréis nada.» Y nadie escucha.
¿Qué más quiere
hijo mío?
Dios, lo único que ha pedido a este
mundo, que no se le olvide, porque EL es Dios único
y creó al hombre para alabarle, quererle y adorarle como
Padre ÚNICO que es. Ya nadie escucha.
Y creen que porque
ellos siguen así, Nosotros nos vamos a olvidar. No es así hijo mío, el
hombre está muy confundido.
Si mirase con atención, si prestase atención a lo dicho..., a
lo escrito y a lo que ahora se dice, en este presente hijo mío,
pero ellos
son distintos, creen que están aquí para servir al
mundo, para servir al hombre así mismo. Están equivocados:
"Están aquí para servir a Dios, para
amar a Dios y para no olvidarse de Dios, hijo mío".
Este tiempo es el
tiempo oscuro hijo mío, el cual el hombre no sabe decidir si seguir a
Dios, si seguir al mundo o perderse.
Pronto llegará
el tiempo claro, en el cual no será el hombre el que decida sino Dios.
Dios decidirá por el hombre:
"Aquél que quiera seguir a Dios, seguirá
a Dios, y aquél que decida perderse, se perderá. Pero es triste hijo mío,
muy triste".
Este mundo hijo mío, es como un recipiente en el cual hay fruta
dentro de él: Si una de esas frutas se pudre y no se aparta, pudrirá a
las demás. Pero si esa sóla que se ha podrido se la quita a tiempo hijo
mío, las demás piezas no se pudrirán.
Así es
el mundo hijo mío:
«Si uno se olvida de Dios y lo rechaza e intenta convencer a los demás, si
los demás le escuchan se pudrirán, le seguirán. Si
no le escuchan y le rechazan a tiempo, no a él, sino a sus palabras,
tampoco se pudrirán.»
Todo está dicho hijo mío, y hay muchas
cosas que repetir una y otra vez, pero se aproximan cosas nuevas, que
llama este mundo, cosas que el hombre no comprenderá, pero vendrá de la
mano de Dios. Decidme vosotros hijos míos:
De todo lo que Dios haya
elegido o escogido, ¿ha habido algo malo entre ello? ¡Decidme! El hombre
cree que sí. Está engañado.
Todo lo que Dios elige o escoge, ¿para qué es hijos míos?
Para dar ejemplo a aquéllos que no saben
darlo... Para enseñar a aquéllos que no saben aprender... Para adorar al
cual les ha elegido o escogido, para no dañar y para amar.
El hombre no lo cree así. El hombre cree que lo que Dios eligió o
escoge, es para el mal, es para destruir a un alma o una familia o
destruir el mundo.
Cuando es Dios quien elige o escoge, que nada de eso
se pase por vuestro pensamiento, porque lo único que haríais sería cerrar
vuestra sentencia cuando llegáreis hasta Dios. No lo olvidéis.
¿Verdad que no lo olvidaréis hijos míos?
PUBLICO: ¡No Madre!.
¿Estáis seguros de todo lo que decís? Véis que pronto
olvidáis; con la ayuda de Dios no se olvidará. No lo olvidéis nunca.
¡Con la ayuda de Dios no se olvidará!
Para que
Dios ayude al hombre, el
hombre ha de abrir su corazón y dar paso a ese Dios que espera un pequeño
hueco para entrar. Para que Dios
ayude hay que ayudar a Dios.
¿Qué es lo que Dios quiere del hombre? La
oración, el sacrificio, el
amor a los demás, que seáis UNO sólo, no
dos como intentáis ser hijos míos. Eso es lo que Dios quiere del hombre.
Y
lo que el hombre quiere de Dios, para el hombre es sencillo:
"El hombre le pide a Dios riquezas en este
mundo, todo lo mejor de este mundo".
Eso es lo que el hombre quiere de Dios.
Dios se conforma con la
parte pequeña, y el hombre con la grande en este mundo. Tened en cuenta
hijos míos:
"Que lo que es pequeño en este mundo..."
Padre Eterno: "Es
grande en nuestro mundo."
La Madre:
"Y
lo que es grande en este mundo, es pequeño en nuestro mundo."
No lo olvidéis tampoco.
Hijo mío, aquellas
palabras que resonaron el día 25 (1);
muchas almas no las van a olvidar. Fué
también tu corazón quien habló:
Un corazón pequeño...
Padre Eterno:
...Pero grande.
La Madre: Humilde...
Padre Eterno: ...Pero fuerte.
La Madre: Sencillo...
Padre Eterno: ...Pero
lleno de amor.
La Madre:
Ese eras tú, tú y él en
uno, hijo mío. Todo lo que dijiste fué grande hijo mío, como
todo lo que sale dentro de tí es grande:
«Aquéllos que Dios les elige y no se llaman elegidos,
son los verdaderos hijos míos.»
Y
así os digo, repito y os explico: « Si
Dios elige a un alma y este alma que Dios elige no se da importancia, ni
quiere que los demás le respeten, ése es el verdadero.»
Pero aquél que se da imprtancia
y dice: "Yo soy elegido de Dios, ¡Dios me ha dicho esto!"... Ése es falso
hijos míos.
Los elegidos están orgullosos de servir a Dios, pero no se
sienten orgullosos de este mundo traidor. No lo olvidéis tampoco.
Se aproximan grandes cosas hijo mío, y no te preocupes, pronto cambiará
el mundo poco a poco. Levantad vuestros
objetos hijos míos. (2) Lo bendigo así con todo el amor que derrama...
Padre Eterno: En Mi
Nombre.
El Maestro:
En el Mío.
La Madre: Y con la
Luz de mi amado Esposo, el Espíritu Santo; ya está bendecido hijos
míos.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre:
Bendigo
vuestras almas, en el Nombre del Padre y del Hijo y con la Luz del
Espíritu Santo. Ya estáis bendecidos hijos
míos.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre: Pedidme
hijos míos.
PUBLICO: (Piden varios a la vez, no se les entiende.)
La Madre:
A aquello que está puesto en honor a mi nombre inmaculado, y a aquello
que está puesto de corazón, id también de corazón.
Pero aquello que solo
está puesto por una representación y está olvidada, no la olvidéis
vosotros, porque allí estoy Yo.
«En cada lugar donde se alza una imagen en mi
honor, allí estoy Yo triste y sóla, esperando que uno de mis hijos decida
pararse y contemplar lo que se ha alzado en mi honor. Y triste espero a
que uno de éstos, mis hijos, se decida a contemplar mi imagen y diga sin
resonancia, y con gozo las palabras de aquel Angel, que así decía:
"DIOS
TE SALVE MARIA LLENA DE GRACIA, EL SEÑOR ES CONTIGO, BENDITA TÚ ERES ENTRE
LAS MUJERES Y BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE".»
Solo espero que uno de mis hijos, al ver una de mi imagen haga resonar
esas palabras de nuevo. ¡Seguid pidiendo hijos míos!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre: ¡Dime!
PUBLICO: (No se le entiende lo que dice.)
La Madre:
Es cierto hija mía, no te preocupes hija mía.
La Madre:
Llega la hora de marcharme. Como tú bien
dijiste hijo mío:
"No quieres ser nadie especial en este mundo; si te
tienen que adorar o alabar, que lo hagan cuando ya no estés aquí, cuando
estés con Dios".
¿Cuál, cuál de los jóvenes que existen
ahora en este mundo dirían esas palabras hijos míos? ¡Decidme!, ¿cuál? Del
gran Guerrero y aquéllos que han vuelto con él. Yo también he vuelto
en su corazón. Ellos no me olvidaron, Yo
tampoco. Adiós hijos.
PUBLICO: ¡Adiós Madre!
Padre Eterno: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Maestro: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano:
Que la Paz del Señor-Yahvé y la fuerza del
príncipe de las almas queden con
vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Hermano.
El Hermano: Ave María
Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Hermano:
Lo que
Dios elige es para siempre, no para un momento. Que grite en vuestro
interior: ¡Alabado sea Dios! ¡Ave María Purísima!
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano. ____
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(1)
25 de Julio, día
de Santiago Apóstol, Patrón de España.
(2)
Primeros sábados y domingos de mes bendecía los objetos. Estos
brillarán con luz inmensa en
los días de las Tiniebas y el castigo.
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