MENSAJE DE LA SANTÍSIMA
VIRGEN MARIA RECIBIDO
EN TALAVERA, A TRAVÉS DE JOSÉ LUÍS
MANZANO,
EL
12 DE ENERO DE 1986.
La Madre:
¡Ay, ay!, hijo mío; ya estoy contigo. Hoy os voy a explicar cómo van a
ser las Tinieblas, lo que habéis de hacer. Hijos míos, primero os voy a
decir esto: "Entre Marzo y Abril, no salgáis mucho de vuestras casas."
Y esto que quede bien claro: Que Yo no digo todavía si va a ser el
castigo; Yo os digo eso, nada más. También os digo:
«Habrá un día de Tinieblas, después cuarenta
días normales.
Después vendrá otro día de Tinieblas, después otros
cuarenta
días normales. Y después vendrá otro día de
Tinieblas, después
cuarenta días normales; y después el Castigo.»
Cerrad las ventanas, coged alimentos, bendecid velas; bendecid velas,
crucifijos y todo lo que sea religioso. También, si oís a vuestros vecinos
gritar, no salgáis. Ahí es cuando se conocerán los
verdaderos videntes.
¡Ay, ay! También, para entrar en lugares sagrados, quiero que hagáis esto:
- En primer lugar: No traer escotes.
- En segundo lugar: Seáis jóvenes, o seáis lo que seáis llevad un
velo
en la cabeza. (1)
- En
tercer lugar: La oración tiene que salir del corazón, no mecánica.
- En cuarto lugar: Aquí sin risas y sin
bromas. Prohibido fumar ni
comer esas cosas, chicles y eso; eso lo prohibe el Padre Eterno.
Padre Eterno:
Yo lo prohibo. Tenéis que rezar más. Estoy enfadado. Los humanos
no cambian, no hacen caso a los avisos de mi Hija.
Te lo digo, lo mismo que a mi Hijo, haced caso a
vuestra Madre,
os avisa. Yo también digo que no vengo a ver cómo se
divierten los Talaveranos, ni a ver cómo se ríen de
Mí. Yo vengo a salvar almas.
Aquí serios, sin bromas; que si aquí no pagáis las consecuencias,
las pagaréis arriba. ¿Queda claro?
Público: ¡Sí Padre!
La Madre: Padre, perdónales, que no saben lo que hacen.
Padre Eterno: Por hoy, os perdono.
Público: Gracias Padre.
Padre Eterno:
Pero intentad ser mejores. Eso sí que tiene que salir del corazón.
La Madre:
Ven hijo mío, ven conmigo. Mira, estás envuelto en nubes; por un momento
vas a ver el castigo, el Gran Castigo. Prepárate para verlo, prepárate. Allá
vamos. ¡Ay..., ay! Prepárate, allá vamos.
(Jose-Luis, llora)
Cuando mi hijo
sufre, ya será grande el castigo. ¡Ay..., ay!
Pero hijo mío ahí viene... (Se oyen
palabras celestiales, significan ‘Maestro
Vuestro‘), trae la Cruz, hijo mío. ¡Cargad con
ella!, no despreciéis la
Cruz de mi Hijo. Ahora os voy decir:
"Cuando mi Hijo baje, acordaos de esto que tenéis que decir:
"Ave Matertos", que significa "Ave Maestro". Ahí está.
El Maestro: Estoy con vosotros, hijos.
Público: ¡Ave Matertos!
El Maestro: (Dice una palabra celestial, significa gracias.) Acordaos hijos
míos que hoy es el día de mi Bautismo... ¿Os acordáis?
Público: ¡Sí Maestro!, se rasgó el Cielo y dijo una voz...
Padre Eterno: "Este es mi hijo amado, de quien él me complazco."
El Maestro: No como muchos dicen; muchos dicen:
"Tú eres mi Hijo
amado..."
¡No!, porque Yo ya lo sabía. Para que todos los allí presentes lo
supieran,
mi Padre dijo: "Este es mi hijo amado de quien El, me complazco".
Bajó el Espíritu Santo en forma de paloma. Ahora hijo mío carga con la
Cruz... (José-Luis llora.) ¡Sí que puedes!, con mi ayuda sí que puedes.
Allá vamos..., carga la Cruz. (el vidente llora.) Ya está hijo mío. Os
bendigo como el Padre os bendice, en el nombre del Padre, del Hijo, y
del Espíritu Santo.
Padre Eterno:
Levantad todos los objetos. Os lo voy a bendecir, para esos tres días de
Tinieblas.
La Madre:
Lo bendigo como Dios Padre Todopoderoso y Omnipotente lo bendice,
en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo y con
la Luz de mi amado esposo el Espíritu Santo. Hijo
mío, luego volveré contigo.
¿Queréis algo de Mí?
Padre Eterno: ¡Atentos al Sol!
La Madre: ¿Qué veis en el Sol? ¿Qué veis en el Sol?
Padre Eterno:
Lo que veáis, luego lo vais diciendo, y aquí. Nada más. ¡Adiós hijos!
Público: Adiós Padre.
La Madre: Adiós hijos.
Público: Adiós Madre.__
(1)
Revocado por el Maestro,
8.2.1997; (las devotas de Talavera
iban con velo a misa, después de ese mensaje sin él.)
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