MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN, RECIBIDO A TRAVÉS
  DE JOSÉ LUÍS MANZANO GARCÍA, EN TALAVERA (Toledo).
                          EL DIA 31 DE ENERO DE 1988.
                                       
La Madre: La Paz de Dios Todopoderoso,  esté con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu.
 
La Madre: Ave Maria Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida. 

La Madre:
De nuevo he llegado hasta tí hijo mío, he llegado porque mis hijos me llamaban y aquí estoy.  Hoy vengo a deciros muchas cosas, y una de ellas os va a interesar hijos míos.  Más adelante lo oiréis. 

Todo está cerca hijo mío, muy cerca.  Y las almas no se quieren dar cuenta de que ofenden al Señor Yahvé: son ciegos hijo mío. Pero ya es bastante. 

Dios Padre ya está bastante ofendido hijos míos, y por ofender al Señor Yahvé mira lo que les ha ocurrido a las almas hijo mío.  

Es triste hijo mío mirar a este mundo para ver a nuestros hijos; es muy triste porque miremos...  (no se entiende, quizá: "miremos donde miremos") ...vemos que todos han sido engañados. Y se aman pero no de corazón, sino de palabra. Cuando miramos a este mundo hijo mío, todo es tristeza. 

Miramos a este mundo y nos da tanta pena ver como se ha echado a perder la obra de Dios.  Lo que mi Hijo Jesús dejó bien ellos lo han puesto mal. Ya ni siquiera van a visitar el Cuerpo de mi Hijo al Sagrario, y cuando van es para presumir de sus ropas hijo mío. Y si van es para pasar el rato. 

¿Dónde está el amor?  
Ese amor que había antes ha desaparecido hijo mío. 

¿Dónde están esas almas que tanto amaban al Señor Yahvé, y caían a sus piés y le pedían perdón?  Hijo mío, todo está a punto de llegar. 

Todo está a punto y nadie se da cuenta. Dios Padre está dando ya las señales. Pero Yo os digo hijos míos, antes de que esto ocurra seréis avisados:

  "Aparecerá en el cielo una gran Cruz muy iluminada, muy grande,
   y se podrá ver en todo el mundo hijo mío..., en todo el mundo."

 Yo también os avisaré hijos míos, Yo también os avisaré. 

PUBLICO: Gracias Madre. 

 La Madre:  Todo es triste en este mundo hijo mío. 

Venimos a aquí a hablar a nuestros hijos, y vemos que muchos de nuestros hijos les da igual que hablemos hijo mío.  Venimos tan contentos para salvar almas: y,  ¿qué es de esas almas que queremos salvar? 

Que ellos no quieren hijo mío. Venimos, hijo mío, a salvar esas almas para que cuando Dios Padre les llame vayan a Él, para que vayan a Él por el camino que Dios señaló hijo mío. Es triste hijo mío, es triste. 

Venimos triste hijo mío, porque vemos que no nos quieren escuchar. 

Nos rechazan hijo mío, pero te miramos a tí hijo mío, y vemos que tú eres mejor que ellos, poque tú no has sido engañado, porque tú eres especial en este mundo. Tu alma brilla con más resplendor que las demás. 

   Por eso cuando miramos a este mundo nos ponemos triste hijo mío.  Cuando te miramos a tí decimos así: 
“Al final será Dios el que venza, por medio del gran Guerrero; y así será...   

PADRE ETERNO: ...Y así se cumplirá.”

La Madre:
   Ahora os voy a decir lo que os voy a decir hijos míos.  Solo tenéis este año para arrepentiros por última vez..., solo este año hijos míos.  Este es el último año que podéis arrepentiros.  Esto es lo que Yo os tenía que decir. 

   En muchos lugares ya lo he dicho, y ahora lo digo aquí hijos míos. Pero vosotros  habladle a las almas, que os escuchen:

    "Intentad que amen a Dios. Si convertís a muchas más almas, todo
     lo que va a ocurrir tardará un poco más en ocurrir hijo mío."

   Si todo lo que tiene que venir no ha ocurrido ya, es porque las almas se han  dado cuenta, porque lo han visto.  ¡Cuidado!, mucho cuidado hijo mío, cuando Yo hablo del Castigo, de las Tinieblas, no fijo fecha hijo mío, y cuidado, el Castigo es una cosa, y las Tinieblas otra hijo mío:

     "Las Tinieblas es como un aviso, y el Castigo es el final del aviso."

  No confundáis. Y hasta aquí hemos llegado hijo mío, hasta este lugar donde las almas vienen a amarnos porque en verdad nos aman. 

Fíjate hijo mío, hay muchas almas que rezan de corazón que le piden a Dios de corazón, no de palabra.  Por eso en este día como hoy, Yo, la Madre del Cielo y de la Tierra, os bendigo con el mismo Poder que el Dios Yahvé así os bendice:

Padre Eterno:  En mi Nombre.                   
El Maestro:  En el Mío.

La Madre: Y con la Luz de mi amado esposo, el  Espiritu  Santo. Ya estáis bendecidos.

PUBLICO: Gracias Madre.

La Madre:
   Todo está dicho, no es nada nuevo lo que Yo os digo. 
 
   Todo está dicho hijo mío,  y todo se cumplirá. Acordaos que es el último año (1), pero no para el Castigo, sino para arrepentiros.

Adiós hijos.   
PUBLICO: Adiós Madre:

La Madre: Mañana volveremos contigo hijo mío. 

Padre Eterno:  Adiós hijos.                      
PUBLICO: Adiós Padre. 

El Maestro:  Adiós hijos.                             
PUBLICO: Adiós Maestro.  

El Hermano:  Adiós hermanos.                  
PUBLICO: Adiós Hermano.  ___

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(1) De 1985 a 1988, fueron los años del PERDON.
Fué el tiempo concedido a la humanidad para pedir perdón, a nivel global,
y así evitar el Castigo generalizado a la tierra. 1988 era el último año del
perdón.  Los años siguientes fueron los años de la ENSEÑANZA, 1989-97.

Desde el 4. de Abril de 1997 comenzó el tiempo de  la COMPRENSIÓN.
(Así fué enseñado en varios mensajes.)