MENSAJE DE LA
SANTÍSIMA VIRGEN MARIA, RECIBIDO EN TALAVERA, A TRAVÉS DE JOSE-LUIS MANZANO
GARCIA.
EL DÍA 3 DE MARZO DE 1991.
La Madre: La Paz del Señor está con todos
vosotros. Público:
Y con tu Espíritu Madre.
La Madre: Ave María
Purísima. Público: Sin pecado Concebida.
El Maestro:
«La
hora de mi Venida está cerca; llegaré como un ladrón en la noche, y cuando mi carne pise la tierra, la tierra temblará. Entonces
habrá llegado la hora de la sentencia: Los malos pagarán, y los justos
ganarán y serán premiados junto al Padre. Ese
día está próximo, porque todos los errores no alejan la voluntad de Dios.»
«Muchos murieron con la esperanza de ver
algún día la Venida del Hijo
de Dios, pues está próxima hijo mío. Y si no vieron la
Venida del Hijo de Dios en la tierra, la verán junto a Dios, o la verán en el
abismo, porque pronto llegará hijo mío.»
«Todos los errores que el hombre comete, es
un entorpecimiento para su camino y dificulta sus pasos hijo mío, porque cada error es
un obstáculo en su camino. Porque cada ofensa es un rechazo hacia atrás de su
camino.»
«El hombre no sabe escuchar, hijo mío, sólo
sabe hablar para ofender, pero no sabe escuchar, ni maravillarse de lo que escucha.
Sólo habla para ofender, y él mismo se siente orgulloso de las palabras que
dice en ofensa. No todo es igual, hijo mío, porque hay muchas distintas.»
«Ellos todo lo ven igual, pero no todo es
igual: Muchos se sienten vencidos, y otros se creen vencedores;
pero aquí no hay ningún vencedor, hijo mío, nada más que Dios. Y los
vencidos son los derrotados hijo mío, los que forman parte de las
Tinieblas.»
«No todo es como se quiere, porque hay
alguien que maneja todo, y cada deseo que uno pide, no es para complacer a Dios, sino para
complacerse a sí mismo y olvidarse de alguien que está sufriendo. No todo es
de color blanco, también lo hay negro, hijos míos; y no todo el pan
es blando, sino duro.»
«Y la tierra reconocerá así la palabra que
vino a redimir, y el hombre caerá en tierra arrodillado con temor, sus ojos desprenderán
lágrimas de horror, porque Dios habrá enviado su ira contra la tierra y habrá
hecho
ver los errores cometidos, como lo vieron Sodoma y Gomorra.»
«No todos los caminos son fáciles, y
tampoco todas las palabras son buenas, siempre hay una parte que engaña, y un sentido contrario de
odio que tampoco es amor. Yo no he venido, hijo mío, a señalar al
pecador, ni a alabar al justo.Sólo he venido a
reunir a justos y pecadores como hijos; no he venido a señalarles, ni a alabarles, solo he venido a
ofrecerles mi camino, y a ofrecerles un lugar en el Banquete Celestial.»
«No he venido a burlarme de
vosotros, aunque vosotros ya lo hicísteis de Mí. Tampoco he venido a golpearos, aunque vosotros me lo
hicísteis a Mí. No he venido a taladraros, aunque vosotros me lo hecísteis a Mí.
Tampoco vengo a empujaros, y hacer que tropecéis, para que caigáis,
aunque vosotros me lo hicísteis a Mí.»
«No he venido a coronaros de
espinas, ni tampoco a escupiros el rostro, ni tampoco a vaciaros un ojo, ni tampoco a ataros a una
columna y daros azotes. Tampoco he venido para que sufráis el suplicio de una
cruz.»
«Sólo he venido a haceros recordar todo
cuanto padecí, no he venido a haceros todo eso. Solo he venido a haceros ver que tras todo
el suplicio está mi Amor que os reune, y que no os rechaza, hijos míos.»
Llegan días señalados,
días de sufrimiento, y días de dolor.
Tú estarás conmigo, hijo
mío. Adiós hijos míos. Público: Adiós Maestro. La Madre:
¡Levantad los objetos,
hijos míos! Todo lo que alzáis queda bendecido;
en el Nombre del Padre y del Hijo; y con la Luz de mi amado esposo, el
Espíritu Santo. Ya está bendecido.
Público:
Gracias Madre.
La Madre: Bendigo vuestras almas con el Poder otorgado; en el Nombre del Padre y del Hijo y con la Luz de mi
amado esposo el Espíritu Santo, ya estáis
bendecidos. Público:
Gracias Madre.
La Madre: Adiós hijos
míos.
Público: Adiós Madre.
El
Hermano:
Adiós hermanos.
Público: Adiós Hermano. El
Hermano:
Adiós hermanos.
Público: Adiós Hermano.
Padre
Eterno:
Adiós hijos.
Público: Adiós Padre.
El
Hermano:
Adiós hermanos.
Público:
Adiós Hermano.
El
Hermano:
Que la Paz del Señor Yahvé y la fuerza
del príncipe de las almas, quede con todos
vosotros.
Público: Y con tu Espíritu Hermano. El
Hermano:
Ave María Purísima.
Público: Sin pecado concebida.
El
Hermano:
Soy el
Angel del Bien. (1) Yo he venido a
despedirme porque he de marcharme, como el Angel Luchador. (2) Mi misión ya ha terminado junto a tí, aunque
nunca me iré de tí, y tú hablarás conmigo y Yo contigo.
Ellos
ya no me oirán; permaneceré a tu lado y estaré en
este lugar, como el Angel Luchador está. Sé que quedaré olvidado como el Angel
Luchador, pero Yo no me olvidaré de vosotros.
He de marchar, porque
todo cuanto hice ya ha dado su fin. Ya todo ha terminado para mí. Mi
misión mandada por Dios acabó. Ya no estaremos junto a tí como siempre,
porque ahora eres tú quien debe de decidir. Nosotros ya no decidiremos por
tí. Ahora ya pueden estar
tranquilos:
"Ya nadie hará
ver los errores", dijeron muchos.
(3)
Los errores cometidos tendrán un final muy triste. No
cometáis más errores, y tampoco quiero que os acordéis de Mí. Sólo quiero que os acordéis de Aquéllos que todo os lo han dado,
como la vida, un alma, y lo más importante: Ser sus hijos. ¡Acordáos
de Ellos, no de mí!
Sé que quedaré
olvidado, como he dicho, pero Yo no me olvidaré de vosotros. Estaré en
este lugar junto a tí, y estaré preparando para cuando tú no estés, porque
pronto has de marchar.
No os olvidéis de todo cuanto he intentado
enseñaros, aunque sé que muy poco se ha aprendido. Sólo quiero que
esas palabras queden dentro de vosotros, aunque sé que muchas quedarán en
el olvido.
Pasarán muchos
años y sólo, sólo quedará el recuerdo de nosotros,
pero tú nos recordarás porque estaremos contigo y con todos ellos. Ahora
he de reunirme junto al Padre, y allí os llevaré a todos dentro de
mí.
Yo no estoy triste, y sé que muchos de vosotros tampoco. Ya he
de irme, ya todo ha terminado. Mi misión ha acabado, todo ha dado a su
fin, y ya eres un hombre. Ahora tú
debes decidir cuándo has de empezar, y cuándo has de acabar.
Tú eres quien
debes de hablar, nosotros ya no.
Sé muy fuerte y no te
preocupes: Yo de tí no me voy. Estoy aquí junto a tí hablando contigo,
junto a tí cuando estás triste, y cuando estás alegre, y aquí, en este
lugar quedo, y también quedo en el olvido.
No
os olvidéis de vuestros Padres, de Aquéllos que todo os lo han dado, y
tampoco os olvidéis de este joven, un joven que cada palabra es de vida.
- Un joven que he estado junto a él desde niño, y todo lo que ha aprendido, lo ha aprendido por la voluntad de Dios, enseñado por nosotros.
- Un joven que se entregó en
cuerpo y alma y decidió seguir los caminos de Dios, y hacer cuanto Dios le
dijese, y tener cuanto Dios le diese, y todo así lo ha cumplido.
Tampoco os olvidéis de él, porque él
también ha de marchar, pero no para siempre, el marchará a cumplir con el
mundo,
como hombre que es. (4)
Mientras él no esté, Yo estaré aquí, y vosotros no faltéis. No os olvidéis
de que aquí hay una puerta abierta para llegar hasta el Cielo. Aunque él no esté no dejéis de
venir. Padre
Eterno:
Porque Yo sí que estaré, y mi Hija, y
mi Hijo y vosotros.
El
Hermano:
Aunque tú no estés, la Reina bendecirá,
porque esa fué su promesa, y ya sabréis cómo. Adiós
hermanos.
Público: Adiós Hermano.
El
Hermano:
A aquéllos que me habéis
conocido: "No estéis tristes: Yo vivo
dentro de vosotros, como vive el Angel Luchador." Y para aquéllos que
no me conocísteis: "Yo también soy vuestro amigo, y
vuestro Hermano."
Sed muy fuertes, y no os olvidéis
de ellos. De mí olvidaos, y si queréis de todo cuanto
dije, ¡pero de vuestros Padres
nunca!; y de lo que Ellos os
dicen, tampoco. Adiós
hermanos.
Público: Adiós Hermano.
El
Hermano:
No os olvidéis de todo eso, y pensad que estoy siempre con
vosotrros, y que permanezco dentro de este lugar, como así
permanecéis vosotros y el Angel Luchador; contigo siempre
estoy. Adiós hermanos.
Público: Adiós Hermano.___
(1) "Yo
soy Valit Manet, el Angel del
Bien", dijo él mismo.
-Mensaje 21.1.990. (2) El Arcángel San Miguel. A la finca venían cuatro
"HERMANOS", los cuatro
Angeles protectores del vidente; y daban
las órdenes en la finca; y...
(3) "Hacían ver los errores";
los Ángeles hablaban
a través del vidente, y ponían orden.
Ahora
le tocaba a él, a
José-Luis Manzano; él tenía entonces 18
años. (4) José-Luis Manzano, el vidente,
debía ir al servicio militar.
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002
|