MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN, RECIBIDO A TRAVÉS
DE JOSÉ LUÍS MANZANO GARCÍA, EN TALAVERA (Toledo).
EL DIA 22 DE JULIO DE 1991.
La
Madre: La Paz del Señor es con vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre:
Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
La Madre: Este es el mundo hijo mío: Un Terrible dragón disfrazado de bien que
solo reparte mal. Este es el mundo hijo mío: Un gran mundo convertido en materialismo,
convertido en falsedad.
Esto es el mundo hijo mío: Algo que no debería ser como es. Pero si es así, hijo mío, es porque Dios lo ha
permitido. Y lo que Él quiere es que sus hijos pongan esos
medios para no ser derrotados por el enemigo.
La última ayuda
sería la divina, y sería lo irremediable. Aquí ya se acabó todo,
hijo mío. Recordando aquéllos que fueron
vuestros antepasados: Se sacrificaban con amor
y pedían a cambio por las almas.
No por la suya propia, sino por
las almas. Y así conseguían salvar almas del Olimbo. Ya no. Se
acabaron aquellos recuerdos hijo mío. ¿O existen en el fondo de algún
corazón? A aquéllos que lucharon por dejar calcada una Ley, un Nombre, ya no
se les recuerda.
Me refiero al día 25 hijo mío.
(1) ¡Sí!, a ese día.
(2)
Ya se ha perdido, ya no está. Sólo queda el recuerdo,
un recuerdo lejano, de aquéllos que se reunían para orar, para alabar al
Santo Apóstol, que con valor y con amor repartió lo que sabéis de
Cristo, por estas tierras de España.
"Todo es contrario, hijo mío, muy
contrario...
Padre Eterno: A lo que Yo os he enseñado".
La Madre:
Se está perdiendo lo que nunca se debería de perder. No habrá paz si
no la buscáis, hijos míos. No habrá amor si no lo tenéis hijos míos. ¡Claro!, claro que Dios lo puede todo.
(2) También
vosotros podéis.
Si ponéis vuestra fé, lo podréis todo; podréis lo que
Dios os permita. Habrá paz si la buscáis, y si lucháis por tenerla. Si
entre miles y miles de humanos como sois, sólo cinco queréis paz, los
demás no, esos cinco tienen más fuerza que los demás.
¡Sí!, no os
extrañéis hijos míos:
"Los Apóstoles sólo eran uno:
SANTIAGO era uno. San PEDRO era
uno. San JUAN uno. Cada uno se fué a su lugar. Ellos querían paz, los
demás rechazaban esa idea. Una idea que era contraria a ellos, y él
quería enseñar".
Los demás no, porque según ellos, habían aprendido a
defenderse en el mundo, para saber vivir en el mundo, pero les faltaba
saber vivir espiritualmente, y no lo encontraban. Sólo uno en España
empezó ese trabajo. Un trabajo que ya ni la Iglesia reconoce.
¡Sí!, ya no lo reconoce.
(2)
Luchó y labró esas palabras, para que salieran con fuerza, sabiendo que
él moriría, pero ahí dejaba su fruto, para que aquella descendencia
suya, y aquéllos que venían del pais lejano, siguieran con ese fruto, y
dieran vida a esas palabras.
Así debéis de ser vosotros: Nunca perder
la Fé, y nunca perder la esperanza. Aquella labor que él trajo hijo mío, una labor muy grande: dejó
labrado el Nombre de Cristo Jesús y una Ley; y ahora la Iglesia hijo
mío, aparta ese día como si de algo extraño se tratase. Aparta ese día
como queriendo olvidar a ese hombre que sus pies pisaron toda España de
arriba abajo y de abajo arriba; una y otra vez.
Ya no saben reconocerlo
sólo quieren que se reconozca lo que ellos hacen. Os diré hijos míos que la Iglesia está equivocada:
"Y ahora que
ellos tanto quieren saber, ahora que ellos quieren,
y miran el Secreto
de Fátima, podrán leer y comprobar, que en
el folio tercero dice con
claridad, que la Iglesia cambiará en
los Últimos Tiempos.
Nada será bien, todo será contrario entre los fieles cristianos.
Aquéllos que tienen fé viva, se despertará un gran extrañismo, porque la
Iglesia cambiará. Pondrá leyes contrarias, y después todo será difícil
para la Iglesia. Pero Dios, como buen Padre, siempre irá a la cabeza de
aquellos fieles cristianos que lo amen.
Así es, hijo mío. Yo también
quisiera saber, si es que nos han olvidado ya. Hijo mío, ya no es lo que era antes, aquella antigüedad, aquel amor
puro. Ya ha desaparecido. Ahora sólo hay amor falso. El amor que nos
tenían, ya es falso. No os fiéis de lo de fuera, hijos míos...
Padre Eterno:
...La
carne engaña.
La Madre:
Porque fué engañada por la serpiente antigua. Sólo llevaos de vuestro
corazón, y cuidado, porque hay veces que vuestro corazón os dice lo que
vosotros más queréis hacer. Cuidado, todo se está obscureciendo ya.
¡Sí, hijo mío...!, la mancha
del mal se extiende por todos los puntos de la tierra. La tierra se
está cubriendo de un fervor maligno. La maldad se extiende, y solo el
hombre con ayuda de los elegidos, puede rechazar esa maldad. Pero el
hombre no quiere escuchar, pero llegará el momento en el cual abrirá sus
ojos, pedirá perdón a Dios, y Dios dirá:
"Aquél que escucha en el último momento
también llega a Mí,
pero aquél que se ve perdido, y ahora me pide ayuda,
y luego
se olvida de Mí, no llega a Mí."
Así es el hombre: cuando se ve perdido, pide ayuda a Dios. Dios
concede la ayuda, y el hombre se olvida de Dios. Pero si el hombre no
recibe la ayuda deDios, Dios ya no existe para él, Dios ya no es bueno. Así
es el pensamiento humano, y así es el mundo:"Un terrible dragón disfrazado de bién, que sólo
reparte mal."
Ha llegado la hora de marcharme: tú sigue tu camino, porque tú sabes
lo que has de hacer. Ten cuidado, el mundo parece grande, y lo es. El
mundo parece algo maravilloso, y lo es, porque Dios lo ha creado hijo
mío. Pero cada camino está lleno de trampas.
Cuidado con esos pasos hijos míos, no los déis ciegamente; porque
aquél que da solo un paso ciegamente, Yo os aseguro, que no volverá a
dar un paso, para llegar hasta Dios; y Yo prometo:
"Que
aquél, que con devoción rece mi plegaria hijo mío,
Yo le acompañaré,
como bien tengo prometido, en los momentos
de soledad, y Yo vendré a
recoger su alma en el momento de su
muerte; y Yo, hijo mío, acompañaré
en todo momento; y aquél
que me pida, Yo le daré."
Adiós hijos
míos.
PUBLICO: Adiós Madre.
El
Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
Padre Eterno: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El
Maestro: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
El
Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El
Hermano: Que la Paz del Señor Yahvé, y la fuerza del
príncipe de las almas, quede
con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu, Hermano.
El
Hermano: Ave
María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El
Hermano:
Aún
hay cosas que se han de oir, porque la voz de Dios es como un arroyo que
nunca apaga su agua.
Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano. ___
(1)
Se refiere al día 25 de Julio, festividad de Santiago
Apóstol, Patrón de España.
(2) Muchas veces interrumpía el discurso
para contestar a los pensamientos de alguno
de los presentes. También aquí.
Apariciones;
Mensajes,
Profecías
devociones,
oraciones
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