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Mejor Actor Mejor Actriz de Reparto Mejor Dirección de Arte Mejor Diseño de Vestuario
La chica tediosa De las películas hecha exclusivamente para alzar controversias, este filme con un oscareado como protagonista, se queda muy corto en expectativas, máxime por tener un guión bastante predecible. Si usted de quienes siente la obligación de verla porque fue nominada, adelante, en caso contrario revise otras opciones The Danish Girl ENERO, 2015. A este planeta llegamos únicamente con dos tipos de equipo, por así decirlo, masculino o femenino, pero ello no necesariamente nos convierte del todo en hombres o mujeres. Muchos seres humanos se dan cuenta de ello desde la infancia, otros, la mayoría, durante la adolescencia y hay quienes, ya casados y con hijos --caso más célebre, Óscar Wilde-- reconocen abiertamente su atracción física por el mismo sexo. Y difícilmente se trata de algo nuevo: de hecho la historia nos indica que en la Grecia y la Roma antiguas la homosexualidad era tolerada y vista con absoluta naturalidad. Lo que es más novedoso en términos históricos es el que un hombre quiera convertirse en mujer aunque en los setenta, vaya giros, la tendencia era de mujeres que querían convertirse en varones, entre ellas Erika/Erik Büller, una austriaca campeona de ski olímpico que no solo se transformó en hombre sino que tuvo un hijo. ¿A poco ustedes creían que Bruce/Kaytleen Jenner era asunto nuevo? En The Danish Girl --título que alude a las dos protagonistas, no solo una-- la intención del director Hooper es poner en plano cinematográfico a una de las pioneras (o pioneros) pre Jenner en su búsqueda por retar a lo que la naturaleza les ofreció para vivir en esta vida. De nueva cuenta Hooper trabaja con Eddie Redmayne tras haberlo hecho en Les Miserables. Redmayne, ganador del Óscar a mejor actor el año pasado al caracterizar a Stephen Hawking, es el protagonista que decide dar el salto transgénérico, inusitado para su época, aunque con dramáticas consecuencias. Pero antes de eso remontémonos a la Dinamarca de los años 20. Einar Wegener (Redmayne) aparece en una escena inicial que confunde a una pintura con paisajes reales. Einar está casado con Gerda (Vikander) también pintora, y los gozan de grandes expectativas en el mundo artístico danés y con esperanzas de llegar hasta las galerías parisinas. Y si bien el dueño de una galería considera que Einar es parte del "uno por ciento" poseedores del talento para llegar lejos, esto sirve como aliciente a Gerda para dar el doble de esfuerzos. En cierta ocasión la modelo de Gerda no puede asistir a la sesión por lo que ella pide a su esposo que se ponga las ropas femeninas y un coqueto sombrero y así posar para un lienzo. El momento le producirá a Einar una extraña excitación, un principio de fetichismo que se apreciará cuando, antes de hacer el amor, él se despoja de su ropa interior femenina. Einar aprovechará cualquier oportunidad para vestirse de mujer y acariciar las suaves ropas femeninas. Gerda lo descubre y en vez de espantarse le propone tomar el nombre de Lily, como la flor que le ha entregado. Lily visitará al mundo artístico de Copenhague haciéndose pasar como la prima de Einar. Lily encontrará pretendientes, incluido uno que logra besarlo sin saber que se trata de un hombre. Del fetichismo Eimar pasa al trasvestismo cada vez más frenético al punto que, frustrado, opta por esconder su pene al verse frente a un espejo y no solo eso, un médico que lo revisa descubre que Eimar ya está experimentando lo que parecen ser cólicos premenstruales. El siguiente paso, con los riesgos que implica, es que Einar pase a convertirse totalmente en mujer a través de una riesgosa operación, todo un trance para Gerda. Y aunque el final es totalmente predecible, nos abstendremos de mencionarlo aquí, máxime porque se trata de una nominada al Óscar. La historia, como se ve y pese a estar ambientada en los años 20, es totalmente contemporánea: es obvio que Hooper intenta reflejar, entonces como ahora, la intolerancia hacia las operaciones de cambios de sexo al mismo tiempo que, no casualmente, fuera Dinamarca el primer país de Europa en aprobar los matrimonios gay. Hay que mencionar además que esta es una de las actuaciones más convencionales de Redmayne; sintiéndose la estrella del show, no se da de cuenta que la película se la lleva su coestelar, la sueca Vikander quien tiene aquí una actuación completa como la atormentada Gerda y quien debe ahora a aprender a a amar ya no a su marido sino a otra mujer. Su nominación al Óscar no es casual, como lo comprobará todo aquel que se asome a The Danish Girl. Pero hay que decirlo: en momentos la cinta nos hace recordar aquellas películas sesenteras de Pily y Mily donde una de las gemelas se hacía pasar por hombre (solo se ponía un bigotito) y así lograba engañar a los galanes. Lo extraño es que aquellas películas filmadas durante el franquismo nadie las llamaba "controvertidas" cuando buena parte del argumento es similar al de este filme. En suma: The Danish Girl tiene algunos buenos momentos pero otros son totalmente predecibles, incluso tediosos. Si usted es de los que siente la obligación de ir a ver todas las cintas nominadas al Óscar, acuda a la sala. En caso contrario, ni se moleste. Con saber quién es Kaytleen Jenner tendrá información de sobra respecto a todo este asunto.
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