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La Fuerza se manifiesta en taquilla Ya con estatus de fenómeno cultural en todo el mundo, con The Force Awakens recupera el espíritu de la trilogía original y de paso esfuma el recuerdo de la nefasta precuela. El siguiente reto será mantener el interés luego que los personajes originales, inexorablemente, van saliendo de escena Star
Wars: The Force Awakens DICIEMBRE, 2015. La espera ha concluido o más bien, como diría Churchill, ni es ni siquiera el fin del comienzo. The Force Awakens es la nueva entrega de la saga Star Wars a 13 años de la espantosa precuela, la tercera siendo la menos pior. Esta vez las expectativas han sido tantas que The Force Awakens se ha refrendado ya como un fenómeno cultural mundial; sólo métase un rato a las redes sociales o al internet en general para comprobarlo. Las barbas de George Lucas, el indiscutible genio creador de este tsunami que cambió para siempre la industria del cine, ya no entran en lo absoluto tras vender LucasFilm a Disney en 4 mil millones de dólares (que no billones: en su acepción en español éstos son un millón de millones) lo único que le queda es convertirse en otro espectador y en rumiar en silencio lo que le disgusta o celebrar todo lo que haya disfrutado con cierta discreción. Ésa era la altísima tabla que el director JJ Abrams (Star Trek, Mission Impossible) tenía que saltar y podemos decir que ha cumplido la encomienda. Por lo menos ha hecho que la horrible precuela se evapore completamente de nuestras mentes. Otra jugada magistral de Abrams como de Disney (el nombre Lucasfilm permanece aunque ya como mero membrete) fue la inclusión del elenco original, el puente que explica la enorme alharaca de los fans veteranos y los más nuevos, parte de la segunda generación de Star Wars (y muchas veces sus propios hijos). Una nueva película con actores que no tuvieran conexión con las primeras películas le habría interesado a todo aquel mayor de 40 años lo mismo que le interesaría ir a ver Juegos del Hambre, es decir, nada. En cambio, tener juntos a Luke (Mark Hamill, por si hiciera falta recalcarlo), Leia (Carrie Fisher, recuperada luego de dos matrimonios fallidos y un problema de drogas) así como Han Solo (un Harrison Ford que además encarnó a otro icono, Indiana Jones) fue una movida que por ese solo hecho ha hecho entrar unos 400 millones de dólares a la taquilla, quizá más. Adentrémonos pues en la trama: han pasado treinta años de que el Imperio fue derrotado, pero ese periodo de paz se ve nuevamente amenazado por una facción que ahora se hace llamar The First Order, o El Primer Orden, nombre que algunos blogueros mexicanos han dicho suena más a cártel que a imperio galáctico. Su líder Kylo Ren (Driver) quien enarbola razones que nos abstendremos de mencionar, desea reivindicar a Vader y para lograrlo necesitará, primero, revitalizar al Lado Oscuro y por ello requiere encontrar a Luke Skywalker, de quien no se ha sabido nada por 30 años, y eliminarlo. Ren tiene una clave pero para no arruinarle la fiesta el lector la descubrirá al ver la cinta. Es entonces cuando nos encontramos con viejos conocidos. La primera vez que apareció Han Solo en la saga ya habían pasado más casi 50 minutos (de hecho, para los amantes de las trivias, un silencioso Chewbacca apareció primero, unos minutos antes) pero al verlo tan pronto también nos produce a los fans veteranos una emoción innegable de que, en efecto, estamos en casa, frase que, ya lo verán, competirá con otras como "la fuerza estárá contigo" o "esto me da mala espina". Solo y Chewie se alistan a la búsqueda de su amigo aunque el confiable pero ya anticuado Halcón Milenario necesita reparaciones y es llevado con Rey (Daisy Ridley ¡cuidado, Jennifer Lawrence!) una chica que posee una especie de yunque intergaláctico. Rey todavía no lo sabe, pero al igual que Luke posee poderes que le serán útiles a la Fuerza. Y en otro lejano, lejano set, un soldado del Nuevo Orden llamado Finn (Boyega) opta por desertar al atestiguar la crueldad de sus compañeros. Finn hará migas con Poe Dameron (Isaac Oscar) un piloto de los rebeldes. Mientras tanto la búsqueda de Luke continúa: la General Leia Organa (ya le quitaron el "Princesa" aunque Solo se dirige así una vez a ella) ocultó el mapa que podría dar con el paradero de su hermano por razones que, de nuevo, son claves para la historia. Luke por su parte, se ha convertido en una especie de místico con una barba muy parecida a la de su maestro Yoda. Los demás amigos de la saga original, como C3PO y R2D2 tampoco defraudarán a los fans. Han, Chewie, Finn y Dameron se unirán en la búsqueda pues al tratarse del último Jedi, se logrará que prevalezcan la paz y la justicia, es decir, en el equilibrio en la galaxia. Vendrán persecuciones aéreas y por tierra, batallas muchas de ellas sorprendentemente bien hechas, lo que incluye a BB8, el robot estrella que tiene la clara encomienda de sustituir en la saga a R2D2 quien aquí ya empieza a verse como un viejo cacharro: después de todo, recordemos que éste y C3PO (Daniels), si contamos la precuela, ya deben andar cerca de los 70 años de edad. El hecho de ver a C3PO con un brazo rojo y claras muestras de deterioro son indicios de que él y su inseparable compañero ya van de salida. Y si asumimos que Star Wars es ante todo una máquina de marketing que debe estar perfectamente aceitada, lo mismo puede decirse del elenco original. El reto es mantener con vida la saga una vez que los actores originales ya no estén presentes, y al ver esta película sabrán exactamente a qué nos referimos. Por ello hay que irse familiarizándose con personajes como Daz Kanata (la mexicana Nyong'o), una especie de Yoda versión femenina, así como una presentación más despiadada de los stormtroopers, ahora sí con mejor puntería. En suma, The Force Awakens no decepciona en lo absoluto, y lo que es mejor, recupera el espíritu de la trilogía original de manera que los fans de todas las edades disfrutarán de esta película que casi seguro desbancará a Avatar como la que ha recaudado más dinero en la historia. Hay momentos de humor pero también percibimos cierto infantilismo en la historia así como muchas referencias claramente de catadura New Age (de hecho la Fuerza fácilmente entraría en esa categoría de existir en el mundo real). Y como suponíamos, el final en realidad deja el argumento abierto para la siguiente entrega. Disney no compró LucasFilm solo para una película ¿verdaaaad? Sin alcanzar el grado de excelente y tampoco sin quedarse al nivel de la deplorable precuela, The Force Awakens llega a buen término, quizá porque en el fondo es un remake del episodio IV con la búsqueda de importantes documentos, viajes largos, alguien que descubre poderes insospechados y la pelea final. Es, también, un intento similar al de Star Trek cuando se nos presentó la nueva generación. Como sea. Por el momento disfrutemos una de las brillantes cintas que Hollywood ha producido este año, quizá la mejor porque fue filmada en Londres debido a la Fuerza de las deducciones fiscales del gobierno británico. Algo que Yoda imaginado ni mismo él habría.
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