Cine
Este
Sherlock Holmes debe ser ya caso cerrado
La alteración
del legendario detective del 221 Baker Street alcanza su nádir en esta
segunda cinta donde el ingenio relativo de la primera es suplido con un
desfile del absurdo. Desde ultratumba, Sir Arthur Conan Doyle tal vez
suplica que dejen en paz a su creación. Es de esperar que ello ocurra
pronto
Sherlock Holmes 2 Games of Shadows
Robert Downey Jr., Jude Law, Jared Harris, Noomi Rapace, Rachel McAdams
Dirigida por Guy Ritchie
Warner Bros/2011
ENERO, 2012. Sir Arthur Conan Doyle era un devoto creyente en
el espiritismo. Esto, por el mismo que creó a un personaje experto en la lógica implacable, resulta incongruente. Famosos son sus encontronazos con Harry Houdini, un mago que creaba ilusiones y que, también paradójicamente, se dedicaba a desenmascarar falsos médiums. No es la intención hoy de apuntar la veracidad del espiritismo pero sí de especular
que desde algún lugar del más allá, Conan Doyle debe estar enviando malas vibras a los productores de esta película y de la primera parte. ¿Por qué? Simple:
Sherlock Holmes 2 Games of Shadows es peor que la anterior. Y ya es decir.
Cada vez queda más claro que el director Guy Ritchie (el ex de Madonna, por si alguien se interesa en esa trivia) se ha limitado a utilizar el nombre del célebre detective para ofrecernos a un personaje que tiene más que ver con el siglo XXI que
con el XIX; es como si solo se valiera de Holmes para darnos una versión alterada de loq hemos conocido durante muchos años. En la primera cinta al menos se guardaron ciertas formas; en esta ocasión el vaciado final es una mezcla de (ya trillados)
giros Matrix en cámara lenta y acción para hacer lucir los efectos tridimensionales. Cualquier fan de Sherlock Holmes debe sentir este producto como algo ajeno, rayano incluso en la tontería.
En esta segunda entrega --y se nos amenaza conque habrá una tercera-- Holmes deja de ser el detective cerebral y calculador pues pasa a convertirse en un payaso, alguien urgido de atención que incluso llega a disfrazarse de mujer y cuando advierte a Watson "sí, ya sé que me veo ridículo", es imposible para los espectadores no estar de acuerdo.
Sherlock Holmes 2 es un absurdo sin fin, una alegoría de situaciones presentadas como marabunta, sin ningún orden, y si el guisado no termina hecho un asco es por el talento de Downey Jr. (Holmes) y su ayudante Watson (Law). Pero desde la última vez la química entre ambos se ha desgastado y ya no ofrece nada nuevo; tal vez por ello se optó por casar de nuevo a Watson. Este es un menjurje que irremediablemente se va al desastre.
La acción en esta ocasión rebasa a Londres y se va al resto del continente. Holmes toma la encomienda de investigar una serie de
crímenes que aparentemente no tienen conexión alguna. Nuestro protagonista supone que el responsable es el Profesor Moriarty (Harris) su némesis y el único que puede rivalizarlo
en inteligencia. Moriarty logra envenenar a Irene Adler (McAdams), la chica que vimos en la cinta anterior, y mientras sigue la pista logra salvarle la vida a Madame Heron (la actriz sueca Noomi Rapace,
quien aparece en La mujer del dragón tatuado), una gitana que leer la suerte. Holmes tiene un encuentro con Moriarty, quien le advierte que el siguiente objetivo será su amigo Watson
si no se le deja en paz.
La acción lleva al dúo a París a un teatro al que aparentemente atacará
Moriarty, lo cual resulta ser falsa alarma y en su lugar estalla la bomba de un hotel. La cinta sigue recorriendo otros lugares de Europa hasta llevarnos al sitio donde se realizará una cumbre de paz y que, sospecha Holmes, será boicoteada por Moriarty. Al final los dos tendrán un encuentro en la cascada y de la cual ninguno sobrevive, o al menos eso creemos pues cuando Watson escribe el capítulo final el detective sale
subrepticiamente de un closet. ¿Habrá continuación? La verdad, ojalá que no.
El problema con este villano es que, bueno, resulta tan convincente como la honradez de René Bejarano. Esta no parece ser "la mente más maligna de Europa", como la llama Holmes, y en vez de ello lo que vemos viene más a ser un galancete seductor, muy hábil sin duda, pero
lejos de la maquiavélica imagen que teníamos del Holmes descrito por Conan Doyle. Mucho mejor resulta la exótica presencia de Rapace, una auténtica belleza donde las haya.
Y si en la primera parte se percibía que la historia carecía de una brújula fija, en esta ocasión eso puede darse como un hecho. Así como Holmes y Watson se pasean por buena parte de Europa, ésta es una cinta que parece no encontrar su destino. ¿Trata de ser de acción, comedia, drama. o bien trata de imitar a las cintas de Bollywood donde todos los géneros se mezclan sin advertencia alguna?
La taquilla no ha tratado bien a Sherlock Holmes 2 por lo que una tercera parte será sin duda reconsiderada. Por lo tanto, Conan Doyle, dondequiera que hoy se encuentre,
suplica que ya dejen en paz a su creación. Al final, se lo podemos asegurar al lector, terminarán por hacerle caso.
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