Cine
Nominada
Sin gato encerrado: es entretenida
Antes de embarcarse en la aventuras con Shrek y el Burro, este valiente felino tenía una historia tal que mereció brindarle el protagonista. Si de antemano descontamos que ninguno de los elementos de Puss in Boots es original, sino el modo en que se mezclaron, lo que aquí tenemos es una cinta con uno de los personajes más carismáticos que nos han dado los estudios Dream Works.
Puss in Boots
Voces en inglés de Antonio Banderas, Salma Hayek, Zach Galifianakis, Billy Bob Thornton
Dirigida por Chris Miller
Dream Works/2011
DICIEMBRE, 2011. Antes de conocer a Shrek
y a El Burro, Puss in Boots, o el Gato con Botas, como lo conocimos aquí, ya tenía una vida interesante... bueno, una de sus siete. El caso es que el personaje fue tan exitoso que se decidió revelar dónde había estado y cuál había sido su origen. Hoy ya lo sabemos: coproducida por Guillermo del Toro, quien tiene pendiente la cinta sobre el
Hobbit, otro que se independiza, Puss in Boots nos cuenta la primera aventura
pre-Shrek de este felino español. La historia es sumamente convencional y tiene poquísimos elementos originales pero en lo general es buena, entretenida y llena de humor. Este gato nos ha demostrado que sí pudo con el paquete de una película para él solo.
Peor en el afán de ser sinceros, Puss in Boots es una mescolanza de historias y géneros. El Gato con Botas está lejos de ser un ente original pues aquí veremos lo mismo que Jack y los frijoles mágicos, al huevo Humpty
Dumpty y al gigante que vive en las alturas y solo se puede llegar a su castillo con una planta gigantesca, o el ganso que pone huevos de oro. Todos esos elementos se encuentran aquí, la diferencia estriba en el modo en que se mezclaron.
Revisemos la historia: Puss in Boots (Banderas) es un huérfano que es desde cachorro es adoptado por una matrona en un pueblito costero suponemos que español aunque a ratos presenta un aire caribeño. La mujerona atiende un sitio donde hay otros huérfanos, entre ellos Humpty (Galifiniakis, a quien vimos en
The Hangover), un huevo con piernas que es víctima del bullying hasta que Boots decide defenderlo. De ahí
nacerá una amistad entre ambos aunque con ciertas insinuaciones gay, como cuando éste le dice al felino que "tiene bonitos ojos". Huevo tiene en mente
encontrar los frijoles mágicos que harán crecer un árbol que llegue hasta el cielo, pero también es un ladrón y un truhán. Cuando
Puss in Boots salva a la madre del comandante de morir embestida por un toro, se convierte en héroe del pueblo, algo que resentirá Huevo, quien lo engaña y lo hace cómplice de otro robo, aunque al huir en el puente
lo deja a su suerte.
Años después Puss in Boots sigue siendo un bandolero al que los demás respetan. Cuando intenta robar los frijoles mágicos de Jake y Jill, una matrimonio de rufianes, se topa con una inesperada competencia, un gato negro astuto. Ambos se enfrentan y cuando el gato negro recibe un guitarrazo resulta ser una hembra, Kitty Softaws (Hayek) quien ahora está tramando un plan con Huevo y que consiste en... bueno, conseguir los frijoles mágicos. Pese a que
Puss in Boots no ha perdonado del todo a su ex cómplice, decide participar en la empresa. Y en efecto, al conseguir los frijoles mágicos y llegar al castillo en los cielos secuestran al pequeño ganso que pone huevos dorados. Sin embargo se está cocinando una traición por un flanco inesperado: ¿será por parte de Huevo, de la sensual Kitty, quien confiesa cómo de cachorrita le quitaron las uñas, algo que para un gato es peor que perder el honor? ¿O será acaso su madre adoptiva?
Como ocurrió con Shrek, Pussy Boots siempre ha tenido que luchar para quitarse la reputación, primero, de ser un ridículo y, segundo, de que nadie lo toma en serio. Cuando entra a una cantina y pide un vaso de leche, las carcajadas de los espectadores y de los parroquianos son iguales de estruendosas. Pero recordemos que éste es el gato con reflejos tan veloces que con un movimiento de espada rasura a un forajido y a otro lo deja en puros bóxers. Es un valiente y un leal, a pesar de las traiciones que ha sufrido. Y, sobre todo, Banderas le da un carisma que ya casi no vemos en un personaje de cine animado (este actor hace la voz del gato en inglés y español: otro tanto hace Hayek con Kitty). Ahí es, sin duda, donde radica su éxito.
Hay muchos momentos, sin embargo, donde Puss in Boots abusa del refriteo. Hay clarísimas referencias a
Up cuando Puss y Boots hablan mientras buscan dar figuras a las nubes, hay escenas salidas --ya muy trilladas-- directamente del
Matrix, los brincos de tejado en tejado nos remiten directamente a
Spider Man y lo que sucede en el castillo del gigante viene directamente de la batalla en las selvas de
Avatar.
Asimismo y para que no olvidemos que estamos viendo una cinta en 3-D, en momentos la imagen se parte en dos y hasta en tres partes con acciones simultáneas, algo que puede hacerse fastidioso.
Pero, en lo general, Puss in Boots le entretendrá. No es lo mejor que ha hecho
Dream Works ni tampoco algo que es mejor olvidar para la mañana siguiente. Como sea, y fiel a la tradición de estos estudios, uno de sus objetivos es hacer mofa de la cultura pop actual. La taquilla ha sido poco generosa con
Puss in Boots por lo que es poco probable que veamos una segunda parte. Pero ya sabemos que éste Gato es un superviviente por naturaleza. Le quedarían otras seis vidas para demostrarlo.
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