Antes de emitir un voto a  favor del tabasqueño el próximo julio, no está por demás repasar sus declaraciones, ver qué equipo le está rodeando y cual reputación les antecede. El saldo, como se verá en torno a ya sabes quién, no es nada halagüeño

MARZO, 2018. Querido potencial pejevotante:

He escuchado que ya tienes decidido tu voto para las elecciones federales del próximo julio en México, y que lo harás por el señor Manuel López Obrador, a quien afectuosamente llamas AMLO. Entiendo tus motivos. Los gobiernos de la transición no te convencieron y piensas que no sirvieron para nada. Quizá votaste por Fox en el 2000 y sientes que te defraudó. Seis años más tarde le otorgaste tu confianza por primera vez al candidato tabasqueño y aún estás seguro que él fue el ganador, que el conteo de votos donde se demostró que Calderón ganó por un pelito fue parte del fraude. Igualmente Calderón te defraudó: viste crecer la violencia como no se veía desde la revolución, te reventó que así como Fox gastó un dineral en toallas para los baños de Los Pinos, igualmente crees que el "espurio" Calderón te quedó a deber y que muchas de sus promesas quedaron incumplidas.

Tal vez votaste por Peña Nieto hace seis años (o confiaste de nuevo en López Obrador aunque aceptaste sin conceder que esta vez la posibilidad de fraude fue menor, un poquito menor). Es comprensible, querido potencial pejevotante, que estés furioso porque el regreso de los priístas al poder mostró que éstos no aprendieron nada como oposición y que siguen siendo los corruptos de siempre. Igual que tu, nosotros estoy indignado de que nos hayan aprobado una ruinosa miscelánea fiscal, que estén encubriendo a Humberto Moreira, que volteen para otro lado frente a los escandalosos casos de corrupción de sus gobernadores y de que gracias al priísmo estemos obligados a comprar una de las gasolinas más caras del mundo aunque el petróleo sea "nuestro".

Entiendo tu frustración, tu ira, y la comparto. Piensas que tras el fracaso de los panistas y los priístas en el poder, es momento de darle una oportunidad a López Obrador. Total, las cosas solo pueden mejorar y ya no pueden empeorar ¿cierto?

Déjame compartir contigo la experiencia de Mauricio, un buen amigo venezolano. Él, como tu, estaba harto de la corrupción y la pus que emanaban de los dos partidos políticos tradicionales de Venezuela y aplaudió la aparición del teniente coronel Hugo Chávez cuando se levantó en armas contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, el cual lo mandó encerrar y por consiguiente Chávez se convirtió en héroe popular. Cuando el gobierno lo indulta, Chávez se postula para presidente y gana abrumadoramente.

"Pensábamos que las cosas no podían empeorar en Venezuela, Chávez representaba un aire nuevo, liberado de los compromisos de los partidos políticos tradicionales. Al denunciar la corrupción gubernamental, lo veíamos como uno de los nuestros", dijo mi amigo Mauricio.

Quizá no te han contado, estimado potencial pejevotante, que Chávez prometió "un gobierno basado en el amor" en su primera campaña presidencial; asimismo Chávez garantizó que respetaría la propiedad privada, la libertad de expresión, que la reelección "no era para él", además de prometer abrir las puertas a todos los emprendedores para que fueran parte de su gobierno. "Yo sería incapaz de traicionar mi palabra", dijo Chávez en una entrevista con Jorge Ramos, de Univisión. Quizá ya lo sabes, pero quisiera recordarte lo que sucedió después: ya presidente, Chávez mandó cerrar decenas de periódicos que lo criticaban, amordazó a los canales de televisión y confiscó las inversiones de todos los emprendedores que habían confiado en su palabra.

Déjame decirte que no eres el primero en estar siendo seducido por la promesa de un "gobierno amoroso" que acabará con la corrupción, que meterá a la cárcel a quienes se han enriquecido con el dinero público y que nos convertirá a los mexicanos en personas felices. Esa utopía nos llevará a la pesadilla que sufren actualmente Mauricio y millones de venezolanos. Créeme, no eres el primero que escucha ese discurso semicelestial.

Si eres menor a los 40 años tal vez piensas que López Obrador tiene pensado recorrer un camino nuevo. Te recomiendo que revises la historia de México; de hecho aquí te paso este link y éste otro para que tengas una percepción más clara de hacia dónde nos llevaron esos dos presidentes con ideas muy similares a las del virtual candidato de Morena. Compara sus discursos y sus acciones con los de López Obrador y te llevarás una sorpresa.

Si pasas de los 50 años, entonces viviste la famosa docena trágica. Aunque fueras menor de edad, recuerdas cómo grupos de personas manipuladas por liderzuelos se apropiaron de enormes terrenos que nos les pertenecían; eran los famosos "paracaidistas" que despojaron a miles de mexicanos de su patrimonio en nombre de la "justicia social". También debes recordar cómo los precios subían cada semana, cómo en tu familia se batallaba para completar la canasta básica. Lo sé, vas a decir que hoy es la misma situación, pero permíteme contradecirte: la inflación durante el 2017, según el Índice de Precios al Consumidor, fue del 26,8 por ciento, Es preocupante, pero no tanto como el 205 por ciento con que cerró 1976, último año del exbpresidente Luis Echeverría.

Si aún recuerdas esos años de pesadilla y todavía así piensas votar por López Obrador, me resulta imposible aplaudir tu ingenuidad.

¿Has escuchado alguna vez que el tabasqueño critique o ataque a Luis Echeverría o a José López Portillo? Yo tampoco. Y es extraño que no lo haga: López Obador ha censurado con fiereza a Carlos Salinas y a Ernesto Zedillo pese a que éstos también salieron del priísmo. Si todos los priístas son iguales de corruptos, ¿por qué entonces ser tan selectivo y tan discreto? Piensa en eso.

¿Y sabes por qué no las ataca? Por dos razones, una porque comparte su línea ideológica con ellos. Y otra, porque en esos años López Obrador era un diligente funcionario priísta en Tabasco.

Varias veces López Obrador nos ha dicho que las calamidades de México, a las que él llama "neoliberalismo", comenzaron en 1982, precisamente el último año de José López Portillo. Si tienes más de 40 años de edad, recordarás claramente que ese año no terminó económicamente bien.

Si piensas votar por López Obrador como venganza contra el PRI, déjame decirte que no eres muy congruente.

Te invito a que repases algunos de los personajes qu rodean actualmente a López Obrador, Te menciono a algunos, empezando por el empresario hidrocálido Alfonso Romo ¿un empresario con AMLO? Sí, pero este empresario, al igual que su padre, tuvo ligas con el priísmo durante muchos años. ¿Te suena Manuel Bartlett? Fue secretario de Gobernación con el priísta Miguel de la Madrid. Entre otras cosas, Bartlett ordenó cerrar una docena de periódicos y revistas críticos el gobierno, ordenó la represión en Monclova y Piedras Negras contra simpatizantes panistas; impuso, so amenaza de usar al ejército, a un gobernador en Chihuahua pese al claro fraude electoral y también mandó reprimir varias manifestaciones de maestros disidentes el SNTE. Agreguémosle a ello que como legislador, Manuel Bartlett no ha aportado una sola iniciativa ni ha hecho nada memorable como legislador. Y otra más: ese prominente morenista fue gobernador de Puebla, casualmente bajo las siglas el PRI.

Ya que mencionamos al SNTE, si lees los periódicos te habrás enterado que el yerno de Elba Esther Gordillo es hoy un orgulloso morenista muy cercano al tabasqueño. Si tus hijos o tu mismo pasaron por una primaria o secundaria públicas ¿estás satisfecho con el nivel de educación que ahí se imparte, crees que los alumnos mexicanos se encuentran en condiciones de competir con sus similares de Corea del Sur, de Taiwán, de Noruega, incluso de Chile?

Si tu respuesta es negativa: ¿por qué, para qué darle otra oportunidad a esas huestes que han destruido la educación pública en México?

López Obrador ha dicho que en caso de ganar la presidencia traerá de regreso al líder sindical Napoleón Gómez Urrutia, actualmente exiliado en Canadá. Este señor es hijo de otro líder charro y debemos decir que salió peor que el padre, pues Gómez Urrutia presuntamente se llevó consigo 50 millones de dólares producto de las cuotas de los agremiados al sindicato minero. ¿Realmente quieres, estimado potencial pejevotante, que gente como ésa regrese a México?

Posiblemente nos dirás que también ex simpatizantes panistas como Alfonso Durazo hoy andan de manita sudada con López Obrador y ahí ni quien diga nada. Te la pongo de este modo: ¿de todos modos estarías dispuesto a votar por alguien que ya estuvo en las filas del mismo partido que te defraudó con Fox y con Calderón?

Fíjate quiénes son los funcionarios, políticos y personalidades que están brincando al barco lopezobradorista. ¿reconoces a alguno cuya reputación no haya sido cuestionada? Seguramente que no. Hay un dicho que reza dime con quien andas y te diré quién eres. Es un dicho trilladísimo pero no por ello deja de ser cierto.

Dice López Obrador que él no tiene nada que ver con el dictadorzuelo mostachudo Nicolás Maduro. En tal caso ¿qué andaba haciendo en Caracas, muy sonriente junto al verdugo venezolano, el señor Gerardo Fernández Noroña, uno de sus asesores más cercanos y quien para colmo alabó sin ambages la "revolución bolivariana" que ha llevado a ese país una miseria y violencia inusitadas?

Te invito finalmente, potencial pejevotante, a que reflexiones tu apuesta electoral del próximo julio. Créeme. México sí podría estar peor. Y si quieres comprobarlo, dale la confianza al tabasqueño. Pero después no nos culpes de que no te lo advertimos.

 

Respetuosamente

Roberto Rojas P.

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