LITERATURA: El emproblemado y genial Stephen King

Aunque es un autor de enorme éxito tanto literario como en guiones de cine. Stephen King, llamado además el amo del terror, no la ha tenido fácil: adicción a las drogas, alcoholismo y un accidente que por poco termina con su vida. Con todo, su imaginación para escribir excelentes historias no ha bajado un ritmo que ya lleva cuatro décadas

JUNIO, 2014. Más que cualquier otro novelista norteamericano actual, Stephen King vende cerros de libros y obtiene igual monto por cada guión suyo que es llevado al cine. Otros han hecho fortunas a partir de un personaje --casos más recientes, Harry Potter y Twilight-- pero King lo ha conseguido con sus historias, que requieren un mayor derroche de imaginación. La suya es una generación que ha logrado compaginar las ventas literarias con el éxito cinematográfico, la cual incluye a John Grisham, a Tom Clancy y a Michael Crichton. Los dos últimos ya fallecieron mientras el primero queda muy lejos de King en lo referente, además de su popularidad, en el gusto del lector: sus novelas son de fácil acceso pero tampoco caen en lo chabacano ni en la trama convencional.

"Stephen King no aspira al Nóbel y sabe perfectamente que jamás le será otorgado", escribió alguna vez el ya fallecido Francisco Amparán, "pero sí aspira a pasársela bien escribiendo y a hacer mucho dinero mientras tanto. ¿Quién quisiera renegar a ese destino?".

King nació el 21 de septiembre de 1947 en el estado norteamericano de Maine y dos años después su padre abandonó la casa. El autor no suele hablar de aquellos momentos pero si recordó los constantes cambios de domicilio en aquellos años, todos dentro de Maine: "Ello me sirvió para darme cuenta, desde muy chico, que cada día constituiría un enramado de historias y que sería interesante escribir sobre ellas". También despertó su imaginación el haber escuchado el relato radiofónico de La tercera expedición de Ray Bradbury así como el filme La Mujer y el Monstruo y el fortuito descubrimiento de una caja, perteneciente a su padre, llena hasta el tope de novelas de terror y de ciencia ficción. "Sin duda rápido encontré mi vocación", refirió King.

A fines de los sesenta conoció a la también escritora Tabitha Spruce, con quien se casó en 1971. Fueron años difíciles para salir adelante pues ningún editor quería publicar sus novelas. Sus frustraciones de aquellos años las evadía consumiendo alcohol, algo que empeoró el ambiente familiar hasta que dos años más tarde el escritor, que había estudiado Filología, consiguió un empleo como maestro de Inglés. En sus ratos libres comenzó a redactar su cuarta novela --las otras tres fueron publicadas posteriormente-- que trataba sobre una chica poseedora de poderes sobrenaturales que sufría un brutal bullying en la escuela y a su vez era víctima de su madre, una fanática religiosa. Pero al terminar el borrador y repasarlo, recordó, "sentí una frustración tremenda, convencido de que esa historia era absurda. '¿Quién va a querer leer esto'?, me pregunté, exasperado, y la arrojé al cesto de la basura".

La leyenda apunta que la esposa de King rescató el guión del fuego de la chimenea, pero para King las cosas no fueron tan dramáticas: "Ella sacó el texto del cesto de la basura, lo leyó y me convenció que tenía potencial". Lo llevaron a un editor y, efectivamente, en 1974 Carrie se convirtió en un éxito en ventas. Cuando vendió los derechos cinematográficos para una cinta dirigida por Brian de Palma y estelarizada por Sissy Spacek y John Travolta, King súbitamente se convirtió en millonario, y desde el inicio de su carrera, como uno de los mejores autores de novelas de terror.

Le siguieron El Misterio de Salem's Lot y El Resplandor, que pronto interesó a Stanley Kubrick, quien desde hace rato deseaba dirigir una película de terror. El éxito de la cinta, con Jack Nicholson en el papel principal, fue enorme. En los ochenta fue mucho más prolífico con guiones algunos no muy buenos (Christine, el auto maldito) y Maximum Overdrive, que lo revelaban como un gran seguidor del heavy metal. También publicó varios títulos con el seudónimo de Richard Bachman y además estuvo detrás de las cámaras con La rebelión de las máquinas. Todo parecía ir bien, pues las editoriales y los estudios de cine estaban igualmente satisfechos con su trabajo. Pero en casa --ya divorciado de Spruce-- consumía enormes cantidades de alcohol que luego quiso remplazar con las drogas, en especial la cocaína, de la que se hizo adicto. King aceptó que la novela Misery "era un reflejo de lo que estaba ocurriendo en ese momento con mi vida".

En los años subsecuentes bajó su ritmo de trabajo y se alejó un tanto del género de terror. En 1996 tuvo otro éxito de librería con The Green Mile, la historia de un reo de color en los años de la Gran Depresión condenado a muerte y quien logra erradicar el cáncer a la esposa del alcaide y a revivir a un ratón. guión fue aún más exitoso cuando fue llevado al cine en una película protagonizada por Tom Hanks (por acá le pusieron el cursi título de Milagros Inesperados).

Durante varios años King se levantaba temprano, leía, se daba un baño, desayunaba y escribía sin parar hasta mediodía, hora en que tomaba una larga caminata para despejarse, comer y volver a escribir. En uno de esos días de 1999 fue atropellado cerca de su casa y quedó gravemente herido. Se le sometió a rehabilitación y uso muletas por varios meses, luego de superar sus temores de que ya nunca más podría volver a caminar. En el 2003 se hizo acreedor al National Book Award y la comunidad literaria se escandalizó, acusándolo de ser un escritor light con pocos méritos. Ya complemente rehabilitado de sus problemas de adicción, King agradeció el premio y volvió a casa esa misma noche. A la mañana siguiente había regresado a su rutina habitual.

Su más reciente novela refiere un presente alterno donde el presidente John F. Kennedy no fue asesinado en Dallas a la que integra con la vida de un personaje ficticio. ¿Se habrá inspirado en su propia vida, de el dónde estaría de haber permitido que ese guión de Carrie se lo hubiera llevado el camión de la basura? Pero como ello no ocurrió, el mundo tuvo oportunidad de conocer a un novelista indudablemente superdotado.

Foto: cortesía theguardian.com

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