El antecedente inmediato de Hullera Vasco Leonesa
es la Sociedad Colectiva José Amézola y Compañía,
constituida en Bilbao el 12 de agosto de 1889 con el fin de explotar las
concesiones Basura, Abandonada, Competidora, Olvido, Candelaria, Sorpresa
y Zarpa, situadas en La Pola de Gordón. En 1893 buscan la participación
en la empresa de nuevos socios vascos, para ampliar y mejorar las explotaciones.
Nace así, con una escritura firmada en Bilbao el 19 de octubre de
1893, la Sociedad Hullera Vasco Leonesa, con un capital de 1.375.000 pesetas,
representada por 2.750 acciones de 500 pesetas cada una.
Según consta en el libro de José
Andrés González Pedraza:
"Las distintas empresas que explotan
durante el siglo XX la zona minera de Matallana de Torío confluyen
en la Sociedad Regular Colectiva Valle y Díez, que nace el 28 de
febrero de 1934. Los únicos socios son Emilio del Valle Egocheaga
y Francisco Díez Rodríguez, con una aportación conjunta
de bienes valorada en 500.000 pesetas. Emilio del Valle ya había
mantenido una empresa que llevaba su nombre y aporta todos los bienes y
derechos que adquiere de la anterior Sociedad Minera Anglo-Hispana (1909-1931)
a través de Enrique Benito Chávarri. Por su parte, Francisco
Díez llevaba años con el arrendamiento de la mina "Carmonda".
La Sociedad nace con el fin de poner de nuevo en marcha explotaciones paralizadas
en 1931 y 1933, a causa del excesivo coste del carbón extraído
y de los contínuos agobios financieros.
Locomotora San Justo el 1 de abril
de 1970.
Las minas se situan en las proximidades
de Matallana de Torío, con una extensión de 2.500 Has. y
un total de 46 concesiones, entre ellas: "Milagro de Guadalupe", "Mercedes",
"Nuestra Señora del Rosario", "Pilar", "Nati 2ª", "Universo",
"Collín", "Chimbo", "2ª Adela" y "2ª Concha". La división
principal comprende tres grupos: Socavón, Picalín y Bardaya.
El más importante es Socavón, donde se explota la capa "Argüeso",
con una potencia media de 80 centímetros. Los carbones de los diversos
grupos son transportados por un ferrocarril minero a los distintos lavaderos,
y de éstos, a la estación de Matallana para el Ferrocarril
de La Robla a Valmaseda. La cuenca cuenta, entonces, con numerosas instalaciones
-transportes interiores y exteriores, llavaderos, talleres-, consecuencia
de la inversión de sumas considerables de dinero por las diferentes
empresas, a pesar de las limitaciones geológicas del yacimiento
y de que las empresas han arrendado a particulares las Explotaciones.
En febrero de 1935 Emilio del Valle Egocheaga
se asocia también con Alfonso Peña Murguía para crear
la sociedad mercantil "Valle y Peña S.L.", sucesora de "Alfonso
Peña Vea Murguía", representante de carbones. Durante la
Guerra Civil, son destruidas la mayoría de las instalaciones y se
paralizan los grupos Bardaya y Socavón, situados a 200 metros del
frente.Durante estos años, el 98% de la producción, totalmente
militarizada, se destina a la Compañía de Caminos de Hierro
y a la Compañía Madrid-Zaragoza-Alicante (M.Z.A.). De las
estrechas relaciones con la empresa vecina, Hullera Vasco Leonesa -La construcción
del lavadero de Santa Lucía en 1935, el arrendamiento de las
minas, la transferencia de cupos-, surge la adquisición de la mayoría
de las acciones en 1943: el 21 de diciembre de 1943 los dos socios disuelven,
de mutuo acuerdo, la Sociedad Regular Colectiva Valle y Díez, para
la integración de todas sus propiedades en Hullera Vasco-Leonesa.
La S.R.C. Valle y Díez se había
dedicado, además, a la contratación de obras públicas,
como el Pantano de Villameca (León), adjudicado por la Dirección
General de Obras Hidráulicas el 28 de febrero de 1935, y la Carretera
Espinilla-Piedras Luengas, en el límite entre Cantabria y Palencia.
Ambas obras pasan por numerosas dificultades. Primero son interrumpidas
por la Guerra Civil y luego existen numerosos retrasos en el pago de las
certificaciones."
Desde 1943 la Hullera Vasco Leonesa explota las minas
de la empresa SRC Valle y Díez, que en su gran mayoría son
las de la Anglo-Hispana, minas que ya venía trabajando, en arriendo,
desde 1939 Emilio del Valle. En años sucesivos la empresa fue adquiriendo
nuevas minas
Hasta 1955 funcionó la fábrica de
aglomerados de Matallana, que producía briquetas.
El tráfico de vagones entre las minas y
la fábrica de Matallana se realizaba gracias a locomotoras como
la San Justo nº 4, construida por Hudswell, Clarke & Co, ó
su gemela la Santa Ana, de dos ejes. En la actualidad esta locomotora está
en Inglaterra en un ferrocarril turístico.
Se explica que estos trenes cargados de carbón,
como que tenían tan sólo el freno de la locomotora, habían
de recurrir a un sistema de frenado curioso; en los vagones iban unos cuantos
pinches, que a la señal del maquinista, introducían un palo
por el agujero de la rueda del vagón, frenándola en seco.
Al arrastrarse la rueda sobre el rail se le hacía un plano, por
lo que el rodar de los vagones producía un ruido característico.
A esta operación le llamaban meter la galga.
A las locomotoras de vía metrica que bajaban
los vagones desde la fábrica hasta la estación del Hullero
se las conocía como las "hispaninas" y al trayecto que recorrían,
la vía de "La Hispana". Esta vía también se había
construido en 1892 con ancho de 55 centímetros, pero pronto se transformó
a un metro. En agosto de 1971 se desmonta la vía de Bardaya a la
Fábrica ( de 4.400 metros ) y de la Fábrica a la estación
de Matallana ( 2.500 metros ).
El 26 de octubre de 1961 la Hullera Vasco Leonesa
adquiere la mina El oro con sus 117 trabajadores, lo mismo ocurre con la
mina María el 1 de agosto de 1962 y Bisvita el 31 de julio de 1964.
En la siguiente fotografía, de los años
ochenta, se puede ver el lavadero ya en desuso, construido por Talleres
Obregón en 1959, y que empezó a funcionar en noviembre de
1960. El 12 de mayo de 1979 deja de trabajar, al entrar en funcionamiento
el nuevo lavadero de La Robla.
Lavadero del Grupo Fábrica.
La complicación del yacimiento
y la irregularidad de las capas obligó a un continuo abandono de
labores desde la década del 60. Así se cierra Bisbita en
el 1964, Coladilla en el 1964, Collín en el 1965, Picalín
en el 1967, Bardaya en el 1970, Tabliza en el 1984 y San José en
el 1985.
La experiencia acumulada durante más de
cien años se utilizó para la realización del Proyecto
Nueva Mina que permitirá la explotación a mayor profundidad
de los sinclinales de Llombera y Matallana.
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