Hiro-Hito (1901-1989), emperador de Japón (1926-1989), último
que mantuvo (durante la primera parte de su reinado) la idea sintoísta
de la divinidad imperial. Hiro-Hito nació en Tokio el 29 de abril
de 1901, y fue educado por importantes figuras militares.
En 1921 visitó Europa, primer príncipe japonés en dejar su
tierra nativa. A su regreso fue regente (1921-1926) debido a la
enfermedad de su padre, el emperador Yoshi-Hito. Subió al trono
el 25 de diciembre de 1926, y dio por inaugurada la era Showa
('brillante armonía'). Hiro-Hito contrajo matrimonio en 1924 y en
1933 nació su hijo y sucesor Aki-Hito.
Durante los primeros 19 años de su reinado, Hiro-Hito no tomó
parte activa en política, abandonando el gobierno japonés en
manos de militares ultranacionalistas, lo que dio como resultado
el expansionismo, la guerra con China (1937-1945) y la alianza
militar con las potencias del Eje (1940), que involucró a Japón
en
la II Guerra
Mundial.
La primera intervención decisiva de Hiro-Hito en asuntos políticos
fue en agosto de 1945, cuando personalmente solicitó la aceptación
de
la Declaración
de Potsdam que pedía la rendición incondicional de Japón,
abriendo así el callejón sin salida al que había llegado el
gobierno sobre los términos de paz y facilitando el camino para
una conclusión de las hostilidades.
El 14 de agosto de 1945 retransmitió la rendición incondicional
de Japón a los aliados, siendo la primera vez que habló a su
pueblo. Hiro-Hito cooperó con las fuerzas de ocupación
estadounidenses para convertir a Japón en un Estado democrático,
y el 1 de enero de 1946 negó públicamente su divinidad. Aprobó
la Constitución
de 1947 que creaba una monarquía constitucional y limitó su
papel a aspectos ceremoniales, esforzándose en restablecer el
prestigio de la familia imperial, comprometida por su asociación
con el militarismo.
Aunque fue implicado como cómplice de los planes de guerra
japoneses, los aliados acordaron no someter a Hiro-Hito a los
juicios por crímenes de guerra de 1946-1948, concentrándose, en
cambio, en el general Tojo Hideki, primer ministro durante la
contienda.
Hiro-Hito se esforzó en aumentar su contacto con el pueblo japonés,
y en la década de 1970, el Emperador y su esposa realizaron
viajes de buena voluntad a Europa Occidental y Estados Unidos.
Hombre austero, Hiro-Hito estuvo interesado por la biología
marina y ha sido ampliamente reconocido por sus estudios en este
campo. Murió el 7 de enero de 1989, después de una larga
enfermedad.
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