Rudolf
Hess (1894-1987), político alemán, uno de los principales
lugartenientes de Adolf Hitler en las décadas de 1920 y 1930.
Hess, hijo de un comerciante alemán, nació en Alejandría
(Egipto). Después de servir en el Ejército alemán durante
la I Guerra
Mundial, se afilió al nuevo Partido Nacionalsocialista (Nazi) en
1921. Hess participó en el putsch de Munich (intento nazi de
derrocamiento del gobierno bávaro) de 1923 y fue encarcelado con
Adolf Hitler en Landsberg, convirtiéndose en secretario personal
del líder nazi.
En
1933 Hitler lo nombró segundo en la línea de sucesión , después
de Goering y constitucionalmente figuraba como lugarteniente del Führer
en el partido nazi.Hess era hombre excéntrico pero muy querido en
la vieja guardia del partido. Era uno de los pocos hombres que
tuteaba a Hitler y tenía un cerebro muy agudo que le permitía
estar en todos los detalles de la política. A partir de 1933, su
figura se fue diluyendo pero siempre se mantuvo en contacto con
las más altas esferas del poder.
Dado
que había nacido en Egipto, Hess era fervientemente pro-británico
e hizo lo imposible para unir el destino de Alemania al de
Inglaterra. En 1941, en un acto de arrojo e ingenuidad tomó un
avión y se lanzó en paracaidas en la localidad escocesa de
Glasgow para entrevistarse con el duque de Hamilton con la
esperanza de llegar a un acuerdo de paz con los ingleses. Hitler
al enterarse del vuelo de Hess, entró en cólera y lo declaró públicamente
loco. El vuelo de Hess a Escocia es uno de los hechos más
misteriosos de la segunda guerra mundial y las circunstancias
posteriores al vuelo son también un enigma. En manos de Churchill
el desdichado Hess debió ser sometido a los más variados
interrogatorios apelando al uso de drogas y otros métodos de
tortura.
Su
encumbrada figura en
la Alemania
nazi lo hacía sabedor de los más íntimos secretos de Hitler y
su entorno, circunstancia que un viejo zorro como Churchill
seguramente no desaprovechó. De ahí la furia de Hitler, que vivió
la "traición" de Hess como un doble martirio.
Por un lado perdía a uno de sus más leales colaboradores y además
temía que Hess revelara, entre otras cosas, los planes de invasión
a Rusia de los cuales estaba al tanto de todo. Recordemos que el
vuelo de Hess se produjo en mayo de 1941, exactamente un mes antes
de la invasión a Rusia. Cualquiera haya sido la intención de
Hess, su decisión fue un duro golpe para Alemania y tuvo altísimo
costo para su vida personal. Hess nunca más pudo ver a su familia
ni volver a caminar por las calles de su querida Alemania.
En
los juicios por crímenes de guerra celebrados en Nuremberg en
1945 - 1946, fue acusado como criminal de guerra. La pena de
muerte a la que se le condenó fue conmutada por cadena perpetua,
que cumplió en la prisión de Spandau, en Berlín Occidental, de
la que fue su único ocupante desde 1966 hasta su muerte en 1987.
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