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Los
Primeros Garabatos Dicen Mucho
Los
garabatos y dibujos de un niño son una de las actividades más importantes para
su desarrollo intelectual. En estos dibujos el niño expresa su estado psicológico
y bienestar emocional, es además un medio de socialización con los demás y
sirve también por cuanto permite el desarrollo de la motricidad fina, es decir,
aquélla que se relaciona con el movimiento de los dedos, lo cual facilita los
procesos posteriores de escritura. A través del dibujo los pequeños dicen lo
que sienten, ya que éste les permite hacer relación entre su mundo interno y
el mundo exterior.
"El dibujo infantil es el mejor test de que disponen los padres para
conocer un poco por dentro cómo son (en realidad) sus hijos y cómo marcha su
maduración neuropsicológica", afirma el Dr. Paulino Castells en su libro "Guía práctica de la salud y
psicología del niño".
Isabel Camargo madre panameña dice: "Nunca olvidaré los dibujos que
pintaba Piedad, mi hija de ocho años, cuando me divorcié de su padre; eran
horribles, contenían mucho odio hacia la mujer a la que frecuentaba mi marido.
Yo nunca me imaginé que una criatura tan pequeña pudiera sentir cosas
semejantes, como deseos de muerte y demás".
Las primeras figuras no siempre son expresadas en un papel; pueden serlo en la
arena, en el barro o en cualquier lugar donde él pueda ver que ha dejado una
marca. Es algo propio y hecho por él, algo que lo llena de orgullo. Este es el
primer paso en el camino para describir sus inquietudes, deseos, sentimientos y
emociones.
Generalmente papá y mamá son los primeros personajes que ellos plasman y en
dependencia de cómo ellos sientan su afecto, lo pueden pintar muy grande, o
simplemente hacer una raya; un punto también puede representar un avión o
cualquier otra cosa.
Los padres deben respetar y mostrar interés por sus primeros dibujos,
preguntarles qué es lo que hacen o lo que pintan, así él se da cuenta de que
está representando algo real.
A partir de los dos años el niño empieza a tener más fuerza en la mano, a
tener control sobre sus movimientos e intenta no salirse del espacio limitado
que le da el papel. Cuando se le limita el espacio, la mano del niño cruza el
hemisferio, es decir, desplaza su mano por toda la hoja y no pinta solamente en
una esquina.
Como segundo paso, el niño empieza a dibujar una figura humana, pinta un círculo
donde le pone los brazos y las piernas, trata de pintar historias, fantasías y
vivencias, tiende a acompañar sus pinturas con palabras
Consejos
Para estimular el desarrollo visomanual, podemos hacerle cruzar el hemisferio
del espacio que se ha delimitado para pintar, así desplaza la mano por toda la
hoja.
Si queremos que el niño tenga fuerza en el trazado, debe pintar con crayolas de
forma vertical y de lado a lado.
Ejercicios
para Lograr un Buen Agarre del Lápiz
Rasgar papeles en tiras, meter frijoles en un frasco, arrugar papel (empezando
por uno fácil y suave como seda, terminar con papel duro como revistas), subir
cremalleras, enrollar una madeja, pintar con los dedos.
Interpretación
de los Dibujos
El niño puede transmitir vivencias y sentimientos que muchas veces su lenguaje
no le permite manifestar.
Karen Machover, Psicóloga reconocida a nivel mundial dice: "A través del
dibujo de la figura humana, la personalidad proyecta toda una gama de rasgos
significativos".
Las interpretaciones de los dibujos se deben hacer con un criterio profesional.
Interpretaciones
Generales
Fuerza del trazo: se ve mayor o menor agresividad.
El tamaño de las orejas en un dibujo de la figura humana refleja la
sensibilidad del niño. La posición en la hoja deja ver el lugar en el tiempo en el que se mueve el
mundo del niño: izquierda es pasado, derecha es futuro, arriba fantasía, abajo
realidad.
El suelo que pinta el niño a sus dibujos indica seguridad, al igual que si le
pinta zapatos, las manos grandes y abiertas indican maltrato.
Los brazos abiertos indican necesidad de afecto de la familia. Cuando en las
pinturas se omite a papá o a mamá, o los pinta fuera de la familia es bueno
preguntarle el porqué y saber las razones.
El niño generalmente se pinta en el medio de papá y mamá, así nos damos
cuenta de que él se siente dentro de la familia. Si el niño se dibuja fuera o lejos del grupo familiar, significa que se puede
sentir rechazado.
Estos son sólo algunos indicios de cómo interpretar los dibujos de los niños
y el papel que desempeñan dentro de la vida de nuestros hijos. Deseamos señalar
una vez más, que es importante el profesionalismo que le demos a la
interpretación de los dibujos de los niños.
A
continuación expongo las características de cada Etapa del
Grafismo:
Etapa
del Garabateo
de
2 a 4 años
Los
primeros años de vida, son probablemente los más cruciales en
el desarrollo de un bebé. Durante este período el niño
comienza a establecer pautas de aprendizaje, actitudes y cierto
sentido de sí mismo como ser, todo lo cual da color a su vida.
El arte puede contribuir a este desarrollo, pues el aprendizaje
tiene lugar en la interacción del niño y el ambiente. Aunque
por lo general, algunos consideran que el arte comienza para el
niño cuando hace la primera raya en un papel, la realidad es
que empieza mucho antes, cuando los sentidos tienen su primer
contacto con el medio y el niño reacciona ante esas
experiencias sensoriales.
Aunque
el niño se exprese vocalmente muy temprano, su primer registro
permanente por lo general toma la forma de un garabato alrededor
de los dieciocho meses de edad. El primer trazo es un paso muy
importante en su desarrollo, pues es el comienzo de la expresión
que no solamente lo va a conducir al dibujo y a la pintura, sino
también a la palabra escrita.
Clasificación de los Garabatos
En
términos generales, los garabatos se clasifican en tres categorías
principales, que son: garabatos desordenados, controlados y con
nombre:
Garabateo
Desordenado
Los
primeros trazos generalmente no tienen sentido, y el niño
parece no darse cuenta de que podría hacer de ellos lo que
quisiera. Los trazos varían en longitud y dirección, a menudo
el niño mira hacia otro lado mientras hace estos trazos y
continúa garabateando.
Los
niños utilizan distintos métodos para sostener el lápiz o la
barrita de cera, puede sostenerse con la punta hacia el papel,
de lado, sujetarse con el puño o entre los dedos cerrados.
Muchas veces el garabateo lo hará en el polvo acumulado sobre
un objeto, sobre las paredes o sobre los muebles, si no se le
proporcionan los medios y el lugar adecuado.
Algunos
padres tratan de encontrar en estos garabatos algo que pueda
reconocerse, o algún familiar tratará de dibujar alguna cosa
para que le niño la copie, pero, mientras un niño está en la
etapa del garabateo desordenado, trazar un dibujo de algo real
es inconcebible. Ahora bien, es importante interesarse por lo
que el niño está haciendo, pues él debe sentir que este
camino de comunicación es bien mirado o aceptado por los
adultos.
Garabateo
Controlado
En
algún momento, el niño descubrirá que hay una vinculación
entre sus movimientos y los trazos que ejecuta en el papel. Esto
suele suceder unos seis meses después que ha comenzado a
garabatear, es un paso muy importante, pues el niño ha
descubierto el control visual sobre los trazos que ejecuta, y
representa una experiencia vital para él.
Ahora
los trazos del niño serán casi el doble de largos, y algunas
veces tratará de usar diferentes colores en su dibujo. En esta
etapa le gusta llenar toda la página y todavía ensaya varios métodos
para sostener la barra o crayòn, alrededor de los tres años se
aproxima a la forma correcta. Los garabatos son ahora mucho más
elaborados y en algunas ocasiones descubre ciertas relaciones
entre lo que ha dibujado y el ambiente, parecidos que sólo
existen para él.
El
papel de los padres y maestros es ahora más importante, ya que,
a menudo el niño acudirá a ellos con sus garabatos, deseoso
por hacerlo partícipe de su entusiasmo, en este caso lo
importante es la participación y no el dibujo en sí.
Garabateo
con Nombre
Esta
nueva etapa es de mucha importancia en el desarrollo del niño.
En este momento el niño comienza a dar nombre a sus garabatos,
puede ser que diga “ésta es mamá”, o “éste soy yo”,
aunque en el dibujo no se pueda reconocer ni a la madre ni a él.
Esta actitud de dar nombre a los garabatos es muy significativa,
pues es indicio de que el pensamiento del niño ha cambiado.
Esta etapa tiene lugar alrededor de los tres años y medio.
La
cantidad de tiempo que un niño le dedica ahora al dibujo
aumentará y los garabatos serán mucho más diferenciados. Los
trazos pueden estar bien distribuidos por toda la página y a
veces estarán acompañados por una descripción verbal de lo
que está haciendo.
Puede
ser realmente dañino que los padres o los maestros impulsen al
niño a que dé nombre o encuentre explicación a lo dibujado.
Por el contrario, padres y maestros deben tratar de incentivar
confianza y entusiasmo en este nuevo modo de pensar.
El Significado del Color
La
experiencia del garabateo es principalmente una actividad
motriz, al principio la satisfacción deriva de la experiencia
de los movimientos, después lo hace del control visual de esas
líneas y finalmente de la relación entre el dibujo y el mundo
exterior. El color, por consiguiente, desempeña un papel
secundario en el garabateo.
Algunas
veces la elección del color puede apartar la atención del niño
de los garabatos en sí, y concentrarla en la actividad de jugar
con los colores. Inicialmente, el lápiz negro sobre el papel
blanco resulta preferible a la hora de buscar el contraste
deseado.
Sólo
cuando el niño entra en la etapa de dar nombre a sus garabatos
desea realmente emplear diferentes colores para significados
diferentes. Se ha intentado relacionar el color empleado y el
comportamiento del niño, pero en esta etapa, el color como
parte del proceso del garabateo en la pintura, es principalmente
exploratorio, y el uso de ciertos colores puede estar vinculado
más íntimamente con la distribución física y disponibilidad
de los colores que con problemas emocionales del niño.
Los
cambios de color pueden a veces ser significativos para la
asignación de nombres a los dibujos, pues los colores pueden
tener algún significado para el niño.
Es
de primordial importancia que en las etapas del garabateo, el niño
tenga la oportunidad de crear líneas y formas, de desarrollar
el dominio de la coordinación y de comenzar sus primeras
relaciones pictóricas con el ambiente.
Etapa
Preesquemática
de
4 a 7 años
Ha
comenzado un método diferente de dibujo, es la creación
consciente de la forma. Ahora el niño crea ciertas formas que
tienen alguna relación con el mundo que lo rodea. Cuando
garabateaba, el niño estaba principalmente entregado a una
actividad kinestésica, pero ahora, en cambio, está tratando de
establecer una relación con lo que intenta representar, esto
origina en él una gran satisfacción.
Características de los Dibujos Preesquemáticos
Se
puede considerar los dibujos de los niños de esta edad (de 4 a
7 años), como el resultado de la evolución de un conjunto
indefinido de líneas hacia una configuración representativa
definida. Los movimientos circulares y longitudinales
evolucionan hacia formas reconocibles, y estos intentos de
representación provienen directamente de las etapas de
garabateo. Generalmente, el primer símbolo logrado es un
hombre.
La
figura humana se dibuja típicamente con un círculo por cabeza
y dos líneas verticales que representan las piernas. Estas
representaciones “cabeza-pies” son comunes en los niños de
4 a 5 años. No debe llamar la atención que la primera
representación sea una persona, ya que la importancia de las
personas en los dibujos de los niños es bien evidente a lo
largo de toda la infancia. Sin embargo, no está claro por qué
la representación del “renacuajo” debe ser la primera
manera que el niño utiliza para representar al ser humano, pero
es general la convicción de que el niño de esta edad no está
tratando de copiar un objeto visual que tiene ante sí.
Piaget
(1960), uno de los grandes estudiosos del desarrollo infantil,
descubrió que los niños de seis años creían que el proceso
de pensar tenía lugar en la boca. Es evidente que los ojos, los
oídos y la nariz hacen de la cabeza el centro de la actividad
sensorial. La adicción de piernas y brazos hace de este centro
algo móvil y puede indicar un ser realmente funcional.
La
representación del “cabezón” o “renacuajo” se torna más
elaborada con la adicción de brazos que salen a ambos lados de
las piernas, con el agregado de un redondel entre ambas piernas
que representa el vientre, y en algunas ocasiones, con la
inclusión del cuerpo.
Significado del Color
Durante
la etapa de los primeros ensayos de representación, se
despierta más interés y entusiasmo a través de la relación
entre el color elegido para pintar un objeto y el objeto
representado, así pues, un hombre puede ser rojo, azul, verde o
amarillo, según como hayan impresionado los colores al niño.
Las
razones para que un niño preescolar seleccione un color
particular para un determinado objeto, son diversas, cabe señalar:
el estado emocional del niño en ese momento, la disponibilidad
de la gama de colores, otras son de naturaleza puramente mecánica,
es decir, puede ser que el color elegido sea más espeso y se
corra menos, o que el pincel del color elegido tenga el mango más
largo, o que el crayón elegido sea más grande o más pequeño,
etc.
El
uso del color a esta edad es una experiencia cautivante. Aunque
el niño no desee establecer una determinada relación exacta
del color, puede disfrutar y generalmente lo hace, usando el
color a su gusto. Es evidente que si se le critica a un niño el
uso del color o se le indica cuál es el color correcto para tal
o cual dibujo, se estará interfiriendo con su expresión. Hay
que otorgarle al niño amplia oportunidad para que descubra sus
propias relaciones con el color, pues sólo a través de una
continua experimentación establecerá una correspondencia entre
sus propias reacciones afectivas frente al color y la organización
armónica de éste en su dibujo.
Significado del Espacio
Los
dibujos de un niño en el primer nivel de la representación señalan
un concepto de espacio muy diferente del que tiene un adulto. A
primera vista, los objetos en el espacio tienden a estar en un
orden un tanto caprichoso. No obstante, una observación más
cuidadosa demuestra que el niño concibe el espacio como aquello
que lo rodea. Es decir, los objetos aparecerán arriba, abajo o
uno junto a otro, en la forma en que el niño los comprende, lo
concibe como relacionado primordialmente consigo mismo y su
propio cuerpo.
El
dibujo para un niño es mucho más que un ejercicio agradable,
es el medio gracias al cual desarrolla relaciones y concreta
pensamientos vagos que pueden ser importantes para él. El
dibujo se convierte en sí mismo en una experiencia de
aprendizaje.
Motivación
Artística
Toda
motivación artística debe estimular el pensamiento, los
sentimientos y la percepción del niño. Para que sea exitosa,
la motivación debe hacer de la experiencia artística mucho más
que una simple actividad, debe estimular en el niño la toma de
conciencia de su ambiente y hacerle sentir que la actividad artística
es extremadamente vital y más importante que cualquier otra
cosa. También el maestro debe sentir que ésa es una actividad
importante y él mismo debe ser una parte de la motivación e
identificarse con ella. Cada tema de la motivación debe, por lo
tanto, utilizar primero el dónde y el cuándo, luego el qué y
por último el cómo.
Etapa
Esquemática
de
7 a 9 años
Luego
de mucho experimentar, el niño llega a formarse un concepto
definido del hombre y su ambiente. Llamamos 'esquema' al
concepto al cual ha llegado un niño respecto a un objeto, y que
en los dibujos repite continuamente aunque con variaciones, es
decir, no es una repetición siempre igual, estereotipada. Para
unos niños los esquemas son ricos y para otros tienen más
pobreza, pero cada niño tiene su propio esquema.
Entre
los esquemas logrados en esta etapa está el esquema humano, el
esquema espacial y el esquema temporal. En estos esquemas no
introducirá variaciones mientras el niño no tenga alguna
experiencia particular que le haga cambiar el concepto.
Respecto
del esquema humano promedio de un niño de 7 años, este incluye
cuerpo, cabeza, brazos, piernas, manos, pies, cabello y hasta
cuello y dedos.
Respecto
del esquema espacial, el niño ahora ya no dibuja simplemente un
hombre, una vaca, etc., sino que los dibuja ubicado en un
contexto espacial: dibuja un hombre sobre el suelo, un sol
flotando lejos del suelo, etc., es decir, incluye la línea de
base (el suelo) como parte del paisaje, y ubica a los objetos en
sus distintas relaciones espaciales, siendo la línea de base el
principal recurso utilizado para organizar el espacio.
También
desarrollan los niños un esquema temporal, como cuando ubican
en lugares diferentes las diferentes escenas de una narración o
cuento.
Los
productos de esta etapa son hasta cierto punto más rígidos que
los de etapas anteriores, pero ello responde a la necesidad del
niño de organizar y ver relaciones en el medio que lo rodea.
En
resumen:
"Línea
de Base":
Todos los objetos están colocados en una misma línea o
cerca del borde del papel. Es su toma de conciencia del
medio y lo utiliza para simbolizar el apoyo de las cosas
y orden de los elementos en el espacio. |
Color:
Se inicia lentamente el proceso de identificación con
los objetos.
|
Esquema
Humano Propio:
Figura Geométrica.
|
Figura
Humana más reconocible (detalles).
|
No
tridimensión: yuxtaposición de las formas.
|
Presenta
lo que sabe de las cosas (conceptual), no "lo que
ve" (objetual).
|
Etapa
de la acción: dónde, cuándo, cómo, etc.
|
Edad
en que comienza la socialización.
|
Capta
realidades ajenas de su entorno.
|
Toma
conocimiento de su existencia y del mundo de le rodea.
|
Intención
representativa fiel de los objetos del entorno
inmediato.
|
Establece
esquemas y utiliza siempre el mismo color (el cielo es
de color azul, las hojas verdes...).
|
Los
Comienzos del Realismo
de
9 a 12 años
Hacia los 9 años la representación
esquemática y las líneas geométricas no bastarán para
permitir que el niño se exprese; intenta ahora enriquecer su
dibujo y adaptarlo a la "realidad".
Por esto tendrá que abandonar el uso de líneas geométricas,
convertidas en un medio de expresión inadecuado, para seguir un
medio de representación más realista, en la que los detalles
conserven su significación cuando estén separados del
conjunto.
Para
Lowenfeld el concepto de realismo no significa "reproducción
fotográfica de la naturaleza", sino la tentativa del
sujeto por representar un objeto como un concepto visual, pero
incluyendo sin embargo, cierta cantidad de experiencias y de
informaciones que no tienen que ver necesariamente con el ámbito
visual. El autor advierte que muchos confunden el término
"realismo", con el de "naturalismo". Pero
literalmente, éste último se refiere a naturaleza
y el primero a lo que es real. Tan real puede ser un árbol
o una montaña, como el egoísmo de un compañero o la alegría
por ganar un partido de fútbol. Lo natural está y permanece
aunque no lo miremos. Lo real arraiga en nosotros, por la
experiencia que tenemos de ello.
Es
una época en que sus pares –sus iguales- adquieren una gran
importancia. Descubren su independencia social. Los chicos
disfrutan con sus reuniones y códigos propios, en ese mundo
lleno de emociones que los mayores no comprenden.
Tratan de independizarse de los adultos, que generalmente
no están dispuestos a abandonar la supervisión sobre ellos,
por lo que propician actividades
secretas. Es un momento ideal para fomentar la cooperación
grupal y los hábitos de respeto y consideración.
Las chicas, también se reúnen entre ellas, tienen sus
secretos, se interesan por la estética personal y aunque
agredan a los chicos, suspiran por los de secundaria. La gran
importancia que adquiere el grupo, hace que esta etapa sea
conocida como "de la pandilla".
El
esquema, como apuntáramos antes, queda inadecuado pues es
demasiado generalizador. Ahora, cada vez
más consciente de su entorno, el jovencito necesita
representar las diferencias que los caracterizan. Ya no necesita
recursos expresivos que antes utilizaba como exageraciones y
omisiones, y debido a su creciente conciencia visual, lo que es
emocionalmente más afectivo, lo representa con mayor cantidad
de detalles. Los cambios observados resultan de la significación
del plano y de la idea de recubrimiento, lo cual entraña el
retroceso y luego la desaparición de los trabajos de
transparencia y doblado. En
esta etapa, el niño adquiere un cierto sentido para los
detalles, pero a menudo pierde el sentido de la acción y la
figura suele ser más estática que en la etapa anterior. Va
tomando conciencia de la superposición y busca representar la
tercera dimensión.
En
cuanto a la utilización del color, en poco tiempo pasa de una rígida
relación color-objeto, a una caracterización detallada del
verde-árbol, distinto del verde-hierba. Sin embargo no hay
lugar todavía, para la enseñanza de teorías del color, que
haría que el niño despreciara su propia representación cromática.
La línea de base, aunque permanece para algunos, va desapareciendo
para la mayoría. Comienzan a percibir el suelo como un plano y
los objetos ya no se alinean en procesión. Gradualmente, lo que
era línea de cielo, va descendiendo hasta encontrarse con la línea
de tierra y ser percibida ahora como horizonte. A partir de
esto, poco le cuesta comprender que un árbol puede superponerse
al cielo marcando así una organización espacial más
“realista”. Sin embargo, este creciente interés por la
profundidad y el espacio no es consciente ni hace que conciban
las sombras o que
haya intentos de claroscuros.
A
medida que los niños acrecientan sus relaciones con el
ambiente, se hace más necesario, inculcarles el sentido de lo
que es verdadero y de lo que no lo es. Se les deben proporcionar
oportunidades para que descubran
la belleza natural que se encuentra en los objetos
-que por lo general coleccionan- desde piedras o
caracoles, hasta mariposas o sapos.
Esta característica puede dar lugar a enriquecer su
capacidad perceptiva, observando, eligiendo y clasificando sus
objetos preciados. Es un buen momento para ponerlos en contacto
con todo tipo de materiales y texturas que podrán servir de
base a diseños armoniosos, siempre en función de las
cualidades específicas de cada uno de ellos.
Se
comienza a notar un conocimiento consciente de la decoración y
el diseño, lo que no significa que se les deba enseñar
formalmente el diseño. "Identificarse con las
cualidades de los materiales, aprender a conocer su
comportamiento, es importante no sólo desde el punto de vista
educativo, sino también ético, pues servirá para crear un
sentimiento de sinceridad y autenticidad en el diseño"
(LOWENFELD 1972, p. 235)
Durante
esta etapa, hay una fuerte presión sobre el niño para que se
adapte a los adultos, a la sociedad y al grupo. Pero debería
también inculcársele, la forma creativa de hacerlo, tratando
de evitar que asuma una actitud conformista y masificada en la
utilización de moldes impuestos. En este sentido, es de vital
importancia, favorecer los intentos individuales del niño para
hallar las propias respuestas y resolver problemas. El niño es
más creador, cuanto más desee experimentar y explorar nuevas
soluciones. Deben ser estimulados a utilizar los materiales de
distintas maneras, para que sean más flexibles y seguros.
Pseudonaturalismo
de
12 a 13 años
Entre los 12 y los 13 años el producto final de la creación artística
adquirirá cada vez más importancia; se verá aparecer una
distinción clara en las reacciones sensoriales de los niños
ante su producción gráfica. Unos reaccionan más a estímulos
de orden visual, tales como los colores o la luz; se inclinan a
introducir la perspectiva en la representación del espacio.
Otros se interesan sobre todo en la interpretación de
experiencias subjetivas y ponen el acento en las relaciones
emocionales existentes entre ellos mismos y el objeto.
Para
Lowenfeld sólo los niños de tipo visual desean llegar a una
concepción "realista", es decir determinada por los
cambios visuales ocurridos en el modelo, como por ejemplo la
modificación del tamaño del objeto con el alejamiento. Para
esos niños el espacio, con su cualidad tridimensional, se
convierte cada vez más en el centro de sus intereses: su dibujo
muestra un espectáculo. Pero
estos jóvenes están en pleno proceso de transformación. Este período de
la vida está signado
por la inhibición y la conciencia crítica de sí mismo más
que por la libertad expresiva. Sufren cuando perciben en sus
dibujos características infantiles, que ellos llaman
deformaciones, porque se empiezan a sentir adultos. Necesitan más
tiempo para la contemplación y la meditación y se han vuelto más
sensibles a la belleza de la naturaleza. Están en constante
enfrentamiento con la autoridad del mundo adulto, pero se
sienten inseguros sobre lo que les tocará vivir después de
abandonar la infancia.
El
cuerpo adquiere un enorme significado y lo dibujan y
caricaturizan constantemente. Las características sexuales de
los personajes son muy exageradas.
Su creciente sentido del humor y la crítica constante a
todo lo que los rodea, los inclina a representar el mundo en
forma satírica y a través de caricaturas. En general el joven
de esta edad tiene todas las capacidades motoras y de observación
desarrolladas como las de un adulto, pero su enorme autocrítica
las inhibe en numerosas ocasiones.
La
Decisión
A
partir de los 13 ó 14 años
A partir de los 13 o 14 años, Lowenfeld afirma que les llega el
momento de elegir cuál de todas las actividades que conoce
desea dominar mejor, qué técnica va a perfeccionar y para qué
lo va a hacer. En
esta etapa se afirma plenamente la diferenciación, ya
perceptible con anterioridad, de dos tipos creativos bien
diferenciados. El tipo háptico y el tipo visual.
El
sujeto de tipo visual contempla las cosas del exterior,
considera primero el conjunto, analiza después los detalles,
para finalmente sintetizar sus impresiones parciales en un nuevo
todo; es un observador atento y se comporta como espectador
admirativo. Esos sujetos comienzan generalmente su dibujo por un
contorno del objeto a representar, dibujo que enriquecen después
con numerosos detalles.
El
tipo háptico, menos preocupado por la experiencia visual, es
esencialmente emocional: se proyecta en su dibujo, en el cual
participa como actor, y allí expresa las numerosas impresiones
sensoriales, kinestésicas y táctiles que lo animan. Poco
preocupado por el respeto a las impresiones visuales, las
interpreta al capricho de sus sentimientos, la imagen visual es
corregida en función de factores personales, y las proporciones
del dibujo, por ejemplo, pueden estar determinadas por el valor
emocional de los objetos.
En
realidad estamos ante una manifestación de la existencia del
estilo gráfico que encontramos en la historia del arte. El tipo
visual privilegia las apariencias, se relaciona con el
impresionismo. El tipo háptico privilegia el lugar del yo, se
relaciona con la escuela expresionista.
Para
finalizar, diremos que Piaget, al estudiar el raciocinio de los
niños, descubrió que hay estadios en el desarrollo que se
pueden ligar estrechamente con las etapas que analiza Lowenfeld.
La primera etapa, dura hasta los 2 años y ha sido
llamada por Piaget como el período
"sensoriomotor", luego le sucede el
"preoperacional", que se prolonga hasta cerca
de los 7 años, seguido por la etapa de las "operaciones
concretas", que se extiende aproximadamente hasta los 11 años.
Los trabajos de Piaget vienen a demostrar que no se le
hace ningún bien al niño criticándole los dibujos u otras
creaciones. Si se considera necesario cambiar la forma de un
trabajo ejecutado por un niño, debemos primero, cambiar en él
sus conceptos.(LOWENFELD,1972)
Una de las cualidades de los trabajos de Lowenfeld, es haber descrito
la evolución del dibujo de una manera muy pragmática, sin
desdeñar ni las cuestiones concretas ni los aspectos pedagógicos
que encuentra quien se interese en la educación del niño.
Habla de materiales y técnicas apropiadas para cada etapa.
Propone actitudes a seguir por los maestros y padres para
favorecer el correcto desarrollo de sus niños. Los
cuestionarios que propone para juzgar las cualidades y aptitudes
del niño dibujante, son originales y constituyen una
herramienta que obliga a los educadores, a reflexionar sobre el
porqué y el cómo de la representación artística.
Por
último me gustaría aconsejarte la visita a las siguientes
páginas web. En ellas encontrarás mucho más sobre las Etapas
del Grafismo con un profundo análisis de diversos dibujos de
niños y niñas en diferentes edades evolutivas.
Las
direcciones son :
http://www.pedregal.org/dibujos/
http://www.pedregal.org/psicologia/dibujos2/
GARCÍA
- BERMEJO PIZARRO, S. (1978). "El
Color en el Arte Infantil".
Editorial Cepe. Madrid.
LOWENFELD,
V.
(1973)
"El Niño y su Arte". Ed.
Kapelusz. Buenos Aires.
LOWELFELD,
V; BRITTAIN, W.
"Desarrollo
de la Capacidad Creadora".
(1972)
Ed. Kapelusz. Buenos Aires.
KELLOGG,
R. (1986). "Análisis
de la Expresión Plástica en el Preescolar".
Editorial Cincel. Madrid.
MARTÍNEZ
E; DELGADO, J. (1983).
"El Origen de la Expresión". Ed.
Cincel. Madrid.
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experiencias sobre este tema tan interesante envíame un e-mail.
Por
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Fuente
utilizada "Comic Sans MS"
Midi
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