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Y DEMÁS/Intolerancia

Tim Allen, ahora lo admiramos más

La intolerancia en Hollywood sigue creciendo en lo que se ha convertido en un virtual macartismo a la inversa. Una voz que ha denunciado aquello es la de alguien que, luego de un mal paso que lo llevó a prisión, se ha reivindicado en programas de TV y películas donde lo mismo actúa que presta su voz. Veremos si los estudios le perdonan la afrenta luego de haber dicho lo evidente

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ABRIL, 2017. Por décadas se nos ha aburrido hasta el occipicio con el malvado Joseph McCarthy, ridiculizado en decenas de películas, libros y hasta obras de teatro debido a su hipercélebre cacería de brujas. Hollywood no se atreverá a filmar una sola cinta acerca del disidente cubano Osvaldo Payá --quien, a diferencia de los "perseguidos" de McCarthy, recibió golpizas y fue encarcelado luego de un juicio sumario-- pero sí mandar a Cannes, al Globo de Oro y a la entrega del Óscar una historia sobre las vilezas de un personaje que murió hace sesenta años.

Pues bien, en este 2017 los macartistas de Hollywood militan en las filas del progresismo norteamericano; toda voz disidente, crítica a los postulados de la izquierda en ese país, son mandados callar y se inicia una persecución en su contra y, peor aún, se les cierran las puertas para no seguir trabajando ahí. Hollywood ha sido de izquierda desde los tiempos de Chaplin, pero por lo menos se toleraba, o reconocía su talento, a gente que no profesaba su progresismo, se tratara de Gary Cooper, John Wayne e incluso Clint Eastwood. Pero como cantara Sting en "Roxanne": esos días se han terminado.

Ya desde el gobierno de Bush Hollywood comenzó a encerrarse más a recibir opiniones divergentes, pero fue con el gobierno de Barack Obama donde lo que parecía un acto esporádico pasó a ser la regla: ahora es obligatorio ser de izquierda para poder siquiera aspirar a una audición en la otrora casa de los sueños; prácticamente todas las películas, aun aquellas para el público infantil, se han politizado patéticamente, muchas veces con propuestas sociales o ideológicas que el espectador no comparte.

El macartismo, como decíamos líneas atrás, hoy se encuentra en la izquierda, y qué mejor muestra de lo que ourre con todos aquellos que se atreven a denunciar esta cerrazón. Caso concreto el de Tim Allen.

Tim Allen es un carismático actor que comenzó a hacerse famoso a partir de la serie televisiva Home Improvement, de ahí saltó al cine con comedias entretenidas, entre ellas Superpapá (Joe Somebody) y Santa Clausula; además es la voz en inglés de Buzz Lightyear en los filmes de Toy Story. Asimismo, la de Allen es una historia de superación: luego de pasar un par de años en prisión por tráfico de drogas, logró salir adelante para luego convertirse en actor cotizado.

Pero como están las cosas en Hollywood, es dudoso que su carrera siga creciendo después de estas declaraciones hechas en el programa televisivo del host show Jimmy Kimmel:

"Tienes que tener mucho cuidado cuando estás aquí (en Hollywood). Podrías pasarla mal si no piensas exactamente igual que todos los demás. Esto es igual a la Alemania nazi de los años 30".

Como era de esperarse, algunas organizaciones exigieron a Allen que se "disculpara" por sus declaraciones, entre ellas el centro Anne Frank. Steven Goldstein, el director de ese centro, señaló que Allen, "ni idea tiene de lo que los nazis impusieron a los judíos en los años 30, un brutal programa de deshumanización por parte de todo un gobierno, un programa previo al genocidio", y más adelante, Goldstein dice a Allen, "es tiempo que salgas de tu burbuja y te disculpes con la comunidad judía y con todos aquellos que llegaron a ser víctimas de los nazis".

Cierto e innegable lo que dice Goldstein, sin embargo Allen en ningún momento criticó a la comunidad judía no se expresó mal de ella. El comediante se refería al clima de intolerancia existente en Hollywood pero en ningún momento hizo mofa de la brutalidad que sufrieron los judíos durante los años del nazismo. Es un caso típico de confusión inducida a la que acude la izquierda cuando escucha algo que le incomoda.

Como ciudadano de un país que se supone garantiza la libertad de expresión, Allen no tiene porqué "disculparse" con nadie; él simplemente expresaba su descontento con la cerrazón hollywoodense, opinión que le debe ser respetada, se esté de acuerdo o no.

Hollywood hasta el momento no ha refutado lo dicho por Allen pero ya se sabe cómo la industria maneja otros métodos mucho más sutiles, esto es, asilenciar al quejoso simplemente con dejar de ofrecerle trabajo ahí. Es lo mismo que le sucedió al actor Scott Baio, quien por cierto recibió una paliza cuando se manifestó seguidor de Donald Trump, o del comediante Adam Sandler, a quien, no casualmente, hemos visto menos en pantalla luego de insinuar que él había votado por los republicanos.

La valentía de Tim Allen por arriesgar su trabajo es de reconocerse y admirarse. Ya vimos lo que pasó hace algunos meses con Elijah Wood, quien se atrevió a hablar sobre la pederastia en Hollywood y a los pocos días, con excusas inverosímiles, aseguró que sus declaraciones "habían sido tergiversadas".

Bien por Tim Allen. Hoy lo admiramos más. Ojalá tengamos oportunidad de seguir disfrutando de su talento en la pantalla grande. Veremos si esta vez el macartismo progresista de Hollywood le pasa por alto la afrenta.



 

 

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1 opiniones

samuel_hackerberg escribe 17.04.17

Mis abuelos emigraron de Alemania en los años de la segunda guerra mundial, soy un judío nacido en Argentina y jamás he tenido problemas aquí al manifestar cuál es mi religión. Y como judío puedo afirmar en relación al artículo sobre Tim Allen que sus declaraciones en ningún momento atacan mi fe ni ofenden la memoria de los judíos víctimas de la monstruosidad de los nazis. Queda claro que el actor se refería al clima de intolerancia en Hollywood hacia todos quienes piensan diferente políticamente. Me molesta también que el centro Ana Frank sea centro de manipulaciones para confundir a la opinión pública en torno a lo que Tim Allen realmente quiso decir. Y de paso corroboraron lo que dijo Tim Allen con los ataques en su contra luego de lo que declaró. Saludos desde San Miguel de Tucumán

 

 

 
 

 

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