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El secreto más sucio de Hollywood

¿Por qué muchos talentos infantiles se convierten en casos perdidos y con sus vidas destrozadas al llegar a la adolescencia? Un famoso actor mueve un poquito la cortina al interior de Hollywood y lo que se vio no es bueno. Ya lo mandaron callar pero la cuarteadura seguirá abriéndose más

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JULIO, 2016. Anteriormente se le llamaba la casa de los sueños, pero hoy sería más exacto llamar a Hollywood la sede de la hipocresía "progresista" de Estados Unidos y la que mejor encierra su doble moral. Decenas de actores y guionistas exigen un control de armas y denuncian la "cultura de la violencia" norteamericana, pero a través de sus películas son los principales promotores del uso de armas. 

Un estudio reciente de la página americanthinker da cuenta que en el 2015 repasó 100 superproducciones de Hollywood estrenadas ese año y registró que en el 56 por ciento de ellas se utilizaron armas de fuego y en 62 por ciento alguien muere por heridas de bala. En contraste ¿cuántos documentales y películas hemos visto que hayan sido financiadas por la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) y en donde se haga apología en el uso de armas?

La películas de Hollywood nos han denunciado ad nauseaum la maldad de los grandes corporativos y para ello la misma página indica que el mismo estudio revisó 100 superproducciones en los últimos 10 años, entre ellas El Jardinero Fiel, Spiderman, The Wolf of Wall Street e incluso Wall-E, los empresarios son retratados como avariciosos obsesionados con monopolizar los negocios donde se mueven. En esas producciones, según el estudio, los empresarios fueron los villanos en 59 de los casos, incluidas la nueva versión de Jurassic Park.

Parece chiste, pero entre los principales denunciantes de la "avaricia corporativista" que hay en Hollywood están los mismos estudios que apenas constituyen un puñado (básicamente Warner, Dreamworks, Universal, a su vez parte de Sony, otro megaconsorcio, y Disney-Pixar). Estos imponen sus condiciones a los estudios y productores más pequeños y se confabulan para impedir el nacimiento de nuevos estudios que les pudieran representar una competencia. 

Entre los principales simpatizantes de movimientos como Occupy Wall Street contra "el uno por ciento" se encuentran Michael Moore, Oliver Stone y Sean Penn. Sin embargo todos ellos poseen fortunas cada uno superiores a los 50 millones de dólares lo cual los convierte en parte de esos acaudalados "uno por ciento" que tanto critican. ¿Es posible ser más hipócrita?

Hay actores y directores, entre ellos James Cameron, quienes han acusado la "avaricia" de los jóvenes ejecutivos que "reciben altísimos salarios mientras hay gente que apenas tiene para comer", según dijo en una entrevista con Playboy. Sin embargo ni Cameron ni sus compañeros de Hollywood parecen detectar la incongruencia en denunciar esa "avaricia" al tiempo que exigen a los estudios hasta 20 millones de dólares por trabajar en una película.

Sin embargo todo ello empequeñece ante uno de los peores actos de vileza que pudieran cometerse en Hollywood, nota que, por cierro, apareció en contadísimos periódicos norteamericanos. El pasado 13 de junio, el actor Elijah Wood, famoso por su papel de Froddo Baggings en The Lord of the Rings, se decidió a hablar de uno de los secretos más repugnantes de Hollywood. 

De acuerdo a una entrevista aparecida en el Sunday Times de Londres, Wood aseguró que "los pederastas son protegidos por figuras poderosas de la industria del cine" y agregó que "si bien no puedo dar nombres, si lo puedes imaginar, probablemente ha pasado".

En la entrevista Wood señaló que a él no le ocurrió esto personalmente pero sabe que "estaba todo organizado, hay muchas víboras en esta industria, gente que solo tiene en mente sus propios intereses". El asunto no paró ahí pues el actor agregó que "el abuso continúa porque las víctimas no pueden hablar tan fuerte como la gente poderosa", y agradeció a su madre del haberse librado de ese abuso infantil, pues "ella estaba más preocupada por educarme como ser humano que por facilitar mi carrera y no me dejaba acudir a las fiestas que se celebraban en Hollywood".

Si emparejamos las declaraciones de Wood con el cambio drástico que suele ocurrir con los "niños prodigio" de Hollywood, todo encaja con las dramáticas transformaciones que éstos sufren al alcanzar la adolescencia, un síntoma de los profundos daños que puede causar la pederastia. ¿Recuerda usted a Jake Lloyd, el niño que personificó a Anakin Skywalker/Darth Vader en The Phantom Menace? Lloyd padece hoy de adicción a las drogas y ha pasado temporadas en prisión.

Lo mismo ocurrió con Edward Furlong, el púber que apareció en Terminator II y que hoy, ya adulto, se encuentra sumido en las drogas y el descrédito. El caso más sonado, por supuesto, es el de Macaulay Culkin, quien hizo el papel de Kevin en la exitosa Mi Pobre Angelito y quien hoy es prácticamente una piltrafa de lo alguna vez llegó a ser.

De hecho el acoso sexual hacia los niños por parte de gente importante de Hollywood no es asunto nuevo. La recientemente fallecida actriz Patty Duke, quien comenzó su carrera a los 9 años (ganó el Óscar a mejor actriz a los 16) escribió en su biografía que "muchos productores pedían que me entrevistara con ellos a solas, y ahí era frecuente que luego de ofrecerme dulces comenzaran a acariciarme las piernas y el cabello". Ya en la edad adulta, Duke sufrió adicciones, alcoholismo y trastorno bipolar. (Duke por cierto, era madre de Sean Astin, el actor que caracterizó a un hobbit en Lord of the Rings junto con Wood).

Los comentarios de Wood, asimismo, parecieran explicar lo que ocurrió con Tatum O'Neal, ganadora del Óscar a mejor actriz de reparto a los 10 años y quien luego pasaría décadas sumida en las drogas, o bien lo sucedido con Drew Barrymore, la niña que vimos en películas como ET y quien a los 11 años ya era alcohólica y adicta a los barbitúricos.

¿Cómo es posible que muchos de estos talentos sigan el mismo patrón el cual, de acuerdo al sicólogo James D. Johnson, "se dan como invariable respuesta a un abuso tanto emocional como sexual padecido a temprana edad"?

¿En qué momento estos niños que suelen proyectar simpatía e inocencia en sus papeles, se hunden en el infierno? ¿Tendrá que ver en ello el asistir a las "fiestas" de Hollywood que refería Wood?

Y es que mientras los estudios han filmado media docena de películas sobre los aberrantes abusos cometidos por los sacerdotes pederastas --la más reciente es Spotlight (En Primera Plana), que ganó dos Óscares en la pasada ceremonia-- hasta hoy han evitado asomarse a su propio clóset de pederastas pese a que hay material de sobra, entre ellos Roman Polanski, quien incluso huyó de Estados Unidos, o el de Bryan Singer (The X Men), acusado de abuso sexual infantil.

Sin embargo Wood pisó un callo enorme y días más tarde lo insinuó a través de su cuenta de twitter, urgido en enmendar el desaguisado, el actor escribió en varios tuits lo siguiente: 

“The Sunday Times me entrevistó sobre mi última película pero la historia se ha transformado en otra cosa diferente. Dio pie a numerosos titulares falsos y engañosos. Acababa de ver un poderoso documental y hablé brevemente sobre el tema con el reportero, lo cual tuvo consecuencias que no pretendía ni esperaba. Lección aprendida. Déjenme aclararlo: el abuso infantil es un tema importante que debería ser discutido e investigado apropiadamente. Pero, como dejé absolutamente claro al escritor, no tengo experiencia de primera mano ni observación sobre el tema, así que no puedo hablar con ninguna autoridad más allá de artículos que he leído y películas que he visto."

Primer detalle curioso: ¿por qué no enviar esta aclaración al Sunday Times en vez de hacerlo solo en twitter? Porque el diario seguramente respondería difundiendo como evidencia grabada de lo que efectivamente se dijo en la entrevista. Segundo: ¿por qué Wood se abstuvo de mencionar el título de ese "poderoso documental" si se trata de "un tema que debería ser discutido e investigado apropiadamente"? Tercero: ¿cuáles eran esas consecuencias que "no esperaba" Elijah Wood al ser publicada la entrevista él mismo dijo que no podía mencionar nombres de "esas víboras"?

Como se ve, es una explicación absurda y contradictoria, tanto así que en vez de disipar las sospechas de pederastia en los altos círculos de la industria, lo que hace es profundizarlas. ¿Fue alguna de "esas víboras" la que "aleccionó" al actor para evitar que siguiera hablando de este tema so pena de dejarlo permanentemente sin trabajo en Hollywood?

Es una lástima que Elijah Wood se haya retractado de sus comentarios (o lo hayan forzado a hacerlo). Pero la rendijita sobre un Hollywood plagado de pederastas y otros enfermos mentales ya no puede ser cerrada. Solo es cuestión de tiempo para que el peso de toda la hipocresía, la doble moral y el tremendo daño sicológico que esa industria produce a sus actores --y de paso a buena parte de los espectadores-- serán el peso que finalmente tumbará a este Hollywood corrupto.

 

 

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