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CINE
Como perros y gatos, Mascotas divierte Llena de gags visuales, chistoretes y efectos especiales espectaculares, esta película animada se ubica, de ya, entre las más entretenidas de este año. Con un mensaje imbuido sobre la inmigración, The Secret Life of Pets es una apuesta segura para nuestra próxima ida a sala de cine The Secret Life of Pets AGOSTO, 2016. Hace años una ex novia estaba preocupada por regresar a su casa pues, decía, su mascota "se estaba muriendo de aburrimiento" ante lo que respondí que los animales difícilmente pueden aburrirse pues no tienen dimensión del tiempo. Al ver esta película --ya sin mi ex al lado; hace años finiquitamos la relación-- la idea es que, quizá no se aburran al estar solas, pero las mascotas sin duda saben divertirse de modo que difícilmente imaginan sus dueños. The Secret Life of Pets es, también sin espacio para dudas, una de las cintas más divertidas del año, algo que representa un respiro si asumimos que sus productores son los mismos que estuvieron detrás de los Minions (primera película, genial; la segunda, tortuosa) y que, dado el éxito que ha tenido esta cinta, ya se está pensando en la segunda parte. Con todo, The Secret Life of Pets tiene un mensaje imbuido el cual abordamos más adelante. Primero repasemos la historia. Cuando están con sus amos, las mascotas suelen ser acompañantes incondicionales. En el caso de Katie (Kemper), propietaria de Max (Louis VK). En un voiceover, Max nos explica que desde cachorro ha vivido con su ama y se la ha pasado bastante bien. Pero tan pronto ella cierra la puerta el ambiente cambia por completo. Sus amigos Gidget, Chloe, Mel, Buddy y Sweet Pea se juntan y comienzan a pasársela realmente bien al estar solos en casa. Chloe abre el refrigeador y devora la comida de su amo; otra mascota pone a System of a Dawn luego que su dueño, quien disfruta verla mientras escuchan música clásica, se ha ido al trabajo. Nos encontramos en Nueva York en un sector bastante acomodado y en apariencia aislado de los problemas del mundo. Sin embargo el mundo de Max cambia cuando Katie inesperadamente lleva a Duke, una nueva mascota. La mujer espera que ésta y Max se lleven bien --el nuevo inquilino es un perrazo peludo que suelta lengüetazos de baba ante la menor provocación-- y que además le arrebata a Max su cama y lo obliga a dormir en el piso. La relación está condenada a transcurrir entre tensiones. Con ayuda de sus amigos, Max tratará de deshacerse del indeseable Duke y es ahí donde empiezan las carcajadas que incluyen a una pandilla de gatos y conejos, en especial Snowball (Hart), una liebre que dirige a un grupo de mascotas abandonadas y por ello está planeando una venganza contra la especie humana. Veremos Central Park, las redes de drenaje, los techos y los edificios de la urbe de hierro, todo dentro de efectos especiales de primer nivel y que han recibido comentarios excelentes al ser exhibida en 3-D. Todo ocurre mientras los despreocupados dueños de estas macotas las imaginan tranquilamente en espera de recibirlos con cariñosos ladridos. ¿Cómo terminará el aquelarre entre Max y Duke? ¿Logrará Snowball su nefando propósito de reivindicar a las mascotas abandonadas por sus amos? Al ver la película comprobarán que las respuestas son menos previsibles de lo que parecen. Un análisis con más detenimiento nos permite ver la analogía de esta historia con la llegada de nuevos inmigrantes a Estados Unidos y Europa, sobre todo aquellos con quienes nada se tiene en común. Duke exige igualdad y de hecho agandalla cosas que cree le son un derecho. El mensaje central de la cinta pareciera ser el de la tolerancia con quienes son diferentes, aunque ello a veces no nos guste. El problema, claro, es cuando los recién llegados quieren imponer sus condiciones. No parece casual que la cinta tenga lugar en Nueva York, la ciudad norteamericana por donde han entrado más inmigrantes a Estados Unidos en toda su historia. The Secret Life of Pets es una película muy bien hecha, con una hilarante continuidad y ocurrencias aunque algunas innecesarias escenas de mal gusto, como la de tomar agua del excusado. Por supuesto, es ultrarrecomendable, en especial si se anda simple. Por tanto, déjense llevar por estos simpáticos personajes, perdón, mascotas. Saldrá usted muy satisfecho de la sala.
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