CINE: Qué culpa tiene Lewis Carroll

Sin más relación con el clásico de la literatura victoriana que el nombre de los personajes, esta película termina en un menjurje con una protagonista a la que le han insuflado aspiraciones feministas. Pero tampoco se piense que esta película no va ningún lado; por el contrario, va directamente a uno: el olvido

Alice Through the Looking Glass
Johnny Depp, Mia Wasikowska, Helena Bonham Carter, Anne Hathaway, Sacha Baron Cohen
Dirigida por James Bobin
Walt Disney Pictures/2016

JUNIO, 2016. Más o menos transcurridos 40 minutos de estar viendo esta película me pregunté qué motivos orillaron a los estudios Disney para autorizar el presupuesto a esta película que ya se está perfilando como uno de los fracasos fílmicos más bochornosos del 2016 y el segundo con Johnny Depp como protagonista (para aquellos que hayan olvidado El Llanero Solitario, también producida por Disney).

Algunos han achacado el espantoso fiasco a que previo al estreno surgieron acusaciones de violencia doméstica contra el actor por parte de su ex novia. Sin embargo, y a unas horas de haber visto Alice Through the Looking Glass nos queda claro que nada hubiera salvado a esta película, ni siquiera el que Depp se retirara a vivir como asceta al Tíbet.

Como se sabe, hace seis años se estrenó Alice in Wonderland, dirigida por Tim Burton. Era una cinta mediocre (lea aquí nuestra crítica) pero consiguió una recaudación más que saludable. Para esta ocasión tenemos los mismos personajes que en aquella cinta pero la historia es distinta. Puede ser comprensible dado que la segunda novela de Lewis Carroll, Alicia a Través del Espejo, en realidad es una serie de cuentos cortos imposibles de adaptar a un largometraje. Fue por ello que la historia que aquí tenemos prácticamente es una adaptación contemporánea de modo que los protagonistas fueron incluidos aquí únicamente para despertar la curiosidad del público dado que no existe mayor conexión con los cuentos originales.

El resultado, pues, es un galimatías coronado por la intención evidente y descarada por querer convertir a Alicia en una especie de icono feminista cuando queda claro que ella era un producto victoriano que nunca dudó en acatar las reglas que al impuso la sociedad de su tiempo.

Y al hablar de galimatías se intuirá que es difícil hacer una sinopis de esta cinta pero intentémoslo. Alice (la australiana Wasikowska) quiere convertirse en capitana de uno de los barcos de su padre tras ser atacada por unos piratas, pero en todo momento ella piensa en el mundo que dejó atrás y si alguna vez podrá regresar. De vuelta en Londres la chica se entera que su ex pretendiente Hamish (Leo Bill) se ha hecho de la industria naviera de su padre lo mismo que la herencia de ella y la casa de su madre. Ante el embate Alicia se refugia en su cuarto donde súbitamente aparece Absolem (voz del extrañado Alan Rickman) quien le urge a regresar a Underland y que para hacerlo simplemente deberá cruzar el espejo. Al hacerlo se topará con un enorme tablero de ajedrez y luego encontrará a sus viejos amigos, entre ello el huevo Humpty Dumpy así como los gemelos Tweedledee y Tweedledum.

¿Y cuál era la urgencia en esta ocasión por ir a Underland? Resulta que el Sombrerero Loco (Depp) anda en busca de sus padres pero habrá que esperar unos minutos porque es hora del té. Ese será el inicio de la aventura donde el villano lo tendremos con Time (Baron Cohen) quien hará lo imposible para impedir que Alicia y el Sombrerero viajen al pasado. El resto de la historia se va en lo que quiere ser una historia feminista aderezada de Indiana Jones y aun Star Wars. Por supuesto que este viaje en el tiempo nos traerá los consabidos clichés lo cuales no necesariamente son malos excepto en este caso, cuando no se saben manejar; en ocasiones lo que tenemos, en lugar de Alicia y el Sombrerero, es una comedia de enredos donde bien pudieron haber aparecido Marty McFly y el Doc Brown y nadie se habría dado cuenta.

La presencia de Sasha Baron Cohen, hay que decirlo, se siente molesta conforme transcurren los minutos y al final se vuelve insoportable al punto que los espectadores le pedimos que por piedad ya pare o que se detenga la película. Baron es, por cierto, uno de los actores menos rentables de Hollywood, y uno de los más irritantes. Afortunadamente no obtuvo el rol de Freddie Mercury para una película sobre Queen. El resultado habría sido lamentable.

Al final, por supuesto, Hamish recibirá su merecido y Alicia quedará reivindicada como una feminista envuelta en ropas victorianas. Por lo demás, Alice Through the Looking Glass es una cinta no tanto mediocre --los efectos especiales son sensacionales-- sino anodina, lo cual es peor. Es un producto políticamente correcto del cual los asistentes a la sala no sacarán mayor provecho, aunque quizá sí una moraleja: Tengan cuidado en ir a ver bodrios que se les quieran ofrecer como obras maestras.

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