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Robert Plant también voló alto como solista

Como miembro de una de las bandas legendarias del rock inglés, tuvo que abjurar de su pasado en los primeros años. Más tarde se reconcilió con su historial en Led Zeppelin aunque en el trayecto logró consolidarse como figura independiente. Hoy Robert Plant explora nuevos vericuetos en la que se antoja una historia que dará más capítulos brillantes

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OCTUBRE, 2010. Cuando Led Zeppelin anunció su separación poco después de la muerte de su batería John Bonzo Bonham la noticia sorprendió a pocos. Pero aparte de ese motivo había otro que contados fans sospechaban, y era que con ello se confirmaban tres años de profundo resentimiento por parte de Robert Plant, vocalista Led Zeppelin hacia sus compañeros, no por cuestiones artísticas sino porque habían estado ausentes en el funeral de su hijo Kerouac, muerto en Londres en 1977 mientras el grupo realizaban un tour por Louisiana. El único que lo acompañó fue Bonham. "El dinero del traslado no era problema, y de serlo yo les habría pagado la transportación... ¿por qué no estuvieron conmigo?", confió un devastado Plant a su mánager de giras Richard Cole. Fue por ello que el grupo no se reunió en el siguiente año y medio posterior. Cuando falleció Bonham, a quien el vocalista consideraba su único amigo dentro del grupo, el rompimiento fue inevitable.

Tampoco fue un momento fácil para Plant, quien encontró refugio en la música por lo que pronto se puso a trabajar en su primer proyecto solista, algo que había deseado hacer desde mediados de los setenta, "pero a nuestra disquera [Atlantic] no le pareció pues decían que los fans iban a pensar que era en realidad un disco de Zeppelin con otro nombre", refirió Plant en una entrevista con Playboy en 1991. Por supuesto que un disco sin la presencia de Jimmy Page difícilmente sonaría como algo salido del grupo del dirigible, y ese era precisamente el objetivo de Plant cuando comenzó a editar su primer álbum solista a principios de 1980: en absoluto deseaba que se le considerara "otro disco de Zeppelin" y por ello evitó toda clase de riffs, de inclusiones acústicas o de referencias a leyendas inglesas medievales; lo que buscaba era más un sonido parecido a Band of Joy, el grupo donde estuvo antes de militar en Zeppelin (y donde también pasó Bonham por un tiempo).

"Mientras grababa mi primer álbum, tenía algunos sueños extraños donde Bonham se me acercaba con el rostro enrojecido de coraje y decía '¡te atreviste a hacer otro disco sin mí! ¡más te vale que la gente lo compre o regresaré por ti y me las pagarás!" En 1982 apareció Pictures at Eleven y al que le fue bastante bien, "desde entonces cesaron esos sueños, señal que John quedó satisfecho", dijo el vocalista, entre carcajadas.

Cuando Plant reclutó músicos para las sesiones de grabación se topó con que muchos de ellos querían sorprenderlo con requintos y acordes abiertamente imitados de Zeppelin, "¿pero cómo puedes quedar impresionado luego de haber trabajado con Page? Era absurdo", comentó Plant. Los guitarristas elegidos fueron aquellos que mostraban poca o apenas perceptible influencia de su antiguo grupo, decisión que no agradó a pocos aspirantes rechazados; incluso uno de ellos le gritó, fúrico, "Jimmy Page es mejor que tu!" Fueron momentos tensos pero con el tiempo Plant aprendió a reírse de ellos.

La primera gira también fue complicada pues desconocía cuál sería la reacción del público al ver que no había un solo tema de Zeppelin incluido en el repertorio. ¿Se levantarían, enojados, o aceptarían la nueva propuesta de Plant? Afortunadamente ocurrió lo segundo: el público comprendió que Zeppelin era parte del legado del vocalista, y que si habría que exhumarlo, debería ser con los otros miembros sobrevivientes.

El segundo material terminó por cimentar su carrera solista gracias a los temas "In the Mood" y "Big Log", con los cuales terminaba por formarse una identidad propia. Atrás habían quedado los acordes de blues y las historias mitológicas para dar paso a un rock bastante identificable capaz de venderse comercialmente, una combinación que encantaba a las disqueras. También a los fans, quienes le mandaban kilos de correspondencia. Pero hubo una carta de felicitación que le llamó la atención: era de Jeff Beck, el legendario guitarrista con quien Plant solía pasar horas allá en los sesenta cuando ambos eran músicos incipientes. El normalmente reclusivo Beck se preguntaba si alguna vez podrían colaborar juntos de modo que a los pocos meses se pusieron a grabar un disco que incluía temas inéditos y antiguos de swing, boogie y algo de jazz. El nombre del álbum era The Honeydrippers Volume 1 del cual salieron los hits "Rockin' at Midnight" y "Sea of Love". Plan poseía una extensa colección de sencillos de los años cincuenta. "Esta es la música que siempre había querido interpretar, y Honeydrippers me dio esa gran oportunidad", dijo en una entrevista. Los fans más duros pensaron que el ex vocalista de Zeppelin se había vuelto loco, aunque Honeydrippers consiguió algo inusitado, llegar al Top Ten, algo que el grupo del dirigible no consiguió pese a su enorme fama.

                                           Live Aid, la reconsideración y la nueva separación 

Alison Krauss y Plant: nuevos vuelos

Tras el enorme éxito de Honeydrippers (nunca hubo un segundo volumen; el título había sido una broma de Beck), Plan retomó su carrera solista con el álbum Shaken n' Stirred. Sin embargo lo hizo en momentos que su inspiración andaba muy baja por lo que el producto final fue, mínimo, mediocre. "Ya sabía que algo andaba mal, pero cuando grabas un disco tienes tiempos establecidos que no se pueden prolongar", dijo en una entrevista con Billboard. Plant se refería específicamente al nacimiento de Es Paranza, su propia disquera, la cual se inauguraba con este disco. Sin embargo fue un desastre que no gustó ni a los fans antiguos ni a los nuevos. Plant sufrió una depresión, una sensación que no experimentaba desde los días en que había perdido a su hijo Keruac, en 1977.

Ocasionalmente se reunía con sus ex compañeros de Zeppelin, y en una de esas recibió un llamado de Bob Geldof, el cantante de The Boomtown Rats y quien estaba organizando un megaconcierto en Londres y Filadelfia. ¿Estaría Plan interesado en participar? Phil Collins fue más allá y le preguntó si estaba dispuesto a subir al escenario como otro elemento de Led Zeppelin. Una semana antes de la presentación los cuatro comenzaron a ensayar; esta vez tendrían no uno, sino dos baterías, el mismo Collins, y Tony Thompson, ex miembro del grupo disco Chic.

Pero esa vez las cosas tampoco salieron bien. "Page sentía que estaba ahí por obligación. no por gusto, pues emocionalmente no estaba preparado para una reunión. El siempre ha precisado ese respaldo para sacar lo mejor de sí, que es mucho", dijo Plant en una entrevista con Rolling Stone, de 1988. Para colmo, en la mañana del concierto Plant comenzó a sentir que su voz enroquecía de modo que al momento de la presentación ya estaba casi por completo afónico. A los fans pareció poco importarles aquello --después de todo habían esperado casi cinco años para ello-- no así para Plant, a quien le quedaron pocos buenos recuerdos de aquella tarde en Filadelfia. "Habíamos hecho todo por una buena causa pero al mismo tiempo defraudamos a quienes tenían grandes memorias de Led Zeppelin". refirió Plant en la entrevista antes citada. Y aunque esa noche dijo a sus ex compañeros que descartaran cualquier reunión, tres meses después los tres y Thompson se reunieron en un "sitio secreto" cerca de Sussex. Esa vez el desastre fue total; la magia del grupo no logró encenderse y para colmo el baterista sufrió un accidente que lo dejaría inactivo un par de semanas. 

Pero las pocas horas en que ensayaron bastaron para desencantar a Plant basado en la conclusión más obvia, esta era, la ausencia de Bonzo Bonham. "Sin querer menospreciar a Tony, quien es un baterista excepcional, sin Bonham el espíritu de Zeppelin era imposible de reproducir", dijo el vocalista. Finalmente se retiró de la reunión, cansado de las salidas en falso. "Quizá debí haber sido más paciente", reconoció meses después.

En 1988 ocurrieron varias cosas interesantes. Jimmy Page lanzó Outrider, su segundo álbum solista y que incluía una sorpressa, la participación de Plant en uno de los temas. Más tarde éste último lanzó Now and Zen que ofrecía el tema "Tall Cool One", con amplias referencias "sampleadas" de Led Zeppelin. "Creo que el tiempo ha pasado para volver a esa música... quiero hacer cosas emocionantes otra vez", refirió Plant. Al año siguiente el grupo se reunió para celebrar el 50 aniversario de Atlantic Records, aunque Plan estableció que era una "presentación excepcional que difícilmente volverá a repetirse". En 1990 inició la nueva década con el disco Manic Nirvana, cuyo recibimiento fue relativamente bueno. De cualquier manera ya era un artista establecido capaz de sobrevivir a la fama de Led Zeppelin.

Cuatro años más tarde, y animados por la gran cantidad de grupos de grunge que decían estar influenciados por ellos, Plant y Page lanzaron Unledded para el canal MTV, sólo que "olvidaron" llamar al bajista Jones. "En ningún momento se trata de una reunión de Zeppelin ¿por qué teníamos qué llamar a Jonesy?", respondió un molesto Plant en una entrevista con Playboy. El álbum incluía un par de temas nuevos y versiones de antiguos hits totalmente cambiadas, y como era parte de los "unplugged" de MTV, los requintos y los potentes riffs eran muy escasos.

En 1988 Plant y Page decidieron grabar un disco con canciones totalmente nuevas titulado Walking into Clarksdale donde participaba el yerno de Plant. Y aunque aquél parecía ser el sueño materializado de todo fanático de Led Zeppelin, el disco fracasó comercialmente. Poco después ambos anunciaron que continuarían con sus proyectos solistas. Como prueba de ello, Plant formó Strange Sensations, un grupo que lleva ya dos discos en su haber, aunque la sombra de Zeppelin no lo abandona. Y como prueba de ello, en el 2009 se anunció un concierto exclusivo en Londres, se realizó un sorteo por Internet para ver quienes eran los afortunados para asistir y a la convocatoria hubo 20 millones de registros. Se prohibió el uso de celulares, cámaras y grabadoras por lo que ese concierto únicamente permanece en la memoria de quienes estuvieron ahí.

Poco después parecía inevitable la reunión formal de Led Zeppelin pero al final Plant optó por retirarse de la juagada. Y es que en ese momento estaba más interesado en participar en un disco con Allison Krauss, con quien se formó bastante buena química además de las buenas ventas del disco. Más recientemente Plant anunció que reformaba a Band of Joy, por lo que de momento la posibilidad de ver juntos a los sobrevivientes miembros del grupo del dirigible se ve bastante alejada.

Recién cumplidos los 62 años, Robert Plant no da signos de detenerse ni de hartarse de la música, pues es una de las pocas figuras del rock que empezó en los sesenta y hoy sigue activo. "Espero continuar por muhos años haciendo lo que más me gusta en la vida. Aquí soy mi propio jefe y yo decido cuando jubilarme. Es un momento lejano pues aún me quedan varios proyectos", refirió al London Times.

 

 

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