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Rolling Stones, los primeros años

Eran cinco muchachos londinenses obsesionados con el blues norteamericano y quienes fundaron un grupo para conquistar chicas. Casi medio siglo después son una lucrativa máquina musical con insospechados alcances de leyenda. He aquí los años en que Mick Jagger era tímido y Brian Jones era el líder

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JULIO, 2010. Al terminar la década de los cincuenta una parte de Londres aún presentaba algunos sectores en reparación, destruidos por las bombas alemanas. Diariamente pasaban por uno de esos agujeros dos adolescentes que asistían a la misma escuela. En cierta ocasión uno de ellos vio que el otro llevaba bajo el brazo algunos discos LP metidos entre sus libros; era música de blues y de jazz que ambos, sin saberlo, escuchaban en sus ratos libres en sus respectivas casas. Comenzaron a platicar sobre esa música mientras esperaban el autobús y camino a la escuela. Habían encontrado algo en común y cuyas repercusiones en todo el planeta siquiera imaginaban. 

Uno era Keith Richard, estudiante regular y quien a los pocos meses abandonó sus estudios para no volver. El otro era Michael "Mick" Jagger, un muchacho larguirucho con unos labios descomunales, algo que lo acomplejaba frente a las chicas. "Mick era un tímido en aquellos años... ¿pueden creerlo? ¡Yo todavía no!", comentó su amigo Keith varias décadas después. Poco después comenzó la bealtlemanía y con ella cientos de chicos ingleses buscaron imitarlos, primero para romper el tedio y segundo para conquistar muchachas. Bien pronto Jagger tenía en mente hacer lo mismo y le propuso a Richard formar un grupo que le haría competencia a los escarabajos de Liverpool. Pero mientras ellos manejaban una imagen impecable donde al terminar cada canción agradecían al público con una caravana, éstos darían una imagen rebelde a-la James Dean.

Richard (años después le agregaría una "s" a su apellido) tenía contacto con varios músicos locales por lo que en 1962 se puso en contacto con Charlie Watts, un batería que amaba el jazz más que cualquier otra cosa, y a Bill Wyman, quien de ser guitarrista de sesión se incorporó formalmente a los pocos meses. Otro amigo de Richards era un rubio proveniente de una familia desecha pero que poseía talento a borbotones. Se trataba de Brian Jones, quien al integrarse respaldó a Richards para ponerle el nombre ideal al grupo: The Rolling Stones, sacado de un disco de Slim Withman (sobraría decir que esa es otra manera de llamar al rock & roll).

Escribe Wyman en Stone Alone, su biografía: "Sin Brian jamás habríamos podido despegar. Sencillamente, él era el alma de los Rolling Stones". Hasta hoy, Jagger no le ha perdonado haber la afrenta.

Andrew Loog Oldman, un londinense hijo de inmigrantes fue quien les consiguió su primer contrato discográfico con Dekka, ansiosa por enmendar el tremendo error de haber rechazado a los Beatles. La imagen de "chicos malos" que se dio a los Stones era idea de la disquera --misma que luego promocionaría con igual epíteto a The Kinks-- pero al principio no despertaba interés al punto que el mánager llegó a cuestionarse si los Stones valdrían la pena pese a que desde su primer disco los bautizó como "los nuevos fabricantes de hits de Inglaterra", esto en 1963. Irónicamente su primer gran hit fue "I Wanna Be Your Man", de Lennon-McCartney. que les fue "prestada" para que pudieran despegar. A partir de entonces la piedra empezó a rodar en serio.

El quinteto realizó su primer gira mundial por Norteamérica en 1965 donde tuvieron oportunidad de conocer a sus héroes, y una cantidad enorme de chicas ansiosas de codearse con esos músicos ingleses. Fue en esas fiestas cuando comenzaron a tener contacto más abierto con las drogas. Por ejemplo, en una reunión con Bob Dylan, dice Wyman, "este sacó un pequeño estuche con porros (carrujos) que todos comenzamos a fumar primero con reticencia y luego con fruición para luego reír por cualquier tontería". Richards sentía deseos de visitar el Sur para conocer a quienes lo habían inspirado pero se le advirtió --falsamente-- que muchos de ellos consideraban que los Stones se habían apoderado de su sonido sin darles un quinto de regalías". Años después cuando conoció a BB King éste rio ante el comentario: "Vamos, viejo, pero si fueron ustedes los ingleses los que salvaron al blues de una muerte inminente!", le dijo a Richards.

"Get Off My Cloud" y "Under My Thumb" fueron dos de los más grandes éxitos tempraneros de los Stones y mostraban "el lado misógino" del grupo, según muchos críticos y algunos grupos prefeministas. Pero se trataba de una estrategia de mercado que se oponía a los "iloveyous" de los Beatles. Aquello sirvió para que la prensa hablara de la "rivalidad a muerte" entre ambos grupos, algo totalmente falso pues todos eran amigos y asistían mutuamente a sus presentaciones. La leyenda dice que algunos miembros de ambas organizaciones llegaron a grabar juntos pero que optaron por deshacerse de aquellas sesiones ante el embrollo legal. Esas grabaciones habrían alcanzado precios estrosféricos. (Brian Jones participó en las sesiones de "Lady Madonna" donde tocó el saxofón. Ésta puede escucharse en el CD Anthology 2).

Los hits continuaron, entre ellos "Paint It Black", "Time On Mi Side", "Jumping Jack Flash" y "Dandellion", entre otros. Pero con "(I Can't Get No) Satisfaction" el grupo entró definitivamente a las grandes ligas, al círculo donde sólo ingresan los que ya nada tienen qué demostrar. Pero fue también un momento importante que con los años marcaría la distancia entre Jones y Jagger, quienes de compañeros se enfrentaban irremediablemente a un choque de talentos y donde en aquellos años se veía que el primero tenía mucho más probabilidades de ganar.

                                                                   Segunda etapa

A mediados de 1967 llegó una nueva bocanada de cosas a Londres. Primero, el hippismo, desde San Francisco, segundo, las filosofías hindúes, tercero, la popularización de la píldora anticonceptiva entre las jóvenes y cuarto, drogas como el hachís, la mariguana y el LSD como elementos para "expandir" la mente. Y cuarto, una obsesión entre los intérpretes de rock por buscar nuevos ritmos, nuevas piezas con las cuales enriquecer al género.

Los Beatles estaban explorando aquel terreno en temas como "Yesterday", "Tomorrow Never Comes" y "Eleanor Rigby" aunque la aparición del Sgt Pepper dejaba en la lona a sus competidores, incluidos sus amigos Stones. Jagger y Jones no tuvieron más remedio que perseguirlos por ese sendero si no deseaban caer en la irrelevancia. Fue un periodo de enorme talento de donde sobresalieron "As Tears Go By" --coescrita por Jagger con su entonces novia Marianne Faithfull-- y la bellísima "She´s a Rainbow". Fueron obras incluidas en discos magníficos como Beggar's Banquet, Let It Bleed y, poco después, At Her Majesty's Satanic Service. Pero a la belleza musical no se le exentó de provocaciones, como lo atestigua "Sympathy For The Devil", que Jagger escribió no en primera persona sino porque en ese entonces estaba muy metido en la poesía de Arthur Rimabud. De cualquier manera se pensaba que el cantante se autoasumía como Lucifer y la canción fue prohibida por la BBC. Otro hit también censurado fue "Street Fighting Man" porque, aludió la "tía Beep", alentaba a la violencia juvenil. En realidad Jagger reflejaba al ambiente que existía entre millones de adolescentes del mundo.

Brian Jones

Escribe Wyman en Stone Alone, su biografía: "Sin Brian jamás habríamos podido despegar. Sencillamente, él era el alma de los Rolling Stones". Hasta hoy, Jagger no le ha perdonado haber la afrenta

 

Aquellos discos marcaron la supremacía de Jagger dentro de los Stones y el desplazamiento de Jones dentro del grupo. Más aún, la importancia de Richards comenzó a ser más decisiva por lo que en determinado momento, escribió el crítico Ken Tucker, "Brian debió haberse sentido igual que George Harrison en los Beatles". El problema es que éste necesitaba de un ambiente idóneo para componer, y le resultaba muy difícil escribir canciones independientemente. Tampoco ayudaba mucho que, para mediados de 1968, Brian Jones consumiera una cantidad espeluznante de drogas, quizá para llamar la atención de los otros miembros del grupo. Para finales de ese año su relación con los otros miembros del grupo ya se encontraba muy deteriorada.

Lo increíble es que Jones habría sido recibido como un valiosísimo activo en otros grupos. Era capaz de aprender a tocar un instrumento en minutos y de afinar una guitarra con sólo un par de ajustes, tanto así que todos los instrumentos exóticos incluidos en los hits de los Stones de los sesenta fueron tocados por él. El otro miembro valioso y no oficial del grupo era Ian Stewart, pianista de estudios clásicos quien siempre optó por mantenerse fuera del círculo del grupo. "Brian no se sentía con la fuerza suficiente para iniciar una carrera en solitario y eso terminó por afectarlo mucho emocionalmente", señala el ex bajista de los Stones Bill Wyman.

Teas regresar de un viaje a Marruecos Jones anunció que dejaba al grupo. En aquel entonces no existían las clínicas de rehabilitación por lo que confió que con medicamentos y sesiones de electroshock podría deshacerse del hábito. "Cuando quieras regresar ya sabes que aquí te esperamos", le dijo Jagger, aunque quedaba claro que para Jones eso era lo último que tenía en mente, volver con los Rolling Stones.

El 3 de julio del 69 los Rolling Stones se preparaban para iniciar una gira por Norteamérica cuando recibieron la noticia: Brian Jones había sido encontrado muerto en la bañera de su casa. En su cuerpo se encontraron rastros de alcohol y hachís por lo que se concluyó que había sido una muerte accidental y que el músico se ahogó al quedarse dormido. En vista que el dictamen del forense "desapareció" han abundado las teorías conspiratorias en el sentido de que Jones fue asfixiado debido a que mantenía un conflicto de regalías con Jagger. Lo más probable es que el certificado fue hurtado por alguien que pensaba podría sacarle valor económico.

Ya sin Jones en la organización, los Rolling Stones se entregaron más al blues y a un rock más rebelde y más duro que perfilaban, entre otros, Led Zeppelin y Deep Purple. Y como si se tratara de un designio intencional, el 2 de diciembre de ese año se efectuó un concierto en Altamont, California y donde los Stones eran el grupo principal. A mitad de la presentación un miembro de los Hell's Angels contratado como guardia asesinó a un joven, hecho que fue filmado y difundido por todo el mundo. "La inocencia de los sesenta terminó aquel día en que los setenta se asomaban tempranamente. A los Roling Stones no les quedaba otra alternativa más que adaptarse a la situación y seguir adelante", escribió al respecto el crítico David Fricke, de Rolling Stone.

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