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INTERNACIONAL

¿Realmente se fugó el coronavirus o alguien trata de exculpar a China?

El brote del coronavirus trae de cabeza al mundo médico que busca desesperadamente un remedio para controlarlo, todo esto sin que nadie cuestione o exija dar explicaciones al gobierno chino. ¿Se trata de un virus que surgió así por así o fue parte de un experimento malavenido, inclusive para crear una arma bioquímica?

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MARZO, 2020. Hace unos días The New York  Times, ese costoso pasquín que todavía muchos siguen tomando con seriedad, prácticamente culpó al presidente Trump por el coronavirus, el cual en correcto español debiera ser virus corona, pero bueno. Extraña que hasta ahora ni ese matutino ni ningún otro medio importante de Estados Unidos se haya puesto a investigar de dónde realmente viene el también llamado COVID-19. Porque aparentemente nadie ha exigido explicaciones ni al gobierno chino el cual, como suelen hacerlo todos los gobiernos comunistas, infantilmente trató de ocultar al mundo los primeros casos de corona virus hasta que le fue imposible hacerlo. Igual que Chernobyl en1986 durante los años de la URSS.

Por lo que se sabe, los primeros casos de coronavirus comenzaron a manifestarse el pasado diciembre pero el gobierno chino no dijo absolutamente nada al respecto. Solo hasta principios de febrero el "presidente" Xi Jinping anunció un "programa nacional" para proteger la salud de la gente dado que, agregó, "la seguridad  de los laboratorios es un asunto de seguridad nacional". Fue el primer indicio de que el virus había "escapado" de un laboratorio donde se realizan investigaciones biológicas.

Curiosamente, al día siguiente de la declaración de Xi, el ministro de Ciencia y Tecnología difundió un comunicado titulado "Instrucciones para reforzar el manejo de la bioseguridad en laboratorios de microbiología que manejan virus avanzados, como el más reciente, llamado coronavirus".

Por varias décadas el gobierno chino ha invertido millones de dólares en el desarrollo de la biotecnología por lo que la declaración de este ministro claramente da la voz de alarma de una "fuga", algo en que prácticamente ningún medio o investigador en occidente ha  reparado. Más aún, el laboratorio de microbiología más importante de ese país, de acuerdo con una nota publicada por The New York Post, se encuentra en Wuhan, el epicentro de la epidemia. Vaya coincidencias.

De acuerdo a ese matutino, ese laboratorio de microbiología Nivel 4, "equipado para manejar el coronavirus mortal y llamado Laboratorio de Bioseguridad Nacional, es parte del Instituto de Virología de Wuhan".

Asimismo y según la nota, el general Chein Wei, miembro del Ejército de Liberación Popular (en ese país las fuerzas armadas controlan el área de investigación médica, algo que, como veremos más adelante, no parece ser casualidad) y experto en guerra bacteriológica del ejército chino, fue enviado a Wuhan a finales de enero para controlar el brote del coronavirus, algo que evidentemente no consiguió.

De acuerdo al periódico publicado por el Ejército de Liberación Nacional, el mayor Chen ha estado investigando los coronavirus desde el brote del SARS en el 2005 al igual que el ébola y el ánthrax. Es muy posible que el general haya viajado con anterioridad al laboratorio desde entonces ya que solamente existen dos laboratorios con esas características en territorio chino. Es evidente la relación del coronavirus con algún experimento de laboratorio.

Parte del problema, y es algo que no debe extrañar en un país comunista, es la corrupción. Aparentemente la "fuga" del virus se dio no por la nula prevención sino por la costumbre de algunos empleados del laboratorio para vender los cadáveres de los animales utilizados en los experimentos a puestos callejeros en vez de cremarlos como lo exigen los reglamentos en los laboratorios de otros países.

En tal sentido y según The New York Post, "un investigador de Beijing que hoy se encuentra en prisión, ganó un millón de dólares vendiendo cadáveres de monos y otros animales al mercado donde también había animales vivos y los cuales terminaron en el estómago de varias personas".

De hecho las autoridades culparon inicialmente a un mercado de mariscos ubicado cerca del laboratorio de microbiología aunque los primeros casos del coronavirus descubrieron que ningún paciente había acudido a ese local. Más adelante las autoridades responsabilizaron como transmisores del virus a las serpientes y los murciélagos (por cierto esa acusación ha traído consigo una caza brutal de estos animales en varias comunidades chinas sin que las ONGs dedicadas a la protección de los animales hayan levantado la voz al respecto).

El matutino apunta que esa explicación es falsa. "Las serpientes no son portadoras del virus y los restaurantes de mariscos no ofrecen carne de murciélago", y agrega: "La evidencia apunta a que se trata de un virus relacionado con la investigación del SARS-CoV-2 que fue sacado subrepticiamente del Instituto de Virología de Wuhan, quizá por algún empleado infectado o cuando consumieron algún animal contaminado con el virus".

La noticia en sí debiera haber provocado un escándalo mundial. Después de todo estamos hablando de un virus que se ha extendido en todos los continentes del planeta y que ha causado hasta el momento más de 3,500 muertes y cuyas repercusiones económicas podrían comenzar a resentirse por todo el mundo conforme avance este año. ¡Y el "presidente" Xi dice que habrá un "programa nacional" para combatir el coronavirus y nadie se atreve a preguntarle en qué consiste y cuáles son sus alcances!

Previsiblemente, muchos medios descartan que el coronavirus haya surgido de un laboratorio chino y tratan de justificar la ineptitud y corrupción del gobierno chino. Es el caso de un artículo publicado en la página the-scientist.com (naturalmente de izquierda) donde afirma que este patógeno "parece provenir de animales salvajes por lo que no hay señales de manipulación en el genoma (del coronavirus)", esto en respuesta al artículo aparecido en The New York Post. Por su parte The New York Times simplemente ha establecido que el coronavirus, "surgió por el consumo de animales contaminados, como el murciélago". ¿Pero cuándo y dónde se contaminaron estos animales, acaso el virus surgió de forma espontánea en esos animales? El desprestigiado matutino deja en el aire esa pregunta.

Para el columnista Eric Georgatos, de la página americanthinker.com, la posibilidad que el corona virus sea parte de una serie de experimentos para crear armas bioquímicas por parte del gobierno chino no puede descartarse totalmente: "Estamos hablando de un gobierno totalitario que todavía a inicios del año estaba acorralado por las protestas en Hong Kong, sitio que inmediatamente comenzó a sufrir los estragos del SARS-CoV-2 en cuanto brotaron los primeros casos. ¿Fue acaso una señal de advertencia a los manifestantes prolibertad?", y agrega, "así como no se descarta que el corona virus haya sido inoculado a propósito en la ex colonia británica, es indudable que la corrupción haya producido la fuga del virus --los que a diferencia de los microbios y las bacterias no tienen vida propia-- y que terminó por dispersarse en el resto del mundo, sobre todo en Italia, sitio preferido por muchos habitantes de Hong Kong para realizar turismo".

Si agregamos que las autoridades chinas no permiten el ingreso de inspectores extranjeros a las instalaciones de sus laboratorios de bioseguridad, la posibilidad de que este virus sea un experimento malavenido se antojan más que probables.

 

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