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INTERNACIONAL
Payasos sin maquillaje: Michael
Bloomberg
Desesperados por echar a Donald Trump, los demócratas han caído en
las más aberrantes contradicciones y traicionado su herencia
histórica. Y así, mientras en el circo de aspirantes hay varios que
ya se largaron a casita, acaba de entrar uno que propone como su
compañera de fórmula a la causante de la debacle demócrata. Ya no
sabemos si todo es una estupidez o es a propósito. Con ustedes,
Michael Bloomberg, el nuevo clown en esta opera buffa
de la política norteamericana
Versión impresión
FEBRERO, 2020.
Poco a poco, como rezaba la canción aquélla sobre los elefantes que
se columpiaban sobre una telaraña, son menos los que quedan colgando
dentro de la contienda demócrata para la presidencia de Estados
Unidos. Ya se fueron payasos previos, como
"Beto" O'Rourke, Kamala Harris, la
que escuchaba a Tupac Shakur antes que éste grabara su primer álbum,
o Andrew Yang, quien proponía dar mil dólares mensuales a todos los
norteamericanos mayores de 21 años para paliar su pobreza, dinero
que no provendría de su bolsillo sino del dinero público,
naturalmente.
Y cuando pensábamos que luego del monumental ridículo del nefasto
Bill di Blasio Nueva York quedaría
atrás dentro de esta contienda, Michael Bloomberg anució su entrada
al redil que busca echar a Donald Trump de la Casa Blanca. Hoy no
parece importar gran cosa a los medios que Bloomberg desmintiera
categóricamente, apenas el pasado agosto, cualquier intención por
entrar a la carrera presidencial. Pero ya sabemos cómo el ex alcalde
de la también llamada Gran Manzana no se distingue precisamente por
ser fiel a sus declaraciones y a sus convicciones.
Como muestra, originalmente Bloomberg era un político republicano
quien se trepó exitosamente en la ola de popularidad de Rudy
Giuliani para hacerse del ayuntamiento de esa ciudad. Al poco tiempo
Bloomberg se fue moviendo más al centro, se declaró "independiente"
y al poco tiempo de concluir su gobierno anunció que "simpatizaba"
más con los demócratas. Igual que Sanders, Michael Bloomberg es un
mero "simpatizante" demócrata que le hace competencia a otros ya
registrados.
Bloomberg es un multimillonario, poseedor de varias empresas y dueño
de Bloomberg, un emporio especializado en noticieros financieros y
que lo mismo incluye páginas web que periódicos y canales de
televisión. En tal sentido el señor es un empresario como Donald
Trump, algo que bastaría para que los demócratas lo repudiaran como
parte de la "oligarquía" y de ese "uno por ciento" que tanto
cacarean. Sin embargo y dentro de su aberrante doble moral, ni los
medios lamebotas ni los miembros de ese partido político han
encontrado nada de criticable al hecho de que Bloomberg tenga más
dinero, quizá, que el mismo Trump... es un millonario "bueno", pues.
¿Dónde quedó aquello de que la acumulación de riqueza es un "acto
racista" según ha llegado a decir la legisladora Maxine "Bloqufloja"
Waters?
¿Pero por qué entonces Bloomberg salió de la oscuridad política en
la que llevaba rato? Porque Bernie Sanders sigue subiendo en las
preferencias electorales dentro de los miembros registrados del
partido del burro. El hecho de que Sanders, un socialista que lo
mismo le echó porras a Hugo Chávez que a Daniel Ortega, se encuentre
entre los precandidatos, nos habla enormidades del surrealismo en
que ha caído el Partido Demócrata, más aun cuando la economía
atraviesa por uno de sus mejores momentos y donde más afroamericanos
como latinos cuentan con empleo formal, algo que no se veía desde
1972.
La causa de que Sanders siga trepado en las preferencias radica, por
supuesto, en las mentiras de los maestros de muchos de sus
simpatizantes, parafraseando al gran Luis González de Alba. La
mayoría de ellos son millenials a quienes se ha machacado sin
cesar en sus escuelas que viven en una sociedad racista, que las
enormes fortunas de unos pocos son consecuencia del sufrimiento de
muchos y bla bla bla. No importa que Estados Unidos siga siendo el
destino preferido para miles de inmigrantes aparentemente dispuestos
a sufrir atosigantes dosis de racismo norteamericano y quienes en su
mayoría provienen de países donde ya se aplicó el socialismo que
propone Sanders quien, de pilón, es blanco y millonario.
Solo cuando se pierde el sentido de la vergüenza ante tantas
incongruencias se puede apoyar con orgullo a un paradigma de la
doble moral como Bernie Sanders. Por esa razón el ala más
"tradicional" del Partido Demócrata, angustiada porque Elizabeth
Warren y Joe Biden ya tienen un pie fuera de la contienda, hayan
llamado a Bloomberg para que la haga de apagafuegos. Después de
todo, ¿a quién incomoda una incongruencia más en discurso demócrata
que desde hace rato sepultó la lógica y la coherencia?
Inevitablemente surgieron los videos donde se balconea a Bloomberg,
entre ellos uno donde se burla de los granjeros, otro donde llama a
los latinos "personas no acostumbradas a trabajar y que se quejan
cuando se les llama la atención" (¿acaso esa declaración no
constituye un estereotipo que los demócratas jamás le perdonarían a
un republicano?) o bien otro video donde Bloomberg propone "aplicar
más impuestos a los más pobres".
Para colmo, y en lo que pareciera ser un pacto suicida, ni Bloomberg
ni ningún allegado suyo desmintieron la nota publicada en The
Grudge Report donde se indica que Hillary Clinton sería su
candidata a la vicepresidencia. Tuvo que pasar una semana para que
la misma Hillary desmintiera la información, pero de los demócratas
hay que desconfiar incluso cuando aseguran que el agua se evapora al
alcanzar los 100 grados centígrados
Por tanto, los demócratas ni pudieron escoger a un mejor payaso sin
maquillaje que Michael Bloomberg para fastidiarle el día a Bernie
Sanders quien de ser nominado muy posiblemente recibiría una tunda
similar a de George McGovern, el candidato demócrata que en las
elecciones de 1972 perdió 47 de los 50 estados de la Unión frente a
Richard Nixon.
Bloomerg es
alguien que quiere comprar la candidatura tratando de seducir a los
creadores de memes y a quienes ha propuesto ideas totalmente
insípidas y tontas, alguien que pese a haber erogado según
estimaciones más de 100 millones de dólares desde que anunció su
prencandidatura, no ha "pegado" ni entre los millennials ni
entre los indecisos ni, lo más importante, los habitantes mismos de
la ciudad de la que fue alcalde... por algo será.
Al circo demócrata todavía le quedan algunas semanas antes que
sepamos quién recibirá la nominación para competir con Trump. Lo
cierto es que este foro de payasos, prestidigitadores de la mentira
y demagogos variopintos ha resultado en diversión total donde unos
bufones salen de escena para ser sustituidos por otros iguales de
demagogos pero entretenidos. Si por fortuna ninguno de ellos llega a
la Casa Blanca, bien podrían formar su propia asociación circense
aunque esta vez, por lo menos a Bloomberg y a "Beto" O'Rourke, sí
les pediríamos que se embadurnaran la cara con algo de burdo
maquillaje... así provocarían menos pena al respetable.
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