fasenlínea.com

Análisis, comentario y demás

 
Inicio Nacional Internacional Cine DVDs Medios Literatura Y Demás

Y Demás/Obituarios

Los extrañaremos, Gary Coleman y Dennis Hoper

Una estrella infantil y un veterano actor de carácter explosivo se van en menos de 24 horas. Un vistazo a sus carreras

Versión impresa

MAYO, 2010. "¿De qué hablas, Willie?", es una frase que traducida al español nos diría poco pero que en inglés se ha lecho legendaria, sobre todo por el acento del Harlem de quien la pronunciaba, un niño diminuto que en determinado momento de los años setenta se convirtió en el consentido de la televisión norteamericana. Cuando uno revisa hoy los episodios de Different Strokes (que por acá tradujeron como "Blanco y Negro") se puede asumir que no podrían ser transmitidos hoy, en primer lugar porque en nuestros tiempos políticamente correctos ya no se vale hacer mofa de alguien que tenga poca estatura y, mucho menos, que sea negro, perdón, afroamericano. 

Y es que los chistes autodenigrantes abundaban el el guión de Different Strokes. En un episodio Arnold se queja que al subir a un elevador la gente no se fija en él por su corta estatura, lo que le vale varios pisotones. "¿Todos eran blancos, cierto? Porque si eres negro nunca volteas hacia arriba y como blanco nunca volteas hacia abajo", le responde Willie, su hermano mayor. ¡Imposible imaginar un chiste así en cualquier sitcom gringo actual! Eso explicaría, en parte, por qué la serie hace rato que no se transmite por TV, ni siquiera en cable.

Different Strokes narraba semanalmente las peripecias de dos chicos negros, nacidos en el Harlem e hijos de una ama de llaves, quien era madre soltera. Al morir su patrón adopta a los huérfanos para evitar que terminen sumidos en el mundo de las pandillas; de hecho Willie, el mayor, ya estaba metido en líos con la justicia por lo que adaptarse a su nueva vida en un suburbio rico de Queens le resulta tan difícil como tentador. Arnold aún no estaba contaminado de ese mundo que dejó atrás y por ello soltaba los comentarios más inocentes que hacían reír al público que los sintonizaba por millones.. (Una trabajadora social siempre trataba de llevarse a los chicos a un orfanato, lo que equivaldría a ponerlos en el carril de futuros delincuentes. Obviamente la funcionaria nunca conseguía su propósito)

Para colmo, su hermana adoptiva tenía todos los atributos que en los barrios bajos neoyorquinos les habían dicho constituían el prototipo WASP-racista. El propósito de la serie era ver cómo todos al final eran norteamericanos y podían convivir en un mismo espacio. La diferencia es que todo ello se entretejió como una comedia, "la primera que aborda los prejuicios raciales con una sonrisa", escribió un crítico del TIME.

Arnold era personificado por Gary Coleman, quien falleció el pasado viernes 28 a la edad de 42 años. Su corta estatura se debió a que en su infancia tuvo problemas con los riñones. Sin embargo sus facciones eran las de un adulto. Coleman estaba lejos de ser un ejemplo a seguir fuera de la TV: mientras en pantalla era un pequeño adorable que llegaba a recibir hasta 10 mil cartas diarias de sus fans, cuando el sitcom estaba en la cima exigió un desmesurado aumento de sueldo pues, arguyó "yo era la estrella y sin mí este programa no vale nada". Al final lo convencieron para quedarse aunque cuando la serie fue cancelada en 1986 ya poco quedaba del carisma del pequeño Arnold. Irónicamente tuvo problemas con la justicia, fue acusado de abuso físico por parte de su esposa y más tarde se postuló como candidato independiente a la alcaldía de Los Ángeles. Pero sus antecedentes no lo ayudaron pues todavía en enero de este año pasó una noche en prisión, acusado por su esposa.

A Todd Bridges, quien encarnaba a Willie, tampoco le fue mejor. Al ser cancelada la serie fue detenido por asalto a mano armada y pasó una temporada en prisión, además de atravesar por problemas de drogadicción, precisamente lo que en padre en la serie trataba de evitar. 

Por supuesto que la leyenda que remarca la "maldición" de Different Strokes está en Dana Plato, quien tenía el papel de Kimberley. Al terminar la serie cayó en una profunda depresión que le hizo incluso participar en películas XXX de pésima calidad. Se hizo adicta a la heroína y la cocaína y comenzaba a sufrir serios desequilibrios mentales hasta que finalmente fue encontrada muerta en 1997 víctima de una sobredosis. "Me costaba trabajo creer que ese rostro tan bello que había visto en la televisión era el mismo de una mujer prematuramente envejecida y con el rostro casi cadavérico", dijo uno de los paramédicos que encontró el cuerpo de Plato. (El padre televisivo del clan falleció en 1992 de causas naturales; es el único que ha escapado de la "maldición").

Y si bien se esperaba, en cierto y morboso modo, el obituario de Gary Coleman --como lo esperan muchos sitios de Internet respecto a Lindsay Lohan, Britney Spears y Amy Winehouse--, cuando se difundió la nota de que a Dennis Hopper le quedaban unas semanas de vida, veíamos cómo se extinguía una de las pocas leyendas indomables que quedan en Hollywood, misma a la que pertenecieron Steve McQueen. Kirk Douglas, Clint Eastwood, Charlton Heston y varios más. Por lo que más se recordará a Hopper fue por haber dirigido Easy Rider, un clásico de 1969 que abriría el género de las road movies. Hopper no era la estrella sino Peter Fonda, otro indomable, quien aquí aparece junto a Jack Nicholson en uno de sus primeros papeles importantes. Cuenta la leyenda que Hopper se opuso hasta el último momento a que Nicholson participara en la cinta, aunque luego reconoció que se había equivocado.

Y al igual que McQueen, Hopper tenía un carácter bastante difícil. Según otra parte de la leyenda, durante la filmación de una película al lado de John Wayne, el ambiente llegó a ser tan malo que en un momento éste lo persiguió, pistola en mano, para que respondiera a sus insultos. A Hopper también lo plagaron los problemas de drogas: en Apocalypse Now (cuya filmación fue "una pesadilla, una tortura que aún me atormenta", según el mismo Francis Ford Coppola) el actor caracterizó a un periodista adicto a los barbitúricos. Pero Hopper no actuaba pues él atravesaba por una situación similar y de hecho en muchas escenas, más que el realismo, eran que se encontraba "enpastillado". También participó en televisión en varias series, como Trilogía Policiaca

Tras varios años de batallar con sus adicciones, Hopper tuvo oportunidad de regresar con un rol importante en la taquillera Speed al lado de Keanu Reeves y Sandra Bullock. En esa cinta es un policía despedido que planta una bomba a bordo de un autobús de pasajeros. Fue una de sus mejores caracterizaciones, ya como veterano.

Pero pese a sus problemas personales, Gary Coleman y Dennis Hopper no serán olvidados pronto. Ambos fueron partícipes, y en su momento líderes, de la industria norteamericana del entretenimiento, que es casi decir del resto del mundo. Por sus aportaciones, los extrañaremos.

                                                         Copyright 2010 Derechos reservados

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros textos de Y Demás

Les Luthiers, maestros de inigualable gracia

Charles Lindbergh, héroe humano

¿Hasta dónde caerá el prestigio de los Premios Nóbel?

Porqué los alemanes hicieron lo que hicieron

Boston, la nave hippie de Tom Scholz

Seudociencia y Ficción

Veinticinco años después, hambrientos como Duran Duran

 ¿Desea opinar sobre este artículo?

[email protected]

[email protected]

0 comentarios

 

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás