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Lo extrañaremos, Ronnie James Dio

Como reemplazo de Ozzy Osbourne en Black Sabbath hizo un trabajo sobresaliente, y más aún como solista, al punto que hoy es imposible querer definir el género metal sin mencionar a Ronnie James Dio. Un talento extraordinario del rock en donde los haya

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MAYO, 2010. En estos tiempos cuando al escuchar el nombre de Ozzy Osbourne de inmediato se nos remite a un papanatas que apenas puede hilar una frase coherente, se nos olvida la importancia que el metal tuvo hace tres décadas. Los críticos suelen sobreestimar al punk, cuya importancia no pasó de las principales ciudades inglesas y algunas norteamericanas. El metal, en cambio, fue un fenómeno cultural que desde el principio abarcó ambiciones universales: The Ramones llenaban a reventar el CBGB neoyorquino y eso emocionaba a los críticos, a quienes rara vez provocaba igual reacción que Iron Maiden o Black Sabbath hicieran lo mismo en recintos donde cabían hasta 100 mil espectadores.

El metal es uno de los géneros más difíciles de interpretar --"sin duda se encuentra abajo de la ópera como el más complicado", dijo hace algunos años Bruce Dickinson, vocalista de Maiden-- y ello porque sus cambios de tono y velocidad harían pedazos las cuerdas vocales de quienes no estén entrenados. Una de esas voces experimentadas nos dejó el pasado domingo 16, víctima de cáncer de estómago. Se trata de Ronnie James Dio, muy recordado por quienes escuchaban este género en los años ochenta.

Una historia que se remonta a 1975, cuando Ritchie Blackmore ya no soportó más choques con sus compañeros de Deep Purple y decidió fundar su propio grupo, al que llamó Rainbow. Pero Blackmore requería de un cantante que le diera una personalidad diferente a la de su nuevo grupo así que luego de varios prospectos se decidió por Ronnie James Padavona, quien cambió su apellido por el de Dio, y "cuyo rostro pálido combinado con una larga cabellera ensortijada negra lo hacía ideal para el puesto", refirió el guitarrista años después. Dio provenía de varios 

James Dio no defraudó las expectativas e hizo de Rainbow uno de los grupos más importantes del rock británico de los setenta. Desafortunadamente terminó por imponerse la fuerte personalidad de Blackmore y la negativa de Dio por quedar en rol de segundón por lo cual salió de la organización, casi al mismo tiempo que Ozzy Osbourne era expulsado de Black Sabbath por su carácter errático. La actitud de Dio complació a Tony Iommi pues mientras Osbourne se presnetaba tarde a las sesiones y llevaba una vida caótica, Dio siempre mostró gran profesionalismo además de alguien que en sus ratos libres prefería abrir un buen libro que inyectarse droga por las venas. "Con Ronnie podías hablar de cualquier tema", recordó Iommi en una entrevista, "le apasionaba la historia y era un experto en literatura americana, conocía al dedillo las obras de muchos autores". 

Dio había conseguido dejar atrás sus problemas de alcoholismo y de hecho fue en los años que Dio estuvo en Black Sabbath cuando los otros miembros optaron por entrar a rehabilitación. Fue en ese periodo cuando Sabbath lanzó Life and Death, considerado uno de los mejores discos grabados en la historia del metal.

Sin embargo el alma de Dio era rebelde, dada a encauzar proyectos en solitario por lo que Dio abandonó la organización en 1981, fundó su propio grupo, al que llamó Dio y lanzó Holy Diver, del cual salió la magnífica "Rainbow in the Dark" Sacred Heart. En 1985 le siguió Sacred Heart, que incluía "Rock and Roll Children". Pero Dio era un caballero. "Mi salida de Rainbow se salió a que yo deseaba mantener un sonido más puro y menos proclive al vendavan comercial, y eso no gustó a los demás, y con Black Sabbath simplemente se terminó la colaboración", comentó a la desaparecida revista mexicana Sonido en 1982. Lo que sucedía es que Dio tenía una visión clara de lo que quería y ello frecuentemente chocaba con lo que los otros miembros tenían en mente.

En vez de meterse en escándalos, Dio optaba por retirarse a su mansión a leer y a grabar cosas en un estudio de grabación que tenía acondicionado en el sótano "para cuando llegara la inspiración", digo alguna vez. Se consideraba agnóstico y aunque en cierta ocasión dijo que la Iglesia católica "ya nada tiene qué hacer en nuestros tiempos" (pese a que, como hijo de italianos emigrados a Norteamérica, había sido bautizado") luego tuvo que retractarse públicamente: "Pido disculpas si con mis comentarios herí la susceptibilidad de alguien" aunque exigió a sus líderes que "por favor, se actualizaran a nuestro presente".

Fue Ronnie James Dio quien aportó al género los famosos "cuernos" que consisten en levantar los dedos pulgar, índice y meñique para moverlos de arriba hacia abajo, algo que pasó a ser lugar común en los conciertos metaleros,. No faltó quien dijera que ese signo en realidad representaba a un macho cabrío, símbolo del diablo, a lo que Dio respondió "ese símbolo ha existido por miles de años y en muchas culturas y es absurdo atribuirlo a cosas con las que nad atiene qué ver".

En el 2006 se manejó una probable reunión de Dio con Black Sabbath aunque el éxito de la serie The Osbournes hizo que se considerara el regreso de su anterior cantante, además que ese año fueron electos al Salón de la Fama del Rock and Roll, ante lo cual Dio cerró cualquier posibilidad de regreso.

A principios del 2009 y tras examinarse debido a constantes dolores abdominales, le fue detectado cáncer en el estómago, aunque nunca dejó se trabajar. Mediante varios tratamientos de quimioterapia pudo detener en lo posible que se expandiera el mal aunque comenzó a perder el cabello. Una de sus últimas apariciones públicas fue en el programa That Metal Show, transmitido por VH1.

En momentos que el metal comienza finalmente a ser valorado por su aportación al rock, la desaparición física de Ronnie James Dio se ve no sólo inesperada sino fuera de tiempo, como si aún faltara mucho para reconocer lo que aportó al género. Lo extrañaremos, sin duda.

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