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Lo extrañaremos, Armando Ayala Anguiano

Como fundador de una de las revistas más importantes de México, este periodista independiente también cuestionó la historia oficialista de México y publicó unos tomos titulados De Carne y Hueso que hoy son de indispensable consulta. Su ausencia será añorada por mucho tiempo

NOVIEMBRE, 2013. El pasado viernes 15 falleció uno de los escritores y ensayistas más importantes de México y quien por casi medio siglo dirigió una revista en formato minitabloide que ha registrado ventas mensuales de hasta 175 mil ejemplares, cantidad superior a la de otras publicaciones, periódicos incluidos. Ayala Anguiano falleció por complicaciones con la diabetes que padecía desde hace algunos años, pero no dejaba de escribir, material que sin duda será publicado póstumamente.

Ayala Anguiano fue, también, un periodista valiente, esto en tiempos del totalitarismo priísta cuando esta actividad, según la consigna, consistía en ofrecerle al aludido la opción de "plata o plomo" para que se asilenciara. El también brillante Gabriel Zaid recordó cómo en 1985, el entonces secretario de Gobernación Manuel Bartlett presionó a Romulo O'Farrill y a Miguel Alemán Velasco para que impidieran a Ayala Anguiano, el director de la revista Contenido y con la que estaban asociados, publicar un artículo titulado "Los mexicanos que buscan a Dios en Venezuela". Bartlett, un comecuras contemporáneo, tenía entre ese grupo de mexicanos a miembros de su familia, la cual es católica devota. Ayala defendió su derecho a publicar el texto y renunció a la dirección por lo cual, escribe Zaid, por única vez desde su fundación, un ejemplar no salió a la venta. El secretario, que hace poco había convertido a otras publicaciones críticas como Impacto en merolicos del oficialismo, tuvo que tragarse el coraje.

Ayala también era un gran conocedor de la historia de México, a la que añadió un sentido crítico y rectificador, de nuevo, de la verdad oficialista, es decir, la mentira maquillada. Tras varios años de investigación Ayala Anguiano llegó a una conclusión que en su tiempo causó enorme indignación y que incluso le ganó amenazas y aun acusaciones de traidor a la patria. En 1975 apareció en Contenido un texto donde cuestionaba a los Niños Héroes y les llamaba "mito"; sostenía que los huesos que eran venerados no eran de aquellos muchachos, más que niños ("el más grande tenía 19 años de edad", apuntó) y se preguntaba si en realidad eran restos de soldados norteamericanos muertos en combate. Ayala simplemente había respondido a un llamado de la SEP hecho en 1972 donde solicitaba "exhumar" a la historia y darle la rectificación correspondiente. El asunto de los Niños Héroes estuvo a punto de ser enterrado definitivamente pero en 1976, en medio de la debacle echeverrista
y el peligro de un golpe de Estado, se optó por mantener el mito y de esa manera no irritar al ejército.

Ayala fundó Contenido en 1963, inspirado en el Selecciones del Reader's Digest. Este detalle nunca lo ocultó y, más aún, reconoció que esa publicación le había despertado su ansia por la lectura. Pero Ayala notó que el Selecciones incluía muy poco material referente a México y, cuando lo había, ni de lejos era crítico del Estado. Fue así como el periodista, que se había especializado en Estados Unidos y Europa, mezcló este concepto con el de la revista francesa Constellation, propiedad de un amigo suyo, quien le cedió los derechos para copiar el formato. Fue así como Ayala detectó un nicho de mercado y publicó el primer número, donde la portada era la imagen del Paseo de la Reforma.

Además de la controversia sobre los Niños Héroes y que ningún historiador logró desmentirla, Ayala Anguiano mostró a los lectores mexicanos artículos sobre la realidad en Sudamérica, la mayoría escritos por Luis González O'Donell, donde se advertía que la corrupción y la indolencia habían llevado a esos países a problemas como la hiperinflación, la proliferación de huérfanos en las calles, la desfachatez de los políticos ladrones y la pérdida de la paz social ante el nulo respeto a las leyes. Otro tema frecuente de Contenido fue el peligro que entrañaba el intoxicarse con la riqueza petrolera recién descubierta en 1978 y de cómo ésta podría enloquecer a los gobernantes, cosa que finalmente ocurrió.

A fines de los setenta Ayala Anguiano siguió retando a la verdad oficialista mediante la serie coleccionable México de Carne y Hueso y donde ofreció verdades incómodas, entre ellas que Hernán Cortés, lejos de ser un sifilítico, un cojo y casi casi un embajador de Satanás, es parte indisoluble de la identidad del mexicano contemporáneo y quien actuó de acuerdo al tiempo en que le tocó vivir, o que Porfirio Díaz fue indudablemente un dictador pero que consiguió un logro que sus predecesores ni siquiera buscaron por estar obsesionados con enriquecerse en el poder, esto es, la paz social. Y de Benito Juárez, lejos de ser un ícono de austeridad, tenía una fortuna considerable al momento de morir. También hubo series de Carne y Hueso de los presidentes, celebridades, escritores y actores. La mayoría de esos textos son parte de un acervo importantísimo para conocer la verdadera historia de México, no la de, decía Ayala Anguiano, los libros de texto.

En 1981 Ayala provocó otra controversia al publicar la novela política El día que perdió en PRI, algo considerado inimaginable en ese tiempo y, para los políticos, casi una afrenta, un sacrilegio. También el periodista dio cuenta del levantamiento zapatista que terminaría como un foco de atracción para los despistados idealistas europeos. Asimismo publicó novelas como El Paso de la Nada y Las Ganas de Creer, Cómo Conquiste a los Aztecas, novela narrada por Hernán Cortés, JLP, secretos de un sexenio y The Gringo Connection. También participó en cine y produjo la versión en pantalla de Las Ganas de Creer y El Rediezcubrimiento de México, escrita por Marco A. Almazán..

Y aunque los textos de Contenido se enfocan al lector mexicano, la revista llegó a tener buena circulación en Chile, Argentina, Colombia, Perú y Venezuela. Si El Chavo había logrado entrar a aquellos mercados, no existía razón para que Contenido no repitiera la hazaña.

Para fines de los noventa don Armando ya ansiaba retirarse y dejar la dirección de Contenido, algo que hizo una vez concluida la asociación con Alemán Valdés y O'Farrill. Finalmente la revista pasó a ser propiedad del conglomerado de Carlos Slim.

Extrañaremos a don Armando Ayala Anguiano. Su aportación al estudio de la historia y al periodismo mexicanos seguirá siendo valorada por muchos años.

 

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