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Historias de Los Ángeles: Ramón Novarro

NOTA: Este artículo forma parte de seriado de historias que tuvieron un final horrendo en la soleada ciudad la cual, junto con su vecina, la admirada Hollywood, suelen también ser un polo de atracción para hechos violentos inimaginables hasta que éstos suceden en la que muchos consideran es la capital del glamour en Estados Unidos

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NOVIEMBRE, 2020. Hay quienes dicen que todo se debe a una maldición de los nativoamericanos por haber sido despojados de terrenos que consideraban sagrados y donde reposaban los restos de sus ancestros; para otros, el auge de la industria fue tan repentino que nadie percibió el libertinaje que luego por décadas se trató de encubrir con una hipocresía puritana y, para otros, lo que ha sucedido en Hollywod prácticamente desde sus inicios es reflejo de un lugar donde las mentes equilibradas son rápidamente echadas, o de plano no tienen cabida.

El primer escándalo de Hollywood se dio cuando Fatty Arbuckle, un cómico que estaba embolsándose 10 mil dólares por película (y llego a filmar hasta cuatro en un mes, acumulando toda una fortuna para la época), se vio envuelto en el asesinato de Virginia Rappé, una morena de ojos vivarachos y aspirante a actriz quien al ver frustrado su sueño se dedicó a la prostitución en la alta sociedad y quien murió en un episodio bastante grotesco y bochornoso supuestamente a manos de Arbuckle quien sin embargo escapó a todos los cargos pero falleció en la miseria, con su reputación hecha añicos y sin que ningún estudio se atreviera a contratarlo. (Uno de los pocos amigos que conservó fue el genial cómico Buster Keaton, quien le echó la mano económicamente durante varios años).

Hollywood, asimismo, dio nacimiento a otro mito, el del latin lover gracias a Rodolfo Valentino, un inmigrante italiano quien traía menos de 10 dólares en el bolsillo cuando llegó a Nueva York pero en apenas unos años se convirtió en el actor mejor pagado del cine mudo. Valentino falleció poco después por lo que se buscó a otro latin lover, éste procedente de un país latino más cercano, precisamente cruzando la frontera sur.

Ciertamente ese actor, de nombre artístico Ramón Novarro, llevaba rato en Hollywood y ya había alcanzado ese estatus de latin lover aunque no al nivel del italiano nacido en Castellaneta; por un tiempo se le consideró el sustituto perfecto de Valentino hasta que apareció el cine sonoro y el mito del latin lover se fue difuminando, no así la figura de Novarro, quien logró dar exitosamente el salto al cine sonoro e incluso llegó a participar en algunas series de TV, entre ellas El Gran Chaparral. Hasta que llegó el trágico final.

Novarro nació en Durango, México, a fines del siglo XIX con el nombre de José Ramón Gil Samaniego dentro de una familia que había hecho magníficos negocios durante el porfiriato. En su estirpe también había políticos exitosos de manera que al entrar al terreno empresarial, los Samaniego llegaron a convertirse en una de las familias más pudientes de Durango y donde también se veían tablas para la actuación (su prima segunda fue la también duranguense Dolores del Río, cuya belleza mestiza hizo sucumbir a Hollywood y al mismísimo Orson Welles).

Los Samaniego fueron una de tantas familias de alcurnia a las cuales las tropas villistas exigieron "tributo" (manera elegante de llamarle al derecho de piso) hasta que Mariano Samaniego, su padre, un renombrado dentista y de 16 vástagos más, se hartó y decidió emigrar con toda la parentela al sur de California. Debido a que la familia se movía entre el mundo mexicano y norteamericano --don Mariano había estudiado en Nuevo México-- el cambio no resultó tan dramático para los Samaniego.

José Ramón Samaniego era bien parecido y poseía una figura atlética, hecho que no pasó inadvertido para un productor quien lo llevó a los estudios de cine y le aplicó una prueba. Hacia 1917 el todavía adolescente actor se convirtió en sex symbol aunque ahora con el nuevo nombre de Ramón Novarro, ya que su nombre original era un poco complicado de pronunciar en Estados Unidos. Sin embargo al principio sus roles eran pequeños --recordemos, eran los territorios de Valentino-- por lo que comenzó a promovérsele como el "rival" del italiano para llamar la atención. Hacia 1923 Novarro por fin obtuvo su primer papel importante con le cinta Ben Hur. Tres años después Valentino moría a causa de una úlcera no tratada que le produjo pleuresía con lo que Novarro salía triunfante de la "rivalidad" entre ambas figuras.

Lo cierto es que Novarro y Valentino eran amigos... algunos suponen que más que cercanos, no solo porque ambos eran homosexuales sino porque solían reunirse en privado, fuera de las miradas de curiosos. La leyenda dice incluso que el italiano regaló al mexicano un enorme "consolador". Los estudios sabían perfectamente de esa condición, y de hecho Novarro la había hecho saber desde que lo contrataron para su primera película. Sin embargo habría sido un enorme riesgo financiero su el público supiera de las verdaderas preferencias sexuales de dos galanes que se suponía representaban una muestra de encanto y masculinidad del conquistador latino. Por ello los estudios obligaron a Valentino a contraer matrimonio con una actriz desconocida para apagar las habladurías. El matrimonio naufragó a los pocos meses aunque se supo hasta años después que la chica era lesbiana.

En el caso de Novarro, las habladurías se incrementaron conforme se acercaba a los 30 años de edad y no se le conocía pareja, algo insólito en un mundo donde se consideraba que un hombre mayor de 25 ya estaba "quedado", y ni diga dentro de su propia familia, que era ultracatólica y ultraconservadora. Para calmar el chismorreo, los estudios le inventaron a Novarro un romance con Greta Garbo quien, como se supo más tarde, también era lesbiana.

De cualquier manera la carrera de Novarro no fue afectada gran cosa tras la llegada del cine sonoro; continuó trabajando, si bien cada vez más esporádicamente. Hubo otra diferencia: conforme se iban apagando, muchos de sus colegas comenzaron a sufrir serios problemas económicos. Novarro supo cómo administrar su dinero, en especial en bienes raíces; la construcción de la que estaba más orgulloso era su residencia en Hollywood Hills diseñada por el hijo del renombrado arquitecto Frank Lloyd Wright.

Novarro también tenía fama de desconfiar de los bancos a raíz de que durante la crisis de 1929 perdió buena parte de sus ahorros por lo que prefería guardar su dinero en casa, aunque en realidad el dinero lo tenía casi todo invertido. Lo que sí es cierto es que el actor gustaba de contratar jovencitos para tener relaciones con ellos, además de irse haciendo más antisocial y de beber por días sin parar.

Novarro ya había tenido un amante del mismo sexo, un director de orquesta, pero optó por dejarlo conforme se fue haciendo famoso; también se relacionó sentimentalmente con un publicista que luego pasaría a convertirse en su agente, así como un multimillonario de San Francisco quien solía presentarlo como su "mejor amigo".

Uno de los jóvenes a quienes Novarro solía contratar era Paul Ferguson. Éste visitó la residencia del actor el Laurel Canyon; Novarro lo había contactado luego de que otro de los jóvenes le pasara el número. Paul llevó a la residencia a su hermano menor de nombre Tom para ofrecer a Novarro un "trío", idea que le pareció bastante atractiva.

En la tarde del 31 de noviembre de 1968, víspera de Halloween, los hermanos Ferguson llegaron a la residencia del actor. Tras varias horas de departir íntimamente, éstos exigieron el actor que les "pagara más" pero Novarro respondió que ya no tenía dinero y éstos le respondieron que en su propiedad guardaba una caja con al menos 5 mil dólares en efectivo. Lo que vino fue una pelea hasta que los hermanos sometieron al actor y procedieron a atarlo para finalmente asfixiar a Novarro con una sábana atada al cuello. Lo único que encontraron fue un billete de 20 dólares dentro de un bolsillo de la bata de baño de Novarro.

El crimen estremeció a la comunidad de Hollywood y a todo el sur de California. Al principio no había sospechosos pues el histrión era una persona afable, quizá algo melifluo, pero que difícilmente tendría enemigos. Las indagaciones finalmente alcanzaron a los hermanos Ferguson quienes confesaron haber cometido el crimen de Novarro a quien identificaron como "alguien famoso" aunque jamás imaginaron que el duranguense en algún momento había sido el competidor directo de Valentino y por tanto era una leyenda viviente.

Hasta que ocurrió la masacre cometida por la "familia" Manson menos de un año después, éste era considerado el peor crimen contra una celebridad de Hollywood.

Inevitablemente comenzaron a surgir los rumores sin fundamento en torno a la muerte de Novarro, entre otras cosas que, para asfixiarlo, los asesinos del actor le habían introducido en la boca un "consolador" con grabados que le había obsequiado Valentino; en realidad su cuerpo fue encontrado boca abajo, en la sala de su casa, en un charco de sangre y con varios hematomas en la cabeza producidos por un objeto metálico. El supuesto "consolador" regalo de Valentino jamás apareció.

Fue una ocasión más, como ocurrió con los miembros de la "familia" Manson, en que un grupo de desechos humanos y sociales matan a verdaderos talentos, como fue el caso de Novarro y la actriz Sharon Tate, quien estaba a centímetros de alcanzar el megaestrellato.

Los hermanos Ferguson fueron arrestados y sentenciados aunque salieron bajo fianza a mediados de los 70. Durante ese tiempo nunca aceptaron su culpa, aunque fue hasta 1997 cuando Ferguson finalmente aceptó ser el autor intelectual de la muerte de Novarro mientras Tom, su hermano menor, se suicidó 7 años más tarde. Sin embargo Paul Ferguson más tarde volvió a prisión acusado de violación y ahí sigue encerrado

 

 

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