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Grandes Temas, lectura para dar inicio al otoño

Los programas matutinos de variedad en la TV suelen tener formatos que no relucen precisamente por su inteligencia. Sin embargo en este libro, uno de sus colaboradores asiduos nos ofrece un libro entretenido, ameno y fluido lleno de anécdotas y detalles históricos, algunos chuscos, otros dramáticos. Es momento de hojear y comentar Grandes Temas, de Sergio Sepúlveda

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OCTUBRE, 2018. Si hay algo que considero realmente fastidioso en la televisión matutina son esos maratónicos programas de variedad que incluyen desde recetas de cocina, entrevistas con todo tipo de gente, desde expertos en sexología hasta lectores del Tarot, coreografías, bailes y quien sabe qué más. Son emisiones donde los únicos que parecen pasársela bien son los asistentes, más que los espectadores... y cómo no, si según leí en algún lado, estos conductores, por lo menos los de red nacional, suelen percibir hasta 25 mil pesos por programa.

Una de esta emisiones es Venga la Alegría que transmite un canal de TV Azteca. Uno de los colaboradores es Sergio Sepúlveda, cuya apariencia de nerd indicaba que su coeficiente intelectual es mayor al de sus compañeros de programa (los cuales merecen todo nuestro respeto y de ningún modo los tachamos de tontos ni mucho menos; lo irritante es el formato de esas emisiones).

Más adelante a Sepúlveda le dieron su propio espacio que lleva el título de Difícil de Creer, el cual presenta cápsulas de hechos históricos, no precisamente de la farándula sino de temas en general. Difícil de Creer es de esas emisiones que nos hacen pensar en que no todo está perdido en la TV abierta que tenemos en México.

Era inevitable que Sepúlveda, una de esas enciclopedias andantes que gustan de recolectar anécdotas, detalles históricos e información variopinta con la que se van topando, escribiera un libro. Y hay que decir que nos hemos llevado una agradable sorpresa leyendo Grandes Temas Difíciles de Creer, variación poco sutil del Aunque Usted no Lo Crea de Ripley.

Cabe apuntar que lo que vamos a encontrar aquí dista mucho de ser información novedosa --¿qué lector habitual jamás ha oído ha acerca de la locura y los excesos de Calígula?-- pero lo que importa es que Sepúlveda agrega otros detalles menos conocidos en torno a esos temas y les impone su estilo característico a la narración.

Sin embargo hay algunos temas abordados aquí muy poco mencionados, entre ellos las granjas de cuerpos de Estados Unidos y un genuino Doctor Frankenstein de la vida real que vivió en los años de la URSS e incluso fue glorificado por la maquinaria propagandística de Stalin.

Este personaje, de nombre Vladimir Demikhov, como estudiante de Biología en los años 30, había construido un corazón metálico capaz de mantener con vida a un perro durante cinco horas. De ahí en adelante, Demikhov decidió ir más allá "y realizó en 1954 su procedimiento más famoso y controvertido: implantó la cabeza de un cachorro en otro perro", escribe Sepúlveda. Los experimentos continuaron por varios años al punto que hoy se considera a Demikhov pionero en el trasplante de órganos.

Un capítulo un tanto inquietante y con información poco difundida es el de los cazadores de cabezas. Sabemos que los jíbaros, una tribu que habita en sureste del Amazonas, eran expertos no solo en cazar cabezas sino en reducirlas. Pero Sepúlveda apunta que esta tradición, por decirlo de algún modo, "tiene varios motivos: confirmar ante un superior la muerte de un odiado rival (..) ante los ojos de la sociedad a la que se combate se expone la cabeza de quien fuera su líder, para atemorizar" (caso concreto que también cita el autor) el del cura Miguel Hidalgo, cuya cabeza colgó por varios años en una de las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas. La descripción de lo que ocurrió no es precisamente para estómagos suaves por lo que le recomendamos acudir al libro para entrar a todo detalle; solo agregamos dos puntos desconocidos por muchos: que Hidalgo fue fusilado en Chihuahua y, segundo, el nombre del jefe de pelotón. Se llevará una sorpresa.

En los 22 capítulos que componen este libro encontramos información variada y referencias interesantes en torno a Jack el Destripador como, por ejemplo, que gracias al ADN se confirmó su identidad con una certeza total más de un siglo después de los crímenes, el origen de la Ouija, Elizabeth Bathor, la condesa sangrienta --e irónicamente, predecesora de la industria del maquillaje femenino actual-- detalles adicionales a los que ya sabemos en torno al Titanic, la maldición del número 27 en la historia del rock (a la que algunos especialistas han atribuido, por razones que se siguen estudiando, a que a esa edad el cuerpo humano sufre cambios fisiológicos que doblegan su resistencia ante el abuso de drogas) así como la triste historia de Buzz Aldrin, a quien le fue negada la gloria de convertirse en el primer hombre en pisar la Luna en 1969 debido a un convencionalismo técnico, esto pese a ser el mejor preparado académicamente como Doctor en Ciencias y de ser brillante piloto de combate durante la guerra en Corea).

En suma, Grandes Temas es un libro ágil, sin redundancias ni parrafadas presuntuosas (bueno, quizá una o dos, pero perdonables) y una lectura ideal para empezar la temporada de otoño. Así pues, y a la próxima vez que se asome a programas como Venga la Alegria, recuerde que sus presentadores no son precisamente cabezas huecas. Eso sí es Difícil de Creer (y perdón por cerrar así este artículo, no pudimos evitarlo).

Sergio Sepúlveda
Grandes Temas Difíciles de Creer
Penguin Random House
2018

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Cortesía foto: Diario de Yucatán

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