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MEDIOS/Televisión
Si vio la cobertura
mundialista en Azteca, la aprovechó mejor
De unos años para
acá, la cobertura de las televisoras mexicanas en torno al Mundial de
futbol había caído en lo chabacano y los chistes fallidos. Por lo
menos una de ellas hizo el intento por ofrecer una cobertura de mayor
calidad, y lo logró. Aún sorprende ver de cuál se trata
JULIO, 2014. Conforme se acerca un
Mundial --o unos Juegos Olímpicos, para este caso es igual-- ya nos
habíamos (mal)acostumbrado a la "cobertura análoga" que los
medios televisivos mexicanos le daban a ambas competencias. En su
momento fue refrescante ver esa sazón a los programas especiales
mundialistas en especial la barra cómica protagonizada por Andrés
Bustamante y su Güiri Güiri, y aunque éste no se desbarrancó en el gag
de mal gusto, la salida de José Ramón Fernández de TV Azteca afectó
sus bonos y dejó un hueco que se quiso rellenar com
"cómicos" que ni de lejos lo alcanzaban en simpatías y
carisma, entre ellos Facundo quien, repetimos, alguien lo sigue
engañando al decirle que es gracioso.
La cobertura del Mundial anterior en
Sudáfrica ya era el colmóse, que resultó peor aún que la del Mundial
en Alemania 2006, lo que cual ya es afirmar. Los bloques se habían
transformado en pasarela de clowns, chistes más sobados que
pectorales de teibolera y temas que poco o nada tenían que ver con el
futbol o el país anfitrión. ¡Cómo extrañábamos entonces a la culta
Dulce María Ocejo quien en su segmento compartía con nosotros parte
del fabuloso pastel cultural de los países que abrían sus estadios a
la justa! Alguien más en TV Azteca (¡sí, la misma televisora que
difunde Ventaneando, La Academia y otros bodriazos!) se dio
cuenta de esta omisión y preparó lo que al final fue una de las
mejores coberturas de mundiales de futbol.
Hace tiempo leí un artículo donde se señalaba que los cómicos de
Televisa no eran tan malos: los guiones que les eran proporcionados los
convertían en comediantetes achafados. Algo hay de cierto: muchos de
nosotros nos hemos carcajeado con los chistes que Polo Polo se chuta en
los centros nocturnos pero frente a las cámaras damos cuenta de su
tristísimo repertorio desprovisto de pólvora altisonante que en él,
fenómeno extraño, hasta un "güey" le sale jocoso. En tal
sentido uno de los mejores cómicos de Televisa es Adrián Uribe quien,
sometido al script más malo que se pueda concebir, ¡aparece en
un sketch como la hermana de Toño de Valdés! Si a alguien en esa
empresa le pagaron por fusilarse la idea de una película de Adam
Sandler, su sueldo es tan inmerecido como el de esos maestros del SNTE
que hacen cualquier cosa menos dar clase. Cabe de consuelo que a tan
mediocre guionista no le pagaron con nuestros impuestos.
Alguien en TV Azteca se dio cuenta que el Mundial 2014 era una
oportunidad para saber más sobre Brasil y no acerca de los favoritos
del gerente de programación o los recomendados del Mero Mero. ¿Cómo
olvidar que Yahir, La Academia y hasta Patty Chapoy se pasearon por las
sedes olímpicas y mundialistas porque se trataba del flavor of the
month en el rating? "Era el pretexto para sacar a todos de las
instalaciones de Azteca con el fin de darles una limpiadita", dijo
un amigo. Esta vez se prescindió de los cómicos, tonterías como el Te Caché y los
skecthes hechos con las patrullas, como
decía una extrañada tía. En primer lugar se dio menos importancia al
título de Los Protagonistas del Mundial y se optó por el de Aztecarioca, el cual no suena tan desentonado. Y luego se tomó la
decisión más inteligente de esos segmentos: en vez de querer dar
lucimiento a los conductores, se abordaron varios temas no solo
futboleros en torno a un país al mismo tiempo maravilloso, terrible,
problemático, paradisíaco --"con sus intrigantes cinco millones de
kilómetros cuadrados", escribió Álvaro Vargas Llosa-- como lo es
Brasil.
Una de las mejores herramientas que utilizó la televisora en tal
sentido fue Difícil de Creer, conducido por Mario Sepúlveda, un tipo
con apariencia de nerd del Poli pero quien nos dio una perspectiva de
ese país más allá del futbol, las mulatas y las favelas. Sepúlveda
recorrió buena parte del país para hablarnos del lugar donde crecieron
leyendas como Garrincha, Pelé, la Chica de Ipanema, Joao Carlos Jobim, los contrabandistas
del Amazonas, la familia con seis dedos en cada mano, los estadios, la
infinita gastronomía étnica y hasta las "erotelenovelas". El
único pero del programa es que cada segmento Sepúlveda termina
repitiendo el nombre del programa, con un reverb de fondo. Eso déjenselo a las presentaciones en Photoshop del segundo semestre de
Comunicación. Como sea, fue una emisión excelente.
Otro segmento interesante fue el de un matrimonio mexicano que visitó
los principales centros culturales de Río de Janeiro, Bahia y Sao Paolo
además de entrevistar a pintores, escultores, músicos, escritores y
artesanos o bien a diseñadores plásticos, de ropa y de muebles. La
oferta cultural de las ciudades brasileñas es igual o superior a la de
Nueva York, París y Madrid y sin embargo en México es totalmente
desconocida. ¿TV Azteca cubriendo estos temas?
En otro segmento un periodista mexicano acompañado de un camarógrafo
se meten en las favelas y piden alojamiento. Tras una docena de
portazos, totalmente explicables para alguien que radique en la zona
más peligrosa de Río de Janeiro, una mujer negra, sesentona, accede a
dejarlos entrar si ayudan con la limpieza de la casa, lo cual nos
permite ver que las favelas son exactas réplicas de las casuchas en
cualquier periferia mexicana. Los modales pulcros y educados de aquella
mujerona desmentían aquello de que la pobreza, per se, provoca la
delincuencia. Ésta la producen unas leyes destruidas por la corrupción
y la impunidad. Cierto que algunos de sus segmentos fueron actuados pero de
cualquier manera refrendaron el enojo de los brasileños por su gobierno
que gastó millonadas en construir estadios de los cuales una cuarta
parte ya no serán utilizados por equipo alguno.
Jorge Valdano es alguien que cae mal a una legión de televidentes,
máxime por haberse metido al rollo de la superación personal aderezado
con el futbol Pero el tipo conoce del balompié, gozó el triunfo como
seleccionado argentino en el Mundial México 86 y sufrió con la derrota
frente a Alemania. También tuvieron como comentarista a Bebeto;
francamente a veces se le entendía poco, pero también es un versado en
el deporte de los puntapiés.
Y dejamos al último a la terceta de comentaristas de futbol que es hoy
la más famosa de México, la de Christian Martinolli, Jorge Campos y el
"Doctor" García. Con excepción de la recurrente necesidad de
ponerle subtítulos a Campos, su narración fue mucho más amena que la
realizada por Televisa. Los tres (a veces cuarteta, aunque Antonio
Rossique está aún lejos de ser considerado simpático) fueron mucho
más llevaderos que la tediosa crónica del emporio Azcárraga. Por lo
que toca a Caipirinha Sunrise, una serie que los cuatro estelarizaron a
lo largo del Mundial, fue un proyecto al que aparentemente le fue bien.
Cuando cambié al canal 2 de México y por enésima ocasión vi la mano parlante del
Compayito,
la conclusión fue que ese canal estaba haciendo el ridículo con sus
transmisiones mundialistas. Faltan dos años para los Olímpicos, lo que
representará un regreso a Brasil. Ojalá ofrezcan propuestas frescas.
Por lo que toca a este 2014, en la cobertura del Mundial, TV Azteca se
los comió a rebanadas.
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