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MEDIOS/Cloacas

El ABC de la maldad e hipocresía periodística

Ahora sí que la tenían, era suya y la dejaron ir... la cadena ABC pudo haber destapado la cloaca sobre las trapacerías de un pederasta cuya conexiones llegaban hasta un ex presidente norteamericano pero optaron por callar hasta que un video "balconeó" a una periodista de esa cadena hablando de más. Muestra de cómo actúa el ansia del poder sobre el sufrimiento padecido por cientos de víctimas de un tipo repugnante pero eso sí, políticamente bien conectado

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NOVIEMBRE, 2019. Una cosa es la doble moral con la que los medios norteamericanos se han manejado por décadas y otra el caer en la aberración y la maldad para encubrir a un candidato o candidata de su preferencia. Quizá sonará un tanto gráfico y mal gusto decirlo, pero sobre los principales periódicos, televisoras y páginas web liberales de Estados Unidos ha caído una descomunal cascada de materia fecal. ¡Y todavía hay quienes en América latina siguen considerando "serios" al New York Times, al Washington Post, al USA Today y a las principales cadenas informativas del vecino país!

Como se sabe, allá por el mes de junio el periodista Ronan Farrow, hijo de la actriz Mía Farrow --y algunos afirman que de Frank Sinatra, dado su gran parecido físico-- publicó una semblanza acerca del multimillonario Jeffrey Epstein, un magnate de bienes raíces en el estado de Nueva York. Farrow y posteriormente varios periodistas de la cadena Fox destaparon la cloaca sobre quién era en realidad el "prestigiado hombre de negocios" Epstein: un pervertido sexual que manejaba una red de prostitución no solo de adolescentes e incluso de niñas, muchas de las cuales eran llevadas a un islote propiedad del multimillonario en las Islas Vírgenes y al cual los lugareños llamaban "la isla del pedófilo".

Se ha manejado que la propiedad fue visitada por decenas de celebridades, entre ellas el cantante Mick Jagger, los actores Robert de Niro y Leonardo di Caprio, la modelo Naomi Campbell y hasta el fallecido astrónomo Stephen Hawking.

Los medios norteamericanos (cómo no) se enfocaron únicamente en una foto donde aparece el hoy presidente Donald Trump junto a Epstein, tomada a mediados de los 90, aunque no en la isla, como se especuló, sino en Nueva York. Sin embargo el periodista Farrow comprobó que hubo otro visitante asiduo a la isla, incluso acompañando a Epstein en el mismo vuelo: el ex presidente Bill Clinton. De hecho hay una foto donde el ex mandatario aparece muy contento en las aguas caribeñas de la isla junto con Tony Podesta --hermano de John Podesta, asesor de la campaña de Hillary Clinton a la presidencia-- y de George Nader, un abogado y hombre de negocios de origen libanés quien está en prisión por cargos de pederastia y muy cercano a la familia Clinton desde que la pareja habitaba la Casa Blanca.

Otro visitante asiduo era el príncipe Andrew, hermano menor del también Príncipe Carlos. Poco después que se destapó el escándalo se difundió una foto tomada en el 2001 donde se le ve abrazando a una chica de nombre Virginia Roberts. La muchacha dijo ante un juez que Epstein la había obligado a tener relaciones sexuales con el príncipe cuando ya era esclava sexual en la "isla pederasta". Voceros del Palacio de Buckingham han asegurado que la foto de Andrew --por lo demás un calenturiento que hace años puso en aprietos a la Reina cuando se supo que mantenía una relación con la actriz porno Koo Stark-- está "claramente amañada", aunque no han ofrecido mayores pruebas que refuten su autenticidad.

De acuerdo al reporte de Farrow, en esa paradisíaca isla ocurrieron toda suerte de abusos sexuales, violaciones tumultuarias y orgías que habrían sonrojado a los emperadores romanos en sus tiempos de decadencia absoluta; decenas de adolescentes eran reclutadas mediante "agencias de modelos" que ofrecían una vida de glamour, viajes y estabilidad económica a decenas de chicas bellas, pero ingenuas y crédulas. Los "prospectos" --la mayoría de ellas procedentes de Europa del Este, semillero de mujeres cuyos bellos rostros quitan el aliento-- eran luego enviadas a la isla o a otras propiedades de Epstein donde, agrega Farrow, "eran profanadas sexualmente por celebridades, políticos y gente de gran poderío económico", entre ellas el Príncipe Andrés. (Algunas testigos han dicho que la modelo Campbell les dio "la bienvenida" a la "agencia", lo cual diluía cualquier sospecha por parte de las chicas y de sus padres. Sin embargo esto no se ha comprobado totalmente)

Ni el Washington Post ni el New York Times ni las cadenas televisivas tocaron el tema, excepto para mencionar la foto con Trump y así desviar la atención de lo que realmente había ocurrido con el pervertido Epstein y sus poderosos secuaces. Solo la revista New Yorker donde colabora el periodista Farrow y la cadena Fox siguieron insistiendo en el tema. Epstein fue arrestado y enviado a prisión donde, extrañamente y apenas a unas horas antes de su primera declaración en la Corte, fue encontrado muerto en su celda, aparentemente por suicidio. Lo curioso es que en ese lapso las cámaras que lo vigilaban 24 horas "fallaron" y los guardias a las puertas de su celda se "distrajeron" en esos momentos cruciales. Cualquiera diría que se vieron más estúpidos que cuando ocurrió la segunda fuga de El Chapo Guzmán.

El hermano de Epstein insistió en que éste no se había suicidado: "Lo visité horas antes y estaba de buen humor, seguro que libraría las acusaciones", al tiempo que el connotado médico forense Michael Baden sugirió que "las heridas que provocaron la muerte de Epstein no fueron por ahorcamiento; el modo en que se rompieron las vértebras indicaría que se aplicó una enorme fuerza sobre esa área y que le produjo la asfixia", y agregó que "asombrosamente", nunca se dio a conocer el dictamen de las uñas de Esptein, el cual revelaría "si hubo una pelea física, el involucramiento de pedazos de pellejo del agresor".

Pues bien, este inmenso mar de asquerosidad y miseria humanas no llegó solamente a manos del periodista Farrow sino que el comprometedor reporte había caído en la redacción de la ABC ¡desde el 2016! Project Veritas, un canal cuya misión es desenmascarar la hipocresía y la repugnancia moral de quienes trabajan en esos medios, subió un video donde aparece Amy Robach (en la foto), conductora del programa Good Morning America, de la cadena ABC. El video, filtrado a Project Veritas y grabado fuera del aire, muestra a Robach reconociendo que se decidió no pasar al aire las porquerías de Epstein: "En primer lugar (el consejo editorial) me dijo '¿quién es éste tipo? Nadie sabe quien es, la historia es una estupidez". Sin embargo la "historia estúpida", según Robach, "provocó la ira del Palacio de Buckingham pues implicaba al Príncipe Andrés, de modo que nos amenazaron un millón de veces. Nos dio temor sacarla al aire por lo que la dirección editorial acordó no difundir nada al respecto".

Robach incluso reconoció que Williams (la chica que se había tomado la foto con el Príncipe y quien hoy se hace llamar Virginia Giuffre) "saliera y hablara con nosotros. Ella tenía fotografías, evidencias, todo, y había estado escondida por 12 años. Era increíble, teníamos evidencias contra (Bill) Clinton, teníamos todo y lo dejamos ir. Aun hoy estoy fúrica por ello".

Obviamente no era tanto la ira del Palacio de Buckingham, lo cual al final carece de importancia para la causa demócrata pues los británicos no pueden votar en Estados Unidos. Evidentemente, de haber difundido ABC la "historia estúpida" en un año electoral habría causado un daño irreversible a Hillary Clinton dado que su esposo Bill está implicado hasta el cuello con el excremento que representa este escándalo.

(Cuando los agentes del FBI allanaron un departamento del magnate en Nueva York, encontraron colgado en la pared un cuadro donde aparece Bill Clinton luciendo un vestido azul, sentado sobre un sillón, cruzado de piernas y sonriendo coquetamente mientras apunta al frente con un dedo, algo que no causó resquemor alguno en los medios. Aparentemente ese vestido era el mismo que Hillary llevaba puesto en una cena de gala. ¿Podemos imaginar una misma reacción de bostezos e indiferencia si en el cuadro apareciera Donald Trump enfundado en un vestido de su esposa Melania?)

Tras filtrarse el video, Robach publicó un tuit donde ridículamente afirma que su desliz ocurrió "cuando pasaba yo por un momento de frustración personal. (?) No transmitimos la entrevista con Virginia Roberts pues carecíamos de mayores evidencias (!) y no cumplía con los estándares de calidad de la ABC". ¿Pero entonces cómo fue que, si en la redacción de esa cadena propiedad de Disney, le habían dicho que se trataba de una "historia estúpida", en vez de tirarla a la basura, la televisora siguió realizando su propia investigación donde supuestamente no encontraron nada más?

Hubo alguien más que también destapó la apestosa cloaca, el vloguero Alex Jones. curiosamente, a las pocas semanas y en forma simultánea, las principales redes sociales expulsaron a Jones acusándolo de promover el "discurso de odio" a través de su página InfoWars. ¿Ese era realmente el motivo o en realidad alguien más presionó a esas plataformas para evitar que se siguiera difundiendo esa "historia estúpida"?

Pero descubierto in fraganti por Project Veritas, ¿el consejo editorial de la ABC actuó en consecuencia despidiendo a Robach o realizando una purga para ver quiénes eran los editores que echaron tierra a la historia, convirtiéndose así en cómplices de facto del pervertido Epstein? No precisamente: en vez de ello buscaron afanosamente al "soplón" y lograron que la "competidora" CBS despidiera a una empleada quien supuestamente había proporcionado el video a Project Veritas.

Fue así como ABC y Robach, quien en el video filtrado llama a Epstein "el peor pedófilo en la historia de este país", optó por hundir la "historia estúpida" que implicaba el dolor y sufrimiento para decenas de jóvenes mujeres quienes, como se ve, poco o nada importan a las "feministas" quienes ni de chiste han organizado un boicot contra la ABC o han presionado que Robach sea despedida dado que siguen encubriendo a un psicópata sexual que hoy se pudre en el averno.
 

 

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