|
|||||
Otros textos de Medios
|
MEDIOS/Revistas
Adiós a la revista MAD y a su genial pandilla de idiotas Con casi siete décadas en el ambiente editorial, la revista del pelirrojo chimuelo anunció recientemente que saldrá del mercado luego que fracasara su estrategia para atraerse a los millenials. Un repaso a MAD, lectura obligada para muchos de nosotros en esos años que vivíamos la década de la espinilla JULIO, 2019. Es oficial: dos ejemplares más, y la revista MAD saldrá del mercado en forma definitiva, lo que indica que aún le quedan cuatro meses de vida dado que desde unos años para acá se había convertido en publicación bimestral, y aparentemente, lanzará una edición anual, lo que generalmente es un preámbulo a la extinción total, como le ocurrió a la revista LIFE. Y cuando llega el momento de inhumar una revista emblemática, lectura indispensable para muchos de nosotros durante los años de espinilluda adolescencia, la verdad es difícil. Y puedo asegurar que para esos muchos, una importante cantidad no nos habíamos asomado a las páginas de MAD en por lo menos 15 años, quizá más. Y dentro de ese segmento había quienes compraban la edición en inglés aunque otros se conformaban con la edición hecha en México (ver más abajo), de modo que la eventual muerte de MAD la vemos como la de aquel amigo otrora muy cercano del que nos alejamos y le perdemos su destino aunque siempre esporádicamente recordáramos su humor y sus ocurrencias. Por ejemplo, a más de uno sorprendió la nota de que sus oficinas se habían mudado de Nueva York a California. ¿Qué fue lo que mató a MAD y de paso obligó a preocuparse a su mascota Alfred E. Neuman ahora que está a las puertas del desempleo? Hay varias razones: las publicaciones impresas mantienen su caída en picada, los dibujantes actuales no han podido igualar el talento de sus predecesores, a los Millenials no les interesa ese tipo de humor, etcétera. Pero creo que hay dos razones que marcarían la puntilla a la revista: el humorismo característico de MAD choca de frente contra la mordaza gestapolíticamente correcta, y el hecho que la revista aceptara anuncios comerciales en sus páginas, algo que se había rehusado a hacer por más de medio siglo. Para el primer argumento revisamos algunas ediciones en línea de la "nueva" MAD así como algunos textos de su página web: sigue siendo ingeniosa pero se percibe una línea sobre ciertos temas que no se deben tocar. Aunque MAD era una publicación liberal, solía ser irreverente con todo y hacia todo, durante sus últimos años, pero ya en sus últimas ediciones se obsesionó con pegarle a Donald Trump tanto en portada como en interiores, algo que la verdad no tiene mayor mérito cuando prácticamente todos los medios liberales de Estados Unidos se dedican a lo mismo y, paradójicamente, se autoasumen como serios. Segundo, y como han mencionado otros medios, el haber aceptado publicidad en sus páginas ponía a los editores a merced de decisiones externas que ponían en entredicho su independencia, máxime cuando el mercado de las ediciones impresas se reduce; se le mojó la pólvora a MAD. El querer sobrevivir siendo irreverente dentro de la mordaza políticamente correcta es de hecho imposible pues cuando el objeto de las burlas --que deben ser "revisadas" de antemano-- es el mismo, los chistes se reciclan una y otra vez hasta que pierden su esencia y se hacen predecibles, un efecto similar al que te cuenten un chascarrillo y ya conozcas el final. Lo irónico del asunto es que MAD surgió como respuesta a los intentos de censura en los años del macartismo. Harvey Krutzman y William F. Gaines crearon algo que se llamó Cuentos de la Cripta (Tales from the Crypt) y se les obligó a ir a los tribunales, acusados de indecencia y de faltar a las "buenas costumbres"). El caso dejó sus finanzas bastante debilitadas por lo que Gaines decidió fundar MAD (él y Krutzman terminaron peleándose, pero a éste último se le considera pionero del humorismo corrosivo, en ocasiones negro. Tarantino, los hermanos Farell y Johnny Knoxville tienen una enorme deuda con Krutzman del mismo modo que Steve Martin, Robin Williams, Weird Al Yankovic, entre otros, la tienen con Gaines.). En alguna ocasión dijo Gaines que él solo "creaba el ambiente" para que sus guionistas y caricaturistas dieran lo mejor de sí, y de qué manera: entre sus colaboradores de muchos años estuvieron Don Martin, David Berg, Jack Davis, Sergio Aragonés, Angelo Torres, Mort Drucker y Anthony Phoias. Y así mientras Berg acudía a los diálogos para mostrarnos El lado Amable de..., Phoias y su Spy Vs Spy y Aragonés apenas e incluían algunas palabras en sus ilustraciones. Sin duda esa fue la mejor época de MAD, la de mediados de los sesenta a inicios de los 90. En 1992 fallece Gaines, no sin antes garantizar el futuro de la revista vendiéndola a Warner, la cual la traspasó después a DC Comics. Ya para entonces Don Martin, uno de los tótems de la revista, había emigrado a Cracked, que acá conocimos como Mundoloco, a lo que seguiría la decadencia de la revista, a veces por la muerte de varios de aquellos genios, entre ellos Phohias, Berg, Davis y el mismo Martin. (Al Jaffee, otro de sus talentosísimos colaboradores, se acerca a sus fructíferos 100 años de vida). Difícilmente éste será el último crack de una publicación legendaria en Estados Unidos. Ebony, la primera revista enfocada a la población afroamericana, recientemente anunció su cierre al tiempo que revistas como Rolling Stone, Playboy y TIME, alguna vez consideradas consulta indispensable, están con un pie fuera del mercado. Hace años que no leíamos MAD, pero su virtual desaparición nos entristece de todas formas. Gracias por las carcajadas, el ingenio y el humorismo que proporcionaron por tantas décadas.
Textos relacionados Una esquela editorial [Mayo, 2007] ¿Yo, pa´qué me preocupo? [Diciembre, 2006]
¿Desea opinar sobre este texto? 0 opiniones |