Otros textos de Y Demás

Obras Maestras: Off the Wall, de Michael Jackson

Nevermind, tiempos de franela y depresión

C'est Chic, lo mejor del disco

John Edwards: de presidenciable a sinvergüenza

El muy improbable retorno de Arnold el Terminator

De profetas y necios...

John Lydon, ayer punk, hoy libertario

Las memorias en rojo de Sammy Hagar

Christopher Cross, navegación en aguas románticas

Archivo

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

f

a

s

e

n

l

i

n

e

a.

c

o

m

ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Y demás/Pifias históricas

"Lo siento, no veo futuro en ellos...

Decca rechaza a los Beatles

MAYO, 2006. El catálogo de los Beatles es hoy una de las inversiones más seguras; no sufre altibajos, siempre va a la alza y su inversión puede duplicarse en muy poco tiempo. Haberlo adquirido fue una de las decisiones afortunadísimas que Michael Jackson hizo en los ochenta. Mientras lo posea, el cantante de Thriller difícilmente caerá en la bancarrota absoluta.

¿Cómo fue entonces que semejante mina de oro haya sido desdeñada alguna vez, y no sólo eso, que el desaire lo haya hecho una compañía disquera? Pocas pifias históricas del siglo XX pueden superar a la hecha por Decca Records hacia los melenudos de Liverpool.

Como sabemos, los Beatles nacieron en 1957 a iniciativa de John Lennon. Luego de viajar a Hamburgo y colaborar con Tony Sheridan, el grupo empezó a trabajar con su propio material. En 1962 un ingeniero de sonido llamado George Martin entró en contacto con Brian Epstein, manager del grupo. Martin no tardó en descubrir el potencial del grupo y sugirió que grabaran algunos demos y los llevaran a las compañías disqueras.

Los Beatles acudieron a su cita con Decca. Es cierto que ese día el cuarteto estaba muy bajo de inspiración de modo que los ejecutivos de la disquera no presenciaron la fuerza que cientos de muchachos habían visto en ellos y que impactaron a Epstein cuando los visitó en The Cavern poco después que supiera del grupo cuando un chico preguntó por un disco de ellos en la tienda que administraba.

Luego de escuchar dos canciones, Dick Rowe, un ejecutivo de Decca, pronunció unas palabras hoy inconcebibles: "el grupo suena muy tosco, no está bien pulido y aparte el rock and roll y los muchachos con guitarras ya está pasando de moda (...) lo siento, no veo futuro en ellos". De acuerdo a la biografía de Paul McCartney (1) escrita por David Miles, Epstein no podía digerir la respuesta; suplicó que le diera otra oportunidad al grupo pero los ejecutivos no salieron de un "lo sentimos". Lennon lanzó una profecía en torno a la miopía de Decca: "les va a pesar".

Ante el desdén, Martin ofreció un contrato en Parlophone donde, además, había trabajado como productor. En la disquera aceptaron, con algunas reservas. Ciertamente, en 1962 el rock and roll parecía estar muerto, al menos en la superficie, y aunque en "Love Me Do" no toca Ringo Starr -lo haría directamente hasta el single "I Wanna Hold Your Hand"-- la canción se fue como cohete al primer lugar de las listas; muy pronto se les unieron cuatro composiciones más, todas ellas alineadas en el Top Five, un acaparamiento que no se ha repetido desde entonces. Aquello sólo fue el principio de una trayectoria inmortal.

¿Y qué pasó mientras tanto en las oficinas de Decca? Luego del coraje inicial buscaron desesperadamente a quienes pudieran representar una competencia a los Beatles. En 1963 firmaron a los Rolling Stones y poco después a The Kinks, dos grupos indudablemente importantes pero que no alcanzaron el mismo estatus que Lennon, McCartney, Harrison y Starr; durante los sesenta el principal producto de exportación fueron los Beatles lo cual representó para Decca la pérdida de millones de libras esterlinas (más tarde los Kinks y los Stones también abandonaron Decca, que paulatinamente desapareció de escena y su importancia fue cada vez menor).

EMI, en cambio, siguió recolectando millones de dólares lo mismo que Capitol, la disquera que distribuía a los Beatles en Estados Unidos. Más tarde hubo disputas legales entre ambas partes pero lo que se heredó a la historia fue esta incomensurable pifia en la industria del entretenimiento: darle el portazo a cuatro talentos inimitables.

 

_______________

Artículos relacionados:

La Ley Seca en Estados Unidos

En 1919 un grupo de puritanos logró prohibir la venta de alcohol en territorio norteamericano. Quizá no sabían....  [Septiembre, 2005]

Pifias históricas: El Error de Diciembre

En América Latina se le conoce como "efecto Tequila", un tremendo remesón que agitó las finanzas de los llamados "países emergentes" del área... [Enero, 2006]

Los Cuatro

Detrás de sus discos, sus obras magistrales, su enormísima influencia en la cultura mundial y su capacidad musical había, en palabras de John Lennon... [Agosto, 2005]s d