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Cosas que hoy serían imposibles: Crocodile Dundee

Ah, vaya tiempos en los cuales ir al cine equivalía a divertirnos con una simpática historia bien contada. En tal sentido Crocodile Dundee es una marca clara del enorme retroceso que la libertad de ideas ha tenido en el mundo del cine. Recordemos esta joya ochentera con un australiano antecesor de Steve Irwin, el otro cazacocodrilos

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JUNIO, 2019. Imaginemos por un momento que Hollywood estrena una película donde el protagonista pregunta a un chofer negro a cuál tribu pertenece, que en un bar repleto de hombres se "cerciora" si la mujer que le está coqueteando en realidad es un travesti, que pone en retirada a un pandillero negro con un machete y donde una mujer se sobresalta al ver entre las sombras el severo rostro de un nativo australiano. Imposible: la película sería boicoteada y hecha pedazos en tuiterlandia y las redes sociales y se dejaría fuera de Hollywood para siempre a su director al tiempo que la carrera incipiente del protagonista Paul Hogan se habría ahogado casi desde el mismo inicio... aunque, en retrospectiva, eso terminó ocurriendo de todos modos.

Una manera sencilla de ver cómo la libertad de ideas y de pensamiento se ha ido corroyendo los últimos 30 años lo tenemos a través del cine. La censura políticamente correcta ha aniquilado a varios géneros, en especial la comedia romántica o la simple comedia, como Crocodile Dundee, película originalmente estrenada en 1986 y que resultó un éxito cinematográfico importante. Más increíble aún, Crocodile Dundee recibió una nominación al Óscar por Mejor Guión Original, algo que en nuestra era habría derramado la bilis del neofascismo representado en los llamados guerreros de la justicia social.

Crocodile Dundee puso en el estrellato casi instantáneo a sus protagonistas, el australiano Paul Hoga, quien este año por cierto cumple 8 décadas de vida, y la guapa Linda Kowzloski, quien hasta entonces había participado esencialmente en series televisivas como Baretta y Starsky and Hutch. La química entre ellos se dio de inmediato en el set al punto que al terminar la filmación ya eran pareja, tanto así que Hogan dejó en Australia a quien había sido su esposa por casi 30 años.

La historia es bastante simple, pero su éxito tuvo una razón: los 80 fueron una década donde Australia comenzó a tener enorme proyección internacional. Primero fue Mad Max, una cinta estelarizada por Mel Gibson que tuvo una taquilla monumental, luego vendrían INXS, Men at Work, los grupos Kagagoogoo y Splitz Enz --estos de Nueva Zelanda, lo mismo que Crowded House, pero comparten el mismo espacio geográfico-- por lo que se hizo imperativo filmar una película como Crocodile Dundee, la cual fue catalogada como comedia romántica pese a tener algunos episodios un tanto dramáticos.

Kowzloski encarna a Sue, hija del dueño de un emporio periodístico. Sue quiere demostrar a su progenitor que ella es capaz de realizar auténtico trabajo en los medios sin tener la sombra paterna encima de ella por lo que la envía a cubrir a un extravagante cazador de cocodrilos en Autralia. La chica viaja hasta allá y conoce a Dundee de una manera inesperada cuando ella piensa refrescarse en una laguna entallada en un sensual traje de baño y uno de esos lagartos busca atacarla. El reportaje tiene gran éxito al ser publicado en Estaos Unidos por lo que Sue invita a Dundee a pasar una temporada en nueva York.

Dundee pasa a ser una minicelebridad aunque, harto de estar encerrado en su cuarto de hotel, decide adentrarse en la vida nocturna neoyorquina acompañado de un gigantesco machete, y aunque ya esta enamorado de Sue descubre que ella está a punto de casarse con Richard (Mark Blum) un tipo pedante que le advierte cuando van a un restaurante, "aquí en Nueva York no tienes que matar a un animal antes de comértelo". Sue también termina enamorándose de Dundee pero de cualquier manera acepta el anillo de compromiso de Richard. Despechado, Dundee decide que "dará una vuelta por Estados Unidos" y huye del hotel. Finalmente Sue lo localiza en la estación del subterráneo y en una divertida escena le dice que lo ama.

Qué tiempos en los cuales al ver una comedia como Crocodile Dundee no existía la intención de imbuir politiquería de identidad ni existía la posibilidad de que quienes odiaran la cinta lograran el objetivo de prohibirla y que nadie más la viera. En aquellos años el prohibir una película en determinada ciudad era decisión de las autoridades locales, no de un grupo de amargados que pulula en las redes sociales. Por otro lado, el caso de  Crocodile Dundee demuestra hasta qué punto la policía gestapolíticamente correcta ha asfixiado la libertad de expresión y de ideas en la industria del cine.

Cuando Sue quiere tomarle una foto a un nativo australiano, éste le responde que no puede hacer eso. "¿Por qué no, acaso teme que una fotografía podría arrebatarle su espíritu?", pregunta Sue, preocupada. "No, tiene usted que quitarle la tapa a la lente de la cámara". Este tipo de diálogos serían hoy imposibles en una producción hollywoodense. La máxima preocupación vimos Crocodile Dundee a mediados de los 80, primero en el cine y luego (varias veces) en los canales de cable, nos angustiábamos más que a la entrada a la sala no nos dejaran entrar sin cartilla que el hecho que los personajes de la película estuvieran diciendo cosas racistas donde, como dijimos, a un chofer negro de Nueva York le preguntaran a qué tribu pertenece. (Por cierto, éste responde orgulloso "a las Panteras de Harlem", además de ser el el héroe que rescata a Dundee de una pandilla liderada por un proxeneta).

Las siguientes dos películas de Crocodile Dundee eran totalmente innecesarias e incluso la última, filmada en el 2002, ya empezaba a tener cierto tufillo políticamente correcto. Por ello es bueno que esta película se haya estrenado en momentos que Hollywood, y la sociedad en general, eran más libres y humorísticas de lo que son ahora. Únicamente pedimos que no se haga una nueva versión del Crocodile Dundee. Ya no queremos más excremento como el que convirtieron a Ghostbusters, a los X-Men y, apenas hace unos días, con los "inclusivos" Hombres de Negro.

 

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