fasenlínea.com

Análisis, comentario Y Demás

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros textos de Literatura

Nueva tontería de los progres: 1984 = Donald Trump

Elvis and Me, de Priscilla Presley, memorias tras el trono

Cuatro escritores que irritaban a Fidel

Las letras de Bob Dylan ¿perfilaban ya al Nóbel?

A una década de su partida, el libro legado de Oriana Fallaci

La novela irreverente, otra víctima del no debes escribir eso

La psiqué humana en la pantalla grande

Archivo

LITERATURA/Aniversarios

A dos décadas que el mundo conoció a Harry Potter

Una escritora escocesa cimbró a la comunidad literaria y editorial con la historia de un mago que vivía en un mundo análogo. Luego llegaron las versiones cinematográficas, si bien la posibilidad de repetir ese éxito para la JK Rowling se ve hoy bastante lejano

JUNIO, 2017. Hace exactamente dos décadas, el 30 de junio, apareció por primera vez en las librerías británicas Harry Potter and the Sorcerer's Stone, la historia de un huérfano que al crecer descubre que posee poderes excepcionales para la magia por lo que debe estudiar en una universidad para aprender a aprovecharlos y controlarlos. Para llegar a ese lugar, el huérfano tendrá que atravesar un andén de la estación de trenes de Londres. Ahí lo espera un mundo análogo, con claras referencias victorianas, donde se encuentra Hogwarts, la "universidad para magos" a la que llegan alumnos de todo el mundo; entre ellos están los que, como nuestro protagonista, llamado Harry Potter, recibieron esos poderes en herencia y otros, llamados muggles, son seres humanos ordinarios. Dos de los mejores amigos de Harry, Harmoine, pertenece a la "dinastía" de magos mientras Ron Weasley es un muggle.

La historia fue creación de JK Rowling, una estudiante de Letras Clásicas que después se convirtió en maestra de inglés en Portugal. A su regreso a Gran Bretaña y mientras viajaba en tren, la idea del mago con una marca en la frente llegó a su cabeza. "Fue una especie de flashazo, la imagen de ese niño que en su mano derecha llevaba una varita mágica", dijo en una entrevista. Desempleada, subsistiendo con el cheque de bienestar del gobierno inglés y con una niña en brazos, Rowling pasó varias tardes en un café de Glasgow escribiendo la historia a mano. Así fueron apareciendo más personajes, entre ellos Hagrid, un gigante bonachón al que se encargó cuidar de Harry, y los alumnos de Slytherin, la universidad rival de Hogwarts, los profesores, entre ellos Severus Snapes, un tipo antipático que esconde un secreto clave en la historia, así como Lord Voldemort, el villano, de quien luego sabremos mató al padre de Harry Potter, un reputado mago.

La primera novela consistió en poco más de 800 páginas. Rowling la llevó a varias editoriales, que invariablemente la rechazaron por considerarla "exageradamente fantasiosa". Finalmente Bloombusry se aventó la encomienda, con muchas dudas sobre la rentabilidad que tendría una novela escrita por una desconocida. Semanas después --y sin duda atizada por el entonces nuevo fenómeno de recomendar cosas vía Internet-- Harry Potter se convirtió en un fenómeno nacional. Las hasta entonces adormiladas librerías británicas comenzaron a llenarse de niños que pedían la novela y se sentaban a leerla, en ocasiones en voz alta, en los pasillos. La primera edición se acabó rápidamente y la segunda incrementó aún más el furor lo que hizo necesario que la autora se pusiera a escribir más historias.

La primera edición en español con las historias el mago apareció en el 2000, con un éxito un tanto menor pero igualmente sorprendente para países donde la lectura no es un hábito masivo.

Era inevitable que las novelas de Harry Potter llamaran la atención de Hollywood. Uno de los primeros interesados fue Steven Spielberg, quien propuso que en vez de un búho, el protagonista se hiciera acompañar de un perro para hacerlo más "atractivo" al público norteamericano. La autora rechazó esa posibilidad y cedió los derechos a Warner para realizar una película de cada libro, con lo que JK Rowling pasó de ser millonaria, a realmente millonaria, como la segunda mujer más rica de Gran Bretaña detrás de la Reina Isabel.

A partir de entonces el interés por el mago dejó de ser impreso para pasar al cine, si bien cada nueva novela era esperada con desmesurada ansiedad afuera de las librerías, con colas que tenían varias calles de largo. Asimismo fue inevitable que las ilustraciones de los protagonistas fueron suplidas por los rostros de Daniel Radcliffe como Harry, Emma Watson como Hermoine y Rupert Gring como Ron Weasley. Al reparto de protagonistas desconocidos se unió el de actores altamente experimentados y de gran calidad, entre ellos Hagrid, interpretado primeramente por Robbie Coltrane, así como Snapes a cargo del ya fallecido Alan Rickman, mayormente conocido como el villano Hans Gruber en Duro de Matar.

La magia literaria creada por Rowling --así como varias demandas de "plagio" en su contra que no prosperaron-- fue cediendo poco a poco a las necesidades fílmicas lo que llevó a la autora a un bloqueo mental cuando escribía la cuarta novela, lo cual no necesariamente indica que las películas fueran malas; en ellas se reflejaron magistralmente detalles como los cuadros, los periódicos y los carteles en movimiento, la diversidad de fantasmas que habitan Hogwarts y los costosos efectos especiales que ya estaban descritos en las historias.

Pero un problema que encontraron los lectores fue que muchos detalles de la trama quedaban fuera, decenas de diálogos fueron modificados para hacerlos más "accesibles" para el espectador estadounidense. Del mismo modo, los torneos de quidditch se hicieron más frecuentes y tediosos así como la cantidad de páginas que bien pudieron haber sido eliminadas sin alterar gran cosa el argumento.

Y al igual que ocurrió con las historias que siguieron a la trilogía original de Star Wars, el mundo de Harry Potter terminó por adaptarse a nuestro mundo real, al punto que Rowling dijo, años después de terminada la saga, que Dumblemore "era gay" y que una idea original en su mente era que Hermoine fuera una especie de "heroina feminista" pero que la editorial insistió en que se inclinara por Harry, algo que contradice su declaración de que lo primero que apareció en su mente fue la imagen del mago.

Este cambio del perfil de los personajes posterior a la publicación de las novelas --es decir, el-dije-esto-pero-lo-que-realmente-quise-decir-fue-esto-- ha molestado a cientos de seguidores de Harry Potter quienes consideran innecesario que la autora haga "retoques" a una historia que consideran perfecta.

Con un emporio que incluye un parque de diversiones en los Estudios Universal, lo innegable es que Harry Potter cambió el rostro de la literatura fantástica al mismo tiempo que dio al cine un personaje que no estaba basado en refritos ni en superhéroes.

Y si bien han aparecido infinidad de spin offs, Rowling no ha logrado repetir el éxito de Harry Potter, ni con otros libros escrito con un seudónimo. Recientemente apareció una precuela que incluso se estrenó en el cine pero su aceptación, en comparación, ha sido muy limitada.

 

Textos relacionados

JK Rowling, ahora la admiramos más [Junio, 2016]

Un brevísimo asomo a la literatura escocesa [Septiembre, 2014]

 

 

 

Previo

Nueva tontería de los progres: 1984 = Donald Trump

Primero se trató de trivializar esta novela con un ridículo reality-show. Ahora, para los progres norteamericanos dicen que 1984 de George Orwell es una advertencia sobre un gobierno totalitario que se perfila con Donald Trump. Ni Ripley se creería semejante insensatez

 

 

 

 

 

 

¿Desea opinar sobre este texto?

[email protected]

[email protected]  

 

0 comentarios

 
 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás