LITERATURA: La psiqué humana en la pantalla grande

El argumento de una película suele llevar un mensaje político e incluso ideológico, pero lo que la suele hacer un verdadero éxito son sus implicaciones sicológicas. En este libro, el autor analiza y explora los vericuetos emocionales de 47 cintas legendarias. Lectura entretenida y muy recomendable

JULIO, 2016. Desde hace tiempo sabemos que el cine no es mero entretenimiento. Toda película que vemos en pantalla ha pasado por una minuciosa colaboración y un brainstorm donde se incluyen mensajes que intentan reflejar lo que está ocurriendo en el mundo real así sean cintas de fantasía, terror o drama. A nadie sorprendió, por ejemplo, que Ridley Scott aceptara en una entrevista que, en efecto, la cinta Gladiator contenía el mensaje sutil de criticar el modo "espurio" en que George W. Bush le ganó las elecciones a Al Gore en el 2000. "Ese no es el tema central de Gladiator, pero no me enoja que se hagan ese tipo de comparaciones", dijo el también director de Alien, o que la fallida Aloha, del director Cameron Crowe, hubiera sido una descarada alegoría hacia Barack Obama y su acta de nacimiento supuestamente falsificada.

Por fortuna ese no es el único mensaje que intentan transmitirnos las películas de Hollywood lo que ha traído consigo excelentes historias que lo mismo nos hacen llorar, echar carcajadas o angustiarnos por el destino de los personajes. Con frecuencia la lealtad, la inseguridad y el enfrentamiento a situaciones desconocidas nos dan un bosquejo excepcional de las emociones humanas a través del cine. Por eso nos apropiamos e identificamos rápidamente con caracterizaciones o gente que apenas llevamos una o dos horas de conocer en pantalla, o bien muchas veces recordamos lo que alguna vez sentimos en la sala de cine sin saber exactamente los nombres de los protagonistas. Quizá el lector no recuerda el nombres de los padres de Riley en Intensa Mente pero tiene muy presentes los sentimientos de esta niña y las emociones que habitaban en su mente.

Samer Soufi es un conferencista y experto en el desarrollo del potencial humano. También es un fanático del cine. Para Soufi, el cine es una manera ideal de desglosar cómo somos los humanos y porqué actuamos así. No importa que los protagonistas sean elefantes, cebras o cualquier otro animal, dentro de ellos habita una caracterización humana. Por ello, dice el autor, la historia del elefantito Dumbo donde nuestro nivel de autoestima depende del cómo seamos aceptados dentro de la sociedad o cómo en Pretty Woman, una de las cintas románticas más exitosas de la historia protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere, se enfatizan los efectos fisiológicos que suceden en el organismo de hombres y mujeres al besarse en la boca y que alguien advierte es tabú durante una relación sexual con un cliente.

En Atracción Fatal, cuyo tema central es la infidelidad, Soufi escribe: "De modo que la hipótesis más verosímil es que la especie humana sea solo parcial y temporalmente monogámica, o sea, que estemos programados para mantenernos efectivamente vinculados como pareja durante un tiempo limitado". Sobre El Proyecto de la Bruja de Blair, uno de los primeros filmes cuyo furor nació en Internet: "La emoción del miedo se ha ido desarrollando a lo largo de cientos de millones de años de evolución porque ha representado una ventaja competitiva en la lucha por la supervivencia".

Sobre Casablanca, capítulo al que Soufi pone de subtítulo "Las razones del corazón: "¿Debían Rick e Ilsa escuchar su corazón y huir juntos para revivir su gran amor, o lo sensato era anteponer las razones de índole moral que les aconsejaban renunciar a dicho amor para favorecer la lucha política del marido de Ilsa?"

Igual repaso por parte de Soufi encontramos de Blanca Nieves y los Siete Enanos, Matrix (la primera y la mejor), 300, La Vida es Bella, El Talentoso Mr.Ripley, Matilda y Volver al Futuro donde el autor repasa más que el aspecto de la ciencia ficción y las multicontadas paradojas y problemas que trajo consigo el viaje del Dr. Brown y Marty McFly al pasado sino la relación entre éxito y autoestima y fracaso y la consecuente pérdida de ésta.

Antes de leer este libro nuestro principal temor era enfrentarnos a esos tipos que realizan análisis enredados y predecibles sobre el entretenimiento y que saturan muchos talk shows. En el caso de Suafi esto no ocurre: cualquier amante del cine encontrará amenas sus descripciones cinematográficas y sus breves condensaciones al tiempo que las motivaciones sicológicas son explicadas con sencillez.

Otra carambola de Lo Que Freud le diría a Spielberg la constituye el hecho que hayan sido, la mayoría, películas enormemente taquilleras. ¿Qué fue lo que despertó el interés en la mayoría de ellas? En por lo menos la mitad de ellas no aparecen grandes figuras del cine, o aún no lo eran al momento del estreno, como fue el caso de Julia Roberts.

Eso es, precisamente, lo que Freud le diría a Spielberg: que el principal mensaje de una buena película es contactarse con la psiqué del espectador más que con sus preferencias políticas. Obviamente esa no es la intención directa de Samer Soufi, pero es evidente que el mensaje camina en esa dirección.

Por si el lector cree que se aborda únicamente cine hollywoodense, también se comentan películas como La Gran Comilona, Juana la Loca y Viridiana --sí, la misma donde aparece Silvia Pinal-- entre otras más, con desgloses sicológicos igualmente bien hechos.

En suma, esta es lectura recomendabilísima ideal para estas vacaciones. Le añadirá una razón más para disfrutar del cine.

Lo que Freud le diría a Spielberg
Samer Soufi
Diana/2015

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