El comerciante, militar y político José Leonardo
Ortiz, que tuvo destacada participación en la
Independencia y en el progreso urbano de Chiclayo,
nació en el pueblo que entonces se llamaba Anta
María de Chiclayo, el 13 de Octubre de 1782, en la
casa llamada “de los Ortiz”, donde actualmente
funciona la central telefónica de Chiclayo, esquina
de 7 de Enero y Elías Aguirre.
En su bautizo, realizado en Enero del año siguiente,
figura como “hijo natural” del español Francisco
Ortiz y de la dama Lambayecana Juana Salcedo. En ese
entonces era norma y costumbre dominante, conservaba
hasta hace pocos años, la de diferenciar a los hijos
en “legítimos” y “naturales”, discriminación que
expresa una mentalidad conservadora y clerical.
Su padre fue un acaudalado comerciante hacendado. Es
decir, pertenecía a la clase dominante de la época;
asimismo, por su condición de español, pertenecía a
el asta privilegiada de la sociedad colonial. Y si
bien podía heredar su fortuna a su hijo, como parece
que efectivamente lo hizo, no podía trasmitirle el
100% de sus privilegios como español, pues su hijo
era natural y “criollo” o “español americano”, como
ellos mismos se nombraban, para diferenciar de la
plebe mestizos e indios.
No se tienen mayores noticias sobre la educación de
José Leonardo Ortiz presumiéndose sólo que recibió
instrucción por parte de preceptores en su propio
domicilio, como se acostumbraba entonces. Se dice
que estudio en Trujillo, pero esto no está probado.
Son, entonces, su hogar y el medio ambiente en que
vivió los que más influyeron en su formación. Se
dice que su madre era sencilla y de nobles
sentimientos, pero limitaba al ámbito del hogar,
como las mujeres de su clase y su tiempo.
Su padre, dinámico y laborioso, lo inició muy
temprano en las actividades económicas que
desarrollaba. Más aún muy joven, José Leonardo Ortiz
se hizo cargo de sus actividades, debido a la
enfermedad de su padre, de tal modo que a la muerte
de aquél, era ya uno de los criollos más ricos del
pueblo de Chiclayo. Se dice que su casa era una de
las más elegantes de este lugar.
A los 27 años de edad, Ortiz se casó con una dama
también de familia acomodada, Mercedes Arteaga,
hermana del presbítero Antonio Arteaga, quién llegó
a ser diputado por Lambayeque y Chiclayo. Ella lo
acompañó en su vida y lo respaldó en sus actividades
económicas políticas.
Entre los 38 y 42 años, José Leonardo Ortiz
participó en las luchas por la Independencia del
Perú, reintegrándose luego a sus actividades de
comerciante y hacendado, así como una activa labor
por el desarrollo de la ciudad y la provincia, sin
dejar de participar en la política nacional.
Sobre su aspecto físico, se dice que era la talla
elevada, de tez bronceada, de espeso y acentuado
bigote, la barba poblada y de cabello ensortijado,
nariz grande, perfil cortado y mirada dominante y
profunda. Se refiere también que su presencia
demostraba autoridad ay a la vez compresión y
respeto.
Estando confinado en la ciudad de Lima por su
posición al gobierno de Echenique, José Leonardo
Ortiz falleció, víctima de fiebre amarilla, el 28 de
Febrero de 1854, a los 72 años de edad, su entierro
fue muy poco concurrido y el diario l “Comercio”
afirmaba que si familia quedó “en la mendicidad”.
Sus restos, sepultados en Lima, fueron trasladados a
Chiclayo el 28 de Febrero de 1956, reposando
actualmente en el mausoleo erigido a su memoria en
el Cementerio General de esta ciudad. En 1966 s
inauguró su monumento y se le dio el nombre de José
Leonardo Ortiz al distrito de San Carlos, entre
otros homenajes que le ha tributado la provincia.
ELOY GASPAR URETA MOTEHERMOSOS.
Este destacado militar Lambayecano, que condujo
las acciones armadas contra el Ecuador en 1941,
nació en Chiclayo el 12 de Diciembre de 1892. Sus
padres fueron el capitán de fragata Gaspar Ureta
combatiente en la guerra de 1879, y Mercedes
Montehermoso.
Ureta estudio en el Colegio Nacional San José de
Chiclayo y en el seminario de Trujillo. En 1908,
ingresó a la escuela de oficiales, egresando como
alférez en 1913.
Es uno de los pocos mariscales que ha tenido la
Nación; el Mariscal del Perú Don Eloy Gaspar Ureta
Montehermoso. Tuvo su momento estelar en la campaña
de Zarumilla en Julio de 1941. General y Jefe
supremo del Agrupamiento Norte formado con ese
objeto por el gobierno del Dr. Manuel Pedro
Ugarteche, era el General de Brigada.
Triunfador inobjetable nunca antes lo había sido el
Perú en ninguna guerra y pleno de gloria se opuso
tenazmente a la devolución de los terrenos
conquistados al Ecuador en 1941, antes de que se
terminara la demarcación de la frontera.
Egresó como Alférez de Artillería de la Escuela
Militar de Chorrillos en 1913; ascendiendo
rápidamente y desempeñado puestos importantes;
inclusive fue prefecto de Arequipa en 1936. a fines
de 1941, terminaba la campaña Zarumilla, fue
ascendido a General de <División. Ocupando el cargo
de Inspector General de ejército, hasta Diciembre de
1944 cuando pidió su pase a la disponibilidad.
Los políticos lo convencieron como normalmente
sucede con los generales triunfantes para que
interviniera en política. Se presentó como candidato
a las elecciones presidenciales el 10 de Junio de
1945, quedando en segundo lugar el ganador Dr. José
Luis Bustamante y Rivero; al que congratuló por su
triunfo.
El Congreso de la República, en los primeros días de
Enero de 1946, lo designó mariscal de Perú, siendo
presidente Don José Luis Bustamante y Rivero, quién
promulgó la Ley el 18 de ese mes. Se realizó la
ceremonia de entrega del Bastón de Mariscal el 28 de
Junio en el Campo de Marte. Cumpliendo así el
ejército, el congreso y el Gobierno con el soldado.
Los lambayecanos, liderados por el Sr. Luis B.
Ganoso Ugaz, su amigo chiclayano, le obsequiaron
otro bastón de Mariscal, esta vez de oro; en
ceremonia que se realizó en el Hotel Royal de
Chiclayo el 28 de Julio de 1946. Después, el bastón
fue exhibido el público durante varias semanas en la
casa Cuglievan de la ciudad.
Poco después fue designado de embajador del Perú en
España; viajó casi silenciosamente a ese país, en el
que falleció el 11 de Octubre de 1965; sus restos
hasta ahora reposan en esa tierra europea.
En 1991 se celebró a lo grande el cincuentenario del
triunfo de Zarumilla, recordando a varios
subalternos que realizaron actos heroicos y nadie lo
nombró siquiera. Era necesario que los Lambayecanos
y el Ejército hagan un acto de constricción y
recuperan su imagen. Recién el 12 de Diciembre de
1992 el alcalde Arturo Castillo Chirinos inauguró en
Chiclayo una plaza conmemorando el centenario de su
nacimiento; estuvo presente como padrino su hijo,
Eloy; develándose, en la salida de Chiclayo a
Lambayeque, urbanización Quiñónez; posteriormente,
el alcalde Miguel Ángel Bartra inauguró en Febrero
de 1999 otro parque Eloy G. Ureta; en realidad, es
un paseo o malecón con su busto y una placa, cerca
de la Av. Saenz Peña, en la salida de la
Panamericana Sur. Murió el 11 de Octubre de 1965.
SARA BULLÓN MADRID.
La educadora y poeta Sara Antonia Bullón La Madrid
nació en Chiclayo, el 19 de Mayo de 1867. Su padre
fue Pedro Bullón y Martínez de Pinillos, entre el l
de director de Beneficencia; y su madre fue la dama
Chiclayana Jesús La Madrid.
Posiblemente estudió las primeras letras en su
ciudad natal, consignándose generalmente que a los 9
años de edad fue a estudiar en el Colegio de
Educandas de Trujillo. Interrumpidos estos estudios
por la guerra con Chile, retornó a Chiclayo, donde
se matriculó en el Colegio “Nuestra Señora de la
Concepción”, dirigido por la educadora Petronila
Grandal.
Se afirma que en este plantel, ubicado entonces en
la calle San José, donde actualmente funciona el
Palacio de Justicia, fue también discípula de
Nicolás La Torre y Juan de Dios Lora y Cordero.
Después de una amplia y fecunda labor se retiró y
fecunda labor se retiró de la carrera magisterial,
sin haber formado una familia, y se fue a Lima donde
vivió varios años. Sus últimos años los pasó en
Chiclayo y fueron muy difíciles, porque no contaba
con pensión de retiro, ni tenía riqueza material,
situación agravada por problemas de salud como la
amnesia.
Sara Bullon La Madrid murió en Chiclayo, debido a
una con bronconeumonía, el 25 de Septiembre de 1952,
a la edad e 85 años.
REMIGIO ELÍAS AGUIRRE ROMERO.
Nació en Chiclayo el 10 de Octubre de 1844. Sus
primeros estudios los realizó en Chiclayo y los
prosiguió en Lima, a donde fue a radicar a la edad
de 10 años.
Ingresó a la Escuela Naval de la que salió en el
grado de Guardia Marina el 3 de Agosto de 1860. Fue
designado Oficial de la fragata Amazonas.
Valiente, estudioso, disciplinado, ganó ascensos por
mérito propio: a los cuatro años de servicios
obtiene el grado de Alférez de Fragata, en Julio de
1865, recibió el grado de Teniente Segundo. El
gobierno lo envió a Estados Unidos para traer los
monitores Huáscar y Manco Cápac. Viajó después a
Inglaterra en la Corbtea Unión. A su retorno el
Gobierno designó Subdirector de la Escuela Naval.
Desempeño la Segunda Comandancia del Huáscar, puesto
que asumió a solicitud del Almirante Grau, con
capacidad de heroísmo.
Remigio Elías Aguirre Romero murió con el Almirante
Grau en el Combate de Angamos el 8 de Octubre de
1879.
ENRIQUE LÓPEZ ALBUJAR.
Nació el
autor de “Matalache”, en la ciudad de Chiclayo hacia
el año de 1872.
Su infancia y sus primeros años juveniles
discurrieron entre Piura y Morropón, nutriéndose de
los vivos tonos del paisaje marino y terrestre, de
los sabrosos cantares “afroyunga”, como él mismo
expresa, y de la serie de leyendas y tradiciones en
torno a célebres y errabundos matarifes.
Luego de conducir estudios secundarios en el Colegio
de “Nuestra Señora de Guadalupe”, en Lima, ingresó
en la Universidad de “San Marcos”, a fin de
proseguir la carrera de abogado.
López Albujar colaboró en las páginas de “La Prensa”
al lado de Augusto Durand y Alberto Ulloa. Muchas
veces, esquivando la persecución de sus enemigos y
la perfidia de sus adversarios, se escudó en el
seudónimo de Sansón Carrasco.
Hacia 1916, siempre en calidad de juez, se trasladó
a Huanuco. Allí, en contacto de la sierra arisca y
en comunión del indio desposeído, forjó su libro
capital “Cuentos Andinos”, el que fue publicado en
1920.
Vuelto a Piura, dio término a su genial novela “matalaché”,
la que, publicada poco tiempo después, concitaría a
la protesta del español Ramiro de Maeztu.
Ejerció una vocálica en la Corte Superior de
Lambayeque. Pudo haber alcanzado otros cargos de
mayor rango, pero su espíritu acrático y terrible no
se acomodaba a las circunstancias de la época.
Huraño y solitario como siempre, pasó a Tacna a
ocupar otra vocalía en la Corte Superior, des 1931
hasta 1946.
Reiterado de la función jurídica, volvió a Lima en
1954, Juan Mejía Baca de dedicó a reeditar sus
libros y publicar uno inédito: “las caridades de la
Señora Tordota”. Fue candidato Nacional de
Escritores y artistas, pero perdió. Retirado, se
dedico a escribir sus “Memorias”. Murió en 1966.
OBRAS LITERARIAS:
A) Poesía: “Miniaturas”, 1895, en colaboración con
Aurelio Arnao; “De la Tierra Brava”, poemas
afro-yungas, 1938, y “Lámpara votiva”, 1964.
Como poeta, fue revolucionando de los rezagos del
posromanticismo a un aspecto poético de mayor
precisión y objetividad. Realista a plenitud, fincó
su inspiración en los materiales folklóricos del
terruño.
B) Narración: escribió cuentos y novelas. Entre los
primeros, figuran: “cuentos Andinos”, 1920; “Nuevos
Cuentos Andinos”, 1937; “Las Caridades de la Señora
Tordota”, 1955. Entre las novelas, las siguientes: “Matalache”,
1928 y “El hechizo de Tomayquichua”, 1943.
C) Otras Obras: “De mi casona”, 1924, recuerdos de
su infancia y juventud; “calderonadas”, 1929; “Los
caballeros del Delito”, 1936, galería de famosos
criminales, y “Memorias”, 1963.
ALMANZOR AGUINAGA ASENJO.
Distinguido médico, desde los primeros
años de egresado de la Facultad de Medicina, ingresó
a trabajar en lo que en 1943, se llamaba Policlínico
del Seguro Social, él ha sido en realidad, uno de
los fundadores de este servicio social en el
Departamento de Lambayeque y continuó con verdadero
espíritu de ayuda a los enfermos de las clases más
necesitadas; ha sido testigo de todas las etapas por
las que pasó el Seguro Social.
El Policlínico; luego Hospital Central del Norte en
1978. En 1987 se crea como Instituto Norte en 197.
En 1987 se crea como Instituto Peruano de Seguridad
Social, dándole el nombre de Hospital “Almanzor
Aginaga”, en reconocimiento a su lealtad y entrega a
la institución, a la que sirvió durante su vida
profesional. El hospital del Departamento de
Lambayeque lleva su nombre con toda justicia.
Falleció en 1973.
JUAN AITA VALLE.
Se recibió de médico cirujano en la
facultad de San Fernando en 1946; apasionad por la
medicina, ingresa inmediatamente al Seguro Social
Obrero, tras ganas el concurso nacional realizado en
1959.
Participa en reuniones y congresos médicos a nivel
nacional; luego en Nueva York interviene en la 65º
Convención de la Asociación Americana de Hospitales;
viaja a Costa Rica y realiza un stage en el Hospital
Oncológico; posteriormente se incorpora a la
Sociedad Peruana de Hospitales del Perú.
Se especializa en administración Hospitalaria. Como
presidente ejecutivo es honrado por la Municipalidad
de Chiclayo al declararlo “hijo predilecto”,
entregándole la medalla de la ciudad.
En 1989 deja lo que él más amaba, la administración
hospitalaria. En su tierra, a su fallecimiento el 13
de Mayo De 1997 lo calificaron “Apóstol de la
Medicina”.
Juan Aíta Valle, vivió identificado con los
asegurados, pensionistas y trabajadores; a quienes
trató como amigos. Sus carácter jovial, su espíritu
solidario y generoso mereció innumerables
reconocimientos de diversos gremios y comunidades.
Lo nombran Miembro Honorario de l Cooperativa de
Vivienda de los Trabajadores del IPSS por su apoyo
decisivo en la adjudicación de 228 lotes de terreno.
El seguro social, lo ha nombrado dando su nombre de
Ciudad de Eten y a las Postas Médicas de Chongoyape,
Reque y Pacora.
JOSÉ FRANCISCO CABRERA CHIRINOS.
Nació en 17 de Marzo de 1864.
En su juventud trabajó en Lima como empleado;
después regreso a Chiclayo y se dedico a la
agricultura.
Mediante su esfuerzo se hizo propietario de varios
fondos fomentando la ganadería y la industria y la
industria leche adquiriendo vacas de las mejores
razas extranjeras.
Muy trabajador y amante del progreso introdujo en
sus campos adelantos de la ciencia agrícola.
Combatió plagas, mejoró la calidad de as tierras.
Como diputado y como alcalde de Chiclayo por
Chiclayo puso toda su inteligencia, su carácter y su
buena voluntad al servicio de las tierras.
Alcalde de Chiclayo en cinco oportunidades, todos
sus actos de la vida pública fueron esencialmente
democráticos; renovó el carácter de la vida
municipal, se preocupó en forma especial por la
higiene de la ciudad y por la vivienda de la clase
obrera.