LA CRUZ DE CHALPÓN
Es un símbolo religioso cristiano
consistente en una cruz de madera de guayacán,
ubicada en una gruta del Cerro Chalpón, cercana a la
ciudad de Motup. Se dice que fue construida y
escondida en tal lugar por el religioso español Juan
de Abad, a inicios del siglo XIX.
El 5 de Agosto de 1869, esta cruz fue
descubierta por José Mercedes Anteparra iniciándose
desde ese entonces su veneración, que todos los años
atrae a una enorme cantidad de peregrinos y turistas
de todo el Perú y de extranjero, aunque
principalmente del norte de país. Es la única feria
religiosa del Departamento considerada en el
calendario Turístico Nacional.
La celebración principal se realiza
entre el 25 de Julio y el 14 de Agosto. Empieza con
la novena y el 2 de Agosto se efectúa el descenso de
la Cruz desde su gruta hasta la capilla de Zapote,
donde se queda hasta el día siguiente.
El 3 de Agosto, la Cruz de Chalpón
se llevaba por los fieles desde Zapote, donde se
queda hasta el día siguiente.
El 3 de Agosto, la Cruz de Chalpón es
llevada por los fieles desde Zapote, hasta la
capilla de El Salitral, donde se queda por una
noche.
El 4 de Agosto, la Cruz es llevada en
procesión desde El Salitral hasta Motupe, donde es
solamente recibida y depositada en su capilla.
El 5 de Agosto, día central, se
realiza una misa y una prolongada procesión por las
calles de la ciudad, que dura desde las 6 p.m. hasta
la madrugada del día siguiente.
El 6 de Agosto se repiten la misa y
una procesión similar.
El 12 de Agosto, se inicia la Octava,
realizándose al día siguiente la última procesión de
la Cruz n la ciudad de Motupe, que el 14 de ese es
llevada de retorno a su gruta.
A lo largo de todos estos días, se
realizan además: retretas, albazos, quema de fuegos
artificiales, misas, competencias deportivas y otros
actos que dan realce a la fiesta. Asimismo, se lleva
a cabo la Feria de Motupe, con variadas actividades
mercantiles presencia de comerciantes, vivanderas,
juegos recreativos, kioscos etc.
Los fuertes ingresos que por
concepto de limosnas se recolectan todos los años
estaban, hasta 1972, bajo el control de la jerarquía
eclesiástica, pasando luego a la Comisión
Multisectorial, por decisión del pueblo. Por ese
motivo, la fiesta fue privada de la presencia de
sacerdotes por varios años.
EL SEÑOR NAZARENO CAUTIVO DE MONSEFÚ
Es una de las festividades más
antiguas del Departamento, pues se remonta al año de
1547. Esta fecha debe tomarse con reserva. Monsefú
actual sin duda se constituyó después de las lluvias
de 1578. Originalmente fue Chuso situado a
inmediaciones del cerro. SAN bartola; en que según
la tradición fue entronizada esta imagen que hoy es
San Pablo de Pacora. Fue trasladada con facilidad a
Monsefú, pero luego intentó irse varias veces, por
lo cual los monsefuanos le ataron las manos, forma
en que hoy se presenta.
La fiesta se inicia el 31 de Agosto y
concluye el 30 de Septiembre, constituyéndose enana
de las más prolongadas del país.
El 31 de Agosto se inaugura la feria,
se hace una misa y desfilan la bandas, que ofrecen
retretas. Al día siguiente, la Asociación de
Panificadores ofrece misas y regala sus productos.
Del 3 al 11 de Septiembre, se realiza
el Novenario, con misas matinales y “novenas”
nocturnas, con participación de diversas
instituciones religiosas.
El 12 y 13 de Septiembre, se realizan
misas recepciones, entrada de bandas, retretas y
quema de fuegos artificiales.
El 14 de Septiembre, día central, se
realiza una misa concelebrada, una procesión de las
4 a las 9 p.m., retreta y fuegos artificiales.
Del 15 al 20 de Septiembre prosiguen
las misas, retretas, fuegos artificiales y otras
actividades.
El 21 de Septiembre se celebra una
misa y procesión de Octava, concluyendo la fiesta el
24 con el regreso del Señor Cautivo a su recamerín.
Algunos años, este acto final se efectúa recién el
30 de Septiembre, tal es el caso de 1997.
Los monsefuanos participan en esta
festividad agrupados muchas veces en asociaciones
religiosas o hermandades, de la cuales la principal
es le Hermandad Mayor del Señor Nazareno Cautivo,
que es la que administra los fondos y organiza la
celebración. Otras hermandades son Fomentadores,
Epifamia, San Andrés y muchas otras.
Además de las bandas de músicos
locales y de Chiclayo, participan también otras de
Ctacaos, San Pedro, Eten y otros lugares.
Al paso de la procesión se forman
“arcos” de madera adornados. En los cuales se
colocan “palomitas”, que son faroles de cartón que,
al momento de pasar la imagen por debajo, se abren
dejando caer una lluvia de flores. También se forman
“pozas” en algunas calles o esquinas. Donde se
detiene la procesión y el sacerdote hace alguna
reflexión religiosa.
Durante todo este tiempo se realiza
la feria, vendiéndose principalmente dulces, chicha,
comidas típicas y productos artesanales de paja,
como sombreros, bolsos, canastas, etc.
NIÑO DEL MILAGRO DE ETEN
Esta devoción tiene su origen en la
creencia que el 2 de Junio de 1649, cuando se
celebran las vísperas de Corpus Cristo en la iglesia
de Villa Eten, habría aparecido la imagen del Niño
Jesús en a hostia, según el acta levantada, esta
imagen habría sido observada por el sacerdote
Jerónimo de Silva Manrique, por el sacristán Andrés
Neciosup, por el español Domingo Martínez y por los
alcaldes indios Pablo Quinocial y Fabián Chancafe.
Al gritar “¡Milagro! ¡Milagro” el
sacristán ,a acudió mucha gente, que también afirmó
ver al niño, por lo cual tocaron chirimías, clarín,
trompetas y repicaron las campanas.
Luego, el 22 de Julio del mismo año,
durante las fiestas de Magdalena, el sacerdote
Marcos López vio en la hostia “una cosa confusa como
sombra”, que posteriormente procedieron a examinar,
cerrando las puestas y ventanas y encendiendo las
luces, los sacerdotes Jerónimo de Silva, Tomás Reluz,
Antonio Crespo y el citado Marcos López. Al hacerlo,
vieron la imagen del Niño Jesús, que luego
desapareció dejando unas manchas, blancas, que
fueron interpretados como 3 corazones.
Por estos sucesos, Eten es conocida
como “La Tercera Ciudad Eucarística del Mundo”.
El acto central de las celebraciones
consiste en la procesión del Santísimo que en
vísperas de la fiesta ya se encuentra a 5 km de la
ciudad y a orillas del mar. En este lugar, la imagen
se queda hasta el día siguiente, guardada por los
“priostes”
El día 22, los mayordomos se dirigen
de Eten a la Capilla del Milagro , donde se
realiza una misa, luego de la cual la imagen es
regresada a Eten e procesión, pasando por debajo de
numerosos “arcos” profusamente adornados y cargados,
se forman “pozas”, con cogollos de caña de azúcar,
plátanos y otras frutas.
La procesión se detiene en cada
“poza”, y el sacerdote canta “tonos” que le piden
los devotos.
TODOS LOS SANTOS
En las culturas prehispánicas
andinas, al igual que en casi todas las culturas, al
igual que en caso todas las culturas del mundo, era
muy arraigado el culto a los muertos basado en la
creencia en “la otra vida”, por lo cual en los
entierros los cadáveres eran acompañados por los
alimentos y utensilios que se creía iba a necesitar
el difunto, por su servidumbre y concubinas.
Bajo la le religión católica, que
también cree en “la otra vida”, esto ha dado origen
a los días de “todos los santos” y “de los
difuntos”, el 1º y el 2 de Noviembre
respectivamente.
En estos días, principalmente en el
segundo, las familias se dirigen a los cementerios,
llevando flores naturales y artificiales, ya sea en
forma de ramos, cruces o de coronas, así como velas
y agua bendita. Luego arreglan y adornan las tumbas
o nichos de sus parientes difuntos y les colocan las
flores y las velas, rezando algunas oraciones.
Además se acostumbra rezar “responsos” por los
sacerdotes o por rezadores especializados a quienes
se paga por dicha tarea.
A esto se agrega, en los logares de
mayor influencia campesina y tradición artesanal, el
“acompañamiento” de la tumba durante todo el día,
comiendo, bebiendo y rezando a su lado, a veces
hasta el día siguiente, ofreciendo alimentos y
bebidas al alma del difunto.
Este rito debe cumplirse los 3 años
siguientes al de la muerte del familiar fallecido.
DÍA DE LOS DIFUNTOS EN ETEN-CIUDAD:
En villa Eten, cada año se nombran a
3 mayordomos entre los más adinerados quienes se
encargan de organizar y preparar la celebración de
la fiesta de los difuntos; empezando por la limpieza
del cementerio, el adorno de la puerta, de la
capilla, tareas que las cumplen los mayordomos
secundarios, correspondiéndole al mayordomo
principal el traslado del Cristo Yacente, del
templo principal a la Capilla del Cementerio, imagen
que se encuentra en un ataúd de cristal, que se lo
vela como si se tratara de un recién fallecido, acto
en el que participa toda la feligresía católica,
simulando un profundo sentimiento de dolor. Estos
ritos tienen matices prehispánicos, a los que se
suman las plegarias y misa en los que participa el
sacerdote católico.
El día central, los creyentes
concurren al cementerio, agrupados en sus
respectivas asociaciones o cofradías, van llevando
flores, agua bendita, los mayordomos, llevan sus
recordatorios, estampas, cintas gravadas,
crucifijos; se visita las tumbas, se reza, deposita
la flores. Se vierte el agua y las cofradías que
llevan sus andas de músicos, ejecutan música
fúnebre, triste o melodías alegres.
Terminadas los recordatorios y
ceremonias los asistentes acompañan a sus mayordomos
a sus respectivas casas, donde el mayordomo ofrece
el almuerzo y se brinda chicha y cerveza, empezando
el baile al compás de una banda, que se prolonga
hasta el nuevo día en que el mayordomo ofrecerá el
almuerzo.
Después de dos días de fiestas los
dolientes acompañados de sus respectivos mayordomos,
llevan al Cristo Yacente del cementerio a la Iglesia
del pueblo.
CARNAVALES
Es una fiesta de origen no cristiano
y que precede a la Semana Santa. Tiene un carácter
popular y se celebra tanto en la ciudad como en el
campo. Con la supresión del feriado de carnavales,
hace más de 30 años, la fiesta en la ciudad se ha
extendido a más de 30 años, la fiesta en la ciudad
se ha extendido a todos los fines de semana (
Sábados y Domingo) del mes de Febrero.
Se puede diferencias formas
tradicionales y modernas del carnaval, aunque
generalmente can entremezcladas.
Las formas modernas consisten
generalmente en bailes de disfraces en locales
públicos y privados. Las formas tradicionales
consistían fundamentalmente en las “yunsas” y los “corsos”.
En ambos casos, es generalizado el juego con agua,
serpentinas, polvos y otros elementos.
La “yunsa” consiste en un árbol
adornado y cargado de frutas, gaseosas, licores,
bizcochos, etc., que los participantes rodean
bailando y cortando con parejas.
La pareja que le da los golpes
finales es la encargada de poner la yunsa del año
siguiente. Al caer el árbol, los muchachos se
disputan los regalos.
Los “corsos” consisten en caravanas
de carros, a pie y a caballo, encabezadas por la
reina del Carnaval o el “Ño Carnavalón”, personaje
grotesco y simbólico, que van seguidos de otros
personajes enmascarados o no., pero muy adornados y
pintados.
Hace muchos años, en Monsefú, Motupe,
Olmos, Jayanca y casi todos los distritos
lambayecanos, el carnaval se celebraba en forma muy
alegre y peculiar, como lo desciben Rómulo Paredes y
A gusto León, respecto al de Illimo.
El Lunes de carnaval todo el pueblo
formado en dos bandos, el verde y el encarnado,
salía tras su reina montada a caballo, zahiriéndose
a gritos y entonando versos como los siguientes:
¡Viva lo verde florido,
muera lo nácar podrido!
¡Viva lo verde que nunca pierde,
muera lo nácar que está que hiede!
¡Viva , lo nácar que es lujo,
muera lo verde que es pujo!
¡Viva lo nácar que es grato,
muera lo verde que es pasto!.
Luego, se pasaba a arrojarse flores,
confites, polvos, agua, siguiendo con ciruelas,
plátanos, cerezas. Al aumentar la furia, se
aventaban con yucas, camotes, mameyes y piedras,
para pasar luego a pelear a golpes y garrotazos.
El martes de carnaval, se realizaba
“la yunsa” y el miércoles se procedía al entierro de
“No carnavalón”, enorme muñeco de carrizo y de las
judías”, muñecas más pequeñas, leyéndose el
testamento del primero y procedimiento al choque
entre los bandos.
El último día, se efectúa la quema de
los muñecos en que cada bando representaba
jocosamente a algún personaje de bando contrario, lo
que se hacía con llantos ficticios, risas verdaderas
e imploraciones burlonas.
CALENDARIO
FESTIVO
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