En los 7 pueblos que habitaron el Valle de Anahuac, en el Altiplano Mexicano, se practicaba habitualmente una actividad necesaria al encontrarse situados 6 de ellos, a orillas de un lago y el séptimo prácticamente el centro del mismo (el Azteca). El canotaje se realizaba, en pequeñas embarcaciones denominadas “Acalli” con las cuales, se trasladaban por agua a las diferentes rutas comerciales o sociales de manera más practica.

Durante las solemnidades del dios de la lluvia, entre muchas de las actividades se llevaban acabo singulares regatas o carreras de estas embarcaciones; donde se realizaban fuertes apuestas a los remeros más hábiles, así mismo esta práctica se sigue transmitiendo por tradición oral; tomándose ahora como una actividad lucrativa sobre todo en las riveras de los canales navegables de Xochimilco en donde, embarcaciones turísticas son movidas por el mismo sistema de remos largos llamando a esta forma singular “Trajín” lo que deriva el nombre de la embarcación a trajinera.