Por Alberto Bru, Jordi Pedrosa y Txema Prada (Lista GCE)

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Formación del Gobierno Vasco, creación del Ejército del Norte y vicisitudes de la Guerra Civil en Euzkadi

Patrulla de gudaris posando, 1937

Sabino Arana Goiri. Fundador del Euzko Alderdi Jeltzalea o PNV. Carlista convencido por herencia familiar, su hermeno Luis le convenceria en 1882 para abandonar el carlismo y comprometerse con la causa del nacionalismo vasco: "Estudia nuestro pueblo, Sabino, estudia su historia, estudia eso que llaman nuestros Fueros".
Muerto en 1903 a los 38 años, le sucedió su hermano Luis en la presidencia del Euzkadi Buru Batzar.

El 1 de octubre de 1936, en el palacio madrileño del Congreso, un centenar de diputados de un total oficial de cerca de quinientos, daba el sí aprobatorio a un urgente Proyecto de Ley por el que Álava, Guipúzcoa y Vizcaya se constituían en región autónoma dentro del Estado español, adoptando la denominación de País Vasco. En este mismo día, en Burgos, el general Franco tomaba posesión de la Jefatura del Estado y del mando de los tres Ejércitos de la zona nacional.

Seis jornadas después un nuevo gobierno autónomo de aquel País prestaba juramento de fidelidad ante el árbol de Guernica. Era presidente de dicho Gobierno y su consejero, o Ministro de Defensa, José Antonio de Aguirre y Lecube. Y también en ese día se daba de baja en el Partido Nacionalis-ta Vasco —el de Aguirre— Luis de Arana y Goiri, hermano y verdadero inspirador político de Sabino, el portavoz fundacional del nacionalismo vasco, en un principio “bizkaitarrismo”.

Luis Arana Goiri no estaba conforme con que en el Gobierno de Euzkadi hubiese representantes de partidos "de fuera” y, sobre todo, con que su tierra natal anduviese metida en una contienda entre “españoles” y a favor de uno de los dos bandos; en su opinión, a Euzkadi no se le había perdido nada en aquella guerra.

No fue fácil que las masas nacionalistas tomaran posiciones tras el 18 de julio de 1936 a favor del bando “de Madrid". Luis de Arana y Goiri representaba un modo de pensar y sentir muy común, y luego estaba por medio un tema candente: la cuestión religiosa.
No obstante, el supremo órgano rector nacionalista, el “Euskadi Buru Batzarra” establecido en Bilbao, había fijado su postura en la misma noche del 18 al 19 de julio, poniéndose decididamente al lado de “la República y contra el fascismo"; decisión que le creó forzosamente a los afiliados al Partido Nacionalista Vasco verdaderos problemas de conciencia.

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Los vascos toman posturas en la guerra civil española

En esta decisión influyó la figura del gobernador civil de Vizcaya como factor decisivo a la hora de hacer fracasar la intentona golpista en esta provincia. Mediante una hábil coordinación con las fuerzas de orden público y mediante locuciones radiadas, se logró finalmente mantener el orden desde la capital de Vizcaya.

El gobernador civil de Vizcaya, Martínez de Aragón, pasando revista unidades de gudaris

El día 19 de julio el Bizkaia Buru Batzar emitió la siguiente nota:
“Ante los acontecimientos que se desarrollan en el Estado Español, y que tan directa y dolorosa repercusión pudiera alcanzar sobre Euskadi y sus destinos, el Partido Nacionalista declara -salvando todo aquello a que le obliga su ideología que hoy ratifica solemnemente- que planteada la lucha entre la ciudadanía y el fascismo, entre la República y la Monarquía, sus principios le llevan indeclinablemente a caer del bando de la ciudadanía y la República, en consonancia con el régimen que fue privativo con nuestro pueblo en sus siglos de libertad.”

Escudo de armas aprobado por el Gobierno Vasco en 1936, en el que se incluyen las tres provincias vascas y Navarra

Sección motorizada de Tráfico de la Ertzaña.1936

Formaciones de Ertzaña en 1936

 

Manuel de Irujo —político no sospechoso en su calidad de diputado nacionalista por Gui-púzcoa— ha confesado que tar-daron varios días en apa-recer en San Sebastián bande-ras del Partido. Y algo seme-jante ocurrió en Vizcaya, don-de ningún grupo nacionalista participó en la marcha sobre Vitoria, inmediata a la escisión española tras el Alzamiento.

Es más, el día 24 de julio, el co-misarlo general de Defensa bil-baíno anunciaba que se estaba procediendo al alistamiento de “todos los ciudadanos de Vizca-ya", que en aquellos momentos acudían “con magnifico entusiasmo a engrosar las milicias del Frente Popular”, donde el Partido de Aguirre no tuvo nun-ca sitio.

Hasta veintiún días después, la decisión adoptada el 18 de julio por el “Euzkadi Buru Batzarra” no desciende del terreno puramente "formal". En efecto: el día 8 de agosto se reúne en el santuario de Loyola la Junta de Defensa de Azpeitia —que nada tiene que ver con las de San Sebastián y Eibar, y menos aún con la de Vizcaya, y que excepcionalmente se encuentra en manos de elementos nacionalistas— y se decide hacer un llamamiento a todos los afiliados al Partido Nacionalista Vasco a fin de crear la Euzko Gudarostea. (Ejército Vasco).

El principal inspirador político es un diputado por la provincia, el ya citado Manuel de Irujo; el inspirador militar, el capitán de Intendencia Cándido Saseta. Otros asistentes fueron, por el PNV a Telesforo Monzón, Lino Lazkano por ENB (Euskadi Nekezari Batza); por STV (Solidaridad de Trabajadores Vascos) a Salvador de Aramburu, por ANV (Acción Nacionalista Vasca) Tomás Mitxelena y el diputado a las Cortes por Guipúzcoa José María Lasarte.

En esta reunión se acordó la jurisdicción que en el futuro iban a tener las Milicias Vascas, quedando acotada la zona de Guipúzcoa que estaba sin cubrir por las juntas de Defensa de San Sebastián y Eibar. La Guardia Civil y la de Asalto fueron sustituidas por la Ertzaina. Para la captación de esta policía se recurrió a militantes del PNV aunque este cuerpo también se empleó en misiones de policía militar.

Por entonces en Bilbao —¡tan lejos del frente!— menudeaban los desfiles y los comités políticos y sindicales hacían constantes llamamientos a sus afiliados. Dos diputados nacionalistas —Manuel de Jáuregui y Heliodoro de la Torre—. trataban de organizar unos batallones.

¿Qué pensaba, entretanto, Madrid? Durante cerca de dos meses parecía como si se hubiesen olvidado de la zona cantábrica, pero el 12 de septiembre, vísperas de la entrada de las fuerzas nacionales en San Sebastián, es nombrado jefe de Operaciones de todo el Norte el capitán de Estado Mayor, recién ascendido, Francisco Ciutat. Ello supone un principio de coordinación, de unidad, frente a esa guerra localista -casi doméstica- que está haciendo cada provincia vasca por su cuenta.

Ciutat llega a Bilbao y el día 20 se hace cargo del mando sin que nadie se lo dispute, pese a haber oficiales de mayor graduación. Tampoco en la capital del Nervión se le hacen objecciones de carácter político, porque las circunstancias mandan y excluyen todo bizantinismo. En una proclama por radio, el recién llegado dirá: “Es preciso unificar el esfuerzo de todos los combatientes... Es preciso una dirección única militar.”

A finales de este mes las fuerzas de Mola alcanzan la raya entre Guipúzcoa y Vizcaya. Mas el cansancio de la persecución a través de valles y montañas se acusa, irremediable, sobre todo al chocar con las primeras resistencias organizadas en la línea del Deva.

 

Ciertamente, los republicanos habían perdido casi toda Guipúzcoa a finales de septiembre y la frontera de Irún-Behovia desde tres semanas antes; además, sus fuerzas en esa faja costera tenían escasa facilidad de maniobra e innumerables dificultades en cuanto a provisiones de material, armamento y suministros de intendencia. El aislamiento geográfico también creaba problemas políticos, ya que, independientemente del tema de la autonomía, la aplicación de las decisiones del poder central tropezaba con forzosas limitaciones.

A Bilbao ha llegado, además, por aquellos días, material extranjero y en aguas del Cantábrico está la flota del capitán de corbeta Miguel Buiza y del luego almirante soviético Kuznetsov. Pero hay algo más, y es la decisión del Partido Nacionalista Vasco de volcar íntegramente su esfuerzo de guerra al lado de las milicias revolucionarias, esfuerzo hasta entonces más teórico que efectivo.

SIGUE>>>

 

1- Los vascos toman posturas en la guerra civil       • 7- Alava, el sueño del Lehendakari
• 2- Un vasco, ministro sin cartera en el gobierno “español”     • 8- Guadalajara: cambia las cosas
• 3- Formación del Gobierno y del Ejército de Euzkadi     9- Del Cinturón al Arenal, pasando por Archanda
• 4- Organización y material de guerra     • 10- La crisis política y militar de Euzkadi
• 5- El problema de la Aviación y la Marina     • 11- La derrota, contactos para la paz y el "Pacto de Santoña"
• 6- Gran exhibición bélica en Bilbao     • 12- Exilio y posguerra

 

 

 

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