El Plan Cósmico : En la Recta Final
Las Señales
Como testigos silenciosos hemos contemplado los acontecimientos de estos últimos meses. Han desfilado por nuestros televisores escenas fantasmales salidas de una realidad que no comprendemos.
Como monstruos que crecen alimentados por la indiferencia de ciertos sectores del planeta, asistimos a una de las etapas más criticas por las que ha atravesado la humanidad en los últimos años; preámbulo de males aun mayores.
Todo esta en crisis.
Nos encaminamos hacia un punto de no retorno.
Nos hemos convertido en seres lejanos de nuestra verdadera condición. Ignoramos lo que somos, extraviamos el sentido de pertenencia al universo. Si la humanidad recuperara este sentimiento, garantizaría una duradera permanencia en el conjunto de planetas habitados y de civilizaciones que unidas a las leyes universales emanadas de un mismo Dios, prosiguen su camino evolutivo y expansivo de conciencia hacia confines inimaginables. Entraríamos en contacto con seres de otros mundos, que al igual que nosotros y como hermanos en la luz se dirigen a la unión cósmica y universal. Compartiríamos experiencias y retroalimentaríamos nuestros espíritus hacia la búsqueda de ese contacto definitivo que aguarda por nosotros.
Que lejanos y al mismo tiempo que cercanos estamos de esta gloriosa realidad.
¿Qué explicaciones daremos a las futuras generaciones? ¿Cómo explicar a un niño que los hombres se odian unos a otros? ¿Cómo explicar a un niño descendiente de los sobrevivientes de la Tierra que este era un planeta azul lleno de vida con atardeceres de mil colores, pero que fue destruido por sus propios habitantes? No habrá respuesta que justifique de manera alguna lo triste de lo hechos.
La responsabilidad pertenece a los seres encarnados hoy en este mundo, a los que transitamos por las calles ignorando la misión común que nos congrega. Si no luchamos en pro de la unión planetaria y por una paz duradera mundial que modifique y enaltezca la vida de cada ser humano, aceleraremos los cambios planetarios y como consecuencia natural vendrá una violenta reacción que llenara de dolor y muerte nuestro mundo.
Como quisiéramos que toda la humanidad se dirigiera unida a la conquista de ese cambio evolutivo que nos aguarda, como quisiéramos que ese regalo de Dios fuera disfrutado por todos. Al parecer y por lo que vemos, muchos de nuestros hermanos han optado en su libre albedrío por el camino opuesto: todos no disfrutaran del preciado galardón, simplemente porque no quieren.
Ante este panorama nuestra misión se multiplica, misión que demanda lo mejor que somos y pone a prueba nuestra capacidad y entrega.
Si queremos enderezar en parte, el retorcido camino que han tomado los últimos tiempos tendremos que dar todo de sí: deberemos dejar que cobre vida ese guerrero interno que reside en nosotros. Esos son los requerimientos que demandan los tiempos del fin.
A través de mi vida y en el trasegar en el mundo espiritual los he conocido: son reales y llenos de virtudes, quizás estén en nuestros grupos espirituales o en nuestro propio circulo familiar, o quizás tu seas uno de ellos y aun no lo sepas.
"El planeta aguarda tu despertar"
Esta es una invitación a hacer parte de los héroes del futuro, de los héroes de los tiempos venideros, este es un urgente llamado a ese héroe anónimo, a ese héroe cuyo nombre no será escrito en enciclopedias ni en la historia, a ese héroe en cuya tumba no habrá frases celebres ni rosas cada día, a ese héroe que se aloja en nosotros: desconocido, imbatible, perenne entre los siglos...