FUPEC
COLOMBIA

Fusión para el Encuentro Cósmico
Mensaje Extraterrestre

La Raza Humana

Los procesos evolutivos comienzan con la conformación misma del universo, que parte de la Energía Primordial Unigénita, la cual se expande y se contrae At Eternum conformando en este proceso todo lo que existe; partiendo de La Luz Primigenia y a la Luz Primigenia regresando.

La energía conformante del Todo, se condensa en el principio de un nuevo ciclo en el extremo simbólico de un Huevo Cósmico, ya que el universo es curvo y todo se traslada en él de esta forma; como grandes e inconmensurables torbellinos, la energía se va condensando en procesos armónicos y lentos, generando cúmulos de galaxias, cúmulos estelares, estrellas, planetas y La Vida… y en una de estas tantas expresiones de vida, que se conforman a través del amalgamiento de estas fuerzas, se encuentra la Raza Humana del Planeta Tierra, Hombre y Mujer, que por su conciencia inteligente están conformados a imagen y semejanza de Dios, al igual que otros billones de estructuras humanas e infinitas formas de vida en el universo; ya que Todo lo que es, es en si mismo, la vida y la energía conformante del Todo.

Todo gira, vibra y se traslada; La Chispa de Dios manifestada en el Todo Unigénito se refleja en cada átomo de toda forma de vida.

Cada universo (por ahora conocemos solo una parte mínima del nuestro) o Huevo Cósmico, es un Macro átomo de Dios

 En lo que concierne al Sistema Solar y más específicamente a nuestro planeta, la consolidación de la energía primero en gases y luego en estructuras básicas, genera una resultante, la cual, de acuerdo a las composiciones conformantes desencadena determinados tipos de vida, ya sea mineral, vegetal o animal.

En nuestro planeta, cuando esos factores de vida se estructuran sobre bases de carbono, hidrogeno, oxigeno, nitrógeno, hierro, etc., conforman estructuras con características determinadas, donde primero se manifiestan las estructuras unicelulares, luego las pluricelulares (que se multiplican, variando y descomponiéndose en otras formas más complejas), estas a su vez manifestaran todas las formas de vida, tanto las que ya desaparecieron como las que existen en este momento, incluido el Hombre.

La radiación ultravioleta como los rayos cósmicos generan variaciones en las estructuras ribonucleicas y cromosomáticas, al generar disgregamiento de una determinada estructura conformante a otra para producir un salto en la evolución de esa especie existente o resultando una nueva forma de vida, la cual puede ser aun más compleja.

Nuestro planeta registró un proceso evolutivo desde los aminoácidos elementales hasta las formas de vida complejas actuales, recibiendo también en un principio aporte de materia vital desde el Cosmos, a través de los meteoritos, polvo cósmico y cometas.

La vida se manifiesta entonces, desde una forma simple, hasta que con el transcurso de miles de millones de años, puede dar variables como las que hoy existen sobre  la Tierra y sobre millones de planetas, solo en nuestra galaxia.

Pero la expansión de vida en todo el planeta tiene un límite, ya que después de millones de años comienza a generarse un envejecimiento planetario, proceso que se acompaña con una reducción de giro del núcleo y de una disminución gravitatoria; entonces, ya todas las formas de vida han variado hasta puntos extremos y distintos. En el caso específico de una Raza Humana Estelar (quizá como la nuestra); en ese punto, si no se consigue desarrollar una tecnología que sustente la vida en el espacio, desaparecerá junto con el planeta que le vio nacer; mas si logra desarrollar una alta tecnología, puede conformar una Supercivilización Espacial.

 En todos los sistemas de vida humanos y en el transcurso de determinadas etapas evolutivas, el potencial transmisor de vida sufre una decadencia; este es un factor muy importante a tener en cuenta. En este momento estamos en plena expansión de vida; si crecemos desmesuradamente no habrá infraestructura ni alimentos suficientes para todos, de no mediar un resorte espontáneo natural. A estas problemáticas y a muchas otras que aun no imaginamos, nos veremos enfrentados como Raza, de ahí la conciencia que debe acompañar estos procesos evolutivos.

 La forma de vida humana es una manifestación típica en el universo. Dentro de nuestra propia galaxia, alrededor del 95 % de los sistemas de vida con inteligencia creativa y expansiva que existen, han podido establecer una civilización tecnológica. Estos seres físicos tienen aspecto humano o humanoide, con cabeza, tronco y extremidades, lo cual no significa que tengan que ser iguales a nosotros, aunque existen algunas tipologías de seres que podrían estar a nuestro lado y no nos daríamos cuenta. Otros sistemas humanos varían en sus composiciones, ya sea química, orgánica, altura, largo de brazos, piernas, tamaño y forma de la cabeza, ojos, boca, orejas,  o directamente pueden llegar a carecer de los sensores físicos terrestres; o si los tienen, estos pueden existir en forma atrofiada, ya que a medida que se asciende en la escala evolutiva, todos los sensores tridimensionales tienden a desaparecer o atrofiarse.

 Pero la historia del hombre en la Tierra es aun mas compleja, ya que por características propias del planeta, seres de una tecnología superior y provenientes del espacio exterior, tienen que ver en un momento determinado con la evolución del Homo Sapiens originario de la Tierra; sufriendo este una manipulación en la cual se le acoplan 23 cromosomas provenientes de una Raza Humana Estelar, gestándose la Raza Adámica (este es el Lazo que nos une a seres de otros mundos que como Hermanos Cósmicos nos visitan) la cual contaba con un potencial evolutivo completamente distinto al que existía hasta ese momento.

En nuestros orígenes se nos da una alimentación a base de vegetales, la que hoy llamaríamos naturista y no carnívora, destacándose la herencia de Creación Divina, la cual con el correr de los milenios se va perdiendo. La longevidad decrece desde un promedio de 800 años partiendo de Adán hasta 30 años promedio de la edad media debido al mal uso de la energía sexual y a otros malos hábitos; desde entonces, se ha producido un vuelco en la faz tecnológica y de recursos que ha revertido esa tendencia a un poco más del doble del promedio de la edad media, pero aún 12 veces inferior a la de Adán.

 Ellos, nos han dado pautas de todo lo que nos iba a ocurrir durante nuestra evolución, ya que tienen que ver con nuestro actual desarrollo evolutivo como raza.

 Actualmente, la raza humana de la Tierra tiene una capacidad de percepción volcada en su mayoría hacia lo tridimensional. La conciencia tridimensional es la que actúa con nuestros cinco sentidos físicos y representa el 70 % de nuestra acción dinámica de captación de datos del mundo de la forma.

Los sensores tridimensionales, solo permiten percibir un sector limitado de las energías que nos rodean y atraviesan, con lo cual los mayores secretos de la realidad existencial permanecen velados, sin ver el mundo maravilloso de energías y formas que nos rodean.

El otro 30% de percepción humana, lo constituye la conciencia cúatridimensional, en un 25 a 28% y la conciencia quintudimensional en un 2 a 5%.

La conciencia cúatridimensional actúa ligada a nuestros planos sensitivos extrasensoriales, por medio de las glándulas pituitaria y pineal, que se encuentran entre las coordenadas horizontal del chacra frontal y vertical del chacra Coronario.

La conciencia quintudimensional es la que a través de nuestros sensores extrasensoriales, perciben información fuera del tiempo y del espacio cronológico de vida. Solo un pequeño porcentaje de lo que percibimos quintudimensionalmente, alrededor del 25%, queda en la conciencia y lo recordamos; el resto se aloja en la supraconciencia y solo aflora espontáneamente.

A medida que se evoluciona, los sistemas sensorios van reduciendo su funcionalidad en el aspecto tridimensional para aumentar su acción cúatridimensional, esto es lo que le esta ocurriendo a la humanidad actual de la Tierra.

El cambio hacia la Conciencia Cósmica involucra una variación de estos porcentajes, ya que el Hombre Nuevo, una vez producidos los cambios planetarios y en un lento proceso de unos mil años, desarrollará un sistema de captación del mundo de la forma que será en promedio 30% tridimensional, 50% cúatridimensional y 20% quintudimensional.

Al aumentar la percepción cúatridimensional, podremos establecer comunicación con una raza humana que nos lleve 500.000 años de evolución o más. En estos seres, los sentidos sensoriales físicos de intercomunicación ya prácticamente no existen, como tampoco los sistemas tradicionales de absorción de alimentos para recibir la energía vital, ya que ellos se dan a través de la captación directa de la energía y no a través de procesos termoquímicos que sustenten la vida.

 Estamos en proceso hacia una conciencia mas amplia, profunda y compleja que la conocida hasta ahora; ¿como haremos para frenar aquello que se esta despertando en nuestro interior?. A todas estas inquietudes nos conduce el desarrollo de este nuevo ser humano… pues existe un nuevo conocimiento el cual cambia los preconceptos establecidos por la sociedad en que vivimos.

 El cambio de la conciencia plena tridimensional hacia la conciencia cuatri y quintudimensional, no era posible 40 o 50 años atrás para el común de las personas y en forma masiva. Nuestros abuelos o padres no podían concebir a nivel general el macro y micro cosmos como hoy lo podemos hacer nosotros; aunque este conocimiento y espíritu investigativo se manifestara, no era posible acceder a determinada información que hoy tenemos, no se habían desarrollado los telescopios y radiotelescopios que hoy fotografían galaxias, no se contaba con la tecnología cibernética o robótica computarizada que ha producido tantos avances. Los adelantos tecnológicos permiten que accedamos a un conocimiento amplio y generalizado, orientando al hombre hacia horizontes ilimitados.

El común de las personas en este siglo, nos hemos desarrollado en promedio con una cantidad de 25 mil millones de neuronas aproximadamente, las cuales hasta hace algunos años eran más que suficientes para almacenar la información que el mundo y la experiencia de vida nos mostraba. Hoy las necesidades de este mundo exigen guardar mayor cantidad de datos, pues los niños actuales tienen más información que la que tenían los adultos de principios del pasado siglo.

Hoy en día un alto porcentaje de los niños que nacen ya cuentan con 60 o 70 mil millones de neuronas, además del potencial vibratorio evolutivo necesario para manejarlas. Ellos perciben y captan presencias energéticas que nosotros no vemos, tienen la capacidad de producir fenómenos extrasensoriales a voluntad captando todo alrededor de ellos en los primeros meses de vida; de ahí la importancia de que reine la paz y al armonía en el hogar donde estos Superbebes se desarrollan.

 A pesar de la revolución tecnológica, la Jerarquía Intergaláctica considera que la Raza Humana de la Tierra está más cerca de las cavernas que de las estrellas.

 Si por algún motivo se destruyese la infraestructura que sostiene esta civilización, en un mes terminaríamos matándonos los unos a los otros sin ley ni orden o lineamiento moral mas que la propia supervivencia individual sin importar los medios.

Este caos se produciría si el cambio fuese en todo el mundo y en forma sorpresiva, rompiendo las estructuras y el frágil equilibrio actual en el cual se sustenta la civilización humana.

Al carecer el hombre de los valores que se basan en factores Éticos, Morales y Espirituales, los que sustentan el Amor Verdadero, es imprevisible su reacción ante un hecho extremo.

Al sustentar el hombre la convivencia con sus semejantes en cuestiones meramente de conveniencia ( ya sean de índole social, política o religiosa); lo hacen muy vulnerable, ya que carece de Verdaderos Valores Espirituales, los que a su vez pueden hacer trascendental su existencia.

El despertar de la Conciencia Cósmica es imprescindible para reducir el grado de violencia que predomina en nuestra sociedad. Solo en el presente, con la apertura del conocimiento espiritual, esta posibilidad comienza a vislumbrarse.

  La Conciencia Cósmica interpreta las leyes superiores que rigen la convivencia en el cosmos entre todas las formas de vida.

Al observar nuestra galaxia en una noche estrellada, podemos ver maravillados una amplia franja luminosa que cruza todo el cielo, este panorama deslumbro a nuestros antepasados, los cuales la denominaron la Vía Láctea o camino lechoso, el cual es un sendero poblado de miles de millones de estrellas. En estos últimos años y a nivel masivo podemos comprender el significado de esta expansión estelar y develar algunos aspectos de la galaxia en la que vivimos.

Dos grandes planos involucran el cambio de conciencia en el ser humano: lo Ecológico a nivel planetario, con la toma de conciencia de que la Tierra es un ser vivo y como tal debe ser tratada y el otro plano se relaciona con el aspecto Energético, Evolutivo y Vibracional del hombre, que relacionan la Conciencia Suprema del ser humano.

 A partir del año 1950 la Jerarquía (ante el elevado riesgo autodestructivo del hombre mismo) libero el conocimiento hacia toda la humanidad por igual, el que es captado de acuerdo a un factor evolutivo y espiritual especifico en cada hombre o mujer de la Tierra.

Aquel que quiera permanecer en el mundo esquemático y materialista allá el, ya que el Libre Albedrío prevalece. Pero aquel que quiera Elevar su Conciencia hacia un plano superior para poder canalizar con mayor perfección el aspecto profundo y complejo de la temática extraterrestre ¡Será Ayudado!.

 Para comprender y abarcar todos estos aspectos, debemos saber que los seres humanos no experimentamos nuestra existencia como algo individual o personal; a pesar de ser únicos y diversos al mismo tiempo, fuertes vínculos nos unen como Raza, pues una Memoria Biológica, Genética y Evolutiva de los seres que nos precedieron se encuentra hoy en nosotros. A través de las generaciones se transmite esta rica información experiencial que a manera de Sumatoria por los sucesivos nacimientos, se adosa a una Conciencia Cósmica Colectiva que marca nuestro desarrollo y nos constituye como civilización. 

Existe un espíritu inmortal que se manifiesta en el mundo de la forma desde el mismo momento de la concepción. Ese espíritu prevalece dentro de una dinámica de captación dentro de la experiencia de vida; pero no esta solo, ya que por ley evolutiva y de afinidad una multitud de Manifestaciones Espirituales se acoplan apoyando el proceso de vida de ese ser humano; sin tener estas unidades espirituales un papel preponderante, pero si de apoyo energético y espiritual. De esta forma somos todos los seres humanos:

Una multitud en el aspecto evolutivo biológico genético y una multitud en la sumatoria evolutiva espiritual.

   Concebir este principio nos crea un mayor compromiso, ya que cientos de generaciones están manifestándose en el mundo de la forma a través de nosotros. Nuestros padres, abuelos, tátara abuelos y muchos más, están aun aquí presentes leyendo este documento y aportando el cúmulo genético evolutivo y espiritual necesario para poder ascender a la Conciencia Cósmica. Pero por sobre todo, para cumplir la profecía en el sentido de que Todos serán juzgados en el momento del Juicio Final, los vivos y los muertos, pues ellos están en nosotros, ya sea en la proyección de la memoria genética o en la multiplicidad espiritual.

 Cada uno de nosotros de acuerdo a su patrón evolutivo actúa como una antena que atrae lo espiritual conformando la separación del Trigo de la Cizaña; de esta forma, la que será juzgada no es solo una generación, sino Todas en Una.

 El final de una etapa evolutiva milenaria se aproxima siendo nosotros la Sumatoria y el producto de una gran Siembra  ; nosotros al igual que nuestros ancestros, tendremos nuestra parte. La Cosecha sobrevendrá cuando el Fruto este Maduro, cuando las enseñanzas dadas por la Jerarquía a lo largo de la historia sean Vida en los seres que prevalezcan y merezcan ser salvos, pues ellos darán origen al Hombre Nuevo; iniciándose con esto, otro gran capitulo dentro de la historia de la raza humana.


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