Misión Sobrevivir
"Comprendimos el misterio del átomo
y rechazamos el sermón de la montaña,
el nuestro es un mundo de gigantes nucleares
y de enanos éticos"
Omar Bradley
A medida que el hombre ha avanzado tecnológicamente, a obtenido respuestas a preguntas formuladas desde tiempos muy antiguos. Es una suerte para los seres que hoy habitan éste mundo tener acceso a las maravillas que la ciencia nos ofrece. El hombre antiguo tenia que conformarse con los instrumentos de su tiempo. Hoy, a medida que el panorama del conocimiento se ha abierto, hemos vislumbrado lo inconcebible, viejas creencias mueren para dar paso a otras; es un proceso vertiginoso que merece toda nuestra atención, pues no todos los cambios apuntan a un mejor vivir del ser humano.
Paradójicamente lo que tanto debería servirnos puede destruirnos. Como niños con juguetes destructivos ponemos en riesgo el equilibrio planetario y como seres malcriados de ésta parte del Sistema Solar hacemos gala de nuestra irresponsabilidad.
Seguimos fabricando arsenales nucleares, cada país quiere el suyo para amenazar a sus vecinos.
La fuerza nuclear es la misma que pone en marcha los procesos estelares. Como reactores nucleares gigantes las estrellas dispensan al universo los materiales necesarios para la vida; somos seres del cosmos,nuestra vida no se limita al planeta sino que pertenece al universo entero.
Desde ésta perspectiva, nuestra misión es sobrevivir pues la creación ha otorgado sin restricción alguna todo lo necesario para una permanencia larga y sostenida.
Hemos identificado ya bastantes amenazas como para no emprender acciones correctivas, pero tercamente seguimos aferrados a tesoros sin valor; los mecanismos aun no existen, por eso es tan importante el llamado al líder espiritual residente en cada uno y que encarna la sabiduría milenaria presente desde siempre.
"Los tiempos no dan espera"
Una visión espiritual y sabia debe acompañar todo proceso tecnológico; de lo contrario, el riesgo autodestructivo es demasiado alto.
Mientras los afanes destructivos nos atraen descuidamos los riesgos que la Tierra como planeta enfrenta; los asteroides nos circundan, materia y energía en formas variadas y desconocidas podrían destruirnos.
Si la humanidad no ha encontrado una razón para unirse esta sería la más lógica, pero aún no nos detenemos a pensar en ello, no tenemos nada garantizado, ni siquiera nuestra propia vida.
Los logros y los triunfos que obtengamos como especie deberán ser producto de nuestro propio esfuerzo, no podemos permanecer estáticos sin contemplar la noble misión que nos espera. Es nuestro destino prevalecer en el cosmos, sería el más bello tributo que podríamos darle a la creación.
En un futuro muy, muy lejano, nuestro mundo no existirá. Cuando el Sol agote su combustible nuclear abrazará en un fuego destructor a la Tierra; sin embargo, éste planeta podría desaparecer antes de ese inexorable final.
¿Cuanto tiempo tenemos?
El universo es una ruleta de posibilidades, como civilización emergente apenas conocemos el sector en que habitamos, desde las profundidades misteriosas del cosmos una voz nos llama, el salto a las estrellas es inevitable.
El espíritu humano es trascendente y nuestra naturaleza infinita, no existen mejores motivos para acometer empresas, para ello se requiere de la unión de fuerzas pues el futuro hablará del genero humano y no de pocos.
Este será el mejor legado que podamos dejar a nuestra descendencia pues requerirán de la energía y de toda la experiencia adquirida en estos tiempos por nosotros.